36 casos

'Gran' en la Biblia

Y vino un gran temor sobre toda la iglesia y sobre todos los que supieron estas cosas.

Pero ninguno de los demás se atrevía a juntarse con ellos; sin embargo, el pueblo los tenía en gran estima.

``Entonces vino hambre sobre todo Egipto y Canaán, y {con ella} gran aflicción, y nuestros padres (antepasados) no hallaban alimentos.

Entonces ellos gritaron a gran voz, y tapándose los oídos se lanzaron a una contra él.

Y Saulo (Pablo) estaba de completo acuerdo con {ellos} en su muerte. En aquel día se desató una gran persecución en contra de la iglesia en Jerusalén, y todos fueron esparcidos por las regiones de Judea y Samaria, excepto los apóstoles.

Hacía tiempo que cierto hombre llamado Simón, estaba ejerciendo la magia en la ciudad y asombrando a la gente de Samaria, pretendiendo ser un gran {personaje};

y todos, desde el menor hasta el mayor, le prestaban atención, y decían: ``Este es el que se llama el Gran Poder de Dios."

Vio el cielo abierto y un objeto semejante a un gran lienzo que descendía, bajado a la tierra por las cuatro puntas.

``Estaba yo en la ciudad de Jope orando, y vi en éxtasis una visión: un objeto semejante a un gran lienzo que descendía, bajado del cielo por las cuatro puntas, y vino hasta mí.

Y levantándose uno de ellos, llamado Agabo, daba a entender por el Espíritu {Santo,} que ciertamente habría una gran hambre en toda la tierra. Y esto ocurrió durante el {reinado} del emperador Claudio.

Cuando Pablo y Bernabé entraron juntos en la sinagoga de los Judíos en Iconio, hablaron de tal manera que creyó una gran multitud, tanto de Judíos como de Griegos.

Como Pablo y Bernabé tuvieran gran disensión y debate con ellos, {los hermanos} determinaron que Pablo y Bernabé, y algunos otros de ellos subieran a Jerusalén a los apóstoles y a los ancianos para tratar esta cuestión.

Así que, siendo enviados por la iglesia, pasaron por Fenicia y Samaria, relatando detalladamente la conversión de los Gentiles, y causaban gran gozo a todos los hermanos.

De repente se produjo un gran terremoto, de tal manera que los cimientos de la cárcel fueron sacudidos. Al instante se abrieron todas las puertas y las cadenas de todos se soltaron.

Pero Pablo clamó a gran voz, diciendo: ``No te hagas ningún mal, pues todos estamos aquí."

Algunos de ellos creyeron, y se unieron a Pablo y a Silas, junto con una gran multitud de Griegos temerosos de Dios y muchas de las mujeres principales.

"Pueden ver y oír que no sólo en Efeso, sino en casi toda Asia, este Pablo ha persuadido a una gran cantidad de gente, y la ha apartado, diciendo que los {dioses} hechos con las manos no son dioses {verdaderos}.

"Y no sólo corremos el peligro de que nuestro oficio caiga en descrédito, sino también de que el templo de la gran diosa Diana se considere sin valor, y que ella, a quien adora toda Asia y el mundo entero, sea despojada de su grandeza."

Entonces el secretario (que presidía las asambleas populares), después de calmar a la multitud, dijo: ``Ciudadanos de Efeso, ¿hay acaso algún hombre que no sepa que la ciudad de los Efesios es guardiana del templo de la gran Diana y de la {imagen} que descendió del cielo?

Cuando el comandante le concedió el permiso, Pablo, de pie sobre las gradas, hizo señal al pueblo con su mano, y cuando hubo gran silencio, les habló en el idioma Hebreo:

Y el comandante respondió: ``Yo adquirí esta ciudadanía por una gran cantidad de dinero." ``Pero yo soy {ciudadano Romano} de nacimiento," le dijo Pablo.

Se produjo entonces un gran alboroto. Y levantándose algunos de los escribas del grupo de los Fariseos, discutían enérgicamente, diciendo: ``No encontramos nada malo en este hombre; pero ¿y si un espíritu o un ángel le ha hablado?"

Al surgir un gran altercado, el comandante tuvo temor de que Pablo fuera despedazado por ellos, y ordenó que las tropas descendieran, lo sacaran de entre ellos a la fuerza y lo llevaran al cuartel.

``Pero interviniendo el comandante Lisias, con gran violencia lo quitó de nuestras manos,

Así que al día siguiente, cuando Agripa II y Berenice entraron al auditorio en medio de gran pompa, acompañados por los comandantes y los hombres importantes de la ciudad, por orden de Festo, fue traído Pablo.

Mientras {Pablo} decía esto en su defensa, Festo dijo a gran voz: `` ¡Pablo, estás loco! ¡{Tu} mucho saber te está haciendo perder la cabeza!"

Y habiéndole fijado un día, vinieron en gran número adonde él se alojaba. Desde la mañana hasta la tarde les explicaba testificando fielmente sobre el reino de Dios, procurando persuadirlos acerca de Jesús, tanto por la Ley de Moisés como por los Profetas.

Cuando hubo dicho esto, los Judíos se fueron, teniendo gran discusión entre sí.

Las citas bíblicas son tomadas Nueva Biblia de los Hispanos © 2005 by The Lockman Foundation, La Habra, Calif, http://www.lockman.org. Usadas con permiso