85 casos

'Oye' en la Biblia

Concibió de nuevo y dio a luz un hijo, y dijo: ``Por cuanto el SEÑOR ha oído que soy aborrecida, me ha dado también este {hijo."} Así que le puso por nombre Simeón (El que oye).

y su marido se entera de ello y no le dice nada el día en que {lo} oye, entonces su voto permanecerá firme, y las obligaciones que se ha impuesto, serán firmes.

Entonces llamó Moisés a todo Israel y les dijo: ``Oye, oh Israel, los estatutos y ordenanzas que hablo hoy a oídos de ustedes, para que los aprendan y pongan por obra.

~`Acércate tú, y oye lo que el SEÑOR nuestro Dios dice; entonces dinos todo lo que el SEÑOR nuestro Dios te diga, y {lo} escucharemos y {lo} haremos.'

``Oye, Israel: Hoy vas a pasar el Jordán para entrar a desposeer a naciones más grandes y más poderosas que tú, ciudades grandes y fortificadas hasta el cielo,

y les dirá: `Oye, Israel, hoy ustedes se acercan a la batalla contra sus enemigos; no desmaye su corazón; no teman ni se alarmen, ni se aterroricen delante de ellos,

Entonces Booz dijo a Rut: ``Oye, hija mía. No vayas a espigar a otro campo; tampoco pases de aquí, sino quédate con mis criadas.

Booz subió a la puerta y allí se sentó, y cuando el pariente más cercano de quien Booz había hablado iba pasando, le dijo: ``Oye, amigo, ven acá y siéntate." Y él vino y se sentó.

"Ahora pues, oye su voz. Sin embargo, les advertirás solemnemente y les harás saber el proceder del rey que reinará sobre ellos."

Y Elías dijo a Acab: ``Sube, come y bebe; porque se oye el estruendo de {mucha} lluvia."

Eliseo estaba sentado en su casa, y los ancianos estaban sentados con él. {El rey} envió a un hombre de {los que estaban en} su presencia; pero antes de que el mensajero llegara a Eliseo, {éste} dijo a los ancianos: `` ¿Ven cómo este hijo de asesino ha enviado a cortarme la cabeza? Miren, cuando el mensajero llegue, cierren la puerta y manténganla cerrada contra él. ¿No {se oye} tras él el ruido de los pasos de su señor?"

Entonces Isaías dijo a Ezequías: ``Oye la palabra del SEÑOR:

Oye, oh Dios nuestro, cómo somos despreciados. Devuelve su oprobio sobre sus cabezas y entrégalos por despojo en una tierra de cautividad.

``Por tanto, Job, oye ahora mi discurso, Y presta atención a todas mis palabras.

Pero si {tienes} inteligencia, oye esto, Escucha la voz de mis palabras.

Tras él, ruge una voz; Truena El con Su majestuosa voz, Y no retiene los relámpagos mientras se oye Su voz.

Oración de David.Oye, oh SEÑOR, una causa justa; atiende a mi clamor; Presta oído a mi oración, que no es de labios engañosos.

Sí, soy como el hombre que no oye, Y en cuya boca no hay réplica.

``Oye, pueblo Mío, y hablaré; Israel, Yo testificaré contra ti. Yo soy Dios, tu Dios.

Que no oye la voz de los que encantan, {Ni siquiera} al {más} diestro encantador.

Mira, echan espuma por la boca; Hay espadas en sus labios, Pues {dicen:} `` ¿Quién oye?"

Para el director del coro. Sobre instrumentos de cuerdas. {Salmo} de David.Oye, oh Dios, mi clamor; Atiende a mi oración.

Oye, pueblo Mío, y te amonestaré. ¡Oh Israel, si tú Me oyeras!

¡Oh SEÑOR, Dios de los ejércitos, oye mi oración; Escucha, oh Dios de Jacob! (Selah)

Oye mi voz conforme a Tu misericordia; Vivifícame, oh SEÑOR, conforme a Tus ordenanzas.

¡Señor, oye mi voz! Estén atentos Tus oídos A la voz de mis súplicas.

El rescate de la vida de un hombre está en sus riquezas, Pero el pobre no oye amenazas.

El que se asocia con un ladrón aborrece su propia vida; Oye el juramento, pero no dice nada.

~`Han aparecido las flores en la tierra; Ha llegado el tiempo de podar {las vides,} Y se oye la voz de la tórtola en nuestra tierra.

¡Se oye ruido de tumulto en los montes, Como de mucha gente! ¡Ruido de estruendo de reinos, De naciones reunidas! El SEÑOR de los ejércitos pasa revista al ejército para la batalla.

También claman Hesbón y Eleale, Se oye su voz hasta Jahaza. Por tanto, gritarán los hombres armados de Moab, Su alma tiembla dentro de ella.

Entonces Isaías dijo a Ezequías: ``Oye la palabra del SEÑOR de los ejércitos:

Tú has visto muchas cosas, pero no {las} observas. Los oídos están abiertos, pero nadie oye.

Ahora pues, oye esto, voluptuosa, Tú que moras confiadamente, Que dices en tu corazón: `Yo, y nadie más. No me quedaré viuda, Ni sabré de pérdida de hijos.'

Por tanto, oye ahora esto, afligida, Que estás ebria, pero no de vino:

Se oye una voz sobre las alturas desoladas, El llanto de las súplicas de los Israelitas; Porque han pervertido su camino, Han olvidado al SEÑOR su Dios.

Oye, tierra: Yo traigo una calamidad sobre este pueblo, El fruto de sus planes, Porque no han escuchado Mis palabras, Y han desechado Mi ley.

Desde Dan se oye el resoplido de sus caballos; Al sonido de los relinchos de sus corceles, Tiembla toda la tierra; Vienen y devoran la tierra y cuanto hay en ella, La ciudad y los que en ella habitan.

"Alcen por los montes lloro y lamentación, Y una elegía por los pastos del desierto, Porque han sido desolados; nadie pasa {por ellos}, Ni se oye el bramido del ganado; Desde las aves del cielo hasta las bestias han huido, se han ido.

Porque voz de lamentación se oye desde Sion: ` ¡Cómo hemos sido arrasados! En gran manera estamos avergonzados, Pues tenemos que abandonar la tierra, Porque han derribado nuestras moradas.'"

¡Se oye un rumor! Viene Una gran conmoción desde la tierra del norte, Para convertir las ciudades de Judá En desolación, en guarida de chacales.

{Se oye} el sonido del clamor de los pastores, Y el gemido de los mayorales del rebaño, Porque el SEÑOR está destruyendo sus pastos,

"Pero oye ahora esta palabra que voy a hablar a tus oídos y a oídos de todo el pueblo:

"Sin embargo oye la palabra del SEÑOR, oh Sedequías, rey de Judá. Así dice el SEÑOR acerca de ti: `No morirás a espada;

Se oye su sonido como el de una serpiente, Pues {el enemigo} avanza como un ejército. Vienen contra ella con hachas, como leñadores.

Al estruendo de su caída tiembla la tierra; hay un clamor. Hasta el Mar Rojo se oye su voz.

{Se oye} la voz de los que huyeron y escaparon de la tierra de Babilonia Anunciando en Sion la venganza del SEÑOR nuestro Dios, La venganza de Su templo.

Al grito de `` ¡Babilonia ha sido tomada!" La tierra tiembla y el clamor se oye entre las naciones.

"Pero cuando Yo te hable, te abriré la boca, y les dirás: `Así dice el Señor DIOS.' El que oye, que oiga; el que rehúse oír, que rehúse; porque son una casa rebelde.

Por tanto, ramera, oye la palabra del SEÑOR.

y dile al bosque del Neguev: `Oye la palabra del SEÑOR. Así dice el Señor DIOS: ``Voy a prenderte un fuego que consumirá en ti todo árbol verde y todo árbol seco. No se apagará la llama abrasadora, y por ella será quemada toda la superficie, de sur a norte.

y el que oye el sonido de la trompeta no se da por advertido, y viene una espada y se lo lleva, su sangre recaerá sobre su propia cabeza.

Y el hombre me dijo: ``Hijo de hombre, mira con tus ojos, oye con tus oídos y presta atención a todo lo que te voy a mostrar; porque has sido traído aquí para que te sea mostrado. Declara todo lo que ves a la casa de Israel."

Y el SEÑOR me dijo: ``Hijo de hombre, pon atención, mira con tus ojos y oye con tus oídos todo lo que te digo acerca de todos los estatutos de la casa del SEÑOR y acerca de todas sus leyes; y fíjate bien en cuanto a la entrada del templo {y} a todas las salidas del santuario.

``Por tanto, cualquiera que oye estas palabras Mías y las pone en práctica, será semejante a un hombre sabio que edificó su casa sobre la roca;

"Y aquél en quien se sembró la semilla en pedregales, éste es el que oye la palabra y enseguida la recibe con gozo;

"Pero aquél en quien se sembró la semilla en tierra buena, éste es el que oye la palabra y la entiende; éste sí da fruto y produce, uno a ciento, otro a sesenta y otro a treinta por uno."

"Todo el que viene a Mí y oye Mis palabras y las pone en práctica, les mostraré a quién es semejante:

"Si alguno oye Mis palabras y no las guarda, Yo no lo juzgo; porque no vine a juzgar al mundo, sino a salvar al mundo.

Porque si quisiera gloriarme, no sería insensato, pues diría la verdad. Pero me abstengo {de hacerlo} para que nadie piense de mí más de lo que ve {en} mí, u oye de mí.

Ellos son del mundo; por eso hablan de parte del mundo, y el mundo los oye.

Nosotros somos de Dios. El que conoce a Dios, nos oye; el que no es de Dios, no nos oye. En esto conocemos el espíritu de la verdad y el espíritu del error.

Y si sabemos que El nos oye {en} cualquier cosa que pidamos, sabemos que tenemos las peticiones que Le hemos hecho.

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Las citas bíblicas son tomadas Nueva Biblia de los Hispanos © 2005 by The Lockman Foundation, La Habra, Calif, http://www.lockman.org. Usadas con permiso