49 Versículo de la Biblia sobre ser salvado
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Por el cual asimismo, si retenéis la palabra que os he predicado, sois salvos, si no creísteis en vano.
Porque por gracia sois salvos por la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios:
Que si confesares con tu boca al Señor Jesús, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo.
Porque la palabra de la cruz es locura á los que se pierden; mas á los que se salvan, es á saber, á nosotros, es potencia de Dios.
Que nos salvó y llamó con vocación santa, no conforme á nuestras obras, mas según el intento suyo y gracia, la cual nos es dada en Cristo Jesús antes de los tiempos de los siglos,
Y díjole uno: Señor, ¿son pocos los que se salvan? Y él les dijo:
Séaos pues notorio que á los Gentiles es enviada esta salud de Dios: y ellos oirán.
Y ellos dijeron: Cree en el Señor Jesucristo, y serás salvo tú, y tu casa.
Obteniendo el fin de vuestra fe, que es la salud de vuestras almas.
Porque para Dios somos buen olor de Cristo en los que se salvan, y en los que se pierden:
Antes por la gracia del Señor Jesús creemos que seremos salvos, como también ellos.
El cual quiere que todos los hombres sean salvos, y que vengan al conocimiento de la verdad.
Luego mucho más ahora, justificados en su sangre, por él seremos salvos de la ira.
Alabando á Dios, y teniendo gracia con todo el pueblo. Y el Señor añadía cada día á la iglesia los que habían de ser salvos.
El cual te hablará palabras por las cuales serás salvo tu, y toda tu casa.
Empero se salvará engendrando hijos, si permaneciere en la fe y caridad y santidad, con modestia.
Porque en esperanza somos salvos; mas la esperanza que se ve, no es esperanza; porque lo que alguno ve, ¿á qué esperarlo?
Y en ningún otro hay salud; porque no hay otro nombre debajo del cielo, dado á los hombres, en que podamos ser salvos.
En el cual esperasteis también vosotros en oyendo la palabra de verdad, el evangelio de vuestra salud: en el cual también desde que creísteis, fuisteis sellados con el Espíritu Santo de la promesa,
Y tomad el yelmo de salud, y la espada del Espíritu; que es la palabra de Dios;
Salvación de nuestros enemigos, y de mano de todos los que nos aborrecieron;
A éstos ciertamente olor de muerte para muerte; y á aquéllos olor de vida para vida. Y para estas cosas ¿quién es suficiente?
Y esto, conociendo el tiempo, que es ya hora de levantarnos del sueño; porque ahora nos está más cerca nuestra salud que cuando creímos.
Pasóse la siega, acabóse el verano, y nosotros no hemos sido salvos.
Yo soy la puerta: el que por mí entrare, será salvo; y entrará, y saldrá, y hallará pastos.
Aun estando nosotros muertos en pecados, nos dió vida juntamente con Cristo; por gracia sois salvos;
Porque mejor les hubiera sido no haber conocido el camino de la justicia, que después de haberlo conocido, tornarse atrás del santo mandamiento que les fué dado.
Lejos está de los impíos la salud; Porque no buscan tus estatutos.
Porque si siendo enemigos, fuimos reconciliado con Dios por la muerte de su Hijo, mucho más, estando reconciliados, seremos salvos por su vida.
¿No son todos espíritus administradores, enviados para servicio á favor de los que serán herederos de salud?
Luego la fe es por el oir; y el oir por la palabra de Dios.
Para nosotros que somos guardados en la virtud de Dios por fe, para alcanzar la salud que está aparejada para ser manifestada en el postrimero tiempo.
Pablo dijo al centurión y á los soldados: Si éstos no quedan en la nave, vosotros no podéis salvaros.
A lo cual os llamó por nuestro evangelio, para alcanzar la gloria de nuestro Señor Jesucristo.
Porque todo aquel que invocare el nombre del Señor, será salvo.
Mas muchos de los que habían oído la palabra, creyeron; y fué el número de los varones como cinco mil.
Mirad á mí, y sed salvos, todos los términos de la tierra: porque yo soy Dios, y no hay más.
Israel es salvo en Jehová con salud eterna; no os avergonzaréis, ni os afrentaréis, por todos los siglos.
En tiempo aceptable te he oído, Y en día de salud te he socorrido: he aquí ahora el tiempo aceptable; he aquí ahora el día de salud:)
Y luego todo Israel será salvo; como está escrito: Vendrá de Sión el Libertador, Que quitará de Jacob la impiedad;
El que creyere y fuere bautizado, será salvo; mas el que no creyere, será condenado.
Y sacándolos fuera, le dice: Señores, ¿qué es menester que yo haga para ser salvo?
Sabiendo que el hombre no es justificado por las obras de la ley, sino por la fe de Jesucristo, nosotros también hemos creído en Jesucristo, para que fuésemos justificados por la fe de Cristo, y no por las obras de la ley; por cuanto por las obras de la l
Porque ¿de dónde sabes, oh mujer, si quizá harás salva á tu marido? ¿ó de dónde sabes, oh marido, si quizá harás salvo á tu mujer?
El rey no es salvo con la multitud del ejército: No escapa el valiente por la mucha fuerza.