'Buen' en la Biblia
Y dijo: SEÑOR, Dios de mi señor Abraham, dame, te ruego, el tener hoy buen encuentro, y haz misericordia con mi señor Abraham.
y prepárame un buen guisado como a mí me gusta, y tráemelo para que yo coma, y que mi alma te bendiga antes que yo muera.
``Tráeme caza y prepárame un buen guisado para que coma y te bendiga en presencia del SEÑOR antes de mi muerte."
Ve ahora al rebaño y tráeme de allí dos de los mejores cabritos de las cabras, y yo prepararé con ellos un buen guisado para tu padre como a él le gusta.
Y él fue, {los} tomó y {los} trajo a su madre; y su madre hizo un buen guisado, como a su padre le gustaba.
Y también él hizo un buen guisado y {lo} trajo a su padre, y dijo a su padre: Levántese mi padre, y coma de la caza de su hijo, para que tú me bendigas.
y {los} entregó a sus siervos, cada manada aparte, y dijo a sus siervos: Pasad delante de mí, y poned un {buen} espacio entre manada y manada.
Pase yo ahora, te ruego, y vea aquella tierra buena, que está al otro lado del Jordán, aquel buen monte, y el Líbano.
Te abrirá el SEÑOR su buen depósito, el cielo, para dar lluvia a tu tierra en su tiempo, y para bendecir toda obra de tus manos. Y prestarás a muchos gentiles, y tú no tomarás prestado.
Y a Leví dijo: Tu Tumim y tu Urim sean con tu buen varón, al cual probaste en Masah; y le hiciste reñir en las aguas de Meriba.
Y respondió la higuera: ¿He de dejar mi dulzura y mi buen fruto, por ir a ser grande sobre los árboles?
Envió, pues, por él, y lo hizo entrar; el cual era rojo, (de buen color), de hermoso parecer y de bello aspecto. Entonces el SEÑOR dijo: Levántate y úngelo, que éste es.
Y cuando el filisteo miró y vio a David le tuvo en poco; porque era joven, y rojo (de buen color), y de hermoso parecer.
Entonces Jonatán dijo a David: El SEÑOR, Dios de Israel, {sea testigo.} Cuando yo haya hablado con mi padre como a esta hora mañana, {o} al tercer {día,} he aquí, si hay buen {ánimo} para con David, ¿no habré de enviar a ti para hacértelo saber?
El nombre de aquel varón era Nabal, y el nombre de su mujer, Abigail. Y era aquella mujer de buen entendimiento y de hermosa apariencia; mas el hombre era duro y de malos hechos; y era del linaje de Caleb.
Pregunta a tus criados, que ellos te lo dirán. Hallen, por tanto, estos criados gracia en tus ojos, pues que venimos en buen día; te ruego que des lo que tuvieres a mano a tus siervos, y a tu hijo David.
Absalón y todos los hombres de Israel dijeron: El consejo de Husai arquita es mejor que el consejo de Ahitofel. Pues el SEÑOR había ordenado que se frustrara el buen consejo de Ahitofel para que el SEÑOR trajera calamidad sobre Absalón.
Y el atalaya dijo: Creo que el correr del primero es como el correr de Ahimaas, hijo de Sadoc. Y el rey dijo: Este es un buen hombre y viene con buenas noticias.
tú oirás en los cielos, y perdonarás el pecado de tus siervos y de tu pueblo Israel, enseñándoles el buen camino en que anden; y darás lluvias sobre tu tierra, la cual diste a tu pueblo por heredad.
Esto tomaron aquellos hombres por buen agüero, y presto tomaron esta palabra de su boca, y dijeron: ¡Tu hermano Ben-adad! Y él dijo: Id, y traedle. Ben-adad entonces se presentó al rey de Israel, y él le hizo subir en el carro.
Y heriréis a toda ciudad fortalecida y a toda villa escogida, y talaréis todo buen árbol, y cegaréis todas las fuentes de aguas, y destruiréis con piedras toda tierra fértil.
Y cubrió la Casa mayor con madera de haya, la cual cubrió de buen oro, e hizo resaltar sobre ella palmas y cadenas.
E hizo la Casa del lugar santísimo, cuya longitud era de veinte codos según el ancho del frente de la Casa, y su anchura de veinte codos; y la recubrió de buen oro que ascendía a seiscientos talentos.
tú los oirás en los cielos, y perdonarás el pecado de tus siervos, y de tu pueblo Israel, y les enseñarás el buen camino para que anden en él, y darás lluvia sobre tu tierra, la cual diste por heredad a tu pueblo.
Pues una {gran} multitud del pueblo, es decir, muchos de Efraín y de Manasés, de Isacar y de Zabulón, no se habían purificado; no obstante, comieron la Pascua contrario a lo escrito. Empero Ezequías oró por ellos, diciendo: Que el buen SEÑOR perdone
Y Ezequías habló al corazón de todos los levitas que tenían buen entendimiento para servir al SEÑOR. Y comieron los sacrificios de la fiesta por siete días, ofreciendo sacrificios pacíficos, y dando gracias al SEÑOR Dios de sus padres.
Te ruego, oh SEÑOR, esté ahora atento tu oído a la oración de tu siervo, y a la oración de tus siervos, quienes desean temer tu nombre; y ahora concede hoy buen suceso a tu siervo, y dale gracia delante de aquel varón. Porque yo era maestresala del rey.
Y diste tu buen Espíritu para instruirles, no retiraste tu maná de su boca, y les diste agua para su sed.
Y dijeron los criados del rey, que le ministraban: Busquen al rey mozas vírgenes de buen parecer;
y ponga el rey personas en todas las provincias de su reino, que junte todas las jóvenes vírgenes de buen parecer en Susa, el palacio, en la casa de las mujeres, al cuidado de Hegai, eunuco del rey, guarda de las mujeres, dándoles lo que necesitan para su purificación;
Y había criado a Hadasa, que es Ester, hija de su tío, porque no tenía padre ni madre; y la joven era de hermosa forma y de buen parecer; y como su padre y su madre murieron, Mardoqueo la había tomado por hija suya.
Por tanto los judíos aldeanos que habitan en las villas sin muro, celebran a los catorce del mes de Adar el día de alegría y de banquete, y buen día, y de enviar porciones cada uno a su vecino.
Como rebaños serán puestos en la sepultura; la muerte se cebará en ellos; y los rectos señorearán sobre ellos por la mañana; y su buen parecer se consumirá en el sepulcro de su morada.
Resh El principio de la sabiduría es el temor del SEÑOR, Sin buen entendimiento tienen todos los que ponen por obra su voluntad; Tau su loor permanece para siempre.
Tet El buen varón tiene misericordia y presta, Yod gobierna sus cosas con juicio.
Enséñame buen juicio y conocimiento, pues creo en tus mandamientos.
Es como el buen óleo sobre la cabeza, el cual desciende sobre la barba, la barba de Aarón, que desciende sobre el borde de sus vestiduras;
Enséñame a hacer tu voluntad, porque tú eres mi Dios. Tu buen Espíritu me guíe a tierra de rectitud.
Entonces entenderás justicia, juicio, y equidad, y todo buen camino.
Donde no hay buen consejo, el pueblo cae, pero en la abundancia de consejeros está la victoria.
El buen entendimiento conciliará gracia; mas el camino de los prevaricadores es duro.
Todos los días del pobre son trabajosos; mas el de buen corazón tiene un convite continuo.
Más vale el buen nombre que las muchas riquezas, y el favor que la plata y el oro.
Escucha, hijo mío, y sé sabio, y dirige tu corazón por el {buen} camino.
porque para el malo no habrá buen fin, y la lámpara de los impíos será apagada.
Mejor es el buen nombre que el buen ungüento; y el día de la muerte que el día del nacimiento.
y tu paladar como el buen vino, que se entra a mi amado suavemente, y hace hablar los labios de los que duermen.
Tus ventanas pondré de piedras preciosas, tus puertas de piedras de carbunclo, y todo tu término de piedras de buen gusto.
Y yo te planté de buen viñedo, simiente de Verdad toda ella, ¿cómo, pues, te me has tornado sarmientos de vid extraña?
También saldrás de él con tus manos sobre tu cabeza, porque el SEÑOR desecha tus confianzas, y en ellas no tendrás buen suceso.
Así dijo el SEÑOR: Paraos en los caminos, y mirad, y preguntad por las sendas antiguas, cuál sea el buen camino, y andad por él, y hallaréis descanso para vuestra alma. Mas dijeron: No andaremos.
Alef: ¡Cómo se ha oscurecido el oro! ¡Cómo el buen oro se ha demudado! Las piedras del Santuario están esparcidas por las encrucijadas de todas las calles.
En un buen campo, junto a muchas aguas fue plantada, para que hiciera ramas y llevara fruto, y para que fuera vid robusta.
En buenos pastos las apacentaré, y en los altos montes de Israel estará su aprisco; allí dormirán en buen redil, y en delicados pastos serán apacentadas sobre los montes de Israel.
muchachos en quienes no hubiera tacha alguna, y de buen parecer, y enseñados en toda sabiduría, y sabios en ciencia, y de buen entendimiento, y que tuvieran fuerzas para estar en el palacio del rey; y que les enseñara las letras y la lengua de los caldeos.
y me dijo: Varón de deseos, no temas; paz a ti; ten buen ánimo, y aliéntate. Y hablando él conmigo cobré yo vigor, y dije: Hable mi señor, porque me has fortalecido.