'Estad' en la Biblia
Y dijo al pueblo: Estad apercibidos para el tercer día; no lleguéis a mujer.
Y les dijo: Marchaos al monte, para que los que fueron tras vosotros no os encuentren; y estad escondidos allí tres días, hasta que los que os siguen hayan vuelto; y después os iréis por vuestro camino.
Oíd, reyes; estad, oh príncipes, atentos; yo cantaré al SEÑOR, alabaré al SEÑOR Dios de Israel.
y estad atentos; y cuando viereis salir las hijas de Silo a bailar en corros, vosotros saldréis de las viñas, y arrebataréis cada uno mujer para sí de las hijas de Silo, y os iréis a tierra de Benjamín.
No habrá para qué vosotros peleéis ahora; paraos, estad quedos, y ved la salud del SEÑOR con vosotros. Oh Judá y Jerusalén, no temáis ni desmayéis; salid mañana contra ellos, que el SEÑOR estará con vosotros.
Estad en el santuario según el repartimiento de las familias de los padres de vuestros hermanos los hijos del pueblo, y según el repartimiento de la familia de los levitas.
Oíd, pues, ahora mi disputa, y estad atentos a los argumentos de mis labios.
Oíd, hijos, el castigo del padre; y estad atentos para que sepáis inteligencia.
Ahora pues, hijos, oídme, y estad atentos a las razones de mi boca.
Estad atentos, y oíd mi voz; estad atentos, y oíd mi dicho.
Estad atentos a mí, pueblo mío, y oídme, nación mía; porque de mí saldrá la ley, y mi juicio descubriré para luz de pueblos.
Sacerdotes, oíd esto, y estad atentos, Casa de Israel; y Casa del Rey, escuchad: porque para vosotros es el juicio, pues habéis sido lazo en Mizpa, y red extendida sobre Tabor.
Por tanto, también vosotros estad apercibidos; porque el Hijo del hombre ha de venir a la hora que no pensáis.
Y le preguntaron también los soldados, diciendo: Y nosotros, ¿qué haremos? Y les dijo: No oprimáis, ni acuseis falsamente a nadie; y estad contentos con vuestros salarios.
Vosotros pues también, estad apercibidos; porque a la hora que no pensáis, el Hijo del hombre vendrá.
Así que, hermanos míos amados, estad firmes y constantes, creciendo en la obra del Señor siempre, sabiendo que vuestro trabajo en el Señor no es vano.
Velad, estad firmes en la fe; portaos varonilmente, y esforzaos.
Estad, pues, firmes en la libertad en que Cristo nos hizo libres, y no volváis otra vez a estar presos en el yugo de servidumbre.
Estad pues firmes, ceñidos vuestros lomos de la verdad, y vestidos de la cota de justicia.
Así que, hermanos míos amados y deseados, gozo y corona mía, estad así firmes en el Señor, amados.
Casadas, estad sujetas a vuestros propios maridos, como conviene en el Señor.
Estad siempre gozosos.
Así que, hermanos, estad firmes, y retened la doctrina que habéis aprendido, sea por palabra, o por carta nuestra.
Estad pues sujetos a Dios; resistid al diablo, y huirá de vosotros.
Por esto estad sujetos a toda ordenación humana que sea del Señor, ya sea a rey, como a superior,
Vosotros siervos, estad sujetos con todo temor a vuestros amos; no solamente a los buenos y humanos, sino también a los injustos.
Asimismo vosotras, mujeres, estad sujetas a vuestros maridos; para que también los que no obedecen a la Palabra, sean ganados sin palabra por la conversación de sus mujeres,
sino santificad al Señor Dios en vuestros corazones, y estad siempre aparejados para responder a cada uno que os demande razón de la esperanza que está en vosotros; y esto con mansedumbre y reverencia,
Pues que el Cristo ha padecido por nosotros en la carne, vosotros también estad armados del mismo pensamiento; que el que ha padecido en la carne, cesó de pecado;
Igualmente, jóvenes, estad sujetos a los ancianos de tal manera que seáis todos sujetos unos a otros. Vestíos de humildad de ánimo, porque Dios resiste a los soberbios, y da gracia a los humildes.
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