'Llegado' en la Biblia
Date prisa, escápate allá; porque no podré hacer nada hasta que hayas llegado allá. Por esto fue llamado el nombre de la ciudad, Zoar.
Mas Abimelec no se había llegado a ella, y dijo: Señor, ¿matarás también la gente justa?
entonces serás libre de mi juramento, cuando hubieres llegado a mi linaje; y si no te la dieren, serás libre de mi juramento.
Y Jacob respondió al Faraón: Los días de los años de mi peregrinación son ciento treinta años; pocos y malos han sido los días de los años de mi vida, y no han llegado a los días de los años de la vida de mis padres en los días de sus peregrinaciones.
Entonces os dije: Habéis llegado al monte del amorreo, el cual el SEÑOR nuestro Dios nos da.
y lo que ha hecho con vosotros en el desierto, hasta que habéis llegado a este lugar;
Mañana a esta misma hora yo enviaré a ti un varón de la tierra de Benjamín, al cual ungirás por príncipe sobre mi pueblo Israel, para que salve a mi pueblo de mano de los filisteos; porque yo he mirado a mi pueblo, y su clamor ha llegado hasta mí.
Y venían de todos los pueblos a oír la sabiduría de Salomón, y de todos los reyes de la tierra, donde había llegado la fama de su sabiduría.
Había entonces allí un profeta del SEÑOR, que se llamaba Obed, el cual salió delante del ejército cuando entraba en Samaria, y les dijo: He aquí el SEÑOR Dios de vuestros padres, por el enojo contra Judá, los ha entregado en vuestras manos; y vosotros los habéis muerto con ira. Hasta el cielo ha llegado ésto .
Y llegado el mes séptimo, y ya los hijos de Israel en las ciudades, se juntó el pueblo como un varón en Jerusalén.
Porque si absolutamente callares en este tiempo, respiro y liberación tendrán los judíos de otra parte; mas tú y la casa de tu padre pereceréis. ¿Y quién sabe si para esta hora has llegado al reino?
Mas ahora que a ti te ha venido, te es molesto; y cuando ha llegado hasta ti, te turbas.
Porque mi alma está harta de males, y mi vida ha llegado a la sepultura.
Tú levantándote, tendrás misericordia de Sion; porque es tiempo de tener misericordia de ella, porque el plazo es llegado .
Ha llegado a mis oídos de parte del SEÑOR de los ejércitos, que las muchas casas han de quedar asoladas, sin morador las grandes y hermosas.
Porque las vides de Hesbón fueron taladas, y las vides de Sibma; señores de los gentiles hollaron sus generosos sarmientos; que habían llegado hasta Jazer, y se cundieron por el desierto; sus nobles plantas se extendieron; pasaron el mar.
Los cuales le dijeron: Ezequías dice así: Día de angustia, de reprensión y de blasfemia, es este día; porque los hijos han llegado hasta la rotura del agua , y no hay fuerza en la que da a luz.
porque vine, y nadie apareció; llamé, y nadie respondió. ¿Ha llegado a acortarse mi mano, para no redimir? ¿No hay en mí poder para librar? He aquí que con mi reprensión hago secar el mar; torno los ríos en desierto; hasta pudrirse sus peces, y morirse de sed por falta de agua.
Curamos a Babilonia, y no ha sanado; dejadla, y vámonos cada uno a su tierra; porque ha llegado hasta el cielo su juicio, y se ha alzado hasta las nubes.
Y clamó en mis oídos con gran voz, diciendo: Los visitadores de la ciudad han llegado, y cada uno trae en su mano su instrumento para destruir.
En tu sangre que derramaste has pecado, y te has contaminado con tus ídolos que hiciste; y has hecho acercar tus días, y has llegado a tus años; por tanto, te he dado en oprobio a los gentiles, y en escarnio a todas las tierras.
Por tanto, di a la Casa de Israel: Así dijo el Señor DIOS: No lo hago por vosotros, oh Casa de Israel, sino por causa de mi santo Nombre, el cual profanasteis vosotros entre los gentiles adonde habéis llegado.
tú mismo eres , oh rey, que creciste, y te hiciste fuerte, pues creció tu grandeza, y ha llegado hasta el cielo, y tu señorío hasta el cabo de la tierra.
Y mandándolo el rey fueron traídos aquellos varones que habían acusado a Daniel, y fueron echados en el foso de los leones, ellos, sus hijos, y sus mujeres; y aún no habían llegado al suelo del foso, cuando los leones se apoderaron de ellos, y quebrantaron todos sus huesos.
Y el corazón de estos dos reyes será para hacerse mal, y en una misma mesa tratarán mentira; mas no servirá de nada, porque el plazo aún no es llegado.
Y llegado Jesús a casa del principal, viendo los tañedores de flautas, y la multitud que hacía bullicio,
Y llegado a la casa, vinieron a él los ciegos; y Jesús les dice: ¿Creéis que puedo hacer esto? Ellos dicen: Sí, Señor.
Y yendo, predicad, diciendo: El Reino de los cielos ha llegado.
Y si por el Espíritu de Dios yo echo fuera los demonios, ciertamente ha llegado a vosotros el Reino de Dios.
Entonces vino a sus discípulos y les dice: Dormid ya, y descansad; he aquí ha llegado la hora, y el Hijo del hombre es entregado en manos de pecadores.
Levantaos, vamos; he aquí ha llegado el que me ha entregado.
Llegado el sábado, comenzó a enseñar en la sinagoga; y muchos, oyéndole, estaban atónitos, diciendo: ¿De dónde tiene éste estas cosas? ¿Y qué sabiduría es ésta que le es dada, y tales maravillas que por sus manos son hechas?
y sanad los enfermos que en ella hubiere, y decidles: Se ha llegado a vosotros el Reino de Dios.
Aun el polvo que se nos ha pegado de vuestra ciudad sacudimos en vosotros; pero esto sabed, que el Reino de los cielos se ha llegado a vosotros.
Mas si por el dedo de Dios echo yo fuera los demonios, cierto el Reino de Dios ha llegado a vosotros.
Y cuando viereis a Jerusalén cercada de ejércitos, sabed entonces que su destrucción ha llegado.
(Que aún no había llegado Jesús a la aldea, mas estaba en aquel lugar donde Marta le había salido a recibir.)
Y habiendo llegado, y reunida la Iglesia, relataron cuán grandes cosas había hecho Dios con ellos, y cómo había abierto a los gentiles la puerta de la fe.
Entonces los hermanos, luego de noche, enviaron a Pablo y a Silas a Berea; los cuales habiendo llegado, entraron en la sinagoga de los judíos.
Y navegando muchos días despacio, y habiendo apenas llegado delante de Gnido, no dejándonos el viento, navegamos bajo de Creta, junto a Salmón.
e Israel que seguía la ley de justicia, no ha llegado a la ley de la justicia.
La noche ha pasado, y ha llegado el día; echemos, pues, las obras de las tinieblas, y vistámonos las armas de la luz,
¿O ha salido de vosotros la palabra de Dios? ¿O a vosotros solos ha llegado?
Y cuando hubiere llegado, los que aprobareis por cartas, a éstos enviaré que lleven vuestro donativo a Jerusalén.
Porque no nos extendemos demasiado para llegar hasta vosotros; porque también hasta vosotros hemos llegado con el Evangelio del Cristo;
Pero en aquello a que hemos llegado, vamos por la misma regla, sintamos una misma cosa.
el cual ha llegado hasta vosotros, como está por todo el mundo; y fructifica, como también en vosotros, desde el día que oísteis y conocisteis la gracia de Dios en verdad,
Porque no os habéis llegado al monte que se podía tocar, y al fuego encendido, y al turbión, y a la oscuridad, y a la tempestad,
Mas os habéis llegado al monte de Sión, y a la ciudad del Dios viviente, Jerusalén la celestial, y a la compañía de muchos millares de ángeles,
porque sus pecados han llegado hasta el cielo, y Dios se ha acordado de sus maldades.