8 Versículos de la Biblia sobre Empleo

Versículos Más Relevantes

Deuteronomio 24:14-15

No hagas violencia al jornalero pobre y menesteroso, así de tus hermanos como de tus extranjeros que están en tu tierra en tus ciudades. En su día le darás su jornal, y el sol no se pondrá sobre él; pues es pobre, y con él sustenta su vida; para que no clame contra ti al SEÑOR, y sea en ti pecado.

Proverbios 31:10-31

Alef Mujer valiente, ¿quién la hallará? Porque su valor pasa largamente a la de las piedras preciosas. Bet El corazón de su marido está en ella confiado, y no tendrá necesidad de despojo. Guímel Ella le dará bien y no mal, todos los días de su vida.Leer más.
Dálet Buscó lana y lino, y con voluntad labró con sus manos. He Fue como navío de mercader; trae su pan de lejos. Vau Se levantó aun de noche, y dio comida a su familia, y ración a sus criadas. Zain Consideró la heredad, y la compró; y plantó viña del fruto de sus manos. Het Ciñó sus lomos de fortaleza, y esforzó sus brazos. Tet Gustó que era buena su granjería; su lámpara no se apagó de noche. Yod Aplicó sus manos al huso, y sus manos tomaron la rueca. Caf Alargó su mano al pobre, y extendió sus manos al menesteroso. Lámed No tendrá temor de la nieve por su familia, porque toda su familia está vestida de ropas dobles. Mem Ella se hizo tapices; de lino fino y púrpura es su vestido. Nun Conocido es su marido en las puertas, cuando se sienta con los ancianos de la tierra. Sámec Hizo telas, y vendió; y dio cintos al mercader. Aín Fortaleza y gloria es su vestidura; y en el día postrero reirá. Pe Abrió su boca con sabiduría; y la ley de misericordia está en su lengua. Tsade Considera los caminos de su casa, y no come el pan de balde. Caf Se levantaron sus hijos, y la llamaron bienaventurada; y su marido también la alabó. Res Muchas mujeres son valientes; mas tú las sobrepasas a todas. Sin Engañosa es la gracia, y vana la hermosura; la mujer que teme al SEÑOR, esa será alabada. Tau Dadle del fruto de sus manos, y alábenla en las puertas sus hechos.

2 Tesalonicenses 3:7-12

porque vosotros sabéis de qué manera es necesario imitarnos, porque no anduvimos desordenadamente entre vosotros, ni comimos el pan de balde de ninguno; sino obrando con trabajo y fatiga de noche y de día, para no ser gravosos a ninguno de vosotros; no porque no tuviéramos potestad, sino por daros en nosotros un ejemplo, para que nos imitarais.Leer más.
Porque aun estando con vosotros, os denunciábamos esto: Que si alguno no quisiere trabajar, tampoco coma. Porque oímos que andan algunos entre vosotros fuera de orden, no trabajando en nada, sino ocupados en curiosear. Y a los tales denunciamos y rogamos en el Señor nuestro, Jesús el Cristo, que, trabajando con silencio, coman su pan.

Nehemías 4:15-23

Y sucedió que cuando oyeron nuestros enemigos que lo habíamos entendido, Dios disipó el consejo de ellos, nos volvimos todos al muro, cada uno a su obra. Mas fue que desde aquel día la mitad de los jóvenes trabajaban en la obra, y la otra mitad de ellos tenía lanzas escudos, arcos, y cotas; y los príncipes estaban tras toda la casa de Judá. Los que edificaban en el muro, y los que llevaban cargas y los que cargaban, con una mano trabajaban en la obra, y en la otra tenían su arma.Leer más.
Porque los que edificaban, cada uno tenía su espada ceñida a sus lomos, y así edificaban y el que tocaba el shofar estaba junto a mí. Y dije a los principales, y a los magistrados y al resto del pueblo: La obra es grande y larga, y nosotros estamos apartados en el muro, lejos los unos de los otros. En el lugar donde oyereis la voz del shofar, reuníos allí con nosotros; nuestro Dios peleará por nosotros. Y nosotros trabajábamos en la obra; y la mitad de ellos tenían lanzas desde la subida del alba hasta que salían las estrellas. También dije entonces al pueblo: Cada uno con su criado se quede dentro de Jerusalén, y hágannos de noche centinela, y de día a la obra. Y ni yo, ni mis hermanos, ni mis siervos, ni la gente de guardia que me seguía, desnudamos nuestro vestido; cada uno se desnudaba solamente para lavarse.

1 Tesalonicenses 2:9-11

Porque ya, hermanos, os acordáis de nuestro trabajo y fatiga; que trabajando de noche y de día por no ser gravosos a ninguno de vosotros, predicamos entre vosotros el Evangelio de Dios. Vosotros sois testigos, y Dios, de cuán santa y justa e irreprensiblemente nos condujimos con vosotros que creisteis; así como sabéis de qué modo exhortábamos y consolábamos a cada uno de vosotros, como el padre a sus hijos,

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