'Estuve' en la Biblia
Cuando yo subí al monte para recibir las tablas de piedra, las tablas del pacto que el SEÑOR hizo con vosotros, estuve entonces en el monte cuarenta días y cuarenta noches, sin comer pan ni beber agua;
Y me postré delante del SEÑOR cuarenta días y cuarenta noches, como estuve postrado antes; porque el SEÑOR dijo que os había de destruir.
Y yo estuve en el monte como los primeros días, cuarenta días y cuarenta noches; y el SEÑOR me oyó también esta vez, y no quiso el SEÑOR destruirte.
Nadie te {podrá} hacer frente en todos los días de tu vida. Así como estuve con Moisés, estaré contigo; no te dejaré ni te abandonaré.
Entonces el SEÑOR dijo a Josué: Desde este día comenzaré a hacerte grande delante de los ojos de todo Israel, para que entiendan que como estuve con Moisés, así estaré contigo.
Y David dijo a Aquis: Pero, ¿qué he hecho? ¿Y qué has hallado en tu siervo desde el día en que estuve delante de ti hasta hoy, para que yo no vaya y pelee contra los enemigos de mi señor el rey?
porque no he habitado en casa alguna desde el día que saqué a los hijos de Israel hasta hoy; antes estuve de tienda en tienda, y de tabernáculo en tabernáculo.
Y se juntaron a mí todos los temerosos de las palabras del Dios de Israel, a causa de la prevaricación de los de la transmigración; mas yo estuve sentado atónito hasta el sacrificio de la tarde.
Y cuando oí estas palabras, me senté y lloré, e hice duelo {algunos} días, y estuve ayunando y orando delante del Dios del cielo.
Llegué pues a Jerusalén, y estuve allí tres días,
No he tenido paz, no me aseguré, ni me estuve reposado; Vínome no obstante turbación.
Si fue mi corazón engañado acerca de mujer, y si estuve acechando a la puerta de mi prójimo,
Con todo, yo siempre estuve contigo; trabaste de mi mano derecha.
Cuarenta años estuve disgustado con la nación, Y dije: Pueblo es que divaga de corazón, Y no han conocido mis caminos.
Avergüénzate, Sidón, porque el mar, la fortaleza del mar habló, diciendo: Nunca estuve de parto, ni di a luz, ni crié jóvenes, ni levanté vírgenes.
Allegaos a mí, oíd esto. Desde el principio no hablé en escondido; desde que la cosa se hizo, estuve allí; y ahora el SEÑOR Dios me envió, y su Espíritu.
A causa de los profetas mi corazón está quebrantado en medio de mí, todos mis huesos tiemblan; estuve como hombre borracho, y como hombre a quien dominó el vino, delante del SEÑOR, y delante de las palabras de su Santidad.
Entonces vine a los desterrados de Tel-abib que habitaban junto al río Quebar, y allí donde ellos vivían, estuve sentado siete días, atónito, en medio de ellos.
Y la mano del SEÑOR había sido sobre mí la tarde antes que el escapado viniera, y había abierto mi boca, hasta que vino a mí por la mañana; y abrió mi boca, y nunca más estuve mudo.
Estuve mirando hasta que fueron puestas sillas; y un Anciano de gran edad se sentó, cuyo vestido era blanco como la nieve, y el pelo de su cabeza como lana limpia; su silla llama de fuego, sus ruedas fuego ardiente.
Y yo Daniel fui quebrantado, y estuve enfermo algunos días; y cuando convalecí, hice el negocio del rey; mas estaba espantado acerca de la visión, y no había quien la entendiera.
Y en el año primero de Darío el de Media, yo estuve para animarlo y fortalecerlo.
desnudo, y me cubristeis; enfermo, y me visitasteis; estuve en la cárcel, y vinisteis a mí.
fui extranjero, y no me recogisteis; estuve desnudo, y no me cubristeis; enfermo, y en la cárcel, y no me visitasteis.
Cuando vinieron a él, les dijo: Vosotros bien sabéis cómo he sido con vosotros todo el tiempo, desde el primer día que estuve en Asia,
O digan estos mismos si hallaron en mí alguna cosa mal hecha, cuando yo estuve en el concilio,
acerca del cual, cuando estuve en Jerusalén, comparecieron ante mí los príncipes de los sacerdotes y los ancianos de los judíos, pidiendo juicio contra él.
Y estuve yo con vosotros con flaqueza, y mucho temor y temblor.
Tres veces fui azotado con varas; una vez apedreado; tres veces padecí naufragio; una noche y un día estuve en las profundidades;
Dije previamente, cuando {estuve} presente la segunda vez, y aunque ahora estoy ausente, lo digo de antemano a los que pecaron anteriormente y {también} a todos los demás, que si voy otra vez, no seré indulgente,
Después, pasados tres años, fui a Jerusalén a ver a Pedro, y estuve con él quince días.
y el que vive, y estuve muerto; y he aquí, estoy vivo por los siglos de los siglos, y tengo las llaves de la muerte y del Hades.