'Quebranto' en la Biblia
Y Jehová enviará contra ti la maldición, quebranto y asombro en todo cuanto pusieres mano e hicieres, hasta que seas destruido y perezcas pronto a causa de la maldad de tus obras, por las cuales me habrás dejado.
pues por no haberlo hecho así vosotros la primera vez, Jehová nuestro Dios nos quebrantó, por cuanto no le buscamos según la ordenanza.
me dijo el rey: ¿Por qué está triste tu rostro, pues no estás enfermo? No es esto sino quebranto de corazón. Entonces temí en gran manera.
Me quebrantó de quebranto sobre quebranto; corrió contra mí como un gigante.
Por cuanto quebrantó y desamparó a los pobres, y robó casas que él no edificó.
¡Oh cuántas veces la lámpara de los impíos es apagada, y viene sobre ellos su quebranto, y Dios en su ira les reparte dolores!
Verán sus ojos su quebranto, y beberá de la ira del Todopoderoso.
Me asaltaron en el día de mi quebranto; pero Jehová fue mi apoyo.
Y llamó al hambre sobre la tierra, y quebrantó todo sustento de pan.
Por lo que quebrantó con trabajo sus corazones, cayeron y no hubo quien les ayudase;
Porque quebrantó las puertas de bronce, y desmenuzó los cerrojos de hierro.
Quebrantó Jehová el bastón de los impíos, el cetro de los señores;
Despreciado y desechado entre los hombres, varón de dolores, experimentado en quebranto; y como que escondimos de Él el rostro, fue menospreciado, y no lo estimamos.
Les dirás, pues, esta palabra: Derramen mis ojos lágrimas noche y día, y no cesen; porque de gran quebranto es quebrantada la virgen hija de mi pueblo, de muy grave herida.
Porque a la subida de Luhit con lloro subirá el que llora; porque a la bajada de Horonaim los enemigos oyeron clamor de quebranto.
Sus puertas fueron echadas por tierra, destruyó y quebrantó sus cerrojos: Su rey y sus príncipes están entre los gentiles donde no hay ley; sus profetas tampoco hallaron visión de Jehová.
Hizo envejecer mi carne y mi piel; quebrantó mis huesos.
Temor y lazo nos han sobrevenido, asolamiento y quebranto.
En muchas aguas te engolfaron tus remeros; viento solano te quebrantó en medio de los mares.
No habías de haber entrado por la puerta de mi pueblo en el día de su quebrantamiento; no, no habías tú de haber mirado su mal el día de su quebranto, ni haber echado mano a sus bienes el día de su calamidad.