150 casos

'Dieron' en la Biblia

Y dieron a beber vino a su padre aquella noche; y entró la mayor, y durmió con su padre; mas él no supo cuándo se acostó ella, ni cuándo se levantó.

Y dieron a beber vino a su padre también aquella noche; y se levantó la menor, y durmió con él; y él no supo cuándo se acostó ella, ni cuándo se levantó.

Y en aquel día sucedió que vinieron los criados de Isaac, y le dieron nuevas acerca del pozo que habían abierto, y le dijeron: Agua hemos hallado.

Así dieron a Jacob todos los dioses ajenos que había en poder de ellos, y los zarcillos que estaban en sus orejas; y Jacob los escondió debajo de un alcornoque, que estaba en Siquem.

Ellos entonces se dieron prisa, y derribaron cada uno su costal en tierra, abrieron cada uno su costal.

Y le dieron las nuevas, diciendo: José vive aún; y él es señor en toda la tierra de Egipto. Y su corazón desmayó; pues no les creía.

Y el SEÑOR dio gracia al pueblo delante de los egipcios, y les dieron; y ellos despojaron a los egipcios.

Y yo les respondí: ¿Quién tiene oro? Apartadlo. Y me lo dieron, y lo eché en el fuego, y salió este becerro.

Y anduvieron y vinieron a Moisés y a Aarón, y a toda la congregación de los hijos de Israel, en el desierto de Parán, en Cades, y les dieron la respuesta, y a toda la congregación, y les mostraron el fruto de la tierra.

Entonces toda la congregación alzó grito, y dieron voces; y el pueblo lloró aquella noche.

Y Moisés habló a los hijos de Israel, y todos los príncipes de ellos le dieron varas; cada príncipe por las casas de sus padres una vara, por todas doce varas; y la vara de Aarón estaba entre las varas de ellos.

Y tomaron en sus manos del fruto de la tierra, y nos lo trajeron, y nos dieron cuenta, y dijeron: Es buena la tierra que el SEÑOR nuestro Dios nos da.

Así dieron otra vuelta a la ciudad el segundo día, y volvieron al campamento; de esta manera hicieron por seis días.

Y al séptimo día se levantaron cuando subía el alba, y dieron vuelta a la ciudad de la misma manera siete veces; solamente este día dieron vuelta alrededor de ella siete veces.

Porque los hijos de José fueron dos tribus, Manasés y Efraín; y no les dieron parte a los levitas en la tierra, sino ciudades en que moraran, con sus ejidos para sus ganados y rebaños.

Y así acabaron de repartir la tierra en heredad por sus términos, y dieron los hijos de Israel heredad a Josué hijo de Nun en medio de ellos.

Según la palabra del SEÑOR, le dieron la ciudad que él pidió, que fue Timnat-sera, en el monte de Efraín; y él reedificó la ciudad, y habitó en ella.

Entonces los hijos de Israel dieron a los levitas de sus posesiones, conforme a la palabra del SEÑOR, estas villas con sus ejidos.

Y a los otros hijos de Coat se dieron por suerte diez villas de las familias de la tribu de Efraín, y de la tribu de Dan, y de la media tribu de Manasés;

A los hijos de Merari por sus familias se dieron doce villas por la tribu de Rubén, por la tribu de Gad, y por la tribu de Zabulón.

Y así dieron por suerte los hijos de Israel a los levitas estas villas con sus ejidos, como el SEÑOR lo había mandado por Moisés.

Y de la tribu de los hijos de Judá, y de la tribu de los hijos de Simeón dieron estas villas que fueron nombradas;

a los cuales dieron Quiriat-arba, del padre de Anac, la cual es Hebrón, en el monte de Judá, con sus ejidos en sus contornos.

Mas el campo de esta ciudad y sus aldeas se dieron a Caleb hijo de Jefone, por su posesión.

Y a los hijos de Aarón sacerdote les dieron la ciudad de refugio para los homicidas, a Hebrón con sus ejidos; a Libna con sus ejidos,

Y les dieron a Siquem, villa de refugio para los homicidas, con sus ejidos, en el monte de Efraín; a Gezer con sus ejidos.

A los hijos de Gersón de las familias de los levitas, dieron la villa de refugio para los homicidas, de la media tribu de Manasés; a Golán en Basán con sus ejidos, y a Bosra con sus ejidos: dos villas.

Y Finees hijo del sacerdote Eleazar, y los príncipes, se volvieron de los hijos de Rubén, y de los hijos de Gad, de la tierra de Galaad a la tierra de Canaán, a los hijos de Israel; a los cuales dieron la respuesta.

Y dieron Hebrón a Caleb, como Moisés le había dicho; y él echó de allí a tres hijos de Anac.

tomaron de sus hijas por mujeres, y dieron sus hijas a los hijos de ellos, y sirvieron a sus dioses.

Y le dieron setenta siclos de plata del templo de Baal-berit, con los cuales Abimelec alquiló varones vacíos y livianos, que le siguieron.

Y volvieron entonces los de Benjamín; y les dieron por mujeres las que habían guardado vivas de las mujeres de Jabes-galaad; mas no les bastaron éstas.

Entonces enviaron el arca de Dios a Ecrón. Y cuando el arca de Dios vino a Ecrón, los ecronitas dieron voces diciendo: Han pasado a mí el arca del Dios de Israel para matarme a mí y a mi pueblo.

Y dieron aviso de ello a Saúl, diciendo: El pueblo peca contra el SEÑOR comiendo con sangre. Y él dijo: Vosotros habéis prevaricado; rodadme ahora acá una gran piedra.

Y se enojó Saúl en gran manera, y desagradó esta palabra en sus ojos, y dijo: A David dieron diez miles, y a mí miles; no le falta más que el reino.

Y los criados de Saúl le dieron la respuesta diciendo: Tales palabras ha dicho David.

Y dieron aviso a David, diciendo: He aquí que los filisteos combaten a Keila, y roban las eras.

Y cuando Saúl volvió de los filisteos, le dieron aviso diciendo: He aquí que David está en el desierto de En-gadi.

Y hallaron en el campo un hombre egipcio, el cual tomaron, y trajeron a David, y le dieron pan que comiera, y le dieron a beber agua;

y le dieron también un pedazo de masa de higos secos, y dos hilos de pasas. Y luego que comió, volvió en él su espíritu; porque no había comido pan ni bebido agua en tres días y tres noches.

Y vinieron los varones de Judá, y ungieron allí a David por rey sobre la casa de Judá. Y dieron aviso a David, diciendo: Los de Jabes de Galaad fueron los que sepultaron a Saúl.

Y dieron aviso a David, diciendo: Ahitofel también está con los que conspiraron con Absalón. Entonces dijo David: Enloquece ahora, oh SEÑOR, el consejo de Ahitofel.

Y Jonatán y Ahimaas estaban junto a la fuente de Rogel, porque no podían ellos mostrarse viniendo a la ciudad; y fue allá una criada, la cual les dio el aviso; y ellos fueron, y dieron aviso al rey David.

Pero fueron vistos por un joven, el cual lo dijo a Absalón; sin embargo los dos se dieron prisa a caminar, y llegaron a casa de un hombre en Bahurim, que tenía un pozo en su patio, dentro del cual ellos descendieron.

Y después que ellos partieron, aquellos salieron del pozo, y se fueron, y dieron aviso al rey David; y le dijeron: Levantaos y daos prisa a pasar las aguas, porque Ahitofel ha dado tal consejo contra vosotros.

Pero pasados tres años, aconteció que le huyeron a Simei dos siervos a Aquis, hijo de Maaca, rey de Gat. Y dieron aviso a Simei, diciendo: He aquí que tus siervos están en Gat.

Entonces él respondió a los embajadores de Ben-adad: Decid al rey mi señor: Haré todo lo que mandaste a tu siervo al principio; mas esto no lo puedo hacer. Y los embajadores fueron, y le dieron la respuesta.

Y dio de comer a los varones; pero sucedió que comiendo ellos de aquel guisado, dieron voces, diciendo: ¡Varón de Dios, la muerte en la olla! Y no lo pudieron comer.

Y vinieron, y dieron voces a los guardas de la puerta de la ciudad, y les declararon, diciendo: Nosotros fuimos al campamento de los sirios, y he aquí que no había allí hombre, ni voz de hombre, sino los caballos atados, los asnos atados, y el campamento como estaba.

Y los porteros dieron voces, y lo declararon dentro, en la casa del rey.

Eliseo se fue luego a Damasco, y Ben-adad rey de Siria estaba enfermo, al cual dieron aviso, diciendo: El varón de Dios ha venido aquí.

Por tanto, he aquí yo te recogeré con tus padres, y tú serás llevado a tu sepulcro en paz, y no verán tus ojos todo el mal que yo traigo sobre este lugar. Y ellos dieron al rey la respuesta.

Y fueron ayudados contra ellos, y los agarenos se dieron en sus manos, y todos los que con ellos estaban; porque clamaron a Dios en la guerra, y les fue favorable, porque esperaron en él.

que les dieron a Hebrón en tierra de Judá, y sus ejidos alrededor de ella.

Mas la tierra alrededor de la ciudad y sus aldeas se dieron a Caleb, hijo de Jefone.

Y a los hijos de Aarón dieron las ciudades de Judá de acogimiento, es a saber, a Hebrón, a Libna con sus ejidos;

A los hijos de Coat, que quedaron de su parentela, dieron diez ciudades de la media tribu de Manasés por suerte.

Y a los hijos de Gersón, por sus familias, dieron de la tribu de Isacar, de la tribu de Aser, de la tribu de Neftalí, y de la tribu de Manasés en Basán, trece ciudades.

Y a los hijos de Merari, por sus familias, de la tribu de Rubén, de la tribu de Gad, y de la tribu de Zabulón, se dieron por suerte doce ciudades.

Y dieron los hijos de Israel a los levitas ciudades con sus ejidos.

Y dieron por suerte de la tribu de los hijos de Judá, y de la tribu de los hijos de Simeón, y de la tribu de los hijos de Benjamín, las ciudades que nombraron por sus nombres.

Y a las familias de los hijos de Coat dieron ciudades con sus términos de la tribu de Efraín.

Y les dieron de las ciudades de acogimiento, a Siquem con sus ejidos en el monte de Efraín, y a Gezer con sus ejidos,

Y a los hijos de Gersón dieron de la familia de la media tribu de Manasés, a Golán en Basán con sus ejidos y a Astarot con sus ejidos;

Y a los hijos de Merari que habían quedado, dieron de la tribu de Zabulón a Rimón con sus ejidos, y a Tabor con sus ejidos;

y del otro lado del Jordán frente a Jericó, al oriente del Jordán, dieron, de la tribu de Rubén, a Beser en el desierto con sus ejidos; y a Jasa con sus ejidos.

y dieron para el servicio de la Casa de Dios cinco mil talentos de oro y diez mil sueldos, y diez mil talentos de plata, y dieciocho mil talentos de bronce, y cien mil talentos de hierro.

Y comieron y bebieron delante del SEÑOR aquel día con gran gozo; y dieron la segunda vez la investidura del reino a Salomón hijo de David, y le ungieron al SEÑOR por príncipe, y a Sadoc por sacerdote.

Mas él, dejando el consejo que le dieron los viejos, tomó consejo con los jóvenes que se habían criado con él, y que delante de él asistían;

Asimismo dieron sobre las cabañas de los ganados, y trajeron muchas ovejas y camellos, y volvieron a Jerusalén.

Y vinieron, y dieron aviso a Josafat, diciendo: Contra ti viene una gran multitud del otro lado del mar, y de la Siria; y he aquí ellos están en Hazezontamar, que es En-gadi.

Y buscando a Ocozías, el cual se había escondido en Samaria, lo tomaron, y lo trajeron a Jehú, y le mataron; y le dieron sepultura, porque dijeron: Es hijo de Josafat, el cual buscó al SEÑOR de todo su corazón. Y la casa de Ocozías no tenía fuerzas para poder retener el reino.

Y dieron los amonitas presentes a Uzías, y su nombre fue divulgado hasta la entrada de Egipto; porque fue altamente poderoso.

También tuvo él guerra con el rey de los hijos de Amón, a los cuales venció; y le dieron los hijos de Amón en aquel año cien talentos de plata, y diez mil coros de trigo, y diez mil de cebada. Esto le dieron los amonitas, y lo mismo en el segundo año, y en el tercero.

Y se levantaron los varones nombrados, y tomaron los cautivos, y vistieron del despojo a los que de ellos estaban desnudos; los vistieron y los calzaron, y les dieron de comer y de beber, y los ungieron, y condujeron en asnos a todos los flacos, y los llevaron hasta Jericó, la ciudad de las palmas, cerca de sus hermanos; y ellos volvieron a Samaria.

Porque Ezequías rey de Judá había dado a la congregación mil toros y siete mil ovejas; y también los príncipes dieron a la congregación mil toros y diez mil ovejas; y muchos sacerdotes se santificaron.

También los hijos de Israel y de Judá, que habitaban en las ciudades de Judá, dieron del mismo modo los diezmos de las vacas y de las ovejas; y trajeron los diezmos de lo santificado, de las cosas que habían prometido al SEÑOR su Dios, y los depositaron por montones.

Y metieron las ofrendas y diezmos y las cosas consagradas, fielmente; y dieron cargo de ello a Conanías, el levita, el principal, y Simei su hermano fue el segundo.

Los cuales vinieron a Hilcías, sumo sacerdote, y dieron el dinero que había sido traído a la Casa del SEÑOR, que los levitas que guardaban la puerta habían recogido de mano de Manasés y de Efraín y de todo el remanente de Israel, y de todo Judá y Benjamín, habiéndose después vuelto a Jerusalén.

Y dieron también a los oficiales y albañiles para que compraran piedra de cantería, y madera para los trabazones, y para la entabladura de las Casas, las cuales habían destruido los reyes de Judá.

También sus príncipes ofrecieron de su voluntad al pueblo, y a los sacerdotes y levitas. Hilcías, Zacarías y Jehiel, príncipes de la Casa de Dios, dieron a los sacerdotes para hacer la pascua dos mil seiscientas ovejas, y trescientos bueyes.

Asimismo Conanías, Semeías y Natanael sus hermanos, y Hasabías, Jehiel, y Josabad, príncipes de los levitas, dieron a los levitas para los sacrificios de la pascua cinco mil ovejas, y quinientos bueyes.

Según sus fuerzas dieron al tesorero de la obra sesenta y un mil dracmas de oro, y cinco mil libras de plata, y cien túnicas sacerdotales.

Y dieron dinero a los carpinteros y oficiales; asimismo comida y bebida, y aceite a los sidonios y tirios, para que trajeran madera de cedro del Líbano al mar de Jope, conforme a la voluntad de Ciro rey de Persia sobre ellos.

Y dieron los despachos del rey a sus virreyes y capitanes del otro lado del río, los cuales favorecieron al pueblo y a la casa de Dios.

y dieron su mano en promesa de echar sus mujeres, y ofrecieron como culpados un carnero de los rebaños por su culpa.

Pero sucedió, que cuando vinieron los judíos que habitaban entre ellos, nos dieron aviso diez veces de todos los lugares de donde volvían a nosotros.

Y algunos de los príncipes de las familias dieron para la obra. El Tirsata dio para el tesoro mil dracmas de oro, cincuenta tazones, y quinientas treinta vestiduras sacerdotales.

Y de los príncipes de las familias dieron para el tesoro de la obra, veinte mil dracmas de oro, y dos mil doscientas libras de plata.

Y les protestaste que se volvieran a tu ley; mas ellos hicieron soberbiamente, y no oyeron tus mandamientos, sino que pecaron contra tus juicios (los cuales si el hombre hiciere, en ellos vivirá); y dieron hombro renitente, y endurecieron su cerviz, y no escucharon.

Todavía estaba éste hablando, y vino otro que dijo: Los caldeos hicieron tres escuadrones, y dieron sobre los camellos, y los tomaron, e hirieron a los criados a filo de espada; y solamente escapé yo para traerte las nuevas.

así poseo yo los meses de vanidad, y las noches de trabajo me dieron por cuenta.

Concibieron dolor, y dieron a luz iniquidad; y las entrañas de ellos meditan engaño.

Y viéndola ellos así, se maravillaron, se asombraron, se dieron prisa a huir.

Dieron los cuerpos de tus siervos por comida a las aves de los cielos; la carne de los tuyos a las bestias de la tierra.

la higuera ha echado sus higos, y las vides en cierne dieron olor; levántate, oh compañera mía, hermosa mía, y vente.

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