49 casos en 6 traducciones

'Luego' en la Biblia

Entraron en Capernaum; y luego los sábados, entrando en la sinagoga, enseñaba.

Y luego saliendo de la sinagoga, vinieron a casa de Simón y de Andrés, con Jacobo y Juan.

Y la suegra de Simón estaba acostada con fiebre; y le hablaron luego de ella.

Entonces llegando él, la tomó de su mano y la levantó; y luego la dejó la fiebre, y les servía.

Y cuando fué la tarde, luego que el sol se puso, traían á él todos los que tenían mal, y endemoniados;

Y así que hubo él hablado, la lepra se fue luego de aquel, y fue limpio.

Otra parte cayó en pedregales, donde no tenía mucha tierra; y luego salió, porque no tenía la tierra profundidad;

Y asimismo éstos son los que son sembrados en pedregales: los que cuando han oído la Palabra, luego la toman con gozo;

pero no tienen raíz en sí, antes son temporales, que levantándose la tribulación o la persecución por causa de la Palabra, luego se escandalizan.

Porque de suyo fructifica la tierra, primero hierba, luego espiga, después grano lleno en la espiga;

y cuando el fruto fuere producido, luego se mete la hoz, porque la siega es llegada.

Y salido él del barco, luego le salió al encuentro un hombre de los sepulcros, con un espíritu inmundo,

Y luego Jesús se lo permitió. Y saliendo aquellos espíritus inmundos, entraron en los puercos, y la manada cayó por un despeñadero en el mar; los cuales eran como dos mil; y en el mar se ahogaron.

Y vino uno de los príncipes de la sinagoga, llamado Jairo; y luego que le vio, se postró a sus pies,

Y luego Jesús, conociendo en sí mismo la virtud que había salido de él, volviéndose a la multitud, dijo: ¿Quién ha tocado mis vestidos?

Y luego la muchacha se levantó, y andaba; porque era de doce años. Y se espantaron de grande espanto.

Y luego apuró a sus discípulos a subir en el barco, e ir delante de él a Betsaida en la otra ribera, entre tanto que él despedía la multitud.

Porque una mujer, cuya hija tenía un espíritu inmundo, luego que oyó de él, vino y se echó a sus pies.

Luego le puso otra vez las manos sobre sus ojos, y le hizo que mirara; y fue sano, y vio de lejos y claramente a todos.

Y luego, como miraron, no vieron más a nadie consigo, sino a Jesús solo.

Y luego toda la multitud, viéndole, se espantó, y corriendo a él, le saludaron.

Y se lo trajeron; y cuando le vio, luego el espíritu le desgarraba; y cayendo en tierra, se revolcaba, echando espumarajos.

Y les dice: Id al lugar que está delante de vosotros, y luego entrados en él, hallaréis un pollino atado, sobre el cual ningún hombre ha subido; desatadlo y traedlo.

Y si alguien os dijere: ¿Por qué hacéis eso? Decid que el Señor lo necesita; y luego lo enviará acá.

Luego llamándole el mismo David, Señor, ¿de dónde, pues, es su hijo? Y muchas personas le oían de buena gana.

Y luego, aún hablando él, vino Judas, que era uno de los doce, y con él una multitud con espadas y palos, de parte de los príncipes de los sacerdotes, y de los escribas y de los ancianos.

Y como vino, se acercó luego a él, y le dijo: Maestro, Maestro. Y le besó.

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