'Bienaventurado' en la Biblia
Y bienaventurado es el que no fuere escandalizado en mí.
Entonces, respondiendo Jesús, le dijo: Bienaventurado eres, Simón, hijo de Jonás; porque no te lo reveló carne ni sangre, sino mi Padre que está en los cielos.
Bienaventurado aquel siervo, al cual, cuando su señor viniere, le hallare haciendo así.
y bienaventurado es el que no fuere escandalizado en mí.
Y aconteció que diciendo él estas cosas, una mujer de la multitud, levantando la voz, le dijo: Bienaventurado el vientre que te trajo, y los pechos que mamaste.
Bienaventurado aquel siervo, al cual, cuando el señor viniere, hallare haciendo así.
y serás bienaventurado; porque no te pueden pagar; mas te será pagado en la resurrección de los justos.
Y oyendo esto uno de los que juntamente estaban sentados a la mesa, le dijo: Bienaventurado el que comerá pan en el Reino de los cielos.
Acerca de todas las cosas de que soy acusado por los judíos, oh rey Agripa, me tengo por bienaventurado de que haya hoy de defenderme delante de ti;
Como también David dice ser bienaventurado el hombre al cual Dios atribuye justicia sin las obras,
Bienaventurado el varón al cual el Señor no imputó pecado.
Tú tienes fe; tenla contigo delante de Dios. Bienaventurado el que no se condena a sí mismo con lo que aprueba.
conforme al Evangelio de la gloria del Dios bienaventurado, el cual a mí me ha sido encargado.
al cual a su tiempo mostrará el Bienaventurado y solo Poderoso, Rey de reyes, y Señor de señores;
Bienaventurado el varón que padece con paciencia la tentación, porque cuando fuere probado, recibirá la corona de vida, que Dios ha prometido a los que le aman.
Mas el que hubiere mirado atentamente en la Ley de perfecta libertad, y hubiere perseverado en ella, no siendo oidor olvidadizo, sino hacedor de la obra, este tal será bienaventurado en su hecho.
Bienaventurado el que lee, y los que oyen las palabras de esta Profecía, y guardan las cosas que en ella están escritas, porque el tiempo está cerca.
He aquí, yo vengo como ladrón: Bienaventurado el que vela, y guarda sus vestiduras, para que no ande desnudo, y vean su fealdad.
Bienaventurado y santo el que tiene parte en la primera resurrección; la segunda muerte no tiene potestad en éstos; antes serán sacerdotes de Dios y del Cristo, y reinarán con él mil años.
Y he aquí, vengo presto: Bienaventurado el que guarda las palabras de la profecía de este libro.