39 Versículos de la Biblia sobre la sanación y el consuelo

Sana a los quebrantados de corazón Y venda sus heridas.

Sáname, oh SEÑOR, y seré sanado; Sálvame y seré salvado, Porque Tú eres mi alabanza.

Porque El inflige dolor, pero da alivio; El hiere, pero Sus manos {también} sanan.

el cual nos consuela en todas nuestras tribulaciones, para que también nosotros podamos consolar a los que están en cualquier aflicción, dándoles el consuelo con que nosotros mismos somos consolados por Dios.

Vean ahora que Yo, Yo soy el Señor, Y fuera de Mí no hay dios. Yo hago morir y hago vivir. Yo hiero y Yo sano, Y no hay quien pueda librar de Mi mano.

El SEÑOR lo sostendrá en su lecho de enfermo; En su enfermedad, restaurarás su salud.

He visto sus caminos, pero lo sanaré. Lo guiaré y le daré consuelo a él y a los que con él lloran,

Panal de miel son las palabras agradables, Dulces al alma y salud para los huesos.

Cercano está el SEÑOR a los quebrantados de corazón, Y salva a los abatidos de espíritu.

Entonces tu luz despuntará como la aurora, Y tu recuperación brotará con rapidez. Delante de ti irá tu justicia; {Y} la gloria del SEÑOR será tu retaguardia.

Oh SEÑOR, Dios mío, A Ti pedí auxilio y me sanaste.

Mi tristeza no tiene remedio, Mi corazón desfallece {en mí}.

Cuando mis inquietudes se multiplican dentro de mí, Tus consuelos deleitan mi alma.

Pero Jesús, volviéndose y viéndola, dijo: ``Hija, ten ánimo, tu fe te ha sanado." Y al instante la mujer quedó sana.

``Vengan, volvamos al SEÑOR. Pues El {nos} ha desgarrado, pero nos sanará; {Nos} ha herido, pero nos vendará.

Por tanto su desgracia vendrá de repente; Al instante será quebrantado, y no habrá remedio.

Bendito {sea} el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, Padre de misericordias y Dios de toda consolación,

¿Cómo he de amonestarte? ¿A qué te compararé, Hija de Jerusalén? ¿A qué te igualaré al consolarte, Virgen hija de Sion? Porque grande como el mar es tu ruina; ¿Quién te podrá sanar?

Quisimos curar a Babilonia, pero no ha sanado; Déjenla, y vayamos cada cual a su tierra, Porque ha llegado al cielo su juicio, Se ha elevado hasta las nubes.

Hay quien habla sin tino como golpes de espada, Pero la lengua de los sabios sana.

Y el SEÑOR herirá a Egipto; herirá pero sanará. Y ellos volverán al SEÑOR, y El les responderá y los sanará.

Ten piedad de mí, SEÑOR, porque estoy sin fuerza; Sáname, SEÑOR, porque mis huesos se estremecen.

Y El le dijo: ``Hija, tu fe te ha sanado; vete en paz."

Para el director del coro. Salmo de David.Bienaventurado el que piensa en el pobre; En el día del mal el SEÑOR lo librará.

Y el SEÑOR respondió al ángel que hablaba conmigo palabras buenas, palabras consoladoras.

"Porque, ¿qué es más fácil, decir: `Tus pecados te son perdonados,' o decir: `Levántate, y anda'?

El Espíritu del Señor DIOS está sobre mí, Porque me ha ungido el SEÑOR Para traer buenas nuevas a los afligidos. Me ha enviado para vendar a los quebrantados de corazón, Para proclamar libertad a los cautivos Y liberación a los prisioneros;

Ustedes también cooperaron con nosotros con la oración, para que por muchas personas sean dadas gracias a favor nuestro por el don que nos ha sido impartido por medio de {las oraciones de} muchos.

Por lo demás, hermanos, regocíjense, sean perfectos, confórtense, sean de un mismo sentir, vivan en paz, y el Dios de amor y paz estará con ustedes.

La afrenta ha quebrantado mi corazón, y estoy enfermo; Esperé compasión, pero no {la} hubo; {Busqué} consoladores, pero no {los} hallé.

Porque así dice el SEÑOR: ``Yo extiendo hacia ella paz como un río, Y la gloria de las naciones como torrente desbordado. Y ustedes mamarán, serán llevados sobre la cadera y acariciados sobre las rodillas.

Yo sanaré su apostasía, Los amaré generosamente, Pues Mi ira se ha apartado de ellos.

¿Está alguien entre ustedes enfermo? Que llame a los ancianos de la iglesia y que ellos oren por él, ungiéndolo con aceite en el nombre del Señor.

Tú que me has hecho ver muchas angustias y aflicciones, Me volverás a dar vida, Y me levantarás de nuevo de las profundidades de la tierra.

Eliseo fue al manantial de las aguas, echó sal en él, y dijo: ``Así dice el SEÑOR: `He purificado estas aguas; de allí no saldrá más muerte ni esterilidad.'"

``Hija, tu fe te ha sanado," le dijo Jesús; ``vete en paz y queda sana de tu aflicción."

Extendiendo Jesús la mano, lo tocó, diciendo: ``Quiero; sé limpio." Y al instante quedó limpio de su lepra.

El es el que perdona todas tus iniquidades, El que sana todas tus enfermedades;

En el día de mi angustia busqué al Señor; En la noche mi mano se extendía sin cansarse; Mi alma rehusaba ser consolada.