458 casos

'Habían' en la Biblia

Las aguas subieron 6.75 metros por encima de los montes después que habían sido cubiertos.

Las aguas bajaron (se retiraron) gradualmente de sobre la tierra, y después de 150 días, las aguas habían disminuido.

Después envió una paloma para ver si las aguas habían disminuido sobre la superficie de la tierra.

Hacia el atardecer la paloma regresó a él, {trayendo} en su pico una hoja de olivo recién arrancada. Entonces Noé comprendió que las aguas habían disminuido sobre la tierra.

Pero el SEÑOR descendió para ver la ciudad y la torre que habían edificado los hijos de los hombres.

Abram tomó a Sarai su mujer y a Lot su sobrino, y todas las posesiones que ellos habían acumulado y las personas que habían adquirido en Harán, y salieron para ir a la tierra de Canaán; y a la tierra de Canaán llegaron.

Doce años habían servido a Quedorlaomer, pero en el año trece se rebelaron.

Entonces Abraham tomó a su hijo Ismael y a todos {los siervos} nacidos en su casa y a todos los que habían sido comprados con su dinero, a todo varón de entre las personas de la casa de Abraham, y aquel mismo día les circuncidó la carne de su prepucio, tal como Dios le había dicho.

También fueron circuncidados con él todos los varones de su casa, que habían nacido en la casa o que habían sido comprados a extranjeros.

Aún no se habían acostado, cuando los hombres de la ciudad, los hombres de Sodoma, rodearon la casa, tanto jóvenes como viejos, todo el pueblo sin excepción.

Cuando los habían llevado fuera, {uno le} dijo: ``Huye por tu vida. No mires detrás de ti y no te detengas en ninguna parte del valle. Escapa al monte, no sea que perezcas."

Pero Abraham se quejó a Abimelec a causa de un pozo de agua del cual los siervos de Abimelec se habían apoderado.

Cuando los camellos habían terminado de beber, el hombre tomó un anillo de oro que pesaba medio siclo (5.7 gramos), y dos brazaletes que pesaban diez siclos (114 gramos) de oro.

Todos los pozos que los siervos de su padre habían cavado en los días de su padre Abraham, los Filisteos {los} cegaron llenándolos de tierra.

Isaac volvió a cavar los pozos de agua que habían sido cavados en los días de su padre Abraham, porque los Filisteos los habían cegado después de la muerte de Abraham, y les puso los mismos nombres que su padre les había puesto.

Entonces riñeron los pastores de Gerar con los pastores de Isaac, diciendo: ``El agua es nuestra." Por eso él llamó al pozo Esek (Riña), porque habían reñido con él.

Aquel mismo día los siervos de Isaac llegaron y le informaron acerca del pozo que habían cavado, y le dijeron: ``Hemos hallado agua."

{Después} vinieron los hijos de Jacob, pasaron sobre los muertos y saquearon la ciudad, porque ellos habían deshonrado a su hermana.

Jacob fue a su padre Isaac en Mamre de Quiriat Arba, es decir, Hebrón, donde habían residido Abraham e Isaac.

Porque los bienes de ellos habían llegado a ser tantos que no podían habitar juntos, y la tierra en que moraban no podía sostenerlos a causa de su {mucho} ganado.

Cuando José fue llevado a Egipto, Potifar, un oficial Egipcio de Faraón, capitán de la guardia, lo compró a los Ismaelitas que lo habían llevado allá.

"Pero cuando las habían devorado, no se podía notar que las hubieran devorado; pues su aspecto era tan feo como al principio. Entonces me desperté.

José había reconocido a sus hermanos, aunque ellos no lo habían reconocido a él.

Y cuando acabaron de comer el grano que habían traído de Egipto, su padre les dijo: ``Vuelvan {allá} y cómprennos un poco de alimento."

Entonces prepararon el presente para la venida de José al mediodía, pues habían oído que iban a comer allí.

Cuando ellos habían salido de la ciudad, {y} no estaban muy lejos, José dijo al mayordomo de su casa: ``Levántate, sigue a esos hombres. Cuando los alcances, diles: ` ¿Por qué han pagado mal por bien?

Cuando se oyó la noticia en la casa de Faraón, de que los hermanos de José habían venido, le agradó a Faraón y a sus siervos.

Y tomaron sus ganados y los bienes que habían acumulado en la tierra de Canaán y vinieron a Egipto, Jacob y toda su descendencia con él:

Después de sepultar a su padre, José regresó a Egipto, él y sus hermanos, y todos los que habían subido con él para sepultar a su padre.

Y azotaban a los jefes de los Israelitas que los capataces de Faraón habían puesto sobre ellos, diciéndoles: `` ¿Por qué no han terminado, ni ayer ni hoy, la cantidad de ladrillos requerida como antes?"

Pero cuando Faraón vio que la lluvia y el granizo y los truenos habían cesado, pecó otra vez, y endureció su corazón, tanto él como sus siervos.

De la masa que habían sacado de Egipto, cocieron tortas de panes sin levadura, pues no se había leudado, ya que al ser echados de Egipto, no pudieron demorarse ni preparar alimentos para sí mismos.

El SEÑOR endureció el corazón de Faraón, rey de Egipto, y {éste} persiguió a los Israelitas, pero éstos habían salido con mano fuerte.

Moisés contó a su suegro todo lo que el SEÑOR había hecho a Faraón y a los Egipcios por amor a Israel, todas las dificultades que les habían sobrevenido en el camino y {cómo} los había librado el SEÑOR.

Y tomando el becerro que habían hecho, {lo} quemó en el fuego, lo molió hasta reducirlo a polvo y lo esparció sobre el agua, e hizo que los Israelitas {la} bebieran.

Todas las mujeres hábiles hilaron con sus manos, y trajeron lo que habían hilado, {de tela} azul, púrpura, escarlata y lino fino.

Y recibieron de Moisés todas las ofrendas que los Israelitas habían traído para hacer la obra de la construcción del santuario. Los Israelitas {seguían} trayéndole ofrendas voluntarias cada mañana.

Y Moisés examinó toda la obra, y vio que la habían llevado a cabo. Tal como el SEÑOR había ordenado, así {la} habían hecho. Y Moisés los bendijo.

Moisés preguntó con diligencia por el macho cabrío de la ofrenda por el pecado, y aconteció que había sido quemado. Y se enojó con Eleazar e Itamar, los hijos que le habían quedado a Aarón y les dijo:

Entonces Moisés y Aarón tomaron a estos hombres que habían sido designados por sus nombres,

Pero dos hombres habían quedado en el campamento; uno se llamaba Eldad, y el otro se llamaba Medad. Y el Espíritu reposó sobre ellos, (ellos estaban entre los que se habían inscrito, pero no habían salido a la tienda), y profetizaron en el campamento.

Por eso llamaron a aquel lugar Kibrot Hataava (Tumbas de la Codicia), porque allí sepultaron a los que habían sido codiciosos.

Pero los hombres que habían subido con él dijeron: ``No podemos subir contra ese pueblo, porque es más fuerte que nosotros."

Y dieron un mal informe a los Israelitas de la tierra que habían reconocido, diciendo: ``La tierra por la que hemos ido para reconocerla es una tierra que devora a sus habitantes, y toda la gente que vimos en ella son hombres de {gran} estatura.

Y Josué, hijo de Nun, y Caleb, hijo de Jefone, {que eran} de los que habían reconocido la tierra, rasgaron sus vestidos;

El sacerdote Eleazar tomó los incensarios de bronce que habían presentado los que fueron quemados, y a golpe de martillo los hicieron una cubierta para el altar,

Entonces el sacerdote Eleazar dijo a los hombres de guerra que habían ido a la batalla: ``Este es el estatuto de la ley que el SEÑOR ha ordenado a Moisés:

Y el botín que quedó del despojo que los hombres de guerra habían tomado fue de 675,000 ovejas,

y de los seres humanos, de las mujeres que no habían conocido varón acostándose {con él, fueron} en total 32,000.

En cuanto a la mitad {para} los Israelitas, que Moisés había apartado de los hombres que habían ido a la guerra,

Los hombres de guerra habían tomado botín, cada hombre {tomó algo} para sí mismo.

"La ira del SEÑOR se encendió contra Israel, y los hizo vagar en el desierto por cuarenta años, hasta que fue acabada toda la generación de los que habían hecho mal ante los ojos del SEÑOR.

Entonces el sacerdote Aarón subió al Monte Hor por mandato del SEÑOR, y allí murió, el año cuarenta después que los Israelitas habían salido de la tierra de Egipto, el primer {día} del mes quinto.

``Cuando todos los hombres de guerra ya habían perecido de entre el pueblo,

"El te humilló, y te dejó tener hambre, y te alimentó con el maná que tú no conocías, ni tus padres habían conocido, para hacerte entender que el hombre no sólo vive de pan, sino que vive de todo lo que procede de la boca del SEÑOR.

"Y vi que en verdad ustedes habían pecado contra el SEÑOR su Dios. Se habían hecho un becerro de fundición; pronto se habían apartado del camino que el SEÑOR les había ordenado.

"Entonces me postré delante del SEÑOR como al principio, por cuarenta días y cuarenta noches; no comí pan ni bebí agua, a causa de todo el pecado que habían cometido al hacer lo malo ante los ojos del SEÑOR, provocando así Su ira.

"Y tomé {el objeto del} pecado de ustedes, el becerro que se habían hecho, y lo quemé en el fuego, y lo hice pedazos, desmenuzándolo hasta que quedó tan fino como el polvo; y eché su polvo al arroyo que bajaba del monte.

`Y ellos fueron y sirvieron a otros dioses y los adoraron, dioses que no habían conocido y los cuales El no les había dado.

Ofrecieron sacrificios a demonios, no a Dios, A dioses que no habían conocido, {Dioses} nuevos que vinieron recientemente, A los que los padres de ustedes no temieron.

Los espías se fueron y llegaron a la región montañosa. Allí permanecieron por tres días, hasta que los perseguidores regresaron. Los perseguidores {los} habían buscado por todo el camino, pero no {los} habían encontrado.

Entonces Josué colocó doce piedras en medio del Jordán, en el lugar donde habían estado los pies de los sacerdotes que llevaban el arca del pacto, y allí permanecen hasta hoy.

Aquel día el SEÑOR engrandeció a Josué ante los ojos de todo Israel; y le temieron (lo respetaron), tal como habían temido (respetado) a Moisés todos los días de su vida.

Y aquellas doce piedras que habían sacado del Jordán, Josué las erigió en Gilgal.

Cuando todos los reyes de los Amorreos que {estaban} al otro lado del Jordán hacia el occidente, y todos los reyes de los Cananeos que {estaban} junto al mar, oyeron cómo el SEÑOR había secado las aguas del Jordán delante de los Israelitas hasta que ellos habían pasado, sus corazones se acobardaron, y ya no había ánimo en ellos a causa de los Israelitas.

Porque todos los del pueblo que salieron fueron circuncidados, pero todos los del pueblo que nacieron en el desierto, por el camino, después de salir de Egipto, no habían sido circuncidados.

Y a los hijos de ellos, que El levantó en su lugar, Josué los circuncidó; pues eran incircuncisos, porque no los habían circuncidado en el camino.

El maná cesó el día después que habían comido del producto de la tierra, y los Israelitas no tuvieron más maná, sino que comieron del producto de la tierra de Canaán durante aquel año.

Pero Josué dijo a los dos hombres que habían reconocido la tierra: ``Entren en la casa de la ramera y saquen de allí a la mujer y todo lo que posea, tal como se lo juraron."

Al ver Josué y todo Israel que los emboscados habían tomado la ciudad y que el humo de la ciudad subía, se volvieron y comenzaron a matar a los hombres de Hai.

Cuando Israel acabó de matar a todos los habitantes de Hai en el campo {y} en el desierto, adonde ellos los habían perseguido y todos habían caído a filo de espada hasta ser exterminados, todo Israel volvió a Hai y la hirieron a filo de espada.

Los Israelitas no los mataron porque los jefes de la congregación les habían hecho un juramento por el SEÑOR, Dios de Israel. Y toda la congregación murmuraba contra los jefes.

Y los jefes les dijeron: ``Déjenlos vivir." Y ellos fueron leñadores y aguadores para toda la congregación, tal como los jefes les habían dicho.

Cuando Adonisedec, rey de Jerusalén (Ciudad de Paz), se enteró de que Josué había capturado a Hai y que la había destruido por completo (como había hecho con Jericó y con su rey así había hecho con Hai y con su rey), y que los habitantes de Gabaón habían concertado la paz con Israel y estaban dentro de su tierra,

Cuando Josué y los Israelitas terminaron de herirlos con gran matanza, hasta que fueron destruidos, y los sobrevivientes que de ellos quedaron habían entrado en las ciudades fortificadas,

Cuando llevaron estos reyes a Josué, Josué llamó a todos los hombres de Israel, y dijo a los jefes de los hombres de guerra que habían ido con él: ``Acérquense, pongan su pie sobre el cuello de estos reyes." Ellos se acercaron y pusieron los pies sobre sus cuellos.

A la hora de la puesta del sol, Josué dio órdenes y los bajaron de los árboles, y los echaron en la cueva donde se habían escondido, y sobre la boca de la cueva pusieron grandes piedras {que permanecen} hasta el día de hoy.

La conquistaron aquel mismo día y la hirieron a filo de espada. Destruyeron por completo aquel día a todas las personas que {había} en ella, conforme a todo lo que habían hecho a Laquis.

Los Rubenitas y los Gaditas con la otra media tribu habían recibido {ya} su heredad, la cual Moisés les había dado al otro lado del Jordán, hacia el oriente, tal como se {la} había dado Moisés, siervo del SEÑOR:

Quedaban siete tribus de los Israelitas que no habían recibido aún su heredad.

Entonces los Rubenitas y los Gaditas y la media tribu de Manasés, volvieron y se separaron de los Israelitas en Silo, que está en la tierra de Canaán, para ir a la tierra de Galaad, a la tierra de su posesión la cual ellos habían poseído, conforme al mandato del SEÑOR por medio de Moisés.

~`Y les di a ustedes una tierra en que no habían trabajado, y ciudades que no habían edificado, y habitan en ellas. De viñas y olivares que no plantaron, comen.'

Israel sirvió al SEÑOR todos los días de Josué y todos los días de los ancianos que sobrevivieron a Josué y que habían conocido todas las obras que el SEÑOR había hecho por Israel.

Los huesos de José, que los Israelitas habían traído de Egipto, fueron sepultados en Siquem, en la parcela de campo que Jacob había comprado a los hijos de Hamor, padre de Siquem, por 100 monedas de plata. Y pasaron a ser posesión de los hijos de José.

El pueblo sirvió al SEÑOR todos los días de Josué, y todos los días de los ancianos que sobrevivieron a Josué, los cuales habían sido testigos de la gran obra que el SEÑOR había hecho por Israel.

Sin embargo no escucharon a sus jueces, porque se prostituyeron siguiendo a otros dioses, y se postraron ante ellos. Se apartaron pronto del camino en que sus padres habían andado en obediencia a los mandamientos del SEÑOR. No hicieron como {sus padres.}

Estas son las naciones que el SEÑOR dejó para probar con ellas a Israel, ({es decir,} a los que no habían experimentado ninguna de las guerras de Canaán,

y así las generaciones de los Israelitas conocieran la guerra, o sea, aquéllos que antes no la habían experimentado).

Los Israelitas volvieron a hacer lo malo ante los ojos del SEÑOR. Entonces el SEÑOR fortaleció a Eglón, rey de Moab, contra Israel, porque habían hecho lo malo ante los ojos del SEÑOR.

Se habían terminado los campesinos, se habían terminado en Israel, Hasta que yo, Débora, me levanté, Hasta que me levanté, {como} madre en Israel.

Habían escogido nuevos dioses; Entonces la guerra {estaba} a las puertas. No se veía escudo ni lanza Entre 40,000 en Israel.

Gedeón llegó con los 100 hombres que estaban con él a las afueras del campamento, al principio de la guardia de medianoche, cuando apenas habían apostado la guardia. Entonces tocaron las trompetas y rompieron los cántaros que tenían en las manos.

De allí subió Gedeón a Peniel, y les habló de la misma manera; y los hombres de Peniel le respondieron tal como los de Sucot le habían contestado.

Ahora bien, Zeba y Zalmuna estaban en Carcor, y sus ejércitos con ellos, unos 15,000 hombres, los que habían quedado de todo el ejército de los hijos del oriente. Porque los que habían caído eran 120,000 hombres que sacaban espada.

Entonces el Espíritu del SEÑOR vino sobre él con gran poder, y descendió a Ascalón y mató a treinta de ellos y tomando sus despojos, dio las mudas {de ropa} a los que habían declarado la adivinanza. Y ardiendo en ira, subió a la casa de su padre.

Los príncipes de los Filisteos le llevaron siete cuerdas frescas que no se habían secado, y {Dalila} lo ató con ellas.

(Y los hijos de Benjamín oyeron que los Israelitas habían subido a Mizpa). Entonces los Israelitas preguntaron: ``Dígan{nos,} ¿cómo ocurrió esta maldad?"

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Las citas bíblicas son tomadas Nueva Biblia de los Hispanos © 2005 by The Lockman Foundation, La Habra, Calif, http://www.lockman.org. Usadas con permiso