'Diez' en la Biblia
Hizo las diez basas de esta manera: todas ellas eran de una misma fundición, de una misma medida y de una misma forma.
También hizo diez pilas de bronce; en cada pila cabían cuarenta batos, cada pila {medía} cuatro codos, {y} sobre cada una de las diez basas {había} una pila.
las diez basas con las diez pilas sobre las basas;
y dijo a Jeroboam: Toma para ti diez pedazos; porque así dice el SEÑOR, Dios de Israel: ``He aquí, arrancaré el reino de la mano de Salomón y a ti te daré diez tribus
pero quitaré el reino de mano de su hijo y te lo daré a ti, {es decir,} las diez tribus.
Toma en tus manos diez panes, tortas y un jarro de miel, y ve a él. El te dirá lo que le ha de suceder al niño.
Entonces el rey de Aram dijo: Ve ahora, y enviaré una carta al rey de Israel. Y él fue y llevó consigo diez talentos de plata y seis mil {siclos} de oro y diez mudas de ropa.
Pues a Joacaz no le había quedado del ejército más que cincuenta hombres de a caballo, diez carros y diez mil hombres de a pie, porque el rey de Aram los había destruido y los había hecho como polvo de trilla.
El mató a diez mil {de} Edom en el valle de Sal y tomó a Sela en batalla, y la llamó Jocteel, hasta hoy.
En el año treinta y nueve de Azarías, rey de Judá, Manahem, hijo de Gadi, comenzó a reinar sobre Israel; {y reinó} diez años en Samaria.
Respondió Isaías: Esta será la señal del SEÑOR para ti, de que el SEÑOR hará lo que ha dicho: ¿avanzará la sombra diez grados o retrocederá diez grados?
Y Ezequías respondió: Es fácil que la sombra decline diez grados; {pero} no que la sombra vuelva atrás diez grados.
El profeta Isaías clamó al SEÑOR, y El hizo volver atrás la sombra diez grados en las gradas las que había declinado, en las gradas de Acaz.
Y se llevó en cautiverio a todo Jerusalén: a todos los capitanes, a todos los hombres valientes, diez mil cautivos, y a todos los artesanos y herreros. Nadie quedó, excepto la gente más pobre del país.
Y aconteció que en el noveno año de su reinado, en el décimo mes, el {día} diez del mes, vino Nabucodonosor, rey de Babilonia, él y todo su ejército contra Jerusalén, acampó contra ella y construyó un muro de asedio alrededor de ella.
Pero sucedió que en el séptimo mes, Ismael, hijo de Netanías, hijo de Elisama, de la familia real, vino con diez hombres e hirió a Gedalías, y éste murió junto con los judíos y los caldeos que estaban con él en Mizpa.
A los demás hijos de Coat {fueron dadas} por suerte diez ciudades de la familia de la tribu de Efraín, de la tribu de Dan y de la media tribu de Manasés.
y para el servicio de la casa de Dios dieron cinco mil talentos y diez mil monedas de oro, diez mil talentos de plata, dieciocho mil talentos de bronce y cien mil talentos de hierro.
Entonces hizo un altar de bronce de veinte codos de largo, de veinte codos de ancho y de diez codos de alto.
Hizo también el mar de {metal} fundido, de diez codos de borde a borde, en forma circular; su altura {era de} cinco codos y su circunferencia de treinta codos.
Y {había} figuras {como} de bueyes debajo de él {y} todo alrededor, diez en {cada} codo, rodeando por completo el mar. Los bueyes {estaban} en dos hileras, fundidos en una sola pieza.
Hizo también diez pilas para lavar, y puso cinco a la derecha y cinco a la izquierda para lavar las cosas para el holocausto; pero el mar {era} para que los sacerdotes se lavaran en él.
Entonces hizo los diez candelabros de oro según su diseño y {los} puso en el templo, cinco a la derecha y cinco a la izquierda.
Hizo además diez mesas y {las} colocó en el templo, cinco a la derecha y cinco a la izquierda. Hizo también cien tazones de oro.
Y Abías durmió con sus padres, y lo sepultaron en la ciudad de David, y su hijo Asa reinó en su lugar. Y el país estuvo en paz por diez años durante sus días.
Y Amasías se fortaleció, y al frente de su pueblo fue al valle de la Sal y mató a diez mil de los hijos de Seir.
También los hijos de Judá capturaron vivos a diez mil y los llevaron a la cumbre de la peña, los echaron abajo desde la cumbre de la peña y todos fueron despedazados.
También guerreó contra el rey de los amonitas y los venció, y los amonitas le dieron aquel año cien talentos de plata, diez mil coros de trigo y diez mil de cebada. Los amonitas le pagaron también esto en el segundo y en el tercer año.
Porque Ezequías, rey de Judá, había contribuido a la asamblea mil novillos y siete mil ovejas; y los príncipes habían contribuido a la asamblea mil novillos y diez mil ovejas; y gran número de sacerdotes se santificaron.
Joaquín {tenía} ocho años cuando comenzó a reinar, y reinó tres meses y diez días en Jerusalén, e hizo lo malo ante los ojos del SEÑOR.
tazas de oro, treinta; tazas de plata de otra clase, cuatrocientas diez; {y} otros objetos, mil.
de los hijos de Azgad, Johanán, hijo de Hacatán, y con él ciento diez varones;
Entonces aparté a doce de los sacerdotes principales, a Serebías, a Hasabías, y con ellos diez de sus hermanos;
Y sucedió que cuando los judíos que habitaban cerca de ellos vinieron y nos dijeron diez veces: Subirán contra nosotros de todo lugar adonde os volváis,
Lo que se preparaba para cada día era un buey {y} seis ovejas escogidas, también eran preparadas aves para mí; cada diez días toda clase de vino {se proveía} en abundancia. Y con todo esto, no reclamé el pan del gobernador, porque era pesada la servidumbre sobre este pueblo.
Los jefes del pueblo habitaron en Jerusalén, pero el resto del pueblo echó suertes a fin de traer uno de cada diez para que habitara en Jerusalén, la ciudad santa, mientras los otros nueve {se quedarían} en las {otras} ciudades.
Si al rey le parece bien, decrétese que sean destruidos, y yo pagaré diez mil talentos de plata en manos de los que manejan los negocios {del rey,} para que {los} pongan en los tesoros del rey.
los diez hijos de Amán, hijo de Hamedata, enemigo de los judíos; pero no echaron mano a los bienes.
Y el rey dijo a la reina Ester: En la fortaleza de Susa los judíos han matado y exterminado a quinientos hombres y a los diez hijos de Amán. ¡Qué habrán hecho en las demás provincias del rey! ¿Cuál es tu petición {ahora?} Pues te será concedida. ¿Qué más quieres? También {te} será hecho.
Entonces Ester dijo: Si le place al rey, que mañana también se conceda a los judíos que están en Susa hacer conforme al edicto de hoy; y que los diez hijos de Amán sean colgados en la horca.
El rey ordenó que así se hiciera; y un edicto fue promulgado en Susa, y los diez hijos de Amán fueron colgados.
Estas diez veces me habéis insultado, ¿no os da vergüenza perjudicarme?
No temeré a los diez millares de enemigos que se han puesto en derredor contra mí.
Dad gracias al SEÑOR con la lira; cantadle alabanzas con el arpa de diez cuerdas.
Aunque caigan mil a tu lado y diez mil a tu diestra, a ti no se acercará.
Oh Dios, un cántico nuevo te cantaré; con arpa de diez cuerdas cantaré alabanzas a ti,
Estén llenos nuestros graneros, suministrando toda clase de sustento, {y} nuestros rebaños produzcan miles y diez miles en nuestros campos.
La sabiduría hace más fuerte al sabio que diez gobernantes que haya en una ciudad.
Mi amado es resplandeciente y sonrosado, distinguido entre diez mil.
Porque diez yugadas de viña producirán {sólo} un bato {de vino}, y un homer de semilla producirá {sólo} un efa {de grano}.
He aquí, haré que la sombra en las gradas, que ha descendido con el sol en las gradas de Acaz, vuelva atrás diez grados. Y la {sombra del} sol retrocedió diez grados en las gradas por las que había descendido.
Y en el mes séptimo fue Ismael, hijo de Netanías, hijo de Elisama, de la familia real, y {uno} de los oficiales principales del rey, junto con diez hombres, adonde {estaba} Gedalías, hijo de Ahicam, en Mizpa. Y mientras comían pan juntos allí en Mizpa,
se levantó Ismael, hijo de Netanías, y los diez hombres que estaban con él, e hirieron a espada a Gedalías, hijo de Ahicam, hijo de Safán, y mataron al que el rey de Babilonia había puesto para gobernar sobre la tierra.
Pero diez hombres que se encontraban entre ellos, dijeron a Ismael: No nos mates; pues tenemos escondidos en el campo, depósitos de trigo, cebada, aceite y miel. Y él se contuvo y no los mató como a sus compañeros.
Y sucedió que al cabo de diez días, vino la palabra del SEÑOR a Jeremías.
Y aconteció que en el año noveno de su reinado, en el mes décimo, a los diez {días} del mes, vino Nabucodonosor, rey de Babilonia, él y todo su ejército, contra Jerusalén y acamparon contra ella, y edificaron un muro de asedio alrededor de ella.
Y en el mes quinto, a los diez {días} del mes, siendo el año diecinueve del rey Nabucodonosor, rey de Babilonia, vino a Jerusalén Nabuzaradán, capitán de la guardia, que estaba al servicio del rey de Babilonia.
Y sucedió que en el año séptimo, el {día} diez del quinto mes, vinieron algunos de los ancianos de Israel a consultar al SEÑOR, y se sentaron delante de mí.
Y vino a mí la palabra del SEÑOR en el año noveno, el mes décimo, a los diez {días} del mes, diciendo:
En el año veinticinco de nuestro destierro, al principio del año, a los diez {días} del mes, catorce años después de haber sido tomada la ciudad, en aquel mismo día vino sobre mí la mano del SEÑOR, y me llevó allá.
Midió la anchura del vestíbulo, {y tenía} diez codos, y la longitud de la puerta, trece codos.
Y la anchura de la entrada {era} de diez codos, y los lados de la entrada {eran} de cinco codos por un lado y cinco codos por el otro. Midió la longitud {de la nave y tenía} cuarenta codos, y la anchura, veinte codos.
Y delante de las cámaras {había} un corredor interior de diez codos de ancho, una vía de {cien} codos; y sus entradas {daban} al norte.
`Y de esta área medirás una longitud de veinticinco mil {codos,} y una anchura de diez mil; y en ella estará el santuario, el lugar santísimo.
`Y un {área} de veinticinco mil {codos} de largo y de diez mil de ancho será para los levitas, ministros del templo, para su posesión, con ciudades donde habitar.
y la ordenanza para el aceite, para el bato de aceite, {será} la décima parte de un bato por {cada} coro; {éste equivale a} diez batos o un homer (porque diez batos son un homer);
La porción que separaréis para el SEÑOR {será de} veinticinco mil {codos} de largo y diez mil de ancho.
Y la porción sagrada será para éstos, {es decir,} para los sacerdotes, hacia el norte, de veinticinco mil {codos de largo,} hacia el occidente de diez mil de ancho, hacia el oriente de diez mil de ancho, y hacia el sur de veinticinco mil de largo; y el santuario del SEÑOR estará en medio de ella.
A lo largo del límite de los sacerdotes, los levitas {tendrán} veinticinco mil {codos} de largo y diez mil de ancho. La longitud total {será de} veinticinco mil {codos} y la anchura de diez mil.
Lo que quede de la longitud a lo largo de la porción sagrada {será} de diez mil {codos} hacia el oriente y de diez mil hacia el occidente; y estará a lo largo de la porción sagrada. Y sus productos servirán de alimento para los trabajadores de la ciudad.
Te ruego que pongas a prueba a tus siervos por diez días, y que nos den legumbres para comer y agua para beber.
Los escuchó, pues, en esto y los puso a prueba por diez días.
Al cabo de los diez días su aspecto parecía mejor y estaban más rollizos que todos los jóvenes que habían estado comiendo los manjares del rey.
Y en todo asunto de sabiduría y conocimiento que el rey les consultó, los encontró diez veces superiores a todos los magos {y} encantadores que {había} en todo su reino.
Después de esto seguí mirando en las visiones nocturnas, y he aquí, una cuarta bestia, terrible, espantosa y en gran manera fuerte que tenía enormes dientes de hierro; devoraba, desmenuzaba y hollaba los restos con sus pies. Era diferente de todas las bestias que le antecedieron y tenía diez cuernos.
y {la verdad} acerca de los diez cuernos que {tenía} en su cabeza, y del otro {cuerno} que había surgido, delante del cual cayeron tres de ellos, es decir, el cuerno que tenía ojos y una boca que hablaba con mucha arrogancia, y cuya apariencia era mayor que la de sus compañeros.
``Y los diez cuernos de este reino son diez reyes que se levantarán, y otro se levantará después de ellos; él será diferente de los anteriores y subyugará a tres reyes.
Aunque le escribí diez mil {preceptos} de mi ley, son considerados como cosa extraña.
Porque así dice el Señor DIOS: La ciudad que sale con mil, se quedará con cien; y la que sale con cien, se quedará con diez, en la casa de Israel.
Y sucederá que si diez hombres quedan en una misma casa, morirán.
desde aquel tiempo, venía {alguno} a un montón de veinte {medidas,} y había {sólo} diez; venía {alguno} al lagar para sacar cincuenta cántaros, y había {sólo} veinte.
Y me dijo {el ángel:} ¿Qué ves? Y respondí: Veo un rollo que vuela; su longitud es de veinte codos y su anchura de diez codos.
Así dice el SEÑOR de los ejércitos: ``En aquellos días diez hombres de todas las lenguas de las naciones asirán el vestido de un judío, diciendo: `Iremos con vosotros, porque hemos oído que Dios está con vosotros.'"
Y al comenzar a ajustar{las,} le fue presentado uno que le debía diez mil talentos.
Al oír {esto,} los diez se indignaron contra los dos hermanos.
Entonces el reino de los cielos será semejante a diez vírgenes que tomando sus lámparas, salieron a recibir al novio.
``Por tanto, quitadle el talento y dádselo al que tiene los diez talentos."
Al oír {esto,} los diez comenzaron a indignarse contra Jacobo y Juan.
¿O qué rey, cuando sale al encuentro de otro rey para la batalla, no se sienta primero y delibera si con diez mil {hombres} es {bastante} fuerte como para enfrentarse al que viene contra él con veinte mil?
¿O qué mujer, si tiene diez monedas de plata y pierde una moneda, no enciende una lámpara y barre la casa y busca con cuidado hasta hallar{la?}
y al entrar en cierta aldea, le salieron al encuentro diez hombres leprosos, que se pararon a distancia,
Respondiendo Jesús, dijo: ¿No fueron diez los que quedaron limpios? Y los {otros} nueve, ¿dónde están?
Y llamando a diez de sus siervos, les dio diez minas y les dijo: ``Negociad {con esto} hasta que yo regrese."
Y se presentó el primero, diciendo: ``Señor, tu mina ha producido diez minas más."
Y él le dijo: ``Bien hecho, buen siervo, puesto que has sido fiel en lo muy poco, ten autoridad sobre diez ciudades."
Y dijo a los que estaban presentes: ``Quitadle la mina y dád{sela} al que tiene las diez minas."
Y ellos le dijeron: ``Señor, él {ya} tiene diez minas."
Después de haberse quedado no más de ocho o diez días entre ellos, descendió a Cesarea, y al día siguiente se sentó en el tribunal y ordenó que trajeran a Pablo.
sin embargo, en la iglesia prefiero hablar cinco palabras con mi entendimiento, para instruir también a otros, antes que diez mil palabras en lenguas.
`No temas lo que estás por sufrir. He aquí, el diablo echará a algunos de vosotros en la cárcel para que seáis probados, y tendréis tribulación por diez días. Sé fiel hasta la muerte, y yo te daré la corona de la vida.