1709 casos en 6 traducciones

'Lo' en la Biblia

Tomando de la mano al ciego, lo sacó fuera de la aldea; y después de escupir en sus ojos y de poner las manos sobre él, le preguntó: ¿Ves algo?

Entonces {Jesús} puso otra vez las manos sobre sus ojos, y él miró fijamente y fue restaurado; y lo veía todo con claridad.

Y le envió a su casa, diciendo: No entres en la aldea, ni lo digas a nadie en la aldea.

Y les decía estas palabras claramente. Entonces Pedro Lo llevó aparte y comenzó a reprender a Jesús.

Y descendiendo ellos del monte, les mandó que a nadie dijeran lo que habían visto, sino cuando el Hijo del hombre hubiera resucitado de los muertos.

Y se guardaron para sí lo dicho, discutiendo entre sí qué significaría resucitar de entre los muertos.

Y le preguntaron, diciendo: ¿Qué es lo que los escribas dicen, que es necesario que Elías venga antes?

Enseguida, cuando toda la multitud vio a Jesús, quedó sorprendida, y corriendo hacia El, Lo saludaban.

y siempre que se apodera de él, lo derriba, y echa espumarajos, cruje los dientes y se va consumiendo. Y dije a tus discípulos que lo expulsaran, pero no pudieron.

Y se lo trajeron; y cuando le vio, luego el espíritu le desgarraba; y cayendo en tierra, se revolcaba, echando espumarajos.

Y muchas veces lo ha echado en el fuego y también en el agua para destruirlo. Pero si tú puedes hacer algo, ten misericordia de nosotros y ayúdanos.

Pero Jesús, tomándolo de la mano, lo levantó, y él se puso en pie.

Y habiendo salido de allí, caminaron juntos por Galilea: y no quería que nadie lo supiera.

Y tomando un niño, lo puso en medio de ellos; y tomándole en sus brazos, les dice:

Y él le dijo: Maestro, todo esto lo he guardado desde mi juventud.

{Entonces} Pedro comenzó a decirle: He aquí, nosotros lo hemos dejado todo y te hemos seguido.

E iban por el camino subiendo a Jerusalén, y Jesús iba delante de ellos; y estaban perplejos, y los que le seguían tenían miedo. Y tomando aparte de nuevo a los doce, comenzó a decirles lo que le iba a suceder:

``Ahora subimos a Jerusalén, y el Hijo del Hombre será entregado a los principales sacerdotes y a los escribas, y Lo condenarán a muerte y Lo entregarán a los Gentiles.

"Se burlarán de El y Le escupirán, Lo azotarán y Lo matarán, y tres días después resucitará."

Entonces Jacobo y Juan, hijos de Zebedeo, se llegaron a él, diciendo: Maestro, querríamos que nos hagas lo que pidiéremos.

Entonces Jesús les dijo: No sabéis lo que pedís. ¿Podéis beber el vaso que yo bebo, o ser bautizados del bautismo de que yo soy bautizado?

Cuando lo oyeron los diez, comenzaron a enojarse contra Jacobo y Juan.

Y muchos lo reprendían para que se callara, pero él gritaba mucho más: ¡Hijo de David, ten misericordia de mí!

``Vete, tu fe te ha sanado," le dijo Jesús. Al instante el ciego recobró la vista, y Lo seguía por el camino.

Y si alguien os dijere: ¿Por qué hacéis eso? Decid que el Señor lo necesita; y luego lo enviará acá.

Ellos fueron y encontraron un pollino atado junto a la puerta, afuera en la calle, y lo desataron*.

Los que iban delante y los que Lo seguían, gritaban: `` ¡Hosanna! BENDITO EL QUE VIENE EN EL NOMBRE DEL SEÑOR;

Entonces Jesús respondiendo, dijo a la higuera: Nunca más coma nadie fruto de ti para siempre. Y lo oyeron sus discípulos.

Y lo oyeron los escribas y los príncipes de los sacerdotes, y procuraban cómo le matarían; porque le tenían miedo, porque toda la multitud estaba maravillada de su doctrina.

Porque de cierto os digo que cualquiera que dijere a este monte: Quítate, y échate en el mar, y no dudare en su corazón, mas creyere que será hecho lo que dice, lo que dijere le será hecho.

Pero ellos, echándole mano, lo golpearon y lo enviaron con las manos vacías.

De nuevo les mandó otro siervo, y a él lo hirieron en la cabeza y lo trataron vergonzosamente.

Y envió a otro y a éste lo mataron; y {así con} otros muchos, golpeando a unos y matando a otros.

Teniendo pues aún un hijo suyo amado, lo envió también a ellos el postrero, diciendo: Tendrán en reverencia a mi hijo.

Y echándole mano, lo mataron y lo arrojaron fuera de la viña.

{Se lo} trajeron, y El les dijo*: ¿De quién es esta imagen y la inscripción? Y ellos le dijeron: Del César.

"David mismo Lo llama `Señor.' ¿En qué sentido es, pues, su hijo?" Y la gran multitud Lo escuchaba con gusto.

porque todos han echado de lo que les sobra; mas ésta, de su pobreza echó todo lo que tenía, todo su alimento.

"Entonces, si alguien les dice: `Miren, aquí {está} el Cristo (el Mesías),' o: `Miren, allí {está},' no {lo} crean.

Y lo que a vosotros digo, a todos lo digo: ¡Velad!

Y estando él en Betania, en casa de Simón el leproso, y sentado a la mesa, vino una mujer teniendo un alabastro de ungüento de nardo espique de mucho precio; y quebrando el alabastro, se lo derramó sobre su cabeza.

Y en verdad os digo: Dondequiera que el evangelio se predique en el mundo entero, también se hablará de lo que ésta ha hecho, para memoria suya.

De cierto os digo que no beberé más del fruto de la vid, hasta aquel día, cuando lo beberé nuevo en el Reino de Dios.

Entonces Pedro le dijo: Aunque todos se aparten, yo, sin embargo, no {lo haré.}

Mas él con mayor porfía decía: Si me fuere menester morir contigo, no te negaré. También todos decían lo mismo.

Y el que Lo entregaba les había dado una señal, diciendo: ``Al que yo bese, Ese es; Lo prenden y se Lo llevan con seguridad."

Cuando llegó Judas, inmediatamente se acercó a Jesús y le dijo: `` ¡Rabí (Maestro)!" Y Lo besó.

Entonces ellos echaron mano a Jesús y Lo prendieron.

Cierto joven le seguía, vestido {sólo} con una sábana sobre {su cuerpo} desnudo; y lo prendieron*;

Pedro Lo siguió de lejos hasta dentro del patio del sumo sacerdote y se sentó con los guardias, calentándose al fuego.

Y los príncipes de los sacerdotes y todo el concilio buscaban algún testimonio contra Jesús, para entregarle a la muerte; pero no lo hallaban.

"Han oído la blasfemia; ¿qué les parece?" Y todos Lo condenaron, {diciendo} que era digno de muerte.

Y algunos comenzaron a escupir a Jesús, Le cubrían el rostro y Le daban puñetazos, y Le decían: `` ¡Profetiza!" También los guardias Lo recibieron a bofetadas.

y al ver a Pedro calentándose, lo miró y dijo*: Tú también estabas con Jesús el Nazareno.

Mas él negó, diciendo: No lo conozco, ni sé lo que dices. Y salió fuera a la entrada; y cantó el gallo.

Cuando la sirvienta lo vio, de nuevo comenzó a decir a los que estaban allí: Este es {uno} de ellos.

Pero él lo negó otra vez. Y poco después los que estaban allí volvieron a decirle a Pedro: Seguro que tú eres {uno} de ellos, pues también eres galileo.

Y los principales sacerdotes Lo acusaban de muchas cosas.

Lo vistieron de púrpura, y después de tejer una corona de espinas, se la pusieron;

Después de haberse burlado de Jesús, Le quitaron el manto de púrpura, Le pusieron Sus ropas y Lo sacaron para que fuera crucificado.

Lo llevaron al lugar {llamado} Gólgota, que traducido significa Lugar de la Calavera.

Cuando le crucificaron*, se repartieron* sus vestidos, echando suertes sobre ellos {para decidir} lo que cada uno tomaría.

Y los que pasaban le denostaban, meneando sus cabezas, y diciendo: ¡Ah! Tú que derribas el Templo de Dios, y en tres días lo edificas,

"Que este Cristo, el Rey de Israel, descienda ahora de la cruz, para que veamos y creamos." Y los que estaban crucificados con El {también} Lo insultaban.

Algunos de los que estaban allí, al oír{lo,} decían: Mirad, a Elías llama.

Entonces uno corrió y empapó una esponja en vinagre, y poniéndola en una caña, dio a Jesús a beber, diciendo: ``Dejen, veamos si Elías Lo viene a bajar."

las cuales cuando Jesús estaba en Galilea, Lo seguían y Le servían; y {había} muchas otras que habían subido con El a Jerusalén.

quien compró un lienzo de lino, y bajando el cuerpo {de la cruz,} Lo envolvió en el lienzo de lino y Lo puso en un sepulcro que había sido excavado en la roca; e hizo rodar una piedra a la entrada del sepulcro.

Y María Magdalena y María, la {madre} de José, miraban {para saber} dónde Lo ponían.

Pero él les dijo: ``No se asusten; ustedes buscan a Jesús el Nazareno, el que fue crucificado. Ha resucitado, no está aquí; miren el lugar donde Lo pusieron.

"Pero vayan, digan a Sus discípulos y a Pedro: `El va delante de ustedes a Galilea; allí Lo verán, tal como les dijo.'"

Yendo ella, lo hizo saber a los que habían estado con él, que estaban tristes y llorando.

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