'Aconteció' en la Biblia
Y aconteció andando el tiempo, que Caín trajo del fruto de la tierra presente al SEÑOR.
Y habló Caín a su hermano Abel; y aconteció que estando ellos en el campo, Caín se levantó contra su hermano Abel, y le mató.
Y aconteció que, cuando partieron de oriente, hallaron una vega en la tierra de Sinar, y se asentaron allí.
Y aconteció que cuando llegó para entrar en Egipto, dijo a Sarai su mujer: He aquí, ahora conozco que eres mujer hermosa de vista;
Y aconteció que, cuando entró Abram en Egipto, los egipcios vieron la mujer que era hermosa en gran manera.
Y aconteció en aquellos días que Amrafel, rey de Sinar; Arioc, rey de Elasar; Quedorlaomer, rey de Elam, y Tidal, rey de los gentiles,
Y aconteció en aquel mismo tiempo que habló Abimelec, y Ficol, príncipe de su ejército, a Abraham diciendo: Dios es contigo en todo cuanto haces.
Y aconteció después de estas cosas, que probó Dios a Abraham, y le dijo: Abraham. Y él respondió: Heme aquí.
Y aconteció después de estas cosas, que fue dada nueva a Abraham, diciendo: He aquí que también Milca ha dado a luz hijos a Nacor tu hermano:
Y aconteció que antes que él acabase de hablar, he aquí Rebeca que salía, (la cual había nacido a Betuel, hijo de Milca, mujer de Nacor hermano de Abraham) con su cántaro sobre sus hombros.
Y aconteció que cuando Isaac envejeció, y sus ojos se oscurecieron de vista, llamó a Esaú, su hijo el mayor, y le dijo: Mi hijo. Y él respondió: Heme aquí.
Y aconteció, luego que hubo Isaac acabado de bendecir a Jacob, y apenas había salido Jacob de delante de Isaac su padre, que Esaú su hermano vino de su caza.
Y aconteció, cuando Raquel dio a luz a José, que Jacob dijo a Labán: Envíame, e iré a mi lugar, y a mi tierra.
Y aconteció, que como había trabajo en su parto, le dijo la partera: No temas, que también tendrás este hijo.
Y aconteció en aquel tiempo, que Judá descendió con sus hermanos, y se fue a un varón adulamita, que se llamaba Hira.
Y aconteció que al tiempo de dar a luz, he aquí había dos en su vientre.
Y aconteció que tornando él a meter la mano, he aquí su hermano salió; y ella dijo: ¿Por qué has hecho sobre ti rotura? Y llamó su nombre Fares.
Y aconteció que, desde cuando le dio el encargo de su casa, y de todo lo que tenía, el SEÑOR bendijo la casa del egipcio a causa de José; y la bendición del SEÑOR fue sobre todo lo que tenía, así en casa como en el campo.
Y aconteció después de esto, que la mujer de su señor alzó sus ojos sobre José, y dijo: Duerme conmigo.
Aconteció que entró él un día en casa para hacer su oficio, y no había nadie de los de casa allí en casa.
Y aconteció después de estas cosas, que pecaron el maestresala del rey de Egipto, y el panadero, contra su señor el rey de Egipto.
Y aconteció que pasados dos años tuvo el Faraón un sueño: Y he aquí que estaba sobre el río;
Y aconteció que como él nos declaró, así fue: a mí me hizo volver a mi asiento, e hizo colgar al otro.
Y aconteció que vaciando ellos sus sacos, he aquí que en el saco de cada uno estaba el atado de su dinero; y viendo ellos y su padre los atados de su dinero, tuvieron temor.
Y aconteció que cuando acabaron de comer el trigo que trajeron de Egipto, les dijo su padre: Volved, y comprad para nosotros un poco de alimento.
y aconteció que cuando vinimos al mesón y abrimos nuestros costales, he aquí que el dinero de cada uno estaba en la boca de su costal, nuestro dinero en su justo peso; y lo hemos vuelto a traer en nuestras manos.
Aconteció pues, que cuando llegamos a mi padre tu siervo, le contamos las palabras de mi señor.
Y aconteció que después de muchos días murió el rey de Egipto, y los hijos de Israel suspiraron a causa de la servidumbre, y clamaron, y su clamor subió a Dios desde su servidumbre.
Y aconteció en el camino, que en una posada lo encontró el SEÑOR, y quiso matarlo.
Y aconteció que a la medianoche el SEÑOR hirió a todo primogénito en la tierra de Egipto, desde el primogénito del Faraón que estaba sentado sobre su trono, hasta el primogénito del cautivo que estaba en la cárcel, y todo primogénito de los animales.
Y aconteció a la vela de la mañana, que el SEÑOR miró al campamento de los egipcios en la columna de fuego y nube, y alborotó el campamento de los egipcios.
Y aconteció que algunos del pueblo salieron en el séptimo día a recoger, y no hallaron.
Y aconteció que otro día se sentó Moisés a juzgar al pueblo; y el pueblo estuvo delante de Moisés desde la mañana hasta la tarde.
Y aconteció al tercer día cuando vino la mañana, que vinieron truenos y relámpagos, y espesa nube sobre el monte, y un sonido de trompeta muy fuerte; y se estremeció todo el pueblo que estaba en el real.
Y aconteció, que cuando llegó él al campamento, y vio el becerro y las danzas, el furor se le encendió a Moisés, y arrojó las tablas de sus manos, y las quebró al pie del monte.
Y aconteció que el día siguiente dijo Moisés al pueblo: Vosotros habéis cometido un gran pecado; mas yo subiré ahora al SEÑOR; por ventura le aplacaré acerca de vuestro pecado.
Y aconteció, que descendiendo Moisés del monte Sinaí con las dos tablas del testimonio en su mano, mientras descendía del monte, no sabía él que la tez de su rostro resplandecía, después que hubo hablado con El.
Y aconteció, que cuando Moisés hubo acabado de levantar el tabernáculo, y lo hubo ungido y santificado, con todos sus vasos; y asimismo ungido y santificado el altar, con todos sus vasos;
Y aconteció que el pueblo se quejó a oídos del SEÑOR; y lo oyó el SEÑOR, y se enardeció su furor, y se encendió en ellos fuego del SEÑOR y consumió en el extremo del campamento.
Y aconteció, que al acabar él de hablar todas estas palabras, se rompió la tierra que estaba debajo de ellos;
Y aconteció que, cuando se juntó la congregación contra Moisés y Aarón, miraron hacia el tabernáculo del testimonio, y he aquí la nube lo había cubierto, y apareció la gloria del SEÑOR.
Y aconteció que el día siguiente vino Moisés al tabernáculo del testimonio; y he aquí que la vara de Aarón de la casa de Leví había brotado, y echado flores, y arrojado renuevos, y producido almendras.
Y aconteció después de la mortandad, que el SEÑOR habló a Moisés, y a Eleazar hijo del sacerdote Aarón, diciendo:
Y aconteció que cuando todos los hombres de guerra fueron acabados por muerte de entre el pueblo,
Y aconteció, que cuando vosotros oísteis la voz de en medio de las tinieblas, y visteis al monte que ardía en fuego, llegasteis a mí todos los príncipes de vuestras tribus, y vuestros ancianos;
Y aconteció después de la muerte de Moisés siervo del SEÑOR, que El SEÑOR habló a Josué hijo de Nun, criado de Moisés, diciendo:
Y aconteció, que partiendo el pueblo de sus tiendas para pasar el Jordán, y los sacerdotes delante del pueblo llevando el arca del pacto,
Y aconteció que cuando los sacerdotes que llevaban el arca del pacto del SEÑOR, subieron del medio del Jordán, y las plantas de los pies de los sacerdotes estuvieron en seco, las aguas del Jordán se volvieron a su lugar, corriendo como antes sobre todos sus bordes.
Entonces el pueblo dio grita, y los sacerdotes tocaron las trompetas; y aconteció que cuando el pueblo hubo oído el sonido de la trompeta, dio el pueblo grita con gran vocerío, y el muro cayó a plomo. El pueblo subió luego a la ciudad, cada uno derecho hacia adelante, y la tomaron.
Y aconteció que cuando oyeron estas cosas todos los reyes que estaban a este lado del Jordán, así en las montañas como en los llanos; y en toda la costa del gran mar delante del Líbano, los heteos, amorreos, cananeos, ferezeos, heveos, y jebuseos;
Y aconteció que cuando Josué y los hijos de Israel hubieron acabado de herirlos con mortandad muy grande, hasta destruirlos, los que quedaron de ellos se metieron en las ciudades fuertes.
Y aconteció que cuando la llevaba, él la persuadió que pidiese a su padre tierras para labrar. Ella entonces se apeó del asno. Y Caleb le dijo: ¿Qué tienes?
Y aconteció, pasados muchos días después que el SEÑOR dio reposo a Israel de todos sus enemigos al contorno, que Josué, era viejo, y entrado en días.
Y aconteció después de la muerte de Josué, que los hijos de Israel consultaron al SEÑOR, diciendo: ¿Quién subirá por nosotros el primero a pelear contra los cananeos?
Y aconteció que la misma noche le dijo el SEÑOR: Toma un toro del hato de tu padre, y otro toro de siete años, y derriba el altar de Baal que tu padre tiene, y corta también el bosque que está junto a él;
Y aconteció así; porque cuando se levantó de mañana, exprimiendo el vellón sacó de él el rocío, un vaso lleno de agua.
Y aconteció que aquella noche el SEÑOR le dijo: Levántate, y desciende al campamento; porque yo lo he entregado en tus manos.
Y aconteció que cuando murió Gedeón, los hijos de Israel tornaron, y fornicaron en pos de los baales, y se pusieron por dios a Baal-berit.
Y aconteció al siguiente día, que el pueblo salió al campo; y fue dado aviso a Abimelec.
Y aconteció que después de algunos días los hijos de Amón hicieron guerra contra Israel.
Porque aconteció que cuando la llama subía del altar hacia el cielo, el ángel del SEÑOR subió en la llama del altar a vista de Manoa y de su mujer, los cuales se postraron en tierra sobre sus rostros.
Y aconteció después de algunos días, que en el tiempo de la siega del trigo, Sansón visitó a su mujer con un cabrito, diciendo: Entraré a mi mujer a la cámara. Mas el padre de ella no lo dejó entrar.
Después de esto aconteció que se enamoró de una mujer en el valle de Sorec, la cual se llamaba Dalila.
Y aconteció que, apretándole ella cada día con sus palabras y moliéndolo, su alma fue reducida a mortal angustia.
Y aconteció que, yéndose alegrando el corazón de ellos, dijeron: Llamad a Sansón, para que nos haga reir. Y llamaron a Sansón de la cárcel, y sirvió de diversión delante de ellos; y lo pusieron entre las columnas.
Aconteció en los días que gobernaban los jueces, que hubo hambre en la tierra. Y un varón de Belén de Judá, fue a peregrinar en los campos de Moab, él y su mujer, y dos hijos suyos.
Anduvieron pues ellas dos hasta que llegaron a Belén; y aconteció que entrando en Belén, toda la ciudad se conmovió por razón de ellas, y decían: ¿No es ésta Noemí?
Fue pues, y llegando, espigó en el campo en pos de los segadores; y aconteció a caso, que la suerte (o heredad ) del campo era de Booz, el cual era de la parentela de Elimelec.
Y aconteció, que a la medianoche el varón se estremeció, y palpó; y he aquí, la mujer que estaba acostada a sus pies.
Y aconteció un día, que estando Elí acostado en su aposento, cuando sus ojos comenzaban a oscurecerse, que no podía ver,
Y aconteció que, cuando el arca del pacto del SEÑOR vino al campamento, todo Israel dio grita con tan gran júbilo, que la tierra tembló.
Y aconteció que cuando él hizo mención del arca de Dios, Elí cayó hacia atrás de la silla junto al lugar de la puerta, y se le quebró la cerviz, y murió; porque era hombre viejo y pesado. Y había juzgado a Israel cuarenta años.
Y aconteció que cuando la hubieron pasado, la mano del SEÑOR fue contra la ciudad con gran quebrantamiento; e hirió a los hombres de aquella ciudad desde el chico hasta el grande, que se llenaron de hemorroides.
Y aconteció que desde el día que llegó el arca a Quiriat-jearim pasaron mucho días, veinte años; y toda la casa de Israel se lamentaba en pos del SEÑOR.
Y aconteció que estando Samuel sacrificando el holocausto, los filisteos llegaron para pelear con los hijos de Israel. Mas el SEÑOR tronó aquel día con gran estruendo sobre los filisteos, y los quebrantó, y fueron vencidos delante de Israel.
Y aconteció que cuando Samuel se hizo viejo, puso sus hijos por jueces sobre Israel.
Y aconteció que cuando él volteó su hombro para partirse de Samuel, le mudó Dios su corazón; y todas estas señales acaecieron en aquel día.
Y aconteció que, cuando todos los que le conocían de ayer y de anteayer, vieron como profetizaba con los profetas. Y el pueblo decía el uno al otro: ¿Qué ha sucedido al hijo de Cis? ¿Saúl también entre los profetas?
Así aconteció que el día de la batalla no se halló espada ni lanza en la mano de ninguno del pueblo que estaba con Saúl y con Jonatán, excepto Saúl y Jonatán su hijo, que las tenían.
Y un día aconteció, que Jonatán hijo de Saúl dijo a su criado que le traía las armas: Ven, y pasemos a la guarnición de los filisteos, que está a aquel lado. Y no lo hizo saber a su padre.
Y aconteció que estando aún hablando Saúl con el sacerdote, el alboroto que había en el campamento de los filisteos se aumentaba, e iba creciendo en gran manera. Entonces dijo Saúl al sacerdote: Detén tu mano.
Y aconteció que cuando ellos vinieron, él vio a Eliab, y dijo: ¿Por ventura está delante del SEÑOR su ungido?
Y aconteció que, cuando el filisteo se levantó para ir y llegarse contra David, David se dio prisa, y corrió al combate contra el filisteo.
Y aconteció que cuando volvían ellos, cuando David volvió de matar al filisteo, salieron las mujeres de todas las ciudades de Israel cantando, y con danzas, con adufes, y con alegrías y panderos, a recibir al rey Saúl.
Otro día aconteció que el espíritu malo de parte de Dios tomó a Saúl, y profetizaba dentro de su casa; y David tañía con su mano como los otros días, y estaba una lanza a mano de Saúl.
El día siguiente, el segundo día de la nueva luna, aconteció también que el asiento de David estaba vacío. Y Saúl dijo a Jonatán su hijo: ¿Por qué no ha venido a comer el hijo de Isaí hoy ni ayer?
Y aconteció que, huyendo Abiatar hijo de Ahimelec a David a Keila, vino en su mano el efod.
Y aconteció que, cuando David acabó de decir estas palabras a Saúl, Saúl dijo: ¿No es esta la voz tuya, hijo mío David? Y alzando Saúl su voz lloró.
Y en Maón había un hombre que tenía su hacienda en el Carmelo, el cual era muy rico, que tenía tres mil ovejas y mil cabras. Y aconteció hallarse esquilando sus ovejas en el Carmelo.
Y aconteció que en aquellos días los filisteos juntaron sus campos para pelear contra Israel. Y dijo Aquis a David: Sabe de cierto que has de salir conmigo a campaña, tú y los tuyos.
Y aconteció al siguiente día, que viniendo los filisteos a despojar los muertos, hallaron a Saúl y a sus tres hijos tendidos en el monte de Gilboa;
Y aconteció después de la muerte de Saúl, que vuelto David de la derrota de los amalecitas, estuvo dos días en Siclag;
y al tercer día aconteció, que vino uno del campamento de Saúl, rotos sus vestidos, y tierra sobre su cabeza; y llegando a David, se postró en tierra, y adoró.
Después de esto aconteció que David consultó al SEÑOR, diciendo: ¿Subiré a alguna de las ciudades de Judá? Y el SEÑOR le respondió: Sube. Y David volvió a decir: ¿A dónde subiré? Y él le dijo: A Hebrón.
Y como había guerra entre la casa de Saúl y la de David, aconteció que Abner hijo de Ner se esforzaba por la casa de Saúl.
Y cuando el arca del SEÑOR llegó a la ciudad de David, aconteció que Mical hija de Saúl estaba mirando desde una ventana, y vio al rey David que saltaba y bailaba con toda su fuerza delante del SEÑOR; y le menospreció en su corazón.
Y aconteció que, estando ya el rey asentado en su casa, después que el SEÑOR le había dado reposo de todos sus enemigos en derredor,
Y aconteció aquella noche, que vino palabra del SEÑOR a Natán, diciendo:
Después de esto aconteció, que David hirió a los filisteos, y los humilló; y tomó David a Meteg-ama de mano de los filisteos.
Después de esto aconteció, que murió el rey de los hijos de Amón; y reinó en lugar suyo Hanún su hijo.