47 casos

'Provincia' en la Biblia

Estos son los hijos de la provincia que subieron de la cautividad, de los desterrados que Nabucodonosor, rey de Babilonia, había llevado cautivos a Babilonia y que volvieron a Jerusalén y a Judá, cada uno a su ciudad,

y las demás naciones que el grande y noble Asnapar deportó y estableció en la ciudad de Samaria, y en el resto {de la provincia} al otro lado del Río (Eufrates). Y ahora

esta es la copia de la carta que le enviaron: ``Al rey Artajerjes, de sus siervos, los hombres {de la provincia} al otro lado del Río: Y ahora

En aquel tiempo Tatnai, gobernador de {la provincia} al otro lado del Río (Eufrates), y Setar Boznai y sus compañeros vinieron a ellos y les hablaron así: `` ¿Quién les dio orden de reedificar este templo y de terminar este edificio?"

{Esta es} la copia de la carta que Tatnai, gobernador de {la provincia} al otro lado del río, y Setar Boznai y sus compañeros los oficiales que {estaban} al otro lado del río, enviaron al rey Darío.

"Sepa el rey que hemos ido a la provincia de Judá, a la casa del gran Dios, que está siendo edificada con piedras enormes y vigas empotradas en las paredes; y esta obra se adelanta con gran esmero y prospera en sus manos.

Y en Acmeta, en la fortaleza que está en la provincia de Media, hallaron un rollo en el que estaba escrito lo siguiente: Memorándum:

Ahora pues, Tatnai, gobernador de {la provincia} al otro lado del Río (Eufrates), Setar Boznai, y sus compañeros, los oficiales del otro lado del río, aléjense de allí.

Entonces Tatnai, gobernador de {la provincia} al otro lado del Río (Eufrates), Setar Boznai y sus compañeros llevaron a cabo {el decreto} con toda exactitud, tal como el rey Darío había ordenado.

también lleva toda la plata y el oro que halles en toda la provincia de Babilonia, con la ofrenda voluntaria que el pueblo y los sacerdotes hayan ofrecido voluntariamente para la casa de su Dios que {está} en Jerusalén.

"Y tú, Esdras, conforme a la sabiduría que posees de tu Dios, nombra magistrados y jueces para juzgar a todo el pueblo que {está en la provincia} más allá del Río, a todos los que conocen las leyes de tu Dios; y a cualquiera que {las} ignore, {se las} enseñarás.

Y me dijeron: ``El remanente, los que sobrevivieron a la cautividad allá en la provincia, están en gran aflicción y oprobio, y la muralla de Jerusalén está derribada y sus puertas quemadas a fuego."

Junto a ellos, Melatías el Gabaonita y Jadón el Meronotita, hombres de Gabaón y de Mizpa, hicieron también reparaciones para la sede oficial del gobernador {de la provincia} más allá del Río (Eufrates).

Estos son los hijos de la provincia que subieron de la cautividad, {aquéllos} que Nabucodonosor, rey de Babilonia, había llevado cautivos y que volvieron a Jerusalén y a Judá, cada uno a su ciudad,

Estos son los jefes de la provincia que habitaron en Jerusalén (en las ciudades de Judá cada cual habitó en su propiedad, en sus ciudades; los Israelitas, los sacerdotes, los Levitas, los sirvientes del templo, los descendientes de los siervos de Salomón.

Y envió cartas a todas las provincias del rey, a cada provincia conforme a su escritura y a cada pueblo conforme a su lengua, para que todo hombre fuera señor en su casa y que {en ella} se hablara la lengua de su pueblo.

Entonces fueron llamados los escribas del rey el día trece del mes primero, y conforme a todo lo que Amán había ordenado, fue escrito a los sátrapas del rey, a los gobernadores que estaban sobre cada provincia y a los príncipes de cada pueblo, a cada provincia conforme a su escritura, a cada pueblo conforme a su lengua, escrito en el nombre del rey Asuero y sellado con el anillo del rey.

La copia del edicto que sería promulgada ley en cada provincia fue publicada a todos los pueblos para que estuvieran preparados para ese día.

Así que fueron llamados los escribas del rey en aquel momento en el mes tercero (es decir, el mes de Siván), en el {día} veintitrés; y conforme a todo lo que ordenó Mardoqueo se escribió a los Judíos, a los sátrapas, a los gobernadores y a los príncipes de las provincias que {se extendían} desde la India hasta Etiopía, 127 provincias, a cada provincia conforme a su escritura, y a cada pueblo conforme a su lengua, y a los Judíos conforme a su escritura y a su lengua.

En ellas el rey concedía a los Judíos que {estaban} en cada ciudad {el derecho} de reunirse y defender su vida, de destruir, de matar y de exterminar al ejército de cualquier pueblo o provincia que los atacara, incluso a niños y mujeres, y de saquear sus bienes,

Una copia del edicto que había de promulgarse como ley en cada provincia fue publicado a todos los pueblos, para que los Judíos estuvieran listos para ese día a fin de vengarse de sus enemigos.

En cada provincia, en cada ciudad y en todo lugar adonde llegaba el mandato del rey y su decreto había alegría y gozo para los Judíos, banquete y día festivo. Y muchos de entre los pueblos de la tierra se hicieron Judíos, porque había caído sobre ellos el temor de los Judíos.

Para que estos días fueran recordados y celebrados por todas las generaciones, por cada familia, cada provincia y cada ciudad; y que estos días de Purim no dejaran de celebrarse entre los Judíos, ni su memoria se extinguiera entre sus descendientes.

Si ves la opresión del pobre y la negación del derecho y de la justicia en la provincia, no te sorprendas del hecho, porque un oficial vigila sobre {otro} oficial, y {hay oficiales} superiores sobre ellos.

Entonces el rey engrandeció a Daniel y le dio muchos regalos espléndidos, y le hizo gobernador sobre toda la provincia de Babilonia y jefe supremo sobre todos los sabios de Babilonia.

Por solicitud de Daniel, el rey puso sobre la administración de la provincia de Babilonia a Sadrac, Mesac y a Abed Nego, mientras que Daniel {quedó} en la corte del rey.

El rey Nabucodonosor hizo una estatua de oro cuya altura {era} de 27 metros (60 codos) {y} su anchura de 2.7 metros. La levantó en el llano de Dura, en la provincia de Babilonia.

"{Pero} hay algunos Judíos a quienes usted ha puesto sobre la administración de la provincia de Babilonia, {es decir,} Sadrac, Mesac y Abed Nego, estos hombres, oh rey, no le hacen caso. No sirven a sus dioses ni adoran la estatua de oro que ha levantado."

Entonces el rey hizo prosperar a Sadrac, Mesac y Abed Nego en la provincia de Babilonia.

Cuando miré en la visión, sucedió que al mirar, yo {me encontraba} en la ciudadela de Susa, que {está} en la provincia de Elam, y vi en la visión que yo estaba junto al Río Ulai.

"En un tiempo de tranquilidad entrará en los {lugares} más ricos de la provincia, y logrará lo que nunca lograron sus padres, ni los padres de sus padres. Repartirá entre ellos despojos, botín y riquezas, y contra las fortalezas planeará sus intrigas, pero {sólo} por un tiempo.

"Partos, Medos y Elamitas, habitantes de Mesopotamia, Judea y Capadocia, del Ponto y de Asia (provincia occidental de Asia Menor),

Pero algunos de la sinagoga llamada de los Libertos (Esclavos Libertados), {incluyendo} tanto Cireneos como Alejandrinos, y algunos de Cilicia y de Asia (provincia occidental de Asia Menor), se levantaron y discutían con Esteban.

Pasaron por la región de Frigia y Galacia, habiendo sido impedidos por el Espíritu Santo de hablar la palabra en Asia (provincia occidental de Asia Menor).

De allí {fuimos} a Filipos, que es una ciudad principal de la provincia de Macedonia, una colonia {Romana}; en esta ciudad nos quedamos por varios días.

Esto continuó por dos años, de manera que todos los que vivían en Asia (provincia occidental de Asia Menor) oyeron la palabra del Señor, tanto Judíos como Griegos.

También algunas de las autoridades de la provincia de Asia, que eran amigos de Pablo, le enviaron mensaje y repetidamente le rogaron que no se aventurara {a presentarse} en el teatro.

Lo acompañaban Sópater de Berea, {hijo} de Pirro; Aristarco y Segundo de los Tesalonicenses; Gayo de Derbe, y Timoteo; Tíquico y Trófimo de Asia (provincia occidental de Asia Menor).

Cuando estaban para cumplirse los siete días, los Judíos de Asia (provincia occidental de Asia Menor), al verlo en el templo alborotaron a todo el pueblo y le echaron mano,

Cuando el gobernador leyó la carta, preguntó de qué provincia era Pablo. Y al enterarse de que era de Cilicia,

"En esto estaba cuando me encontraron en el templo, después de haberme purificado, no con multitud ni con alboroto. Pero {estaban allí} ciertos Judíos de Asia (provincia occidental de Asia Menor),

Festo, entonces, tres días después de haber llegado a la provincia, subió a Jerusalén desde Cesarea.

Embarcándonos en una nave Adramitena que estaba para salir hacia las regiones de la costa de Asia (provincia occidental de Asia Menor), nos hicimos a la mar acompañados por Aristarco, un Macedonio de Tesalónica.

{Saluden} también a la iglesia que está en su casa. Saluden a mi querido {hermano} Epeneto, que es el primer convertido a Cristo en Asia (provincia occidental de Asia Menor).

Porque no queremos que ignoren, hermanos, acerca de nuestra aflicción sufrida en Asia (provincia occidental de Asia Menor). Porque fuimos abrumados sobremanera, más allá de nuestras fuerzas, de modo que hasta perdimos la esperanza de {salir con} vida.

Ya sabes esto, que todos los que están en Asia (provincia occidental de Asia Menor) me han vuelto la espalda, entre los cuales están Figelo y Hermógenes.

Juan, a las siete iglesias que están en Asia (provincia occidental Romana de Asia Menor): Gracia y paz a ustedes, de parte de Aquél que es y que era y que ha de venir, y de parte de los siete Espíritus que están delante de Su trono,

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Las citas bíblicas son tomadas Nueva Biblia de los Hispanos © 2005 by The Lockman Foundation, La Habra, Calif, http://www.lockman.org. Usadas con permiso