28 Versículos de la Biblia sobre Esperanza, resultados de su ausencia
Versículos Más Relevantes
Si yo espero, el sepulcro es mi casa: Haré mi cama en las tinieblas. A la corrupción he dicho: Mi padre eres tú; a los gusanos: Mi madre y mi hermana. ¿Dónde está ahora mi esperanza? Y mi esperanza ¿quién la verá?
La esperanza que se demora, es tormento del corazón; mas árbol de vida es el deseo cumplido.
Porque nosotros, extranjeros y advenedizos somos delante de ti, como todos nuestros padres; y nuestros días cual sombra sobre la tierra, y nadie permanece.
¿Cuál es mi fuerza para esperar aún? ¿Y cuál mi fin para prolongar mi vida?
Yo estoy afligido y a punto de morir; desde mi juventud he sufrido tus terrores, estoy perplejo. Sobre mí han pasado tus iras; tus terrores me han cortado. Me han rodeado como aguas de continuo; a una me han cercado.Leer más.
Has alejado de mí al amigo y al compañero; y a mis conocidos pusiste en tinieblas.
Porque el sepulcro no te exaltará, ni te alabará la muerte; ni los que descienden a la fosa esperarán tu verdad.
Porque hermanos, no queremos que ignoréis acerca de nuestra tribulación que nos aconteció en Asia; que en sobremanera fuimos cargados sobre nuestras fuerzas, de tal manera que perdimos la esperanza aun de seguir con vida.
«Al Músico principal, sobre Ajelet-sahar. Salmo de David» Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has desamparado? ¿Por qué estás tan lejos de mi salvación, y de las palabras de mi clamor? Dios mío, clamo de día, y no me escuchas; y de noche, y no hay para mí sosiego.
Me dijo luego: Hijo de hombre, todos estos huesos son la casa de Israel. He aquí, ellos dicen: Nuestros huesos se secaron, y pereció nuestra esperanza, y somos del todo talados.
Y él se fue por el desierto un día de camino, y vino y se sentó debajo de un enebro; y deseando morirse, dijo: Baste ya, oh Jehová, quítame la vida; pues no soy yo mejor que mis padres.
¿Para qué se da luz al trabajado, y vida al amargado de alma, que esperan la muerte, y ella no llega, aunque la buscan más que a tesoros enterrados;
Y dijo Rebeca a Isaac: Fastidio tengo de mi vida a causa de las hijas de Het. Si Jacob toma esposa de las hijas de Het, como éstas, de las hijas de esta tierra, ¿para qué quiero la vida?
Y si así lo haces tú conmigo, yo te ruego que me des muerte, si he hallado gracia en tus ojos; y que yo no vea mi mal.
Cuando digo: Me consolará mi cama, mi lecho atenuará mis quejas; Entonces me aterras con sueños, y me turbas con visiones. Y así mi alma tuvo por mejor el estrangulamiento y la muerte, más que la vida.
Y se escogerá la muerte antes que la vida por todo el remanente que quedare de esta mala generación, en todos los lugares adonde arrojaré yo a los que quedaren, dice Jehová de los ejércitos.
Ahora pues, oh Jehová, te ruego que me quites la vida; porque mejor me es la muerte que la vida.
Y en aquellos días los hombres buscarán la muerte, y no la hallarán; y desearán morir, pero la muerte huirá de ellos.
El cual creyó en esperanza contra esperanza, para venir a ser padre de muchas naciones, conforme a lo que le había sido dicho: Así será tu simiente.
Y aquellos hombres trabajaron por tornar la nave a tierra; mas no pudieron, porque el mar iba a más, y se embravecía sobre ellos. Entonces clamaron a Jehová, y dijeron: Te rogamos oh Jehová, te rogamos, no dejes que perezcamos por la vida de este hombre, ni pongas sobre nosotros la sangre inocente: porque tú, oh Jehová, has hecho como has querido.
Ahora pues, habla luego a todo hombre de Judá, y a los moradores de Jerusalén, diciendo: Así dice Jehová: He aquí que yo dispongo mal contra vosotros, y trazo contra vosotros designios; conviértase ahora cada uno de su mal camino, y mejorad vuestros caminos y vuestras obras. Y dijeron: Es por demás; porque en pos de nuestras imaginaciones hemos de ir, y cada uno de nosotros ha de hacer el pensamiento de su malvado corazón.
Y no apareciendo ni sol ni estrellas por muchos días, siendo azotados por una tempestad no pequeña, ya habíamos perdido toda esperanza de salvarnos.
Entonces dijo Saúl a su escudero: Saca tu espada, y traspásame con ella, no sea que vengan estos incircuncisos y me traspasen, y me escarnezcan. Mas su escudero no quería, porque tenía gran temor. Entonces Saúl tomó la espada, y se echó sobre ella.
Y Ahitofel, viendo que no se había puesto por obra su consejo, enalbardó su asno, y se levantó, y se fue a su casa en su ciudad; y después de disponer acerca de su casa, se ahorcó y murió, y fue sepultado en el sepulcro de su padre.
Y sucedió que cuando Zimri vio que la ciudad era tomada, se metió en el palacio de la casa real, y prendió fuego a la casa sobre sí; y así murió.