'Con' en la Biblia
también a mí me ha parecido conveniente, después de haberlo investigado todo con diligencia desde el principio, escribírte{las} ordenadamente, excelentísimo Teófilo,
a una virgen desposada con un hombre que se llamaba José, de los descendientes de David; y el nombre de la virgen era María.
Respondiendo el ángel, le dijo: El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra; por eso el santo Niño que nacerá será llamado Hijo de Dios.
Ha hecho proezas con su brazo; ha esparcido a los soberbios en el pensamiento de sus corazones.
A LOS HAMBRIENTOS HA COLMADO DE BIENES y ha despedido a los ricos con las manos vacías.
Y María se quedó con Elisabet como tres meses, y {después} regresó a su casa.
Y sus vecinos y parientes oyeron que el Señor había demostrado su gran misericordia hacia ella; y se regocijaban con ella.
Y todos los que {las} oían {las} guardaban en su corazón, diciendo: ¿Qué, pues, llegará a ser este niño? Porque la mano del Señor ciertamente estaba con él.
por la entrañable misericordia de nuestro Dios, con que la Aurora nos visitará desde lo alto,
para inscribirse junto con María, desposada con él, la cual estaba encinta.
Y de repente apareció con el ángel una multitud de los ejércitos celestiales, alabando a Dios y diciendo:
Y había una profetisa, Ana, hija de Fanuel, de la tribu de Aser. Ella era de edad muy avanzada, y había vivido con {su} marido siete años después de su matrimonio,
y después de viuda, hasta los ochenta y cuatro años. Nunca se alejaba del templo, sirviendo noche y día con ayunos y oraciones.
Habiendo ellos cumplido con todo conforme a la Ley del Señor, se volvieron a Galilea, a su ciudad de Nazaret.
Y descendió con ellos y vino a Nazaret, y continuó sujeto a ellos. Y su madre atesoraba todas estas cosas en su corazón.
Y Jesús crecía en sabiduría, en estatura y en gracia para con Dios y los hombres.
Respondiendo él, les decía: El que tiene dos túnicas, comparta con el que no tiene; y el que tiene qué comer, haga lo mismo.
También {algunos} soldados le preguntaban, diciendo: Y nosotros, ¿qué haremos? Y él les dijo: A nadie extorsionéis, ni {a nadie} acuséis falsamente, y contentaos con vuestro salario.
Juan respondió, diciendo a todos: Yo os bautizo con agua; pero viene el que es más poderoso que yo; a quien no soy digno de desatar la correa de sus sandalias; El os bautizará con el Espíritu Santo y fuego.
Y también con muchas otras exhortaciones {Juan} anunciaba las buenas nuevas al pueblo.
y se admiraban de su enseñanza porque su mensaje era con autoridad.
Y todos se quedaron asombrados, y discutían entre sí, diciendo: ¿Qué mensaje es éste? Porque con autoridad y poder manda a los espíritus inmundos y salen.
Y levantándose, {salió} de la sinagoga y entró en casa de Simón. Y la suegra de Simón se hallaba sufriendo con una fiebre muy alta, y le rogaron por ella.
Pero {con frecuencia} El se retiraba a lugares solitarios y oraba.
Y un día que El estaba enseñando, había {allí} sentados {algunos} fariseos y maestros de la ley que habían venido de todas las aldeas de Galilea y Judea, y {de} Jerusalén; y el poder del Señor estaba con El para sanar.
Y no hallando cómo introducirlo debido a la multitud, subieron a la azotea y lo bajaron con la camilla a través del techo, poniéndolo en medio, delante de Jesús.
Y Leví le ofreció un gran banquete en su casa; y había un grupo grande de recaudadores de impuestos y de otros que estaban sentados {a la mesa} con ellos.
Y los fariseos y sus escribas se quejaban a los discípulos de Jesús, diciendo: ¿Por qué coméis y bebéis con los recaudadores de impuestos y con los pecadores?
Y ellos le dijeron: Los discípulos de Juan ayunan con frecuencia y hacen oraciones; los de los fariseos también hacen lo mismo, pero los tuyos comen y beben.
Entonces Jesús les dijo: ¿Acaso podéis hacer que los acompañantes del novio ayunen mientras el novio está con ellos?
También les dijo una parábola: Nadie corta un pedazo de un vestido nuevo y lo pone en un vestido viejo; porque entonces romperá el nuevo, y el pedazo del nuevo no armonizará con el viejo.
Respondiéndoles Jesús, dijo: ¿Ni siquiera habéis leído lo que hizo David cuando tuvo hambre, él y los que con él estaban;
Descendió con ellos y se detuvo en un lugar llano; y {había} una gran multitud de sus discípulos, y una gran muchedumbre del pueblo, de toda Judea, de Jerusalén y de la región costera de Tiro y Sidón,
Y así como queréis que los hombres os hagan, haced con ellos de la misma manera.
Antes bien, amad a vuestros enemigos, y haced bien, y prestad no esperando nada a cambio, y vuestra recompensa será grande, y seréis hijos del Altísimo; porque El es bondadoso para con los ingratos y perversos.
Dad, y os será dado; medida buena, apretada, remecida y rebosante, vaciarán en vuestro regazo. Porque con la medida con que midáis, se os volverá a medir.
¿O cómo puedes decir a tu hermano: ``Hermano, déjame sacarte la mota que está en tu ojo", cuando tú mismo no ves la viga que está en tu ojo? ¡Hipócrita! Saca primero la viga de tu ojo y entonces verás con claridad para sacar la mota que está en el ojo de tu hermano.
es semejante a un hombre que al edificar una casa, cavó hondo y echó cimiento sobre la roca; y cuando vino una inundación, el torrente dio con fuerza contra aquella casa, pero no pudo moverla porque había sido bien construida.
Pero el que ha oído y no ha hecho {nada,} es semejante a un hombre que edificó una casa sobre tierra, sin {echar} cimiento; y el torrente dio con fuerza contra ella y al instante se desplomó, y fue grande la ruina de aquella casa.
Cuando ellos llegaron a Jesús, le rogaron con insistencia, diciendo: {El centurión} es digno de que le concedas esto;
Jesús iba con ellos, pero cuando ya no estaba lejos de la casa, el centurión envió a unos amigos, diciéndole: Señor, no te molestes más, porque no soy digno de que entres bajo mi techo;
Aconteció poco después que {Jesús} fue a una ciudad llamada Naín; y sus discípulos iban con El acompañados por una gran multitud.
Y cuando se acercaba a la puerta de la ciudad, he aquí, sacaban fuera a un muerto, hijo único de su madre, y ella era viuda; y un grupo numeroso de la ciudad estaba con ella.
Mas, ¿qué salisteis a ver? ¿Un hombre vestido con ropas finas? Mirad, los que visten con esplendor y viven en deleites están en los palacios de los reyes.
Cuando todo el pueblo y los recaudadores de impuestos {le} oyeron, reconocieron la justicia de Dios, siendo bautizados con el bautismo de Juan.
Pero los fariseos y los intérpretes de la ley rechazaron los propósitos de Dios para con ellos, al no ser bautizados por Juan.
Uno de los fariseos le pedía que comiera con él; y entrando en la casa del fariseo, se sentó {a la mesa.}
Y he aquí, había en la ciudad una mujer que era pecadora, y cuando se enteró de que {Jesús} estaba sentado {a la mesa} en casa del fariseo, trajo un frasco de alabastro con perfume;
y poniéndose detrás {de El} a sus pies, llorando, comenzó a regar sus pies con lágrimas y {los} secaba con los cabellos de su cabeza, besaba sus pies y {los} ungía con el perfume.
{y} no teniendo ellos con qué pagar, perdonó generosamente a los dos. ¿Cuál de ellos, entonces, le amará más?
Y volviéndose hacia la mujer, le dijo a Simón: ¿Ves esta mujer? Yo entré a tu casa {y} no me diste agua para los pies, pero ella ha regado mis pies con sus lágrimas y {los} ha secado con sus cabellos.
No ungiste mi cabeza con aceite, pero ella ungió mis pies con perfume.
Los que estaban sentados {a la mesa} con El comenzaron a decir entre sí: ¿Quién es éste que hasta perdona pecados?
Y poco después, El comenzó a recorrer las ciudades y aldeas, proclamando y anunciando las buenas nuevas del reino de Dios; con El {iban} los doce,
Otra {parte} cayó en medio de los espinos; y los espinos, al crecer con ella, la ahogaron.
Y aquéllos sobre la roca son los que, cuando oyen, reciben la palabra con gozo; pero éstos no tienen raíz {profunda;} creen por algún tiempo, y en el momento de la tentación sucumben.
Pero la {semilla} en la tierra buena, éstos son los que han oído la palabra con corazón recto y bueno, y la retienen, y dan fruto con {su} perseverancia.
Nadie enciende una lámpara y la cubre con una vasija, o {la} pone debajo de una cama, sino que {la} pone sobre un candelero para que los que entren vean la luz.
Y uno de {aquellos} días, entró en una barca con sus discípulos, y les dijo: Pasemos al otro lado del lago. Y se hicieron a la mar.
Porque El mandaba al espíritu inmundo que saliera del hombre, pues muchas veces se había apoderado de él, y estaba atado con cadenas y grillos y bajo guardia; {a pesar de todo} rompía las ataduras y era impelido por el demonio a los desiertos.
Cuando Jesús volvió, la multitud le recibió {con gozo}, porque todos le habían estado esperando.
Y Jesús dijo: ¿Quién es el que me ha tocado? Mientras todos lo negaban, Pedro dijo, y los que con él estaban: Maestro, las multitudes te aprietan y te oprimen.
Y cuando El llegó a la casa, no permitió que nadie entrara con El sino {sólo} Pedro, Juan y Jacobo, y el padre y la madre de la muchacha.
Y mientras Jesús oraba a solas, estaban con El los discípulos, y les preguntó, diciendo: ¿Quién dicen las multitudes que soy yo?
Y he aquí, dos hombres hablaban con El, los cuales eran Moisés y Elías,
Pedro y sus compañeros habían sido vencidos por el sueño, pero cuando estuvieron bien despiertos, vieron la gloria de Jesús y a los dos varones que estaban con El.
y sucede que un espíritu se apodera de él, y de repente da gritos, y {el espíritu} le hace caer con convulsiones, echando espumarajos; y magullándole, a duras penas se aparta de él.
Respondiendo Jesús, dijo: ¿Oh generación incrédula y perversa! ¿Hasta cuándo he de estar con vosotros y os he de soportar? Trae acá a tu hijo.
Cuando éste se acercaba, el demonio lo derribó y lo hizo caer con convulsiones. Pero Jesús reprendió al espíritu inmundo, y sanó al muchacho y se lo devolvió a su padre.
Y respondiendo Juan, dijo: Maestro, vimos a uno echando fuera demonios en tu nombre, y tratamos de impedírselo porque no anda con nosotros.
Pero Jesús le dijo: No {se lo} impidáis; porque el que no está contra vosotros, está con vosotros.
Y sucedió que cuando se cumplían los días de su ascensión, El, con determinación, afirmó su rostro para ir a Jerusalén.
Los setenta regresaron con gozo, diciendo: Señor, hasta los demonios se nos sujetan en tu nombre.
Respondiendo él, dijo: AMARAS AL SEÑOR TU DIOS CON TODO TU CORAZON, Y CON TODA TU ALMA, Y CON TODA TU FUERZA, Y CON TODA TU MENTE; Y A TU PROJIMO COMO A TI MISMO.
Pero Marta se preocupaba con todos los preparativos; y acercándose {a El, le} dijo: Señor, ¿no te importa que mi hermana me deje servir sola? Dile, pues, que me ayude.
La Reina del Sur se levantará en el juicio con los hombres de esta generación y los condenará, porque ella vino desde los confines de la tierra para oír la sabiduría de Salomón; y mirad, algo más {grande} que Salomón está aquí.
Los hombres de Nínive se levantarán en el juicio con esta generación y la condenarán, porque ellos se arrepintieron con la predicación de Jonás; y mirad, algo más {grande} que Jonás está aquí.
Así que, si todo tu cuerpo está lleno de luz, sin tener parte alguna en tinieblas, estará totalmente iluminado como cuando la lámpara te alumbra con sus rayos.
Cuando terminó de hablar, un fariseo le rogó* que comiera con él; y {Jesús} entró y se sentó {a la mesa.}
Y El dijo: ¿Ay también de vosotros, intérpretes de la ley!, porque cargáis a los hombres con cargas difíciles de llevar, y vosotros ni siquiera tocáis las cargas con uno de vuestros dedos.
Así es el que acumula tesoro para sí, y no es rico para con Dios.
el señor de aquel siervo llegará un día, cuando él no {lo} espera y a una hora que no sabe, y lo azotará severamente, y le asignará un lugar con los incrédulos.
Porque mientras vas con tu adversario para comparecer ante el magistrado, procura en el camino arreglarte con él, no sea que te arrastre ante el juez, y el juez te entregue al alguacil, y el alguacil te eche en la cárcel.
En esa misma ocasión había allí algunos que le contaron acerca de los galileos cuya sangre Pilato había mezclado con la de sus sacrificios.
Entonces decía: ¿A qué es semejante el reino de Dios y con qué lo compararé?
Cuando uno de los que estaban sentados con El {a la mesa} oyó esto, le dijo: ¡Bienaventurado todo el que coma pan en el reino de Dios!
¿O qué rey, cuando sale al encuentro de otro rey para la batalla, no se sienta primero y delibera si con diez mil {hombres} es {bastante} fuerte como para enfrentarse al que viene contra él con veinte mil?
Por tanto, buena es la sal, pero si también la sal ha perdido su sabor, ¿con qué será sazonada?
y los fariseos y los escribas murmuraban, diciendo: Este recibe a los pecadores y come con ellos.
¿O qué mujer, si tiene diez monedas de plata y pierde una moneda, no enciende una lámpara y barre la casa y busca con cuidado hasta hallar{la?}
Pero respondiendo él, le dijo al padre: ``Mira, por tantos años te he servido y nunca he desobedecido ninguna orden tuya, y {sin embargo,} nunca me has dado un cabrito para regocijarme con mis amigos;
pero cuando vino este hijo tuyo, que ha consumido tus bienes con rameras, mataste para él el becerro engordado."
El señor elogió al mayordomo injusto porque había procedido con sagacidad, pues los hijos de este siglo son más sagaces en las relaciones con sus semejantes que los hijos de la luz.
Todo el que se divorcia de su mujer y se casa con otra, comete adulterio; y el que se casa con la que está divorciada del marido, comete adulterio.
Había cierto hombre rico que se vestía de púrpura y lino fino, celebrando cada día fiestas con esplendidez.
Habiéndole preguntado los fariseos cuándo vendría el reino de Dios, {Jesús} les respondió, y dijo: El reino de Dios no viene con señales visibles,
Entonces él se apresuró a descender y le recibió con gozo.
Y al ver {esto,} todos murmuraban, diciendo: Ha ido a hospedarse con un hombre pecador.
Y llamando a diez de sus siervos, les dio diez minas y les dijo: ``Negociad {con esto} hasta que yo regrese."
``Entonces, ¿por qué no pusiste mi dinero en el banco, y al volver yo, lo hubiera recibido con los intereses?"