'Diciendo' en la Biblia
Entonces los que estaban reunidos, le preguntaban, diciendo: Señor, ¿restaurarás en este tiempo el reino a Israel?
Y estaban asombrados y se maravillaban, diciendo: Mirad, ¿no son galileos todos estos que están hablando?
Y con muchas otras palabras testificaba solemnemente y les exhortaba diciendo: Sed salvos de esta perversa generación.
diciendo: ¿Qué haremos con estos hombres? Porque el hecho de que un milagro notable ha sido realizado por medio de ellos es evidente a todos los que viven en Jerusalén, y no podemos negarlo.
diciendo: Encontramos la cárcel cerrada con toda seguridad y los guardias de pie a las puertas; pero cuando abrimos, a nadie hallamos dentro.
diciendo: Os dimos órdenes estrictas de no continuar enseñando en este nombre, y he aquí, habéis llenado a Jerusalén con vuestras enseñanzas, y queréis traer sobre nosotros la sangre de este hombre.
Al día siguiente se les presentó, cuando {dos de} ellos reñían, y trató de poner paz entre ellos, diciendo: ``Varones, vosotros sois hermanos, ¿por qué os herís el uno al otro?"
Pero el que estaba hiriendo a su prójimo lo empujó, diciendo: `` ¿QUIEN TE HA PUESTO POR GOBERNANTE Y JUEZ SOBRE NOSOTROS?
Este Moisés, a quien ellos rechazaron, diciendo: `` ¿QUIEN TE HA PUESTO POR GOBERNANTE Y JUEZ?" es el {mismo} que Dios envió {para ser} gobernante y libertador con la ayuda del ángel que se le apareció en la zarza.
DICIENDO A AARON: ``HAZNOS DIOSES QUE VAYAN DELANTE DE NOSOTROS, PORQUE A ESTE MOISES QUE NOS SACO DE LA TIERRA DE EGIPTO, NO SABEMOS LO QUE LE HAYA PASADO."
y todos, desde el menor hasta el mayor, le prestaban atención, diciendo: Este es el que se llama el Gran Poder de Dios.
diciendo: Dadme también a mí esta autoridad, de manera que todo aquel sobre quien ponga mis manos reciba el Espíritu Santo.
Un ángel del Señor habló a Felipe, diciendo: Levántate y ve hacia el sur, al camino que desciende de Jerusalén a Gaza. (Este es un {camino} desierto.)
Y enseguida se puso a predicar a Jesús en las sinagogas, diciendo: El es el Hijo de Dios.
Mas Pedro lo levantó, diciendo: Ponte de pie; yo también soy hombre.
diciendo: Tú entraste en casa de incircuncisos y comiste con ellos.
Entonces Pedro comenzó a explicarles en orden {lo sucedido}, diciendo:
Y al oír esto se calmaron, y glorificaron a Dios, diciendo: Así que también a los gentiles ha concedido Dios el arrepentimiento {que conduce} a la vida.
Y he aquí, se le apareció un ángel del Señor, y una luz brilló en la celda; y {el ángel} tocó a Pedro en el costado, y lo despertó diciendo: Levántate pronto. Y las cadenas cayeron de sus manos.
Cuando la multitud vio lo que Pablo había hecho, alzaron la voz, diciendo en el idioma de Licaonia: Los dioses se han hecho semejantes a hombres y han descendido a nosotros.
y diciendo: Varones, ¿por qué hacéis estas cosas? Nosotros también somos hombres de igual naturaleza que vosotros, y os anunciamos el evangelio para que os volváis de estas cosas vanas a un Dios vivo, QUE HIZO EL CIELO, LA TIERRA, EL MAR, Y TODO LO QUE EN ELLOS HAY;
Y {aun} diciendo estas palabras, apenas pudieron impedir que las multitudes les ofrecieran sacrificio.
fortaleciendo los ánimos de los discípulos, exhortándolos a que perseveraran en la fe, y {diciendo:} Es necesario que a través de muchas tribulaciones entremos en el reino de Dios.
Pero algunos de la secta de los fariseos que habían creído, se levantaron diciendo: Es necesario circuncidarlos y mandarles que guarden la ley de Moisés.
Cuando terminaron de hablar, Jacobo respondió, diciendo: Escuchadme, hermanos.
Por la noche se le mostró a Pablo una visión: un hombre de Macedonia estaba de pie, suplicándole y diciendo: Pasa a Macedonia y ayúdanos.
Cuando ella y su familia se bautizaron, {nos} rogó, diciendo: Si juzgáis que soy fiel al Señor, venid a mi casa y quedaos {en ella.} Y nos persuadió {a ir.}
Esta, siguiendo a Pablo y a nosotros, gritaba diciendo: Estos hombres son siervos del Dios Altísimo, quienes os proclaman el camino de salvación.
Mas Pablo clamó a gran voz, diciendo: No te hagas ningún mal, pues todos estamos aquí.
Cuando se hizo de día, los magistrados superiores enviaron a sus oficiales, diciendo: Suelta a esos hombres.
El carcelero comunicó a Pablo estas palabras, {diciendo:} Los magistrados superiores han dado orden de que se os suelte. Así que, salid ahora e id en paz.
explicando y presentando evidencia de que era necesario que el Cristo padeciera y resucitara de entre los muertos, y {diciendo:} Este Jesús, a quien yo os anuncio, es el Cristo.
y Jasón los ha recibido, y todos ellos actúan contra los decretos del César, diciendo que hay otro rey, Jesús.
Lo tomaron y lo llevaron al Areópago, diciendo: ¿Podemos saber qué es esta nueva enseñanza que proclamas?
diciendo: Este persuade a los hombres a que adoren a Dios {en forma} contraria a la ley.
sino que se despidió de ellos, diciendo: Volveré a vosotros otra vez, si Dios quiere. Y zarpó de Efeso.
Y Pablo dijo: Juan bautizó con el bautismo de arrepentimiento, diciendo al pueblo que creyeran en aquel que vendría después de él, es decir, en Jesús.
Pero también algunos de los judíos, exorcistas ambulantes, trataron de invocar el nombre del Señor Jesús sobre los que tenían espíritus malos, diciendo: Os ordeno por Jesús, a quien Pablo predica.
Pasadas estas cosas, Pablo decidió en el espíritu ir a Jerusalén después de recorrer Macedonia y Acaya, diciendo: Después que haya estado allí, debo visitar también Roma.
Y veis y oís que no sólo en Efeso, sino en casi toda Asia, este Pablo ha persuadido a una gran cantidad de gente, y la ha apartado, diciendo que los {dioses} hechos con las manos no son dioses {verdaderos}.
Cuando oyeron {esto,} se llenaron de ira, {y} gritaban, diciendo: ¡Grande es Diana de los efesios!
salvo que el Espíritu Santo solemnemente me da testimonio en cada ciudad, diciendo que me esperan cadenas y aflicciones.
Como no se dejaba persuadir, nos callamos, diciéndo{nos:} Que se haga la voluntad del Señor.
Cuando el comandante le concedió el permiso, Pablo, de pie sobre las gradas, hizo señal al pueblo con su mano, y cuando hubo gran silencio, les habló en el idioma hebreo, diciendo:
el comandante ordenó que lo llevaran al cuartel, diciendo que debía ser sometido a azotes para saber la razón por qué gritaban contra él de aquella manera.
Al oír {esto} el centurión, fue al comandante y le avisó, diciendo: ¿Qué vas a hacer? Porque este hombre es romano.
Se produjo entonces un gran alboroto; y levantándose algunos de los escribas del grupo de los fariseos, discutían acaloradamente, diciendo: No encontramos nada malo en este hombre; pero ¿y si un espíritu o un ángel le ha hablado?
Cuando se hizo de día, los judíos tramaron una conspiración y se comprometieron bajo juramento, diciendo que no comerían ni beberían hasta que hubieran matado a Pablo.
Después que llamaron a Pablo, Tértulo comenzó a acusarlo, diciendo {al gobernador:} Ya que por ti hemos obtenido mucha paz, y que por providencia tuya se están llevando a cabo reformas en favor de esta nación,
Entonces Félix, conociendo con mayor exactitud acerca del Camino, pospuso {el fallo,} diciendo: Cuando venga el comandante Lisias decidiré vuestro caso.
Como estuvieron allí muchos días, Festo presentó el caso de Pablo ante el rey, diciendo: Hay un hombre que Félix dejó preso,
y mientras se retiraban, hablaban entre ellos, diciendo: Este hombre no ha hecho* nada que merezca muerte o prisión.
diciendo: ``No temas, Pablo; has de comparecer ante el César; y he aquí, Dios te ha concedido todos los que navegan contigo."
Y hasta que estaba a punto de amanecer, Pablo exhortaba a todos a que tomaran alimento, diciendo: Hace ya catorce días que, velando continuamente, {estáis} en ayunas, sin tomar ningún {alimento.}
diciendo: VE A ESTE PUEBLO Y DI: ``AL OIR OIREIS, Y NO ENTENDEREIS; Y VIENDO VEREIS, Y NO PERCIBIREIS;