43 Versículos de la Biblia sobre la fortaleza familiar

Dad á Jehová, oh familias de los pueblos, Dad á Jehová la gloria y la fortaleza.

Atribuid á Jehová, oh familias de los pueblos, Atribuid á Jehová gloria y potencia.

Fortaleza y honor son su vestidura; Y en el día postrero reirá.

Ciñó sus lomos de fortaleza, Y esforzó sus brazos.

Del cual es nombrada toda la parentela en los cielos y en la tierra,

Acordarse han, y volveránse á Jehová todos los términos de la tierra; Y se humillarán delante de ti todas las familias de las gentes.

Acrecentará Jehová bendición sobre vosotros; Sobre vosotros y sobre vuestros hijos.

El Dios que hace habitar en familia los solos; Que saca á los aprisionados con grillos: Mas los rebeldes habitan en sequedad.

Haya paz en tu antemuro, Y descanso en tus palacios.

En el temor de Jehová está la fuerte confianza; Y esperanza tendrán sus hijos.

Bienaventurada, tú, tierra, cuando tu rey es hijo de nobles, y tus príncipes comen á su hora, por refección, y no por el beber!

Por esta causa doblo mis rodillas al Padre de nuestro Señor Jesucristo,

Diré yo á Jehová: Esperanza mía, y castillo mío; Mi Dios, en él confiaré.

Mi carne y mi corazón desfallecen: Mas la roca de mi corazón y mi porción es Dios para siempre.

Rubén, tú eres mi primogénito, mi fortaleza, y el principio de mi vigor; Principal en dignidad, principal en poder.

He aquí vienen días, en que cortaré tu brazo, y el brazo de la casa de tu padre, que no haya viejo en tu casa.

Salmo de David. DAD á Jehová, oh hijos de fuertes, Dad á Jehová la gloria y la fortaleza.

Sin bueyes el granero está limpio: Mas por la fuerza del buey hay abundancia de pan.

Entonces dije yo: Mejor es la sabiduría que la fortaleza; aunque la ciencia del pobre sea menospreciada, y no sean escuchadas sus palabras.

Y los enemigos del hombre serán los de su casa.

¿Quién es este Rey de gloria? Jehová el fuerte y valiente, Jehová el poderoso en batalla.

Y los capitanes de Judá dirán en su corazón: Mi fuerza son los moradores de Jerusalem en Jehová de los ejércitos su Dios.

Poderío y hermosura delante de él; Fortaleza y alegría en su morada.

Salmo de David. BENDITO sea Jehová, mi roca, Que enseña mis manos á la batalla, Y mis dedos á la guerra:

Porque tú has sido mi refugio, Y torre de fortaleza delante del enemigo.

Hirió además á todos los primogénitos en su tierra, El principio de toda su fuerza.

Y alimentaba José á su padre y á sus hermanos, y á toda la casa de su padre, de pan, hasta la boca del niño.

Y reposará sobre él el espíritu de Jehová; espíritu de sabiduría y de inteligencia, espíritu de consejo y de fortaleza, espíritu de conocimiento y de temor de Jehová.

Por tanto, así ha dicho Jehová: He aquí, yo pienso sobre esta familia un mal, del cual no sacaréis vuestros cuellos, ni andaréis erguidos; porque el tiempo será malo.

Tú, el que afirma los montes con su potencia, Ceñido de valentía:

Y el siervo no queda en casa para siempre: el hijo queda para siempre.

Alabanza y magnificencia delante de él: Fortaleza y gloria en su santuario.

Y este será mi pacto con ellos, dijo Jehová: El espíritu mío que está sobre ti, y mis palabras que puse en tu boca, no faltarán de tu boca, ni de la boca de tu simiente, dijo Jehová, ni de la boca de la simiente de tu simiente, desde ahora y para siempre.

Oh Jehová, fortaleza mía, y fuerza mía, y refugio mío en el tiempo de la aflicción; á ti vendrán gentes desde los extremos de la tierra, y dirán: Ciertamente mentira poseyeron nuestros padres, vanidad, y no hay en ellos provecho.

Cuando muere el hombre impío, perece su esperanza; Y la espectativa de los malos perecerá.

Y veas los hijos de tus hijos, Y la paz sobre Israel.

No creáis en amigo, ni confiéis en príncipe: de la que duerme á tu lado, guarda, no abras tu boca.

Que os dé, conforme á las riquezas de su gloria, el ser corroborados con potencia en el hombre interior por su Espíritu.

Vosotros sois los hijos de los profetas, y del pacto que Dios concertó con nuestros padres, diciendo á Abraham: Y en tu simiente serán benditas todas las familias de la tierra.

Entonces Josué respondió á la casa de José, á Ephraim y Manasés, diciendo: Tú eres gran pueblo, y tienes gran fuerza; no tendrás una sola suerte;

Y David fué muy angustiado, porque el pueblo hablaba de apedrearlo; porque todo el pueblo estaba con ánimo amargo, cada uno por sus hijos y por sus hijas: mas David se esforzó en Jehová su Dios.

Y como lo oyeron los suyos, vinieron para prenderle: porque decían: Está fuera de sí.

Y Jehová te pastoreará siempre, y en las sequías hartará tu alma, y engordará tus huesos; y serán como huerta de riego, y como manadero de aguas, cuyas aguas nunca faltan.