'Lo' en la Biblia
El primer relato que escribí, Teófilo, {trató} de todo lo que Jesús comenzó a hacer y a enseñar,
A éstos también, después de su padecimiento, se presentó vivo con muchas pruebas convincentes, apareciéndoseles durante cuarenta días y hablándoles de lo concerniente al reino de Dios.
POR LO CUAL MI CORAZON SE ALEGRO Y MI LENGUA SE REGOCIJO; Y AUN HASTA MI CARNE DESCANSARA EN ESPERANZA;
A este Jesús resucitó Dios, de lo cual todos nosotros somos testigos.
Pero Pedro dijo: No tengo plata ni oro, mas lo que tengo, te doy: en el nombre de Jesucristo el Nazareno, ¡anda!
Y asiéndolo de la mano derecha, lo levantó; al instante sus pies y tobillos cobraron fuerza,
Todo el pueblo lo vio andar y alabar a Dios,
y reconocieron que era el mismo que se sentaba a la puerta del templo, la Hermosa, a {pedir} limosna, y se llenaron de asombro y admiración por lo que le había sucedido.
y disteis muerte al Autor de la vida, al que Dios resucitó de entre los muertos, de lo cual nosotros somos testigos.
Y por la fe en su nombre, {es} el nombre de Jesús lo que ha fortalecido a este {hombre} a quien veis y conocéis; y la fe que {viene} por medio de El, le ha dado esta perfecta sanidad en presencia de todos vosotros.
Y ahora, hermanos, yo sé que obrasteis por ignorancia, lo mismo que vuestros gobernantes.
Pero Dios ha cumplido así lo que anunció de antemano por boca de todos los profetas: que su Cristo debería padecer.
a quien el cielo debe recibir hasta el día de la restauración de todas las cosas, acerca de lo cual Dios habló por boca de sus santos profetas desde tiempos antiguos.
porque nosotros no podemos dejar de decir lo que hemos visto y oído.
Y ellos, después de amenazarlos otra vez, los dejaron ir (no hallando la manera de castigarlos) por causa del pueblo, porque todos glorificaban a Dios por lo que había acontecido;
Cuando quedaron en libertad, fueron a los suyos y {les} contaron todo lo que los principales sacerdotes y los ancianos les habían dicho.
Al oír ellos {esto,} unánimes alzaron la voz a Dios y dijeron: Oh, Señor, tú eres el que HICISTE EL CIELO Y LA TIERRA, EL MAR Y TODO LO QUE EN ELLOS HAY,
La congregación de los que creyeron era de un corazón y un alma; y ninguno decía ser suyo lo que poseía, sino que todas las cosas eran de propiedad común.
No había, pues, ningún necesitado entre ellos, porque todos los que poseían tierras o casas las vendían, traían el precio de lo vendido,
y lo depositaban a los pies de los apóstoles, y se distribuía a cada uno según su necesidad.
poseía un campo y {lo} vendió, y trajo el dinero y {lo} depositó a los pies de los apóstoles.
Al oír Ananías estas palabras, cayó y expiró; y vino un gran temor sobre todos los que {lo} supieron.
Y los jóvenes se levantaron y lo cubrieron, y sacándo{lo, le} dieron sepultura.
Después de un lapso como de tres horas entró su mujer, no sabiendo lo que había sucedido.
Y les dijo: Varones de Israel, tened cuidado de lo que vais a hacer con estos hombres.
Porque hace algún tiempo Teudas se levantó pretendiendo ser alguien; y un grupo como de cuatrocientos hombres se unió a él. Y fue muerto, y todos los que lo seguían fueron dispersos y reducidos a nada.
Después de él, se levantó Judas de Galilea en los días del censo, y llevó {mucha} gente tras sí; él también pereció, y todos los que lo seguían se dispersaron.
Lo propuesto tuvo la aprobación de toda la congregación, y escogieron a Esteban, un hombre lleno de fe y del Espíritu Santo, y a Felipe, a Prócoro, a Nicanor, a Timón, a Parmenas y a Nicolás, un prosélito de Antioquía;
Y alborotaron al pueblo, a los ancianos y a los escribas, y cayendo sobre {él}, lo arrebataron y {lo} trajeron en presencia del concilio.
Entonces él salió de la tierra de los caldeos y se radicó en Harán. Y de allí, después de la muerte de su padre, {Dios} lo trasladó a esta tierra en la cual ahora vosotros habitáis.
Y {Dios} le dio el pacto de la circuncisión; y así {Abraham} vino a ser el padre de Isaac, y lo circuncidó al octavo día; e Isaac {vino a ser el padre} de Jacob, y Jacob de los doce patriarcas.
Y los patriarcas tuvieron envidia de José y lo vendieron para Egipto. Pero Dios estaba con él,
y lo rescató de todas sus aflicciones, y le dio gracia y sabiduría delante de Faraón, rey de Egipto, y {éste} lo puso por gobernador sobre Egipto y sobre toda su casa.
Después de ser abandonado {para morir,} la hija de Faraón se lo llevó y lo crió como su propio hijo.
Y al ver que uno {de ellos} era tratado injustamente, lo defendió y vengó al oprimido matando al egipcio.
Pero el que estaba hiriendo a su prójimo lo empujó, diciendo: `` ¿QUIEN TE HA PUESTO POR GOBERNANTE Y JUEZ SOBRE NOSOTROS?
al cual nuestros padres no quisieron obedecer, sino que lo repudiaron, y en sus corazones regresaron a Egipto,
DICIENDO A AARON: ``HAZNOS DIOSES QUE VAYAN DELANTE DE NOSOTROS, PORQUE A ESTE MOISES QUE NOS SACO DE LA TIERRA DE EGIPTO, NO SABEMOS LO QUE LE HAYA PASADO."
Nuestros padres tuvieron el tabernáculo del testimonio en el desierto, tal como {le} había ordenado que lo hiciera Aquél que habló a Moisés, conforme al modelo que había visto.
A su vez, habiéndolo recibido, nuestros padres lo introdujeron con Josué al tomar posesión de las naciones que Dios arrojó de delante de nuestros padres, hasta los días de David.
Y las multitudes unánimes prestaban atención a lo que Felipe decía, al oír y ver las señales que hacía.
Pero Simón respondió y dijo: Rogad vosotros al Señor por mí, para que no me sobrevenga nada de lo que habéis dicho.
Cuando Felipe se acercó corriendo, le oyó leer al profeta Isaías, y {le} dijo: ¿Entiendes lo que lees?
El pasaje de la Escritura que estaba leyendo era éste: COMO OVEJA FUE LLEVADO AL MATADERO; Y COMO CORDERO, MUDO DELANTE DEL QUE LO TRASQUILA, NO ABRE EL SU BOCA.
Y mandó parar el carruaje; ambos descendieron al agua, Felipe y el eunuco, y lo bautizó.
Al salir ellos del agua, el Espíritu del Señor arrebató a Felipe; y no lo vio más el eunuco, que continuó su camino gozoso.
levántatequé quieres que yo haga? Y el Señor le dijo: Levántate}>>, entra en la ciudad, y se te dirá lo que debes hacer.
Saulo se levantó del suelo, y aunque sus ojos estaban abiertos, no veía nada; y llevándolo por la mano, lo trajeron a Damasco.
Y todos los que {lo} escuchaban estaban asombrados y decían: ¿No es éste el que en Jerusalén destruía a los que invocaban este nombre, y {el que} había venido aquí con este propósito: para llevarlos atados ante los principales sacerdotes?
pero sus discípulos lo tomaron de noche y lo sacaron por {una abertura en} la muralla, bajándolo en una canasta.
Pero Bernabé lo tomó y lo presentó a los apóstoles, y les contó cómo {Saulo} había visto al Señor en el camino, y que El le había hablado, y cómo en Damasco había hablado con valor en el nombre de Jesús.
Pero cuando los hermanos {lo} supieron, lo llevaron a Cesarea, y {de allí} lo enviaron a Tarso.
Todos los que vivían en Lida y en Sarón lo vieron, y se convirtieron al Señor.
Y sucedió que en aquellos días se enfermó y murió; y lavado {su cuerpo,} lo pusieron en un aposento alto.
Entonces Pedro se levantó y fue con ellos. Cuando llegó, lo llevaron al aposento alto, y todas las viudas lo rodearon llorando, mostrando todas las túnicas y ropas que Dorcas solía hacer cuando estaba con ellas.
De nuevo, por segunda vez, {llegó} a él una voz: Lo que Dios ha limpiado, no {lo} llames tú impuro.
Mientras Pedro estaba perplejo {pensando} en lo que significaría la visión que había visto, he aquí, los hombres que habían sido enviados por Cornelio, después de haber preguntado por la casa de Simón, aparecieron a la puerta;
Entonces los invitó a entrar y los hospedó. Al día siguiente se levantó y fue con ellos, y algunos de los hermanos de Jope lo acompañaron.
Y sucedió que cuando Pedro iba a entrar, Cornelio salió a recibirlo, y postrándose a sus pies, {lo} adoró.
Mas Pedro lo levantó, diciendo: Ponte de pie; yo también soy hombre.
Por tanto, envié por ti al instante, y has hecho bien en venir. Ahora, pues, todos nosotros estamos aquí presentes delante de Dios, para oír todo lo que el Señor te ha mandado.
sino que en toda nación el que le teme y hace lo justo, le es acepto.
vosotros mismos sabéis lo que ocurrió en toda Judea, comenzando desde Galilea, después del bautismo que Juan predicó.
¿Puede acaso alguien negar el agua para que sean bautizados éstos que han recibido el Espíritu Santo lo mismo que nosotros?
Entonces Pedro comenzó a explicarles en orden {lo sucedido}, diciendo:
Cuando fijé mis ojos en él y lo observaba, vi cuadrúpedos terrestres, fieras, reptiles y aves del cielo.
Pero una voz del cielo respondió por segunda vez: ``Lo que Dios ha limpiado, no lo llames tú impuro."
Cuando comencé a hablar, el Espíritu Santo descendió sobre ellos, tal como {lo hizo} sobre nosotros al principio.
y cuando lo encontró, lo trajo a Antioquía. Y se reunieron con la iglesia por todo un año, y enseñaban a las multitudes; y a los discípulos se les llamó cristianos por primera vez en Antioquía.
Los discípulos, conforme a lo que cada uno tenía, determinaron enviar {una contribución} para el socorro de los hermanos que habitaban en Judea.
Y así lo hicieron, mandándola a los ancianos por mano de Bernabé y de Saulo.
Y habiéndolo tomado preso, lo puso en la cárcel, entregándolo a cuatro piquetes de soldados para que lo guardaran, con la intención de llevarlo ante el pueblo después de la Pascua.
Y he aquí, se le apareció un ángel del Señor, y una luz brilló en la celda; y {el ángel} tocó a Pedro en el costado, y lo despertó diciendo: Levántate pronto. Y las cadenas cayeron de sus manos.
Y el ángel le dijo: Vístete y ponte las sandalias. Y así lo hizo. Y le dijo* {el ángel:} Envuélvete en tu manto y sígueme.
Y saliendo, {lo} seguía, y no sabía que lo que hacía el ángel era de verdad, sino que creía ver una visión.
Cuando Pedro volvió en sí, dijo: Ahora sé en verdad que el Señor ha enviado a su ángel, y me ha rescatado de la mano de Herodes y de todo lo que esperaba el pueblo de los judíos.
Mas Pedro continuaba llamando; y cuando ellos abrieron, lo vieron y se asombraron.
Y haciéndoles señal con la mano para que guardaran silencio, les contó cómo el Señor lo había sacado de la cárcel. Y {les} dijo: Informad de estas cosas a Jacobo y a los hermanos. Entonces salió, y se fue a otro lugar.
Y Herodes, después de buscarlo y no encontrar{lo,} interrogó a los guardias y ordenó que los llevaran {para ejecutarlos}. Después descendió de Judea a Cesarea, y se quedó allí por un tiempo.
Al instante un ángel del Señor lo hirió, por no haber dado la gloria a Dios; y murió comido de gusanos.
Ahora, he aquí, la mano del Señor está sobre ti; te quedarás ciego y no verás el sol por algún tiempo. Al instante niebla y oscuridad cayeron sobre él, e iba buscando quien lo guiara de la mano.
Entonces el procónsul, cuando vio lo que había sucedido, creyó, maravillado de la doctrina del Señor.
Y cuando habían cumplido todo lo que estaba escrito acerca de El, le bajaron de la cruz y le pusieron en un sepulcro.
Pero cuando los judíos vieron la muchedumbre, se llenaron de celo, y blasfemando, contradecían lo que Pablo decía.
Porque así nos lo ha mandado el Señor: TE HE PUESTO COMO LUZ PARA LOS GENTILES, A FIN DE QUE LLEVES LA SALVACION HASTA LOS CONFINES DE LA TIERRA.
Cuando la multitud vio lo que Pablo había hecho, alzaron la voz, diciendo en el idioma de Licaonia: Los dioses se han hecho semejantes a hombres y han descendido a nosotros.
Pero cuando lo oyeron los apóstoles Bernabé y Pablo, rasgaron sus ropas y se lanzaron en medio de la multitud, gritando
y diciendo: Varones, ¿por qué hacéis estas cosas? Nosotros también somos hombres de igual naturaleza que vosotros, y os anunciamos el evangelio para que os volváis de estas cosas vanas a un Dios vivo, QUE HIZO EL CIELO, LA TIERRA, EL MAR, Y TODO LO QUE EN ELLOS HAY;
Pero vinieron {algunos} judíos de Antioquía y de Iconio, y habiendo persuadido a la multitud, apedrearon a Pablo y lo arrastraron fuera de la ciudad, pensando que estaba muerto.
Pero mientras los discípulos lo rodeaban, él se levantó y entró en la ciudad. Y al día siguiente partió con Bernabé a Derbe.
Cuando llegaron a Jerusalén, fueron recibidos por la iglesia, los apóstoles y los ancianos, e informaron de todo lo que Dios había hecho con ellos.
Y Dios, que conoce el corazón, les dio testimonio dándoles el Espíritu Santo, así como también {nos lo dio} a nosotros;
Creemos más bien que somos salvos por la gracia del Señor Jesús, de la misma manera que ellos también lo son.
DESPUES DE ESTO VOLVERE, Y REEDIFICARE EL TABERNACULO DE DAVID QUE HA CAIDO. Y REEDIFICARE SUS RUINAS, Y LO LEVANTARE DE NUEVO,
sino que les escribamos que se abstengan de cosas contaminadas por los ídolos, de fornicación, de lo estrangulado y de sangre.
Porque Moisés desde generaciones antiguas tiene en cada ciudad quienes lo prediquen, pues todos los días de reposo es leído en las sinagogas.
que os abstengáis de cosas sacrificadas a los ídolos, de sangre, de lo estrangulado y de fornicación. Si os guardáis de tales cosas, bien haréis. Pasadlo bien.
Pablo quiso que éste fuera con él, y lo tomó y lo circuncidó por causa de los judíos que había en aquellas regiones, porque todos sabían que su padre era griego.
y cuando llegaron a Misia, intentaron ir a Bitinia, pero el Espíritu de Jesús no se lo permitió.