20 Versículo de la Biblia sobre Reputación

DE más estima es la buena fama que las muchas riquezas; Y la buena gracia más que la plata y el oro.

A él conviene crecer, mas á mí menguar.

Sin embargo, se anonadó á sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante á los hombres;

Y por esto, procuro yo tener siempre conciencia sin remordimiento acerca de Dios y acerca de los hombres.

Y hallarás gracia y buena opinión En los ojos de Dios y de los hombres.

MEJOR es la buena fama que el buen ungüento; y el día de la muerte que el día del nacimiento.

Teniendo vuestra conversación honesta entre los Gentiles; para que, en lo que ellos murmuran de vosotros como de malhechores, glorifiquen á Dios en el día de la visitación, estimándoos por las buenas obras.

Porque no des á los extraños tu honor, Y tus años á cruel;

También conviene que tenga buen testimonio de los extraños, porque no caiga en afrenta y en lazo del diablo.

Recibidle pues en el Señor con todo gozo; y tened en estima á los tales:

Que la recibáis en el Señor, como es digno á los santos, y que la ayudéis en cualquiera cosa en que os hubiere menester: porque ella ha ayudado á muchos, y á mí mismo.

Que tenga testimonio en buenas obras; si crió hijos; si ha ejercitado la hospitalidad; si ha lavado los pies de los santos; si ha socorrido á los afligidos; si ha seguido toda buena obra.

Antes fuimos blandos entre vosotros como la que cría, que regala á sus hijos:

La memoria del justo será bendita: Mas el nombre de los impíos se pudrirá.

Y ESCRIBE al ángel de la iglesia en SARDIS: El que tiene los siete Espíritus de Dios, y las siete estrellas, dice estas cosas: Yo conozco tus obras que tienes nombre que vives, y estás muerto.

Buscad pues, hermanos, siete varones de vosotros de buen testimonio, llenos de Espíritu Santo y de sabiduría, los cuales pongamos en esta obra.

Y todos éstos, aprobados por testimonio de la fe, no recibieron la promesa;

Damos gracias al Dios y Padre del Señor nuestro Jesucristo, siempre orando por vosotros: Habiendo oído vuestra fe en Cristo Jesús, y el amor que tenéis á todos los santos,

Aunque yo tengo también de qué confiar en la carne. Si alguno parece que tiene de qué confiar en la carne, yo más: Circuncidado al octavo día, del linaje de Israel, de la tribu de Benjamín, Hebreo de Hebreos; cuanto á la ley, Fariseo; Cuanto al celo, perseguidor de la iglesia; cuanto á la justicia que es en la ley, irreprensible.Leer más.
Pero las cosas que para mí eran ganancias, helas reputado pérdidas por amor de Cristo.