'Mire' en la Biblia
entonces responderás: `Son de su siervo Jacob. Es un presente enviado a mi señor Esaú. Mire, él también {viene} detrás de nosotros.'"
y dirán: `Mire, su siervo Jacob también {viene} detrás de nosotros.'" Pues dijo: ``Lo apaciguaré con el presente que va delante de mí. Y después veré su rostro; quizá me acepte."
y les dijeron: ``Mire el SEÑOR sobre ustedes y {los} juzgue, pues {nos} han hecho odiosos ante los ojos de Faraón y ante los ojos de sus siervos, poniéndo{les} una espada en la mano para que nos maten."
El SEÑOR dijo a Moisés: ``Hazte una {serpiente} abrasadora y ponla sobre un asta; y acontecerá que cuando todo el que sea mordido la mire, vivirá."
Y dijo David a Saúl: `` ¿Por qué escucha usted las palabras de los hombres, que dicen: `Mire que David procura su mal'?
"Mire, padre mío, mire la orilla de su manto en mi mano. Puesto que corté la orilla de su manto y no lo maté, reconozca y vea que no hay maldad ni rebelión en mis manos y que no he pecado contra usted, a pesar de que usted acecha mi vida para quitármela.
"Ahora pues, reflexione y mire lo que ha de hacer, porque el mal {ya} está determinado contra nuestro señor y contra toda su casa, y él es un hombre tan indigno que nadie puede hablarle."
La mujer se acercó a Saúl, y viendo que estaba aterrorizado, le dijo: ``Mire, su sierva le ha obedecido y he puesto mi vida en peligro al oír las palabras que usted me habló.
"Quizá el SEÑOR mire mi aflicción y me devuelva bien por su maldición de hoy."
Y Arauna dijo a David: ``Tome y ofrezca mi señor el rey lo {que parezca} bien a sus ojos. Mire, los bueyes para el holocausto, y los trillos y los yugos de los bueyes para la leña.
Cuando todo Israel {vio} que el rey no les escuchaba, el pueblo respondió al rey: `` ¿Qué parte tenemos nosotros con David? No {tenemos} herencia con el hijo de Isaí. ¡A tus tiendas, Israel! ¡Mire ahora por su casa, David!" Y todo Israel se fue a sus tiendas.
Los hijos de los profetas dijeron a Eliseo: ``Mire, el lugar en que habitamos con usted es muy estrecho para nosotros.
Entonces se congregó todo Israel alrededor de David en Hebrón, y le dijeron: ``Mire, somos hueso suyo y carne suya.
Ornán respondió a David: ``Tóme{lo} para usted, y que mi señor el rey haga lo que sea bueno ante sus ojos. Mire, daré los bueyes para holocaustos y los trillos para leña y el trigo para la ofrenda de cereal; {lo} daré todo."
Cuando todo Israel {vio} que el rey no los escuchaba, el pueblo respondió al rey: `` ¿Qué parte tenemos nosotros con David? No {tenemos} herencia con el hijo de Isaí. ¡Cada uno a su tienda, Israel! ¡Mire ahora por su casa, David!" Y todo Israel se fue a sus tiendas.
Cuando {lo} vi, reflexioné sobre ello; Miré, {y} recibí instrucción.
Miré, y no había quien ayudara, Me asombré de que no hubiera quien apoyara. Entonces Mi propio brazo obtuvo salvación por Mí, Y fue Mi propio furor el que Me sostuvo.
Miré a la tierra, y {estaba} sin orden y vacía; Y a los cielos, y no tenían luz.
Miré a los montes, y temblaban, Y todas las colinas se estremecían.
Miré, y no había hombre alguno, Y todas las aves del cielo habían huido.
Miré, y la tierra fértil (el Carmelo) era un desierto, Y todas sus ciudades estaban arrasadas Delante del SEÑOR, delante del ardor de Su ira.
En esto me desperté y miré, y mi sueño me resultó agradable.
Hasta que el SEÑOR mire Y vea desde los cielos.
Miré a los seres vivientes, y vi que había una rueda en la tierra junto a {cada uno de} los seres vivientes de cuatro caras.
Entonces miré que una mano estaba extendida hacia mí, y en ella {había} un libro (un rollo).
Entonces miré, y vi una figura con aspecto de hombre; desde Sus lomos para abajo {tenía} la apariencia de fuego, y desde Sus lomos para arriba {tenía} la apariencia de un resplandor, como el aspecto de un metal refulgente.
Después me llevó a la entrada del atrio, y miré que {había} un agujero en el muro.
Entré, pues, y miré; y vi grabados en el muro, por todo alrededor, toda clase de reptiles y bestias {y} cosas abominables, y todos los ídolos de la casa de Israel.
Después miré, y en el firmamento que {estaba} sobre las cabezas de los querubines, {vi} que apareció sobre ellos como una piedra de zafiro de apariencia semejante a un trono.
Entonces miré, y vi cuatro ruedas junto a los querubines, cada rueda junto a cada querubín; el aspecto de las ruedas {era} como el brillo de una piedra de Tarsis.
Y miré que {había} tendones sobre ellos, creció la carne y la piel los cubrió, pero no {había} espíritu en ellos.
Luego me llevó por el camino de la puerta del norte al frente del templo; miré que la gloria del SEÑOR llenaba la casa del SEÑOR, y me postré sobre mi rostro.
Cuando miré en la visión, sucedió que al mirar, yo {me encontraba} en la ciudadela de Susa, que {está} en la provincia de Elam, y vi en la visión que yo estaba junto al Río Ulai.
Alcé, pues, mis ojos y miré que un carnero estaba delante del río. Tenía dos cuernos, y los dos cuernos {eran} altos, pero uno {era} más alto que el otro, y el más alto creció el último.
alcé los ojos y miré, y había un hombre vestido de lino, cuya cintura estaba ceñida con {un cinturón de} oro puro de Ufaz.
Entonces yo, Daniel, miré, y vi que otros dos estaban de pie, uno a este lado del río, y el otro al otro lado del río.
Esto me mostró el Señor DIOS: {Miré} una canasta de fruta de verano,
Después alcé mis ojos y miré cuatro cuernos.
Entonces alcé los ojos y miré a un hombre con un cordel de medir en la mano.
Alcé de nuevo mis ojos y miré un rollo que volaba.
Luego alcé los ojos y miré dos mujeres que salían con el viento en sus alas. Tenían alas como alas de cigüeña, y alzaron el efa (la cesta) entre la tierra y el cielo.
"Pero Yo les digo que todo el que mire a una mujer para codiciarla ya cometió adulterio con ella en su corazón.
"Y llegando el que había recibido los cinco talentos, trajo otros cinco talentos, diciendo: `Señor, usted me entregó cinco talentos; mire, he ganado otros cinco talentos.'
"Llegando también el de los dos talentos, dijo: `Señor, usted me entregó dos talentos; mire, he ganado otros dos talentos.'
y tuve miedo, y fui y escondí su talento en la tierra; mire, {aquí} tiene lo que es suyo.'
vino a mí, y poniéndose {a mi lado,} me dijo: `Hermano Saulo, recibe la vista.' En ese mismo instante {alcé los ojos y} lo miré.
Después de esto miré, y vi una puerta abierta en el cielo. Y la primera voz que yo había oído, como {sonido} de trompeta que hablaba conmigo, decía: ``Sube acá y te mostraré las cosas que deben suceder después de éstas."
Miré, y vi entre el trono (con los cuatro seres vivientes) y los ancianos, a un Cordero, de pie, como inmolado, que tenía siete cuernos y siete ojos, que son los siete Espíritus de Dios enviados por toda la tierra.
Y miré, y oí la voz de muchos ángeles alrededor del trono y {de} los seres vivientes y {de} los ancianos. El número de ellos era miríadas de miríadas, y millares de millares,
Miré, y había un caballo blanco. El que estaba montado en él tenía un arco. Se le dio una corona, y salió conquistando y para conquistar.
Cuando el Cordero abrió el tercer sello, oí al tercer ser viviente que decía: ``Ven." Y miré, y había un caballo negro. El que estaba montado en él tenía una balanza en la mano.
Y miré, y había un caballo amarillento. El que estaba montado en él se llamaba Muerte, y el Hades (región de los muertos) lo seguía. Y se les dio autoridad sobre la cuarta parte de la tierra, para matar con espada, con hambre, con pestilencia y con las fieras de la tierra.
Después de esto miré, y vi una gran multitud, que nadie podía contar, de todas las naciones, tribus, pueblos, y lenguas, de pie delante del trono y delante del Cordero, vestidos con vestiduras blancas y con palmas en las manos.
Entonces miré, y oí volar un águila en medio del cielo, que decía a gran voz: `` ¡Ay, ay, ay, de los que habitan en la tierra, a causa de los toques de trompeta que faltan, que los otros tres ángeles están para tocar!"
Miré que el Cordero estaba de pie sobre el Monte Sion, y con El 144,000 que tenían el nombre del Cordero y el nombre de Su Padre escrito en la frente.
Y miré, y había una nube blanca, y en la nube {estaba} sentado uno semejante al Hijo del Hombre, que tenía en la cabeza una corona de oro, y en la mano una hoz afilada.
Después de estas cosas miré, y se abrió el templo del tabernáculo del testimonio en el cielo.