2293 casos

'Israel' en la Biblia

Y Él dijo: No se dirá más tu nombre Jacob, sino Israel; porque como príncipe has luchado con Dios y con los hombres, y has vencido.

Por esto no comen los hijos de Israel, hasta hoy día, del tendón que se contrajo, el cual está en el encaje del muslo; porque tocó a Jacob este sitio de su muslo en el tendón que se contrajo.

Y los hijos de Jacob vinieron del campo cuando lo supieron; y se entristecieron los varones, y se llenaron de ira, porque hizo vileza en Israel acostándose con la hija de Jacob, lo que no se debía haber hecho.

Y le dijo Dios: Tu nombre es Jacob; no se llamará más tu nombre Jacob, sino Israel será tu nombre: y llamó su nombre Israel.

Y partió Israel, y tendió su tienda al otro lado de Migdaleder.

Y aconteció, morando Israel en aquella tierra, que fue Rubén y durmió con Bilha la concubina de su padre; lo cual escuchó Israel. Ahora bien, los hijos de Israel fueron doce:

Y los reyes que reinaron en la tierra de Edom, antes que reinase rey sobre los hijos de Israel, fueron éstos:

Y dijo Israel a José: ¿No están tus hermanos apacentando las ovejas en Siquem? Ven, y te enviaré a ellos. Y él respondió: Heme aquí.

Y vinieron los hijos de Israel a comprar entre los que venían: porque había hambre en la tierra de Canaán.

Y dijo Israel: ¿Por qué me hicisteis tanto mal, diciendo al varón que teníais otro hermano?

Entonces Judá dijo a Israel su padre: Envía al joven conmigo, y nos levantaremos e iremos, a fin que vivamos y no muramos nosotros, y tú, y nuestros niños.

Entonces Israel su padre les respondió: Pues que así es, hacedlo; tomad de lo mejor de la tierra en vuestros sacos, y llevad a aquel varón un presente, un poco de bálsamo, y un poco de miel, aromas y mirra, nueces y almendras.

Y lo hicieron así los hijos de Israel: y les dio José carros conforme a la orden de Faraón, y les suministró víveres para el camino.

Entonces dijo Israel: Basta; José mi hijo vive todavía: iré y le veré antes que yo muera.

Y salió Israel con todo lo que tenía, y vino a Beerseba, y ofreció sacrificios al Dios de su padre Isaac.

Y se levantó Jacob de Beerseba; y tomaron los hijos de Israel a su padre Jacob, y a sus niños, y a sus mujeres, en los carros que Faraón había enviado para llevarlo.

Y éstos son los nombres de los hijos de Israel, que entraron en Egipto, Jacob y sus hijos: Rubén, el primogénito de Jacob.

Y José unció su carro y vino a recibir a Israel su padre a Gosén; y se manifestó a él, y se echó sobre su cuello, y lloró mucho tiempo sobre su cuello.

Entonces Israel dijo a José: Muera yo ahora, ya que he visto tu rostro, pues aún vives.

Así habitó Israel en la tierra de Egipto, en la tierra de Gosén; y tuvieron posesiones en ella, y crecieron y se multiplicaron en gran manera.

Y llegaron los días de Israel para morir, y llamó a José su hijo, y le dijo: Si he hallado ahora gracia en tus ojos, te ruego que pongas tu mano debajo de mi muslo, y harás conmigo misericordia y verdad; te ruego que no me entierres en Egipto;

Y él dijo: Júramelo. Y él le juró. Entonces Israel se inclinó sobre la cabecera de la cama.

Y se le hizo saber a Jacob, diciendo: He aquí tu hijo José viene a ti. Entonces se esforzó Israel, y se sentó sobre la cama;

Y vio Israel los hijos de José, y dijo: ¿Quiénes son éstos?

Y los ojos de Israel estaban tan agravados de la vejez, que no podía ver. Les hizo, pues, acercarse a él, y él los besó y abrazó.

Y dijo Israel a José: No pensaba yo ver tu rostro, y he aquí Dios me ha hecho ver también tu simiente.

Y los tomó José a ambos, Efraín a su derecha, a la izquierda de Israel; y a Manasés a su izquierda, a la derecha de Israel; y les acercó a él.

Entonces Israel extendió su diestra, y la puso sobre la cabeza de Efraín, que era el menor, y su izquierda sobre la cabeza de Manasés, colocando así sus manos adrede, aunque Manasés era el primogénito.

Y los bendijo aquel día, diciendo: En ti bendecirá Israel, diciendo: Dios te haga como a Efraín y como a Manasés. Y puso a Efraín delante de Manasés.

Y dijo Israel a José: He aquí, yo muero, pero Dios estará con vosotros y os hará volver a la tierra de vuestros padres.

Juntaos y oíd, hijos de Jacob; y escuchad a vuestro padre Israel.

Maldito su furor, que fue fiero; y su ira, que fue dura: Yo los apartaré en Jacob, y los esparciré en Israel.

Dan juzgará a su pueblo, como una de las tribus de Israel.

Mas su arco permaneció fuerte, y los brazos de sus manos fueron fortalecidos por las manos del poderoso Dios de Jacob, (De allí es el Pastor, la Roca de Israel),

Todos éstos fueron las doce tribus de Israel: y esto fue lo que su padre les dijo, y los bendijo; a cada uno por su bendición los bendijo.

Y mandó José a sus siervos los médicos que embalsamasen a su padre; y los médicos embalsamaron a Israel.

Y José tomó juramento de los hijos de Israel, diciendo: Dios ciertamente os visitará, y haréis llevar de aquí mis huesos.

Éstos son los nombres de los hijos de Israel, que entraron en Egipto con Jacob; cada uno entró con su familia.

Y los hijos de Israel fructificaron, y crecieron y se multiplicaron, y fueron aumentados y fortalecidos en extremo; y la tierra se llenó de ellos.

y dijo a su pueblo: He aquí, el pueblo de los hijos de Israel es más grande y más fuerte que nosotros:

Pero cuanto más los oprimían, tanto más se multiplicaban y crecían; así que ellos estaban fastidiados de los hijos de Israel.

Y los egipcios hicieron servir a los hijos de Israel con dureza;

El clamor, pues, de los hijos de Israel ha venido delante de mí, y también he visto la opresión con que los egipcios los oprimen.

Y dijo Moisés a Dios: He aquí cuando yo llegue a los hijos de Israel, y les diga: El Dios de vuestros padres me ha enviado a vosotros; si ellos me preguntaren: ¿Cuál es su nombre? ¿Qué les responderé?

Y además dijo Dios a Moisés: Así dirás a los hijos de Israel: Jehová, el Dios de vuestros padres, el Dios de Abraham, Dios de Isaac y Dios de Jacob, me ha enviado a vosotros. Éste es mi nombre para siempre, éste es mi memorial por todas las generaciones.

Ve, y reúne a los ancianos de Israel, y diles: Jehová, el Dios de vuestros padres, el Dios de Abraham, de Isaac, y de Jacob, me apareció, diciendo: De cierto os he visitado, y visto lo que se os hace en Egipto;

Y oirán tu voz; e irás tú, y los ancianos de Israel, al rey de Egipto, y le diréis: Jehová, el Dios de los hebreos, nos ha encontrado; por tanto, nosotros iremos ahora camino de tres días por el desierto, para que ofrezcamos sacrificios a Jehová nuestro Dios.

Después entraron Moisés y Aarón ante Faraón, y le dijeron: Jehová, el Dios de Israel, dice así: Deja ir a mi pueblo a celebrarme fiesta en el desierto.

Y azotaban a los capataces de los hijos de Israel, que los cuadrilleros de Faraón habían puesto sobre ellos, diciendo: ¿Por qué no habéis cumplido vuestra tarea de ladrillo ni ayer ni hoy, como antes?

Y los capataces de los hijos de Israel vinieron a Faraón, y se quejaron a él, diciendo: ¿Por qué lo haces así con tus siervos?

Entonces los capataces de los hijos de Israel se vieron en aflicción, habiéndoseles dicho: No se disminuirá nada de vuestro ladrillo, de la tarea de cada día.

Y asimismo yo he oído el gemido de los hijos de Israel, a quienes hacen servir los egipcios, y me he acordado de mi pacto.

De esta manera habló Moisés a los hijos de Israel: mas ellos no escuchaban a Moisés a causa de la congoja de espíritu, y de la dura servidumbre.

Entra, y habla a Faraón rey de Egipto, que deje ir de su tierra a los hijos de Israel.

Y respondió Moisés delante de Jehová, diciendo: He aquí, los hijos de Israel no me escuchan: ¿cómo, pues, me escuchará Faraón, siendo yo de labios incircuncisos?

Entonces Jehová habló a Moisés y a Aarón, y les dio mandamiento para los hijos de Israel, y para Faraón rey de Egipto, para que sacasen a los hijos de Israel de la tierra de Egipto.

Éstas son las cabezas de las familias de sus padres. Los hijos de Rubén, el primogénito de Israel: Enoc y Falú, Hezrón y Carmi; éstas son las familias de Rubén.

Éste es aquel Aarón y aquel Moisés, a los cuales Jehová dijo: Sacad a los hijos de Israel de la tierra de Egipto por sus escuadrones.

Éstos son los que hablaron a Faraón rey de Egipto, para sacar de Egipto a los hijos de Israel. Moisés y Aarón fueron éstos.

Tú dirás todas las cosas que yo te mande, y Aarón tu hermano hablará a Faraón, para que deje ir de su tierra a los hijos de Israel.

Y Faraón no os oirá; mas yo pondré mi mano sobre Egipto, y sacaré a mis ejércitos, mi pueblo, los hijos de Israel, de la tierra de Egipto, con grandes juicios.

Y Jehová hará separación entre los ganados de Israel y los de Egipto, de modo que nada muera de todo lo de los hijos de Israel.

Y el día siguiente Jehová hizo aquello, y murió todo el ganado de Egipto; mas del ganado de los hijos de Israel no murió uno.

Entonces Faraón envió, y he aquí que del ganado de los hijos de Israel no había muerto uno. Mas el corazón de Faraón se endureció, y no dejó ir al pueblo.

Solamente en la tierra de Gosén, donde los hijos de Israel estaban, no hubo granizo.

Y el corazón de Faraón se endureció, y no dejó ir a los hijos de Israel; como Jehová lo había dicho por medio de Moisés.

Ninguno vio a su prójimo, ni nadie se levantó de su lugar en tres días; mas todos los hijos de Israel tenían luz en sus habitaciones.

Mas entre todos los hijos de Israel, desde el hombre hasta la bestia, ni un perro moverá su lengua: para que sepáis que Jehová hará diferencia entre los egipcios y los israelitas.

Y Moisés y Aarón hicieron todos estos prodigios delante de Faraón: mas Jehová había endurecido el corazón de Faraón, y no envió a los hijos de Israel fuera de su país.

Hablad a toda la congregación de Israel, diciendo: En el diez de este mes tómese cada uno un cordero por las familias de sus padres, un cordero por familia.

Y habéis de guardarlo hasta el día catorce de este mes; y lo inmolará toda la congregación del pueblo de Israel entre las dos tardes.

Siete días comeréis panes sin levadura; y así el primer día haréis que no haya levadura en vuestras casas: porque cualquiera que comiere leudado desde el primer día hasta el séptimo, aquella alma será cortada de Israel.

Por siete días no se hallará levadura en vuestras casas, porque cualquiera que comiere leudado, así extranjero como natural del país, aquella alma será cortada de la congregación de Israel.

Y Moisés convocó a todos los ancianos de Israel, y les dijo: Sacad, y tomaos corderos por vuestras familias, y sacrificad la pascua.

Vosotros responderéis: Es el sacrificio de la Pascua de Jehová, el cual pasó de largo las casas de los hijos de Israel en Egipto, cuando hirió a los egipcios, y libró nuestras casas. Entonces el pueblo se inclinó y adoró.

Y los hijos de Israel se fueron, e hicieron puntualmente así; como Jehová había mandado a Moisés y a Aarón.

E hizo llamar a Moisés y a Aarón de noche, y les dijo: Salid de en medio de mi pueblo vosotros, y los hijos de Israel; e id, servid a Jehová, como habéis dicho.

E hicieron los hijos de Israel conforme al mandamiento de Moisés, demandando a los egipcios joyas de plata, y joyas de oro, y vestiduras.

Y partieron los hijos de Israel de Ramesés a Sucot, como seiscientos mil hombres de a pie, sin contar los niños.

El tiempo que los hijos de Israel habitaron en Egipto, fue cuatrocientos treinta años.

Es noche de guardar para Jehová, por haberlos sacado de la tierra de Egipto. Esta noche deben guardarla para Jehová todos los hijos de Israel en sus generaciones.

Toda la congregación de Israel la guardará.

Así lo hicieron todos los hijos de Israel; como mandó Jehová a Moisés y a Aarón, así lo hicieron.

Y sucedió que en aquel mismo día sacó Jehová a los hijos de Israel de la tierra de Egipto por sus ejércitos.

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