'Parábola' en la Biblia
Y él tomó su parábola, y dijo: De Aram me trajo Balac, rey de Moab, de los montes del oriente: Ven, maldíceme a Jacob; y ven, execra a Israel.
Entonces él tomó su parábola, y dijo: Balac, levántate y oye; Escucha mis palabras, hijo de Zipor:
Entonces tomó su parábola, y dijo: Dijo Balaam hijo de Beor, y dijo el varón de ojos abiertos;
Y tomó su parábola, y dijo: Dijo Balaam hijo de Beor, dijo el varón de ojos abiertos;
Y viendo a Amalec, tomó su parábola, y dijo: Amalec, cabeza de naciones; mas su postrimería perecerá para siempre.
Y viendo al cineo, tomó su parábola, y dijo: Fuerte es tu habitación, pon en la roca tu nido:
Todavía tomó su parábola, y dijo: ¡Ay! ¿Quién vivirá cuando hiciere Dios estas cosas?
para entender parábola y declaración; palabras de los sabios, y sus enigmas.
Hijo de hombre, propón una enigma, y relata una parábola a la casa de Israel.
Y pronuncia una parábola a la casa rebelde, y diles: Así dice Jehová el Señor: Pon una olla, ponla, y echa también agua en ella;
Oíd, pues, vosotros la parábola del sembrador.
Les relató otra parábola, diciendo: El reino de los cielos es semejante al hombre que sembró buena semilla en su campo;
Otra parábola les relató, diciendo: El reino de los cielos es semejante al grano de mostaza, que un hombre tomó y sembró en su campo;
Otra parábola les dijo: El reino de los cielos es semejante a la levadura que tomó una mujer, y escondió en tres medidas de harina, hasta que todo fue leudado.
Entonces Jesús despidió a la multitud, y se fue a casa, y sus discípulos vinieron a Él, y le dijeron: Decláranos la parábola de la cizaña del campo.
Entonces respondió Pedro, y le dijo: Decláranos esta parábola.
Oíd otra parábola: Hubo un hombre, padre de familia, el cual plantó una viña, y la cercó de vallado, y cavó en ella un lagar, y edificó una torre, y la arrendó a labradores, y se fue lejos.
De la higuera aprended la parábola: Cuando ya su rama enternece, y las hojas brotan, sabéis que el verano está cerca.
Y cuando estuvo solo, los que estaban cerca de Él con los doce le preguntaron sobre la parábola.
Y les dijo: ¿No entendéis esta parábola? ¿Cómo, pues, entenderéis todas las parábolas?
Y dijo: ¿A qué haremos semejante el reino de Dios, o con qué parábola le compararemos?
Y sin parábola no les hablaba, mas a sus discípulos en privado les aclaraba todas las cosas.
Y apartado de la multitud, habiendo entrado en casa, sus discípulos le preguntaron acerca de la parábola.
Y procuraban prenderle, porque sabían que decía contra ellos aquella parábola; pero temían al pueblo, y dejándole se fueron.
De la higuera aprended la parábola: Cuando ya su rama enternece, y brotan las hojas, sabéis que el verano está cerca:
Y les dijo también una parábola: Nadie pone remiendo de paño nuevo en vestido viejo; de otra manera el nuevo lo rompe, y el remiendo sacado del nuevo no armoniza con el viejo.
Y les dijo una parábola: ¿Puede el ciego guiar al ciego? ¿No caerán ambos en el hoyo?
Y cuando se juntó una gran multitud, y vinieron a Él de cada ciudad, les dijo por parábola:
Y sus discípulos le preguntaron, diciendo: ¿Qué significa esta parábola?
Ésta es, pues, la parábola: La semilla es la palabra de Dios.
Y les refirió una parábola, diciendo: La heredad de un hombre rico había producido mucho;
Entonces Pedro le dijo: Señor, ¿dices esta parábola a nosotros, o también a todos?
Dijo también esta parábola: Un hombre tenía una higuera plantada en su viña, y vino a buscar fruto en ella, y no lo halló.
Y observando cómo escogían los primeros asientos a la mesa, relató una parábola a los convidados, diciéndoles:
Y les dijo también una parábola sobre que es necesario orar siempre, y no desmayar,
Y también dijo esta parábola a unos que confiaban en sí mismos como justos, y menospreciaban a los otros:
Y oyendo ellos estas cosas, Él prosiguió y dijo una parábola, por cuanto estaba cerca de Jerusalén, y porque ellos pensaban que pronto se manifestaría el reino de Dios.
Y comenzó a decir al pueblo esta parábola: Un hombre plantó una viña, y la arrendó a labradores, y partió lejos por mucho tiempo.
Y procuraban los príncipes de los sacerdotes y los escribas echarle mano en aquella hora, porque entendieron que contra ellos había dicho esta parábola; pero temieron al pueblo.
Y les dijo una parábola: Mirad la higuera y todos los árboles:
Esta parábola les dijo Jesús; pero ellos no entendieron qué era lo que les decía.
Sus discípulos le dijeron: He aquí ahora hablas claramente, y ninguna parábola dices.