'Cuales' en la Biblia
Había Josafat hecho navíos en Tarsis, los cuales habían de ir a Ofir por oro; mas no fueron, porque se rompieron en Ezión-geber.
Tomando entonces Elías su manto, lo dobló, y golpeó las aguas, las cuales se apartaron a uno y a otro lado, y pasaron ambos en seco.
Mas ellos le importunaron, hasta que avergonzándose, dijo: Enviad. Entonces ellos enviaron cincuenta hombres, los cuales lo buscaron tres días, mas no lo hallaron.
Mas cuando llegaron al campamento de Israel, se levantaron los israelitas e hirieron a los de Moab, los cuales huyeron delante de ellos; pero ellos los persiguieron aun hasta su país, matando a los moabitas.
Entonces envió el rey allá gente de a caballo, y carros, y un grande ejército, los cuales vinieron de noche, y cercaron la ciudad.
Y había cuatro hombres leprosos a la entrada de la puerta, los cuales dijeron el uno al otro: ¿Para qué nos estamos aquí hasta que muramos?
Joram por tanto pasó a Seir, y todos sus carros con él: y levantándose de noche hirió a los edomitas, los cuales le habían cercado, y a los capitanes de los carros: y el pueblo huyó a sus tiendas.
Y servían a los ídolos, de los cuales Jehová les había dicho: Vosotros no habéis de hacer esto;
Pero ellos no obedecieron, antes endurecieron su cerviz, como la cerviz de sus padres, los cuales no creyeron en Jehová su Dios.
Y desecharon sus estatutos, y su pacto que Él había hecho con sus padres, y sus testimonios que Él había prescrito a ellos; y siguieron la vanidad, y se hicieron vanos, y fueron en pos de las gentes que estaban alrededor de ellos, de las cuales les había Jehová mandado que no hiciesen a la manera de ellas.
Mas ni aun Judá guardó los mandamientos de Jehová su Dios; antes anduvieron en los estatutos de Israel, los cuales habían ellos hecho.
Con los cuales había Jehová hecho pacto, y les mandó, diciendo: No temeréis a otros dioses, ni los adoraréis, ni les serviréis, ni les ofreceréis sacrificios.
Quizá oirá Jehová tu Dios todas las palabras del Rabsaces, al cual el rey de los asirios su señor ha enviado para injuriar al Dios vivo, y para vituperar con palabras, las cuales Jehová tu Dios ha oído; por tanto, eleva oración por el remanente que aún queda.
E Isaías les respondió: Así diréis a vuestro señor: Así dice Jehová; No temas por las palabras que has oído, con las cuales me han blasfemado los siervos del rey de Asiria.
Y anduvo en todos los caminos en que su padre anduvo, y sirvió a los ídolos a los cuales había servido su padre, y a ellos adoró;
Además derribó las casas de los sodomitas que estaban en la casa de Jehová, en las cuales las mujeres tejían pabellones para Asera.
Asimismo profanó el rey los lugares altos que estaban delante de Jerusalén, a la mano derecha del monte de la destrucción, los cuales Salomón rey de Israel había edificado a Astarot, abominación de los sidonios, y a Quemos abominación de Moab, y a Milcom abominación de los hijos de Amón.
Y todas las casas de los lugares altos que estaban en las ciudades de Samaria, las cuales habían hecho los reyes de Israel para provocar a ira al Señor, las quitó también Josías, e hizo de ellas como había hecho en Betel.
Pero Jehová envió contra él tropas de caldeos, tropas de sirios, tropas de moabitas y tropas de amonitas; los cuales envió contra Judá para que la destruyesen, conforme a la palabra de Jehová que había hablado por sus siervos los profetas.
de los cuales Sarvia y Abigail fueron hermanas. Los hijos de Sarvia fueron tres: Abisai, Joab y Asael.
Y las familias de Quiriat-jearim fueron los itritas, los futitas, los samatitas y los misraítas; de los cuales salieron los zoratitas y los estaolitas.
Y las familias de los escribas, que moraban en Jabes, fueron los tirateos, simateos y los sucateos; los cuales son los cineos que vinieron de Hamat, padre de la casa de Recab.
y Joacim, y los varones de Cozeba, Joás y Saraf, los cuales moraron en Moab, y Jasubi-lehem, que son palabras antiguas.
Éstos fueron alfareros y se hallaban en medio de plantíos y cercados, los cuales moraron allá con el rey en su obra.
Y en los días de Saúl hicieron guerra contra los agarenos, los cuales cayeron en su mano; y ellos habitaron en sus tiendas sobre toda la región oriental de Galaad.
Los cuales habitaron en Galaad, en Basán y en sus aldeas, y en todos los ejidos de Sarón hasta salir de ellos.
Pero se rebelaron contra el Dios de sus padres, y se prostituyeron siguiendo a los dioses de los pueblos de la tierra, a los cuales Dios había destruido delante de ellos.
Los cuales servían delante de la tienda del tabernáculo de la congregación en el canto, hasta que Salomón edificó la casa de Jehová en Jerusalén; después estuvieron en su ministerio según su costumbre.
Bería también, y Sema, que fueron las cabezas de las familias de los moradores de Ajalón, los cuales echaron a los moradores de Gat;
Y fueron los hijos de Ulam hombres valientes y vigorosos, arqueros diestros, los cuales tuvieron muchos hijos y nietos, ciento cincuenta. Todos éstos fueron de los hijos de Benjamín.
Todos éstos, escogidos para guardas en las puertas, eran doscientos doce cuando fueron contados por el orden de sus linajes en sus aldeas, a los cuales constituyó en su oficio David y Samuel el vidente.
Algunos de ellos tenían a su cargo los utensilios del ministerio, los cuales se metían por cuenta, y por cuenta se sacaban.
Y algunos de los hijos de Coat, y de sus hermanos, tenían el cargo de los panes de la proposición, los cuales ponían por orden cada sábado.
Y de éstos había cantores, principales de familias de los levitas, los cuales estaban en sus cámaras exentos de otros servicios; porque de día y de noche estaban en aquella obra.
Y Azel tuvo seis hijos, los nombres de los cuales son: Azricam, Bocru, Ismael, Searías, Abdías y Hanán; éstos fueron los hijos de Azel.
Y éste es el número de los valientes que David tuvo: Jasobam hijo de Hacmoni, caudillo de los treinta, el cual blandió su lanza una vez contra trescientos, a los cuales mató.
Y Abisai, hermano de Joab, era cabeza de los tres, el cual blandió su lanza contra trescientos, a los cuales mató; y tuvo renombre entre los tres.
De la media tribu de Manasés, dieciocho mil, los cuales fueron tomados por lista para venir a poner a David por rey.
Dondequiera que anduve con todo Israel ¿hablé una palabra a alguno de los jueces de Israel, a los cuales mandé que apacentasen mi pueblo, para decirles: Por qué no me edificáis una casa de cedro?
los cuales el rey David dedicó a Jehová, con la plata y oro que había tomado de todas las naciones, de Edom, de Moab, de los hijos de Amón, de los filisteos y de Amalec.
Y tomaron a sueldo treinta y dos mil carros, y al rey de Maaca y a su pueblo, los cuales vinieron y acamparon delante de Medeba. Y se juntaron también los hijos de Amón de sus ciudades, y vinieron a la guerra.
Éstos fueron hijos del gigante de Gat, los cuales cayeron por mano de David y de sus siervos.
Éstos son los hijos de Leví en las familias de sus padres, cabeceras de familias en sus delineaciones, contados por sus nombres, por sus cabezas, los cuales hacían obra en el ministerio de la casa de Jehová, de veinte años arriba.
Y sus hermanos, hombres valientes, eran dos mil setecientos, cabezas de familias, los cuales el rey David constituyó sobre los rubenitas, gaditas, y sobre la media tribu de Manasés, para todas las cosas de Dios, y los negocios del rey.
Y juntó Salomón carros y gente de a caballo; y tuvo mil cuatrocientos carros, y doce mil jinetes, los cuales puso en las ciudades de los carros, y con el rey en Jerusalén.
Envíame, pues, ahora un hombre hábil que sepa trabajar en oro, en plata, en bronce, en hierro, en púrpura, en grana y en azul, y que sepa esculpir con los maestros que están conmigo en Judá y en Jerusalén, los cuales dispuso mi padre.
Y dentro del lugar santísimo hizo dos querubines, obra de escultura, los cuales cubrió de oro.
Hizo asimismo cadenas en el santuario, y las puso sobre los capiteles de las columnas: e hizo cien granadas, las cuales puso en las cadenas.
Estaba asentado sobre doce bueyes, tres de los cuales miraban al norte, y tres al occidente, y tres al sur, y tres al oriente; y el mar asentaba sobre ellos, y todas sus traseras estaban hacia el interior.
Hizo asimismo diez candeleros de oro según su forma, los cuales puso en el templo, cinco a la derecha, y cinco a la izquierda.
Hizo también las bases, sobre las cuales asentó las fuentes;
Así hizo Salomón todos los utensilios para la casa de Dios, y el altar de oro, y las mesas sobre las cuales se ponían los panes de la proposición;
En el arca no había sino las dos tablas que Moisés había puesto en Horeb, con las cuales Jehová había hecho pacto con los hijos de Israel, después que salieron de Egipto.
entonces escucha tú desde los cielos, desde el lugar de tu morada, y haz conforme a todas las cosas por las cuales hubiere clamado a ti el extranjero; para que todos los pueblos de la tierra conozcan tu nombre, y te teman así como tu pueblo Israel, y sepan que tu nombre es invocado sobre esta casa que yo he edificado.
Y los sacerdotes cumplían con su ministerio; y los levitas con los instrumentos de música de Jehová, los cuales había hecho el rey David para alabar a Jehová porque su misericordia es para siempre; cuando David alababa por medio de ellos. Asimismo los sacerdotes tocaban trompetas delante de ellos, y todo Israel estaba en pie.
los hijos de los que habían quedado en la tierra después de ellos, a los cuales los hijos de Israel no destruyeron del todo, hizo Salomón tributarios hasta hoy.
Y tenía Salomón doscientos cincuenta principales de los gobernadores, los cuales mandaban en aquella gente.
Porque Hiram le había enviado navíos por mano de sus siervos, y marineros diestros en el mar, los cuales fueron con los siervos de Salomón a Ofir, y tomaron de allá cuatrocientos cincuenta talentos de oro, y los trajeron al rey Salomón.
Hizo también el rey Salomón doscientos escudos de oro labrado, cada uno de los cuales tenía seiscientos siclos de oro labrado.
Tuvo también Salomón cuatro mil caballerizas para los caballos y carros, y doce mil jinetes, los cuales puso en las ciudades de los carros, y con el rey en Jerusalén.
Y en lugar de ellos hizo el rey Roboam escudos de bronce, y los entregó en manos de los jefes de la guardia, los cuales custodiaban la entrada de la casa del rey.
los cuales queman para Jehová los holocaustos cada mañana y cada tarde, y el incienso aromático; y ponen los panes sobre la mesa limpia, y el candelero de oro con sus candilejas para que ardan cada tarde; porque nosotros guardamos la ordenanza de Jehová nuestro Dios; mas vosotros le habéis dejado.
Viniendo entonces Josafat y su pueblo a despojarlos, hallaron en ellos muchas riquezas entre los cadáveres, así vestiduras como joyas preciosos, las cuales tomaron para sí, tantas, que no las podían llevar; tres días duró el despojo, porque era mucho.
sino que has andado en el camino de los reyes de Israel, y has hecho que fornicase Judá, y los moradores de Jerusalén, como fornicó la casa de Acab; y además has dado muerte a tus hermanos, a la familia de tu padre, los cuales eran mejores que tú.
Pero Josabet, hija del rey, tomó a Joás hijo de Ocozías, y lo arrebató de entre los hijos del rey, a los cuales mataban, y le guardó a él y a su ama en una recámara. Así lo escondió Josabet, hija del rey Joram, esposa de Joiada el sacerdote (porque ella era hermana de Ocozías), de delante de Atalía, y no lo mataron.
los cuales rodeando por Judá, juntaron a los levitas de todas las ciudades de Judá, y a los príncipes de las familias de Israel, y vinieron a Jerusalén.
Y les envió profetas para que los volviesen a Jehová, los cuales les amonestaron; mas ellos no los escucharon.
Y los hijos de Judá tomaron vivos otros diez mil, los cuales llevaron a la cumbre de un peñasco, y de allí los despeñaron, y todos se hicieron pedazos.
Tuvo también Uzías escuadrones de guerreros, los cuales salían a la guerra en ejército, según que estaban por lista hecha por mano de Jeiel escriba y de Maasías gobernador, y por mano de Hananías, uno de los príncipes del rey.
También tuvo él guerra con el rey de los hijos de Amón, a los cuales venció; y le dieron los hijos de Amón en aquel año cien talentos de plata, y diez mil coros de trigo, y diez mil de cebada. Esto le dieron los hijos de Amón, y lo mismo en el segundo año, y en el tercero.
Por lo cual Jehová su Dios lo entregó en manos del rey de los sirios, los cuales le derrotaron, y se llevaron cautiva una gran multitud que llevaron a Damasco. Fue también entregado en manos del rey de Israel, el cual lo batió con gran mortandad.
por lo cual Jehová trajo contra ellos los generales del ejército del rey de los asirios, los cuales aprisionaron con grillos a Manasés, y atado con cadenas lo llevaron a Babilonia.
Los cuales vinieron a Hilcías, sumo sacerdote, y dieron el dinero que había sido metido en la casa de Jehová, que los levitas que guardaban la puerta habían recogido de mano de Manasés y de Efraín y de todo el remanente de Israel, y de todo Judá y Benjamín, habiéndose después vuelto a Jerusalén.
Y lo entregaron en mano de los que hacían la obra, que eran mayordomos en la casa de Jehová; los cuales lo daban a los que hacían la obra y trabajaban en la casa de Jehová, para reparar y restaurar el templo.
Daban asimismo a los carpinteros y albañiles para que comprasen piedra de cantería, y madera para las uniones, y para la entabladura de las casas, las cuales habían destruido los reyes de Judá.
Y endechó Jeremías por Josías, y todos los cantores y cantoras recitan sus lamentaciones sobre Josías hasta hoy; y las dieron por norma para endechar en Israel, las cuales están escritas en las Lamentaciones.
los cuales vinieron con Zorobabel, Jesúa, Nehemías, Seraías, Reelaías, Mardoqueo, Bilsán, Mispar, Bigvai, Rehum y Baana. La cuenta de los varones del pueblo de Israel:
Y éstos fueron los que subieron de Tel-mela, Tel-harsa, Querub, Adán, e Imer, los cuales no pudieron demostrar la casa de sus padres, ni su linaje, si eran de Israel.
además de sus siervos y siervas, los cuales eran siete mil trescientos treinta y siete: y tenían doscientos cantores y cantoras.
Entonces les dijeron así: ¿Cuáles son los nombres de los varones que edifican este edificio?
Y de los sirvientes del templo, a quienes David puso con los príncipes para el ministerio de los levitas, doscientos veinte sirvientes del templo; todos los cuales fueron declarados por sus nombres.
Y dieron los despachos del rey a sus gobernadores y capitanes del otro lado del río, los cuales favorecieron al pueblo y a la casa de Dios.
los cuales prescribiste por medio de tus siervos los profetas, diciendo: La tierra a la cual entráis para poseerla, tierra inmunda es a causa de la inmundicia de los pueblos de aquellas regiones, por las abominaciones de que la han llenado de uno a otro extremo con su inmundicia.
Ellos, pues, son tus siervos y tu pueblo, los cuales redimiste con tu gran fortaleza, y con tu mano fuerte.
los cuales vinieron con Zorobabel, Jesúa, Nehemías, Azarías, Raamías, Nahamani, Mardoqueo, Bilsán, Misperet, Bigvai, Nehum, Baana. La cuenta de los varones del pueblo de Israel.
Y éstos son los que subieron de Tel-mela, Tel-harsa, Querub, Adón, e Imer, los cuales no pudieron mostrar la casa de sus padres, ni su linaje, si eran de Israel:
Y los hijos vinieron y poseyeron la tierra, y humillaste delante de ellos a los moradores del país, a los cananeos, los cuales entregaste en su mano, y a sus reyes, y a los pueblos de la tierra, para que hiciesen de ellos a su voluntad.
Y los entregaste en mano de sus enemigos, los cuales los afligieron. Pero en el tiempo de su tribulación clamaron a ti, y tú desde los cielos los oíste; y según tus muchas misericordias les diste libertadores para que los librasen de mano de sus enemigos.
Y los amonestaste para que volviesen a tu ley; mas ellos fueron soberbios, y no oyeron tus mandamientos, sino que pecaron contra tus juicios, los cuales si el hombre hiciere, en ellos vivirá. Pero ellos dieron la espalda, y endurecieron su cerviz, y no escucharon.
y sus hermanos, hombres de grande vigor, ciento veintiocho; jefe de los cuales era Zabdiel, hijo de un hombre grande.
Y un día vinieron los hijos de Dios a presentarse delante de Jehová, entre los cuales vino también Satanás.
Ciertamente sus días están determinados, y el número de sus meses está cerca de ti: Tú le pusiste límites, los cuales no pasará.
A los cuales solamente fue dada la tierra, y no pasó extraño por medio de ellos;
Los cuales fueron cortados antes de tiempo, cuyo fundamento fue como un río derramado:
Mi senda desbarataron, se aprovecharon de mi quebrantamiento, contra los cuales no hubo ayudador.
Las cuales destilan las nubes, goteando en abundancia sobre los hombres.
No me arrebates a una con los malos, y con los obradores de iniquidad; los cuales hablan paz con su prójimo, pero la maldad está en su corazón.
las cuales hemos oído y entendido; que nuestros padres nos las contaron.
Y sirvieron a sus ídolos; los cuales les fueron por lazo.
Y me deleitaré en tus mandamientos, los cuales he amado.