'Al' en la Biblia
- 1.Gé 1:8-Gé 31:10
- 2.Gé 31:21-Éx 7:10
- 3.Éx 7:11-Éx 21:13
- 4.Éx 21:35-Levítico 1:13
- 5.Levítico 1:14-Levítico 15:29
- 6.Levítico 16:10-Números 6:12
- 7.Números 6:14-Números 20:16
- 8.Números 20:22-Deuteronomio 3:1
- 9.Deuteronomio 3:3-Deuteronomio 20:8
- 10.Deuteronomio 20:9-Josué 7:7
- 11.Josué 7:13-Josué 22:29
- 12.Josué 22:34-Jueces 13:16
- 13.Jueces 13:17-1 Samuel 10:2
- 14.1 Samuel 10:3-1 Samuel 26:2
- 15.1 Samuel 26:3-2 Samuel 17:21
- 16.2 Samuel 17:28-1 Reyes 4:28
- 17.1 Reyes 5:3-2 Reyes 1:10
- 18.2 Reyes 1:15-2 Reyes 18:24
- 19.2 Reyes 19:4-1 Crónicas 23:5
- 20.1 Crónicas 23:30-2 Crónicas 20:33
- 21.2 Crónicas 21:10-Esdras 3:5
- 22.Esdras 3:6-Ester 6:1
- 23.Ester 6:4-Job 39:13
- 24.Job 39:19-Salmos 46:5
- 25.Salmos 47:4-Salmos 106:23
- 26.Salmos 107:1-Proverbios 9:8
- 27.Proverbios 9:9-Proverbios 27:19
- 28.Proverbios 27:21-Isaías 14:14
- 29.Isaías 14:15-Isaías 58:10
- 30.Isaías 58:13-Jeremías 37:18
- 31.Jeremías 37:21-Ezequiel 18:17
- 32.Ezequiel 18:18-Ezequiel 47:18
- 33.Ezequiel 47:19-Oseas 7:3
- 34.Oseas 7:10-Zacarías 11:7
- 35.Zacarías 11:13-Mateo 16:21
- 36.Mateo 16:26-Marcos 7:26
- 37.Marcos 7:31-Lucas 9:25
- 38.Lucas 9:28-Juan 6:15
- 39.Juan 6:16-Hechos 2:30
- 40.Hechos 3:1-Hechos 21:20
- 41.Hechos 21:26-Romanos 15:6
- 42.Romanos 15:11-1 Tesalonicenses 2:15
- 43.1 Tesalonicenses 4:17-1 Juan 5:5
- 44.1 Juan 5:12-Apocalipsis 21:18
Tú sabes como mi padre David no pudo edificar casa al nombre del SEÑOR su Dios, por las guerras que le cercaron, hasta que el SEÑOR puso sus enemigos bajo las plantas de sus pies.
Yo por tanto he determinado ahora edificar Casa al nombre del SEÑOR mi Dios, como el SEÑOR lo habló a David mi padre, diciendo: Tu hijo, que yo pondré en lugar tuyo en tu trono, él edificará casa a mi nombre.
Mis siervos la llevarán desde el Líbano al mar; y yo la pondré en balsas por el mar hasta el lugar que tú me señalares, y allí se desatará, y tú la tomarás; y tú también harás mi voluntad, en dar de comer a mi familia.
los cuales enviaba al Líbano de diez mil en diez mil, cada mes por su turno, viniendo así a estar un mes en el Líbano, y dos meses en sus casas; y Adoniram estaba sobre aquel tributo.
La Casa que el rey Salomón edificó al SEÑOR, tuvo sesenta codos de largo y veinte de ancho, y treinta codos de alto.
Edificó también junto al muro de la Casa un colgadizo alrededor, pegado a las paredes de la Casa en derredor del templo y del oráculo; e hizo cámaras alrededor.
La puerta del colgadizo de en medio estaba al lado derecho de la Casa; y se subía por una escalera de caracol al del medio, y del medio al tercero.
Edificó también al cabo de la Casa veinte codos de tablas de cedro, desde el solado hasta las paredes, y se labró en la Casa un oráculo, que es el lugar santísimo.
Hizo asimismo el portal del trono en que había de juzgar, que es el portal del juicio, y lo vistió de cedro de un lado del suelo al otro.
el cual era hijo de una viuda de la tribu de Neftalí, y su padre había sido de Tiro; que labraba en bronce, lleno de sabiduría y de inteligencia y saber en toda obra de bronce. Este pues vino al rey Salomón, e hizo toda su obra.
Hizo asimismo un mar de fundición, de diez codos de un lado al otro, perfectamente redondo; su altura era de cinco codos, y lo ceñía alrededor un cordón de treinta codos.
Y estaba asentado sobre doce bueyes; tres miraban al norte, y tres miraban al poniente, y tres miraban al mediodía, y tres miraban al oriente; sobre éstos se apoyaba el mar, y los traseros de ellos estaban hacia la parte de adentro.
Y puso cinco basas a la mano derecha de la Casa, y las otras cinco a la mano izquierda de la Casa; y asentó el mar al lado derecho de la Casa, al oriente, hacia el mediodía.
calderos, tenazas, cuencos; y todos los otros vasos que Hiram hizo al rey Salomón, para la Casa del SEÑOR de bronce bruñido.
Entonces juntó Salomón los ancianos de Israel, y a todas las cabezas de las tribus, los príncipes de las familias de los hijos de Israel, al rey Salomón en Jerusalén para traer el arca del pacto del SEÑOR de la ciudad de David, que es Sion.
Y se juntaron al rey Salomón todos los varones de Israel en el mes de Etanim, que es el mes séptimo, en el día solemne.
Y se puso Salomón delante del altar del SEÑOR, en presencia de toda la congregación de Israel, y extendiendo sus manos al cielo,
tú oirás desde el cielo, y obrarás, y juzgarás a tus siervos, condenando al impío, dando su camino sobre su cabeza, y justificando al justo, dándole conforme a su justicia.
Si tu pueblo saliere en batalla contra sus enemigos por el camino que tú los enviares, y oraren al SEÑOR hacia la ciudad que tú elegiste, y hacia la Casa que yo edifiqué para tu nombre,
Y fue, que cuando acabó Salomón de orar al SEÑOR toda esta oración y súplica, se levantó de estar de rodillas delante del altar del SEÑOR con sus manos extendidas al cielo;
Y ofreció Salomón sacrificios pacíficos, los cuales sacrificó al SEÑOR, que fueron veintidós mil bueyes, y ciento veinte mil ovejas. Así dedicaron el rey y todos los hijos de Israel la Casa del SEÑOR.
Y el octavo día despidió al pueblo; y ellos bendiciendo al rey, se fueron a sus estancias alegres y gozosos de corazón por toda la bondad que el SEÑOR había hecho a David su siervo, y a su pueblo Israel.
Y dirán: Por cuanto dejaron al SEÑOR su Dios, que había sacado a sus padres de tierra de Egipto, y echaron mano a los dioses ajenos, y los adoraron, y los sirvieron; por eso ha traído el SEÑOR sobre ellos todo este mal.
Y aconteció al cabo de los veinte años, que Salomón había edificado las dos casas, la Casa del SEÑOR y la casa real
E Hiram había enviado al rey ciento veinte talentos de oro.
Y ofrecía Salomón tres veces cada año holocaustos y pacíficos sobre el altar que él edificó al SEÑOR, y quemaba incienso sobre el que estaba delante del SEÑOR, después que la Casa fue acabada.
los cuales fueron a Ofir, y tomaron de allí oro, cuatrocientos veinte talentos, y lo trajeron al rey Salomón.
Y Salomón le declaró todas sus preguntas; ninguna cosa se le escondió al rey, que no le declarara.
Y dijo al rey: Verdad es lo que oí en mi tierra de tus palabras y de tu sabiduría;
Y dio la reina al rey ciento veinte talentos de oro, y muchísima especiería, y piedras preciosas; nunca vino después tan grande copia de especias, como la reina de Sabá dio al rey Salomón.
Y la hermana de Tahpenes le dio a luz a su hijo Genubat, al cual destetó Tahpenes dentro de la casa del Faraón; y estaba Genubat en la casa del Faraón entre los hijos de Faraón.
Y el varón Jeroboam era valiente y esforzado; y viendo Salomón al joven que era hombre activo, le encomendó todo el cargo de la casa de José.
Pero no quitaré nada de su reino de sus manos, sino que lo pondré por príncipe todos los días de su vida, por amor de David mi siervo, al cual yo elegí, y él guardó mis mandamientos y mis estatutos.
Y al tercer día vino Jeroboam con todo el pueblo a Roboam; según el rey lo había mandado, diciendo: Volved a mí al tercer día.
Y el rey respondió al pueblo duramente, desechando el consejo de los ancianos que ellos le habían dado;
y les habló conforme al consejo de los jóvenes, diciendo: Mi padre agravó vuestro yugo, pero yo añadiré a vuestro yugo; mi padre os castigó con azotes, mas yo os castigaré con escorpiones.
Y no oyó el rey al pueblo; porque era ordenación del SEÑOR, para confirmar su palabra, que el SEÑOR había hablado por medio de Ahías, el silonita a Jeroboam hijo de Nabat.
Y habiendo tenido consejo, hizo el rey dos becerros de oro, y dijo al pueblo: Harto habéis subido a Jerusalén; he aquí tus dioses, oh Israel, que te hicieron subir de la tierra de Egipto.
Sacrificó pues sobre el altar que él había hecho en Bet-el, a los quince del mes octavo, el mes que él había inventado de su corazón; e hizo fiesta a los hijos de Israel, y subió al altar para quemar incienso.
Y he aquí que un varón de Dios por palabra del SEÑOR vino de Judá a Bet-el; y estando Jeroboam al altar para quemar incienso,
Entonces respondiendo el rey, dijo al varón de Dios: Te pido que ruegues a la faz del SEÑOR tu Dios, y ora por mí, que mi mano me sea restituida. Y el varón de Dios oró a la faz del SEÑOR, y la mano del rey se le recuperó y se tornó como antes.
Y el rey dijo al varón de Dios: Ven conmigo a casa, y comerás, y yo te daré un don.
Mas el varón de Dios dijo al rey: Si me dieras la mitad de tu casa, no iría contigo, ni comería pan ni bebería agua en este lugar;
Y moraba en Bet-el un viejo profeta, al cual unieron sus hijos, y le contó todo lo que el varón de Dios había hecho aquel día en Bet-el; y contaron también a su padre las palabras que había hablado al rey.
Y aconteció que, estando ellos a la mesa, vino palabra del SEÑOR al profeta que le había hecho volver;
y clamó al varón de Dios que había venido de Judá, diciendo: Así dijo el SEÑOR: Por cuanto has sido rebelde al dicho del SEÑOR, y no guardaste el mandamiento que el SEÑOR tu Dios te había mandado,
y yéndose, se encontró un león en el camino, y le mató; y su cuerpo estaba echado en el camino, y el asno estaba junto a él, y el león también estaba junto al cuerpo.
Y he aquí unos que pasaban, y vieron el cuerpo que estaba echado en el camino, y el león que estaba junto al cuerpo; y vinieron, y lo dijeron en la ciudad donde el viejo profeta habitaba.
Y oyéndolo el profeta que le había traído de vuelta del camino, dijo: El varón de Dios es, que fue rebelde al dicho del SEÑOR; por tanto el SEÑOR le ha entregado al león, que le ha quebrantado, matándole, conforme a la palabra del SEÑOR que él le dijo.
Y él fue, y halló su cuerpo tendido en el camino, y el asno y el león estaban junto al cuerpo; el león no había comido el cuerpo, ni dañado al asno.
Y el SEÑOR herirá a Israel, al modo que la caña se agita en las aguas; y él arrancará a Israel de esta buena tierra que había dado a sus padres, y los esparcirá al otro lado del río (Eufrates), por cuanto han hecho sus bosques, enojando al SEÑOR.
Al quinto año del rey Roboam subió Sisac rey de Egipto contra Jerusalén.
Y también privó a su madre Maaca de ser reina, porque había hecho un ídolo en un bosque. Además deshizo Asa el ídolo de su madre, y lo quemó junto al arroyo de Cedrón.
Y cuando él vino al reino, hirió toda la casa de Jeroboam, sin dejar alma viviente de los de Jeroboam, hasta raerlo, conforme a la palabra del SEÑOR que él habló por su siervo Ahías, el silonita;
por los pecados de Jeroboam con los cuales él había pecado, y con los cuales hizo pecar a Israel; y por su provocación con que provocó a enojo al SEÑOR Dios de Israel.
por todos los pecados de Baasa, y los pecados de Ela su hijo, con que ellos pecaron e hicieron que Israel pecara, provocando a enojo al SEÑOR Dios de Israel con sus vanidades.
Y el pueblo que estaba en el campo oyó decir: Zimri ha hecho conjuración, y ha dado muerte al rey. Entonces todo Israel levantó el mismo día por rey sobre Israel a Omri, general del ejército, en el campo.
porque anduvo en todos los caminos de Jeroboam hijo de Nabat, y en su pecado con que hizo que Israel pecara, provocando a ira al SEÑOR Dios de Israel en sus vanidades.
Hizo también Acab bosques; y añadió Acab haciendo provocar a ira al SEÑOR Dios de Israel, más que todos los reyes de Israel que antes de él habían sido.
Apártate de aquí, y vuélvete al oriente, y escóndete en el arroyo de Querit, que está delante del Jordán;
Y él fue, e hizo conforme a la palabra del SEÑOR; pues se fue y se asentó junto al arroyo de Querit, que está delante del Jordán.
y clamando al SEÑOR, dijo: SEÑOR Dios mío, ¿aun a la viuda en cuya casa yo estoy hospedado has afligido, matándole su hijo?
Y se midió sobre el niño tres veces, y clamó al SEÑOR, y dijo: SEÑOR Dios mío, te ruego que vuelva el alma de este niño a sus entrañas.
Tomando luego Elías al niño, lo trajo de la cámara a la casa, y lo dio a su madre, y le dijo Elías: Mira, tu hijo vive.
Y acontecerá que, luego que yo me haya separado de ti, el Espíritu del SEÑOR te llevará donde yo no sepa; y viniendo yo, y dando las nuevas a Acab, y no hallándote él, me matará; y tu siervo teme al SEÑOR desde su juventud.
Y Elías tornó a decir al pueblo: Sólo yo he quedado profeta del SEÑOR; mas de los profetas de Baal hay cuatrocientos cincuenta varones.
Y aconteció al mediodía, que Elías se burlaba de ellos, diciendo: Gritad en alta voz, que dios es; por ventura está conversando, o tuvo que ir a la letrina, o va de camino; o duerme, y despertará.
Y tomando Elías doce piedras, conforme al número de las tribus de los hijos de Jacob, al cual había sido dada palabra del SEÑOR, diciendo: Israel será tu nombre;
Y les dijo Elías: Prended a los profetas de Baal, que no escape ninguno. Y ellos los prendieron; y los llevó Elías al arroyo de Cisón, y allí los mató.
Y se volvió de en pos de él, y tomó un par de bueyes, y los mató, y con el equipo de los bueyes coció la carne de ellos, y la dio al pueblo que comieran. Después se levantó, y fue tras Elías, y le servía.
Entonces él respondió a los embajadores de Ben-adad: Decid al rey mi señor: Haré todo lo que mandaste a tu siervo al principio; mas esto no lo puedo hacer. Y los embajadores fueron, y le dieron la respuesta.
E hirió cada uno al que venía contra sí; y huyeron los sirios, siguiéndolos los de Israel. Y el rey de Siria, Ben-adad, se escapó en un caballo con alguna gente de caballería.
Vino luego el profeta al rey de Israel y le dijo: Ve, fortalécete, y considera y mira lo que has de hacer; porque pasado el año, el rey de Siria ha de venir contra ti.
Y los hijos de Israel fueron también reconocidos (contados), y tomando provisiones les fueron al encuentro; y acamparon los hijos de Israel delante de ellos, como dos rebañuelos de cabras; y los sirios llenaban la tierra.
Vino entonces el varón de Dios al rey de Israel y le habló diciendo: Así dijo el SEÑOR: Por cuanto los sirios han dicho, el SEÑOR es Dios de los montes, no Dios de los valles, yo entregaré toda esta gran multitud en tu mano, para que conozcáis que yo soy el SEÑOR.
Siete días estuvieron acampados los unos delante de los otros, y al séptimo día se dio la batalla; y mataron los hijos de Israel de los sirios en un día cien mil hombres de a pie.
Entonces sus siervos le dijeron: He aquí, hemos oído de los reyes de Israel, que son reyes misericordiosos; pongamos pues ahora cilicio en nuestros lomos, y sogas en nuestras cabezas, y salgamos al rey de Israel; por ventura te dará la vida.
Ciñieron pues sus lomos de cilicio, y sogas en sus cabezas, y vinieron al rey de Israel, y le dijeron: Tu siervo Ben-adad dice: Te ruego que viva mi alma. Y él respondió: Si él vive aún, mi hermano es.
Esto tomaron aquellos hombres por buen agüero, y presto tomaron esta palabra de su boca, y dijeron: ¡Tu hermano Ben-adad! Y él dijo: Id, y traedle. Ben-adad entonces se presentó al rey de Israel, y él le hizo subir en el carro.
Y le dijo Ben-adad: Las ciudades que mi padre tomó al tuyo, yo las restituiré; y haz plazas en Damasco para ti, como mi padre las hizo en Samaria; y yo me iré de ti confederado. Y el rey de Israel hizo pacto con él, y lo envió.
Y él le dijo: Por cuanto no has escuchado la voz del SEÑOR, he aquí apartándote de mí, te herirá un león. Y cuando se apartó de él, le salió al encuentro un león, y le hirió.
Y cuando el rey pasaba, él dio voces al rey, y dijo: Tu siervo salió entre la tropa; y he aquí apartándose uno, me trajo un hombre, diciendo: Guarda a este hombre, y si llegare a faltar, tu vida será por la suya, o pagarás un talento de plata.
Pasados estos negocios, aconteció que Nabot de Jezreel tenía en Jezreel una viña junto al palacio de Acab rey de Samaria.
y poned dos hombres, hijos de Belial, delante de él, que atestigüen contra él, y digan: Tú has blasfemado a Dios y al rey. Y entonces sacadlo, y apedreadlo, para que muera.
Vinieron entonces los dos hombres, hijos de Belial, y se sentaron delante de él; aquellos hombres de Belial atestiguaron contra Nabot delante del pueblo, diciendo: Nabot ha blasfemado a Dios y al rey. Y lo sacaron fuera de la ciudad, y lo apedrearon con piedras, y murió.
he aquí yo traigo mal sobre ti, y quemaré tu posteridad, y talaré de Acab todo meante a la pared, al guardado y al quedado en Israel.
Y aconteció al tercer año, que Josafat rey de Judá descendió al rey de Israel.
Y dijo a Josafat: ¿Quieres venir conmigo a pelear contra Ramot de Galaad? Y Josafat respondió al rey de Israel: Como yo, así tú; y como mi pueblo, así tu pueblo; y como mis caballos, tus caballos.
Y dijo luego Josafat al rey de Israel: Yo te ruego que consultes hoy la palabra del SEÑOR.
Y el rey de Israel respondió a Josafat: Aun hay un varón por el cual podríamos consultar al SEÑOR, Micaías, hijo de Imla; mas yo le aborrezco porque nunca me profetiza bien, sino solamente mal. Y Josafat dijo: No hable el rey así.
Y el mensajero que había ido a llamar a Micaías, le habló, diciendo: He aquí las palabras de los profetas a una boca anuncian al rey bien; sea ahora tu palabra conforme a la palabra de alguno de ellos, y anuncia bien.
Vino, pues, al rey, y el rey le dijo: Micaías, ¿iremos a pelear contra Ramot de Galaad, o la dejaremos? Y él respondió: Sube, que serás prosperado, y el SEÑOR la entregará en mano del rey.
Entonces él dijo: Oye, pues, palabra del SEÑOR: Yo vi al SEÑOR sentado en su trono, y todo el ejército de los cielos estaba junto a él, a su diestra y a su siniestra.
Mas un varón disparando su arco en su perfección, hirió al rey de Israel por entre las junturas de la cota; por lo que dijo él a su carretero: Da la vuelta, y sácame del campo, que estoy herido.
La batalla había arreciado aquel día, y el rey estuvo en su carro delante de los sirios, y a la tarde murió; y la sangre de la herida corría al fondo del carro.
Murió, pues, el rey, y fue traído a Samaria; y sepultaron al rey en Samaria.
porque sirvió a Baal, y lo adoró, y provocó a ira al SEÑOR Dios de Israel, conforme a todas las cosas que su padre había hecho.
Y cuando los mensajeros se volvieron al rey, él les dijo: ¿Por qué pues os habéis regresado?
Y ellos le respondieron: Encontramos un varón que nos dijo: Id, y regresad al rey que os envió, y decidle: Así dijo el SEÑOR: ¿No hay Dios en Israel, que tú envías a consultar a Baal-zebub dios de Ecrón? Por tanto, del lecho en que subiste no descenderás, antes morirás de cierto.
Y Elías respondió, y dijo al capitán de cincuenta: Si yo soy varón de Dios, descienda fuego del cielo, y consúmate con tus cincuenta. Y descendió fuego del cielo, que lo consumió a él y a sus cincuenta.
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- 8.Números 20:22-Deuteronomio 3:1
- 9.Deuteronomio 3:3-Deuteronomio 20:8
- 10.Deuteronomio 20:9-Josué 7:7
- 11.Josué 7:13-Josué 22:29
- 12.Josué 22:34-Jueces 13:16
- 13.Jueces 13:17-1 Samuel 10:2
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- 18.2 Reyes 1:15-2 Reyes 18:24
- 19.2 Reyes 19:4-1 Crónicas 23:5
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- 24.Job 39:19-Salmos 46:5
- 25.Salmos 47:4-Salmos 106:23
- 26.Salmos 107:1-Proverbios 9:8
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