'Extendió' en la Biblia
y no halló la paloma donde reposar la planta de su pie, y se volvió a él al arca, porque las aguas estaban aún sobre la faz de toda la tierra. Y él extendió su mano y la tomó, la metió consigo en el arca.
Y extendió Abraham su mano, y tomó el cuchillo, para degollar a su hijo.
Mas el SEÑOR estaba con José, y extendió a él su misericordia, y le dio gracia en ojos del príncipe de la casa de la cárcel.
Y el hambre se extendió sobre toda la faz de la tierra. Entonces José abrió todos los graneros y vendió a los egipcios, pues el hambre era severa en la tierra de Egipto.
Entonces Israel extendió su diestra, y la puso sobre la cabeza de Efraín, que era el menor, y su siniestra sobre la cabeza de Manasés, haciendo entender a sus manos, aunque Manasés era el primogénito.
Entonces dijo el SEÑOR a Moisés: Extiende tu mano, y tómala por la cola. Y él extendió su mano, y la tomó, y se tornó vara en su mano.
Entonces Aarón extendió su mano sobre las aguas de Egipto, y subieron ranas que cubrieron la tierra de Egipto.
Y ellos lo hicieron así; y Aarón extendió su mano con su vara, e hirió el polvo de la tierra, el cual se volvió piojos, así en los hombres como en las bestias; todo el polvo de la tierra se volvió piojos en toda la tierra de Egipto.
Y Moisés extendió su vara hacia el cielo, y el SEÑOR dio voces y granizó, y el fuego discurría por la tierra; e hizo llover el SEÑOR granizo sobre la tierra de Egipto.
Y salido Moisés de la presencia de Faraón y de la ciudad, extendió sus manos al SEÑOR, y cesaron los truenos y el granizo; y la lluvia no cayó más sobre la tierra.
Y extendió Moisés su vara sobre la tierra de Egipto, y el SEÑOR trajo un viento oriental sobre el país todo aquel día y toda aquella noche; y a la mañana el viento oriental trajo la langosta.
Y extendió Moisés su mano hacia el cielo, y hubo densas tinieblas tres días por toda la tierra de Egipto.
Y extendió Moisés su mano sobre el mar, e hizo el SEÑOR que el mar se retirara por recio viento oriental toda aquella noche; y tornó el mar en seco, y las aguas quedaron divididas.
Y Moisés extendió su mano sobre el mar, y el mar se volvió en su fuerza cuando amanecía; y los egipcios huían hacia ella; y el SEÑOR derribó a los egipcios en medio del mar.
Mas no extendió su mano sobre los príncipes de los hijos de Israel; y vieron a Dios, y comieron y bebieron.
Y Moisés tomó el tabernáculo, y lo extendió fuera del campamento, lejos del campamento, y lo llamó el tabernáculo del testimonio. Y fue, que cualquiera que requería al SEÑOR, salía al tabernáculo del testimonio, que estaba fuera del campamento.
Y extendió la tienda sobre el tabernáculo, y puso la sobrecubierta encima del mismo; como Jehová había mandado á Moisés.
Como un águila que despierta su nidada, que revolotea sobre sus polluelos, extendió sus alas y los tomó, los llevó sobre su plumaje.
Y el SEÑOR estaba con Josué, y su fama se extendió por toda la tierra.
Entonces el SEÑOR dijo a Josué: Extiende la jabalina que está en tu mano hacia Hai, porque la entregaré en tu mano. Y extendió Josué hacia la ciudad la jabalina que estaba en su mano.
Y los {que estaban} emboscados se levantaron rápidamente de su lugar, y corrieron cuando él extendió su mano, entraron en la ciudad y se apoderaron de ella, y se apresuraron a prender fuego a la ciudad.
Extendió ella la mano hacia la estaca de la tienda, y su diestra hacia el martillo de trabajadores. Entonces golpeó a Sísara, desbarató su cabeza; destruyó y perforó sus sienes.
Entonces el ángel del SEÑOR extendió la punta de la vara que estaba en su mano y tocó la carne y el pan sin levadura; y subió fuego de la roca que consumió la carne y el pan sin levadura. Y el ángel del SEÑOR desapareció de su vista.
Y hallando a mano una quijada de asno aún fresca, extendió la mano y la tomó, e hirió con ella a mil hombres.
Así libró el SEÑOR a Israel en aquel día. La batalla se extendió más allá de Bet-avén.
Pero Jonatán no había oído cuando su padre conjuró al pueblo, y extendió la punta de una vara que traía en su mano, y la mojó en un panal de miel, y llevó su mano a su boca; y sus ojos fueron aclarados.
Y David respondió a Abisai: No le mates; porque ¿quién extendió su mano contra el ungido del SEÑOR, y fue inocente?
Y cuando llegaron a la era de Nacón, Uza extendió la mano al arca de Dios, y la sostuvo; porque los bueyes daban sacudidas.
Y tomando la mujer de la casa una manta, la extendió sobre la boca del pozo, y tendió sobre ella del trigo majado, para que el negocio no fuera entendido.
La batalla se extendió por toda aquella región, y el bosque devoró más gente aquel día que la que devoró la espada.
Extendió su mano de lo alto, y me arrebató, y me sacó de las aguas impetuosas.
Y cuando el ángel extendió su mano sobre Jerusalén para destruirla, el SEÑOR se arrepintió de aquel mal, y dijo al ángel que destruía el pueblo: Basta ahora; detén tu mano. Entonces el ángel del SEÑOR estaba junto a la era de Arauna, el jebuseo.
Y aun fue más sabio que todos los hombres; más que Etán ezraíta, y que Hemán, Calcol y Darda, hijos de Mahol; y se extendió su fama por todas las naciones de alrededor.
Entonces Salomón se puso delante del altar del SEÑOR en presencia de toda la asamblea de Israel y extendió las manos al cielo.
Y aconteció que cuando el rey oyó la palabra que el hombre de Dios había clamado contra el altar de Betel, extendió su mano desde el altar, diciendo: ¡Prendedlo! Pero la mano que extendió contra él se secó, de modo que no podía volverla hacia sí.
Y dijo: Tómalo. Y él extendió la mano y lo tomó.
Y tomó Ezequías las letras de mano de los embajadores; y después que las hubo leído, subió a la Casa del SEÑOR, y las extendió Ezequías delante del SEÑOR.
Y cuando llegaron a la era de Quidón, Uza extendió su mano al arca para tenerla, porque los bueyes se apartaban.
Y el furor de Jehová se encendió contra Uza, y lo hirió, porque extendió su mano al arca; y murió allí delante de Dios.
La fama de David se extendió por todas aquellas tierras, y el SEÑOR puso el terror de David sobre todas las naciones.
Se puso luego Salomón delante del altar del SEÑOR, delante de toda la congregación de Israel, y extendió sus manos.
E hizo en Jerusalén máquinas por industria de ingenieros, para que estuvieran en las torres y en los baluartes, para arrojar saetas y grandes piedras, y su fama se extendió lejos, porque se ayudó maravillosamente, hasta hacerse fuerte.
Y sobre mí extendió misericordia delante del rey y de sus consultores, y de todos los príncipes poderosos del rey. Y yo, confortado según la mano de mi Dios sobre mí, junté los principales de Israel para que subieren conmigo.
Porque siervos éramos; mas en nuestra servidumbre no nos desamparó nuestro Dios, antes extendió sobre nosotros su misericordia delante de los reyes de Persia, para que se nos diese vida para levantar la casa de nuestro Dios, y para restaurar sus ruinas, y para darnos muros en Judá y en Jerusalén.
Y fue que, cuando vio a la reina Ester que estaba en el patio, ella tuvo gracia en sus ojos; y el rey extendió a Ester la vara de oro que tenía en la mano. Entonces vino Ester, y tocó la punta de la vara.
Entonces extendió el rey a Ester la vara de oro, y Ester se levantó, y se puso en pie delante del rey.
Y respondió el rey Asuero a la reina Ester, y a Mardoqueo judío: He aquí yo he dado a Ester la casa de Amán, y a él han colgado en la horca, por cuanto extendió su mano contra los judíos.
Por cuanto él extendió su mano contra Dios, y se esforzó contra el Todopoderoso,
¿Quién ordenó sus medidas, si lo sabes? ¿O quién extendió sobre ella cordel?
Extendió {la mano} desde lo alto y me tomó; me sacó de las muchas aguas.
Extendió sus manos contra sus pacíficos; ensució su pacto.
Extendió sus vástagos hasta la mar, Y hasta el río sus mugrones.
Extendió una nube por cubierta, y fuego para alumbrar la noche.
Al que extendió la tierra sobre las aguas, porque para siempre es su misericordia.
Caf Alargó su mano al pobre, y extendió sus manos al menesteroso.
Por tanto el Seol ensanchó su alma, y sin medida extendió su boca; y su gloria y su multitud descendió allá; y su fausto, y el que se regocijaba en él.
Por esta causa se encendió el furor de Jehová contra su pueblo, y extendió contra él su mano, é hirióle; y se estremecieron los montes, y sus cadáveres fueron arrojados en medio de las calles. Con todo esto no ha cesado su furor, antes está su mano todaví
Extendió su mano sobre el mar; hizo temblar los reinos. El SEÑOR mandó sobre Canaán que sus fuerzas sean debilitadas.
Porque el SEÑOR extendió sobre vosotros espíritu de sueño, y cerró vuestros ojos; cubrió de sueño vuestros profetas, y vuestros principales videntes.
Y tomó Ezequías las cartas de mano de los mensajeros, y las leyó; y subió a la Casa del SEÑOR, y las extendió delante del SEÑOR.
Ciertamente mi mano fundó la tierra, y mi diestra extendió los cielos; cuando los llamo, comparecen juntos.
Y te has ya olvidado del SEÑOR tu Hacedor, que extendió los cielos, y fundó la tierra; y todo el día tuviste temor continuamente del furor del que aflige, cuando se disponía para destruir. Mas ¿A dónde está el furor del que aflige?
Y extendió el SEÑOR su mano, y tocó sobre mi boca; y me dijo el SEÑOR: He aquí he puesto mis palabras en tu boca.
El que hizo la tierra con su potencia, el que puso en orden el mundo con su saber, y extendió los cielos con su prudencia;
El es el que hizo la tierra con su fortaleza, el que afirmó el mundo con su sabiduría, y extendió los cielos con inteligencia;
Yod: Extendió su mano el enemigo a todas sus cosas preciosas; y ella vio a los gentiles entrar en su santuario, de los cuales mandaste que no entraran en tu congregación.
Mem: Desde lo alto envió fuego en mis huesos, el cual se enseñoreó; extendió red a mis pies, me tornó atrás, me puso asolada, y que siempre tenga dolor.
Pe: Sion extendió sus manos; no tiene consolador; el SEÑOR dio mandamiento contra Jacob, que sus enemigos lo cercaran; Jerusalén fue en abominación entre ellos.
Chet: El SEÑOR determinó destruir el muro de la hija de Sion; extendió el cordel, no retrajo su mano de destruir; se enlutó el antemuro y el muro; fueron destruidos juntamente.
Y lo extendió delante de mí, y estaba escrito delante y detrás; y había escritas en él endechas, y lamentaciones, y ayes.
Y aquella semejanza extendió la mano, y me tomó por las guedejas de mi cabeza; y el Espíritu me alzó entre el cielo y la tierra, y me llevó en visiones de Dios a Jerusalén, a la entrada de la puerta de adentro que mira hacia el aquilón, donde estaba la habitación de la imagen del celo, la que hacía celar.
Y un querubín extendió su mano de entre los querubines al fuego que estaba entre los querubines, y tomó fuego, y lo puso en las palmas del que estaba vestido de lienzos, el cual lo tomó y se salió.
Y fue otra gran águila, de grandes alas y de muchas plumas; y he aquí que esta vid juntó cerca de ella sus raíces, y extendió hacia ella sus ramas, para ser regada por ella por los surcos de su plantío.
El día de nuestro Rey los príncipes lo hicieron enfermar con odre de vino; extendió su mano con los escarnecedores.
Y se extendió su fama por toda Siria; y traían a El todos los que estaban enfermos, afectados con diversas enfermedades y dolores, endemoniados, epilépticos y paralíticos; y El los sanaba.
Entonces dijo a aquel hombre: Extiende tu mano. Y él la extendió, y fue restituida sana como la otra.
Y enseguida su fama se extendió por todas partes, por toda la región alrededor de Galilea.
Y Jesús, teniendo misericordia de él, extendió su mano, y le tocó, y le dice: Quiero, sé limpio.
Y mirándolos alrededor con enojo, condoliéndose de la ceguedad de sus corazones, dice al hombre: Extiende tu mano. Y la extendió; y su mano fue restituida sana como la otra.
Por tanto, tal como el pecado entró en el mundo por un hombre, y la muerte por el pecado, así también la muerte se extendió a todos los hombres, porque todos pecaron;