Mucho se alegrará el padre del justo: Y el que engendró sabio se gozará con él.

No rehuses la corrección del muchacho: Porque si lo hirieres con vara, no morirá.

Y respondiendo él, dijo: No es bien tomar el pan de los hijos, y echarlo á los perrillos.

Corona de los viejos son los hijos de los hijos; Y la honra de los hijos, sus padres.

Y Jesús dijo: Dejad á los niños, y no les impidáis de venir á mí; porque de los tales es el reino de los cielos.

Habiéndonos predestinado para ser adoptados hijos por Jesucristo á sí mismo, según el puro afecto de su voluntad,

Para que seáis hijos de vuestro Padre que está en los cielos: que hace que su sol salga sobre malos y buenos, y llueve sobre justos é injustos.

HIJOS, obedeced en el Señor á vuestros padres; porque esto es justo.

Amad, pués, á vuestros enemigos, y haced bien, y prestad, no esperando de ello nada; y será vuestro galardón grande, y seréis hijos del Altísimo: porque él es benigno para con los ingratos y malos.

Instruye al niño en su carrera: Aun cuando fuere viejo no se apartará de ella.

Y el campo es el mundo; y la buena simiente son los hijos del reino, y la cizaña son los hijos del malo;

No tengo yo mayor gozo que éste, el oir que mis hijos andan en la verdad.

Hijitos míos, no amemos de palabra ni de lengua, sino de obra y en verdad.

Y daréles un corazón, y un camino, para que me teman perpetuamente, para que hayan bien ellos, y sus hijos después de ellos.

Porque mi pueblo es necio; no me conocieron los hijos ignorantes y los no entendidos; sabios para mal hacer, y para bien hacer no supieron.

Más Jesús le dijo: Deja primero hartarse los hijos, porque no es bien tomar el pan de los hijos y echarlo á los perrillos.

Y las enseñaréis á vuestros hijos, hablando de ellas, ora sentado en tu casa, ó andando por el camino, cuando te acuestes, y cuando te levantes:

Hermanos, no seáis niños en el sentido, sino sed niños en la malicia: empero perfectos en el sentido.

Porque al que ama castiga, Como el padre al hijo á quien quiere.

He aquí estoy aparejado para ir á vosotros la tercera vez, y no os seré gravoso; porque no busco vuestras cosas, sino á vosotros: porque no han de atesorar los hijos para los padres sino los padres para los hijos.

Y respondiendo Jesús, dijo: De cierto os digo, que no hay ninguno que haya dejado casa, ó hermanos, ó hermanas, ó padre, ó madre, ó mujer, ó hijos, ó heredades, por causa de mí y del evangelio,

Porque yo lo he conocido, sé que mandará á sus hijos y á su casa después de sí, que guarden el camino de Jehová, haciendo justicia y juicio, para que haga venir Jehová sobre Abraham lo que ha hablado acerca de él.

SED, pues, imitadores de Dios como hijos amados:

Tu mujer será como parra que lleva fruto á los lados de tu casa; Tus hijos como plantas de olivas alrededor de tu mesa.

Como saetas en mano del valiente, Así son los hijos habidos en la juventud.

Aun el muchacho es conocido por sus hechos, Si su obra fuere limpia y recta.

Para que seáis irreprensibles y sencillos, hijos de Dios sin culpa en medio de la nación maligna y perversa, entre los cuales resplandecéis como luminares en el mundo;