'Nuestro' en la Biblia
{y} que fue declarado Hijo de Dios con {un acto de} poder, conforme al Espíritu de santidad, por (como resultado de) la resurrección de entre los muertos: nuestro Señor Jesucristo.
A todos los amados de Dios que están en Roma, llamados {a ser} santos: Gracia y paz a ustedes de parte de Dios nuestro Padre y del Señor Jesucristo.
¿Qué diremos, entonces, que halló Abraham, nuestro padre (antepasado) según la carne?
También Abraham es padre de la circuncisión para aquéllos que no solamente son de la circuncisión, sino que también siguen en los pasos de la fe que tenía nuestro padre Abraham cuando era incircunciso.
sino también por nosotros, a quienes será contada, {como} los que creen en Aquél que levantó de los muertos a Jesús nuestro Señor,
Por tanto, habiendo sido justificados por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo,
Y no sólo {esto,} sino que también nos gloriamos en Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo, por quien ahora hemos recibido la reconciliación.
para que así como el pecado reinó en la muerte, así también la gracia reine por medio de la justicia para vida eterna, mediante Jesucristo nuestro Señor.
Sabemos esto, que nuestro viejo hombre fue crucificado con {Cristo}, para que nuestro cuerpo de pecado fuera destruido, a fin de que ya no seamos esclavos del pecado;
Porque la paga del pecado es muerte, pero la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro.
Porque mientras estábamos en la carne, las pasiones pecaminosas {despertadas} por la Ley, actuaban en los miembros de nuestro cuerpo a fin de llevar fruto para muerte.
Gracias a Dios, por Jesucristo Señor nuestro. Así que yo mismo, por un lado, con la mente sirvo a la ley de Dios, pero por el otro, con la carne, a la ley del pecado.
El Espíritu mismo da testimonio a nuestro espíritu de que somos hijos de Dios.
Y no sólo {ella}, sino que también nosotros mismos, que tenemos las primicias del Espíritu, aun nosotros mismos gemimos en nuestro interior, aguardando ansiosamente la adopción como hijos, la redención de nuestro cuerpo.
ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios que es en Cristo Jesús Señor nuestro.
Y no sólo {esto}, sino que también Rebeca concibió {mellizos} de uno, nuestro padre Isaac.
Sin embargo, no todos hicieron caso al evangelio, porque Isaías dice: ``SEÑOR, ¿QUIEN HA CREIDO A NUESTRO ANUNCIO?"
para que unánimes, a una voz, glorifiquen al Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo (el Mesías).
Les ruego, hermanos, por nuestro Señor Jesucristo y por el amor del Espíritu, que se esfuercen juntamente conmigo en sus oraciones a Dios por mí,
Saluden a Urbano, nuestro colaborador en Cristo, y a mi querido {hermano} Estaquis.
Porque los tales son esclavos, no de Cristo nuestro Señor, sino de sus propios apetitos, y por medio de palabras suaves y lisonjeras engañan los corazones de los ingenuos.
Y el Dios de paz aplastará pronto a Satanás debajo de los pies de ustedes. La gracia de nuestro Señor Jesucristo sea con ustedes.
La gracia de nuestro Señor Jesucristo sea con todos ustedes. Amén.