'Al' en la Biblia
- 1.Gé 1:8-Gé 31:10
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- 7.Números 6:14-Números 20:16
- 8.Números 20:22-Deuteronomio 3:1
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- 17.1 Reyes 5:3-2 Reyes 1:10
- 18.2 Reyes 1:15-2 Reyes 18:24
- 19.2 Reyes 19:4-1 Crónicas 23:5
- 20.1 Crónicas 23:30-2 Crónicas 20:33
- 21.2 Crónicas 21:10-Esdras 3:5
- 22.Esdras 3:6-Ester 6:1
- 23.Ester 6:4-Job 39:13
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- 30.Isaías 58:13-Jeremías 37:18
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- 32.Ezequiel 18:18-Ezequiel 47:18
- 33.Ezequiel 47:19-Oseas 7:3
- 34.Oseas 7:10-Zacarías 11:7
- 35.Zacarías 11:13-Mateo 16:21
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- 37.Marcos 7:31-Lucas 9:25
- 38.Lucas 9:28-Juan 6:15
- 39.Juan 6:16-Hechos 2:30
- 40.Hechos 3:1-Hechos 21:20
- 41.Hechos 21:26-Romanos 15:6
- 42.Romanos 15:11-1 Tesalonicenses 2:15
- 43.1 Tesalonicenses 4:17-1 Juan 5:5
- 44.1 Juan 5:12-Apocalipsis 21:18
El crisol prueba la plata, y la hornaza el oro; y al hombre la boca del que lo alaba.
Aunque majes al loco en un mortero entre granos de trigo a pisón majados, no se quitará de él su locura.
Considera atentamente el rostro de tus ovejas; pon tu corazón al ganado;
Los que dejan la ley, alaban al impío; mas los que la guardan, contenderán con ellos.
Los hombres malos no entienden el juicio; mas los que buscan al SEÑOR, entienden todas las cosas.
El que reprende al hombre, hallará después mayor gracia que el que lisonjea con la lengua.
El que da al pobre, nunca tendrá pobreza; mas el que del pobre aparta sus ojos, tendrá muchas maldiciones.
Los hombres sanguinarios aborrecen al perfecto; mas los rectos buscan su alma.
El loco da rienda suelta a todo su espíritu; mas el sabio al fin lo sosiega.
La soberbia del hombre le abate; pero al humilde de espíritu sustenta la honra.
Abominación es a los justos el hombre inicuo; y abominación es al impío el de rectos caminos.
¿Quién subió al cielo, y descendió? ¿Quién encerró los vientos en sus puños? ¿Quién ató las aguas en un paño? ¿Quién afirmó todos los términos de la tierra? ¿Cuál es su nombre, y el nombre de su hijo, si sabes?
No acuses al siervo ante su señor, para que no te maldiga, y peques.
Dad la cerveza al que perece, y el vino a los de amargo ánimo.
Yod Aplicó sus manos al huso, y sus manos tomaron la rueca.
Caf Alargó su mano al pobre, y extendió sus manos al menesteroso.
Sámec Hizo telas, y vendió; y dio cintos al mercader.
Sin Engañosa es la gracia, y vana la hermosura; la mujer que teme al SEÑOR, esa será alabada.
El viento va al mediodía, y rodea al norte; va rodeando de continuo, y por sus rodeos vuelve el viento de nuevo hasta completar su ciclo.
Los ríos todos van al mar, y el mar no se llena; al lugar de donde los ríos vinieron, allí vuelven para correr de nuevo.
Y di mi corazón a conocer la sabiduría, y la ciencia; y las locuras y los desvaríos conocí al fin que aun esto era aflicción de espíritu.
A la risa dije: Enloqueces; y al placer: ¿De qué sirve esto?
Al fin miré yo todas las obras que habían hecho mis manos, y el trabajo que tomé para hacerlas; y he aquí, todo vanidad y aflicción de espíritu, y sin provecho debajo del sol.
Después volví yo a mirar para ver la sabiduría, y los desvaríos; y la locura (porque ¿qué hombre hay que pueda seguir al rey en lo que ya hicieron?)
El sabio tiene sus ojos en su cabeza, mas el loco anda en tinieblas. Y también entendí yo que un mismo suceso acaecerá al uno que al otro.
Entonces dije yo en mi corazón: Como sucederá al loco me sucederá también a mí. ¿Para qué pues he trabajado hasta ahora por hacerme más sabio? Y dije en mi corazón, que también esto era vanidad.
Porque al hombre que es bueno delante de Dios, él le da sabiduría y ciencia y alegría, mas al pecador le dio la ocupación de que recoja y amontone, para que dé al bueno delante de él. También esto es vanidad y aflicción de espíritu.
Y dije yo en mi corazón: Al justo y al impío juzgará Dios; porque hay un tiempo determinado de juzgar a toda voluntad y sobre todo lo que se hace.
Todo va a un lugar; todo es hecho del polvo, y todo volverá al mismo polvo.
Y tuve por mejor que ellos al que no ha sido aún, porque no ha visto las malas obras que se hacen debajo del sol.
Y mayor altura hay en todas las cosas de la tierra; mas el que sirve al campo es rey.
Dulce es el sueño del trabajador, coma mucho o coma poco; mas al rico no lo deja dormir la abundancia.
Este también es un gran mal, que como vino, así haya de volver. ¿Y de qué le aprovechó trabajar al viento?
Al tal, Dios le quitará las congojas comunes a otros; pues Dios le responderá con alegría de su corazón.
Porque si aquel viviere mil años dos veces y no gozó del bien, ciertamente ambos van al mismo lugar.
Porque ¿quién sabe cuál es el bien del hombre en la vida, todos los días de la vida de su vanidad, los cuales el hace que sean como sombra? Porque ¿quién enseñará al hombre qué será después de él debajo del sol?
Ciertamente la opresión hace enloquecer al sabio; y la dádiva corrompe el corazón.
La sabiduría fortifica al sabio más que diez poderosos príncipes que haya en la ciudad.
He aquí, solamente he hallado esto: que Dios hizo al hombre recto, mas ellos buscaron muchas perversiones.
No hay hombre que tenga potestad sobre el espíritu para retener el espíritu, ni potestad sobre el día de la muerte; y no valen armas en tal guerra; ni la impiedad librará al que la posee.
y que al impío nunca le irá bien, ni le serán prolongados los días, que son como sombra; por cuanto no temió delante de la presencia de Dios.
Las moscas muertas hacen heder y dar mal olor al ungüento del perfumador; así una pequeña locura, al que es estimado por sabio y honorable.
El que hiciere el hoyo caerá en él; y al que aportillare el vallado, le morderá la serpiente.
Ni aun en tu pensamiento maldigas al rey, ni en los secretos de tu cámara maldigas al rico; porque las aves del cielo llevarán la voz, y las que tienen alas harán saber la palabra.
Si las nubes fueren llenas de agua, sobre la tierra la derramarán; y si el árbol cayere al mediodía, o al norte, al lugar que el árbol cayere, allí quedará.
El que al viento mira, nunca sembrará; y el que mira a las nubes, nunca segará.
Y cuanto más sabio fue el Predicador, tanto más enseñó sabiduría al pueblo; e hizo escuchar, e hizo escudriñar, y compuso muchos proverbios.
Hazme saber, o tú a quien ama mi alma, dónde apacientas, dónde sesteas tu rebaño al mediodía; pues, ¿por qué había yo de estar como vagueando tras los rebaños de tus compañeros?
Yo os conjuro, oh doncellas de Jerusalén, por las gamas y por las ciervas del campo, que no despertéis ni hagáis velar al amor hasta que él quiera.
Mi amado es semejante al gamo, o al cabrito de los ciervos. Helo aquí, está tras nuestra pared, mirando \'
Hasta que apunte el día, y huyan las sombras, vuélvete, amado mío; sé semejante al gamo, o al cabrito de los ciervos, sobre los montes de Beter.
Por las noches busqué en mi cama al que ama mi alma; lo busqué, y no lo hallé.
Me levantaré ahora, y rodearé por la ciudad; por las calles y por las plazas buscaré al que ama mi alma; lo busqué, y no lo hallé.
Me hallaron los guardas que rondan la ciudad, y les dije: ¿Habéis visto al que ama mi alma?
Pasando de ellos un poco, hallé luego al que mi alma ama; trabé de él, y no lo dejé, hasta que lo metí en la casa de mi madre, y en la cámara de la que me dio a luz.
Yo os conjuro, oh doncellas de Jerusalén, por las gamas y por las ciervas del campo, que no despertéis ni hagáis velar al amor, hasta que él quiera.
Salid, oh doncellas de Sion, y ved al rey Salomón con la corona con que le coronó su madre el día de su desposorio, y el día del gozo de su corazón.
Hasta que apunte el día y huyan las sombras, me iré al monte de la mirra, y al collado del incienso.
Al huerto de los nogales descendí a ver los frutos del valle, y para ver si florecían las vides, si florecían los granados.
Os conjuro, oh doncellas de Jerusalén, que no despertéis, ni hagáis velar al amor, hasta que él quiera.
Corre, amado mío; y sé semejante al gamo, o al cervatillo, sobre las montañas de las especias.
¡Oh gente que ofende, pueblo cargado de iniquidad, generación de malignos, hijos corruptos! Dejaron al SEÑOR, provocaron a ira al Santo de Israel; se tornaron atrás.
aprended a hacer el bien. Buscad juicio. Restituid al agraviado. Oíd en derecho al huérfano. Amparad a la viuda.
Tus príncipes, prevaricadores y compañeros de ladrones; todos aman el soborno, y van tras las recompensas; no oyen en juicio al huérfano, ni llega a ellos la causa de la viuda.
y restituiré tus jueces como al principio, y tus consejeros como de primero; entonces te llamarán Ciudad de justicia, Ciudad fiel.
Mas los rebeldes y pecadores a una serán quebrantados; y los que dejaron al SEÑOR serán consumidos.
Porque seréis como el olmo que se le cae la hoja, y como huerto al que le faltan las aguas.
y vendrán muchos pueblos, y dirán: Venid, y subamos al Monte del SEÑOR, a la Casa del Dios de Jacob; y nos enseñará en sus caminos, y caminaremos por sus sendas. Porque de Sion saldrá la ley, y de Jerusalén la palabra del SEÑOR.
Porque he aquí que el Señor DIOS de los ejércitos quita de Jerusalén y de Judá al sustentador y la sustentadora, todo sustento de pan y todo socorro de agua;
Decid al justo que le irá bien, porque comerá de los frutos de sus manos.
los que dan por justo al impío por sobornos, y al justo quitan su justicia!
Y levantará bandera como ejemplo a los gentiles de lejos, y silbará al que está en el cabo de la tierra; y he aquí que vendrá pronto y velozmente.
En el año que murió el rey Uzías vi yo al Señor sentado sobre un trono alto y sublime, y sus faldas llenaban el templo.
Y el uno al otro daba voces, diciendo: Santo, Santo, Santo, el SEÑOR de los ejércitos; toda la tierra está llena de su gloria.
Entonces dije: ¡Ay de mí! que soy muerto; que siendo hombre inmundo de labios, y habitando en medio de pueblo que tiene labios inmundos, han visto mis ojos al Rey, el SEÑOR de los ejércitos.
Entonces dijo el SEÑOR a Isaías: Sal ahora al encuentro de Acaz, tú, y Sear-jasub tu hijo, al extremo del conducto de la pesquera de arriba, en el camino de la heredad del Lavador,
Vamos contra Judá, y la despertaremos, y la repartiremos entre nosotros, y pondremos en medio de ella por rey al hijo de Tabeel.
Y respondió Acaz: No pediré, y no tentaré al SEÑOR.
El SEÑOR hará venir sobre ti, y sobre tu pueblo, y sobre la casa de tu padre, días cuales nunca vinieron desde el día que Efraín se apartó de Judá, es a saber, al rey de Asiria.
Y me dijo el SEÑOR: Tómate un gran volumen, y escribe en él en estilo vulgar Maher-salal-hasbaz. Date prisa al despojo, apresúrate a la presa.
he aquí, por tanto, que el Señor hace subir sobre ellos aguas de río, impetuosas y muchas, es a saber, al rey de Asiria con todo su poder: el cual subirá sobre todos sus ríos, y pasará sobre todas sus riberas;
Al SEÑOR de los ejércitos, a él santificad; El sea vuestro temor, y él sea vuestro miedo.
Entonces él será por santuario; y a las dos casas de Israel por piedra para tropezar, y por tropezadero para caer; por lazo, y por red al morador de Jerusalén.
Esperaré, pues, al SEÑOR, el cual escondió su rostro de la casa de Jacob, y a él aguardaré.
¡A la ley y al testimonio! Si no dijeren conforme a esto, es porque no les ha amanecido.
Mas el pueblo no se convirtió al que lo hería, ni buscaron al SEÑOR de los ejércitos.
El remanente se convertirá, el remanente de Jacob, al Dios fuerte.
Aún vendrá día cuando reposará en Nob; alzará su mano al Monte de la hija de Sion, al collado de Jerusalén.
Sino que juzgará con justicia a los pobres, y argüirá con equidad por los mansos de la tierra; y herirá la tierra con la vara de su boca, y con el espíritu de sus labios matará al impío.
mas volarán sobre los hombros de los filisteos al occidente; saquearán a los de oriente; Edom y Moab les servirán, y los hijos de Amón les darán obediencia.
Y diréis en aquel día: Cantad al SEÑOR; invocad su nombre. Haced célebres en los pueblos sus obras. Recordad como su nombre es engrandecido.
Cantad salmos al SEÑOR, porque ha hecho cosas magníficas; sea sabido esto por toda la tierra.
Y se llenarán de terror; angustias y dolores los invadirán; tendrán dolores como mujer de parto; se asombrarán al mirar a su compañero; sus rostros, rostros de llamas.
Por lo cual las estrellas de los cielos y sus luceros no derramarán su lumbre; el sol se oscurecerá al nacer, y la luna no echará su resplandor.
Haré más precioso que el oro fino al varón; y al hombre más que el oro de Ofir.
que con ira hería los pueblos de llaga perpetua, el cual se enseñoreaba de los gentiles con furor; al perseguido no defendió.
Tu soberbia descendió al Seol, y el sonido de tus vihuelas; gusanos serán tu cama, y gusanos te cubrirán.
Tú que decías en tu corazón: Subiré al cielo, en lo alto junto a las estrellas de Dios ensalzaré mi trono, y en el monte del testimonio me sentaré, y en los lados del aquilón;
Sobre las alturas de las nubes subiré, y seré semejante al Altísimo.
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- 30.Isaías 58:13-Jeremías 37:18
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- 33.Ezequiel 47:19-Oseas 7:3
- 34.Oseas 7:10-Zacarías 11:7
- 35.Zacarías 11:13-Mateo 16:21
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