'Ricos' en la Biblia
Los que cabalgáis en asnas blancas, los que os sentáis en {ricos} tapices, los que viajáis por el camino, cantad.
Entonces él dijo: Bendita seas del SEÑOR, hija mía. Has hecho tu última bondad mejor que la primera, al no ir en pos de {los} jóvenes, ya sean pobres o ricos.
Entonces Manahem exigió el dinero a Israel, a todos los ricos poderosos, de cada uno cincuenta siclos de plata para pagar al rey de Asiria. Y el rey de Asiria se volvió y no se detuvo allí en el país.
habló en presencia de sus hermanos y de los ricos de Samaria, y dijo: ¿Qué hacen estos débiles judíos? ¿{La} restaurarán para sí mismos? ¿Podrán ofrecer sacrificios? ¿Terminarán en un día? ¿Harán revivir las piedras de los escombros polvorientos, aun las quemadas?
Y la hija de Tiro {vendrá} con presentes; los ricos del pueblo suplicarán tu favor.
tanto humildes como encumbrados, ricos y pobres juntamente.
la necedad colocada en muchos lugares elevados, mientras los ricos se sientan en lugares humildes.
Entonces pacerán los corderos como en su pastizal, y en los lugares desolados de los ricos, forasteros comerán.
Las apacentaré en buenos pastos, y en los altos montes de Israel estará su apacentadero. Allí reposarán en apacentadero bueno, y apacentarán en ricos pastos sobre los montes de Israel.
En un tiempo de tranquilidad entrará en los {lugares} más ricos de la provincia, y logrará lo que nunca lograron sus padres, ni los padres de sus padres; repartirá entre ellos despojos, botín y riquezas, y contra las fortalezas urdirá sus intrigas, pero {sólo} por un tiempo.
Porque los ricos {de la ciudad} están llenos de violencia, sus habitantes hablan mentiras y su lengua es engañosa en su boca.
{Jesús} se sentó frente al {arca del} tesoro, y observaba cómo la multitud echaba dinero en el {arca del} tesoro; y muchos ricos echaban grandes cantidades.
A LOS HAMBRIENTOS HA COLMADO DE BIENES y ha despedido a los ricos con las manos vacías.
Pero ¡ay de vosotros los ricos!, porque ya estáis recibiendo todo vuestro consuelo.
Y dijo también al que le había convidado: Cuando ofrezcas una comida o una cena, no llames a tus amigos, ni a tus hermanos, ni a tus parientes, ni a tus vecinos ricos, no sea que ellos a su vez también te conviden y tengas ya tu recompensa.
Levantando {Jesús} la vista, vio a los ricos que echaban sus ofrendas en el {arca del} tesoro.
Ya estáis saciados, ya os habéis hecho ricos, {ya} habéis llegado a reinar sin {necesidad de} nosotros; y ojalá hubierais llegado a reinar, para que nosotros reinásemos también con vosotros.
Porque conocéis la gracia de nuestro Señor Jesucristo, que siendo rico, sin embargo por amor a vosotros se hizo pobre, para que vosotros por medio de su pobreza llegarais a ser ricos.
A los ricos en este mundo, enséñales que no sean altaneros ni pongan su esperanza en la incertidumbre de las riquezas, sino en Dios, el cual nos da abundantemente todas las cosas para que las disfrutemos.
{Enséñales} que hagan bien, que sean ricos en buenas obras, generosos y prontos a compartir,
Hermanos míos amados, escuchad: ¿No escogió Dios a los pobres de este mundo {para ser} ricos en fe y herederos del reino que El prometió a los que le aman?
Pero vosotros habéis menospreciado al pobre. ¿No son los ricos los que os oprimen y personalmente os arrastran a los tribunales?
¿Oíd ahora, ricos! Llorad y aullad por las miserias que vienen sobre vosotros.
Y los reyes de la tierra, y los grandes, los comandantes, los ricos, los poderosos, y todo siervo y {todo} libre, se escondieron en las cuevas y entre las peñas de los montes;
Y hace que a todos, pequeños y grandes, ricos y pobres, libres y esclavos, se les dé una marca en la mano derecha o en la frente,