'Don' en la Biblia
Y el sacerdote hará arder, en memoria del don, parte de su grano desmenuzado, y de su aceite con todo su incienso; es ofrenda encendida á Jehová.
Y yo he dado en don los Levitas á Aarón y á sus hijos de entre los hijos de Israel, para que sirvan el ministerio de los hijos de Israel en el tabernáculo del testimonio, y reconcilien á los hijos de Israel; porque no haya plaga en los hijos de Israel, ll
Porque he aquí yo he tomado á vuestros hermanos los Levitas de entre los hijos de Israel, dados á vosotros en don de Jehová, para que sirvan en el ministerio del tabernáculo del testimonio.
Mas tú y tus hijos contigo guardaréis vuestro sacerdocio en todo negocio del altar, y del velo adentro, y ministraréis. Yo os he dado en don el servicio de vuestro sacerdocio; y el extraño que se llegare, morirá.
Cada uno con el don de su mano, conforme á la bendición de Jehová tu Dios, que te hubiere dado.
Maldito el que recibiere don para herir de muerte al inocente. Y dirá todo el pueblo: Amén.
Y luego que hubo presentado el don, despidió á la gente que lo había traído.
Y todos los varones de Judá respondieron á todos los de Israel: Porque el rey es nuestro pariente. Mas ¿por qué os enojáis vosotros de eso? ¿hemos nosotros comido algo del rey? ¿hemos recibido de él algún don?
Faraón el rey de Egipto había subido y tomado á Gezer, y quemádola, y había muerto los Cananeos que habitaban la ciudad, y dádola en don á su hija la mujer de Salomón.
Sea enderezada mi oración delante de ti como un perfume, El don de mis manos como la ofrenda de la tarde.
El presente en secreto amansa el furor, Y el don en el seno, la fuerte ira.
Y también que es don de Dios que todo hombre coma y beba, y goce el bien de toda su labor.
Asimismo, á todo hombre á quien Dios dió riquezas y hacienda, y le dió también facultad para que coma de ellas, y tome su parte, y goce su trabajo; esto es don de Dios.
Y quemarán tus casas á fuego, y harán en ti juicios á ojos de muchas mujeres; y hacerte he cesar de ser ramera, ni tampoco darás más don.
Y por presente un epha con cada carnero; y con cada cordero un presente, don de su mano, y un hin de aceite con el epha.
Así ha dicho el Señor Jehová: Si el príncipe diere algún don de su heredad á alguno de sus hijos, será de ellos; posesión de ellos será por herencia.
Mas si de su heredad diere don á alguno de sus siervos, será de él hasta el año de libertad, y volverá al príncipe; mas su herencia será de sus hijos.
Y vosotros decís: Basta si dijere un hombre al padre ó á la madre: Es Corbán (quiere decir, don mío á Dios) todo aquello con que pudiera valerte;
Respondió Jesús y díjole: Si conocieses el don de Dios, y quién es el que te dice: Dame de beber: tú pedirías de él, y él te daría agua viva.
Y Pedro les dice: Arrepentíos, y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de los pecados; y recibiréis el don del Espíritu Santo.
Entonces Pedro le dijo: Tu dinero perezca contigo, que piensas que el don de Dios se gane por dinero.
Y se espantaron los fieles que eran de la circuncisión, que habían venido con Pedro, de que también sobre los Gentiles se derramase el don del Espíritu Santo.
Así que, si Dios les dió el mismo don también como á nosotros que hemos creído en el Señor Jesucristo, ¿quién era yo que pudiese estorbar á Dios?
Porque os deseo ver, para repartir con vosotros algún don espiritual, para confirmaros;
Mas no como el delito, tal fué el don: porque si por el delito de aquel uno murieron los muchos, mucho más abundó la gracia de Dios á los muchos, y el don por la gracia de un hombre, Jesucristo.
Ni tampoco de la manera que por un pecado, así también el don: porque el juicio á la verdad vino de un pecado para condenación, mas la gracia vino de muchos delitos para justificación.
Porque, si por un delito reinó la muerte por uno, mucho más reinarán en vida por un Jesucristo los que reciben la abundancia de gracia, y del don de la justicia.
De tal manera que nada os falte en ningún don, esperando la manifestación de nuestro Señor Jesucristo:
Quisiera más bien que todos los hombres fuesen como yo: empero cada uno tiene su propio don de Dios; uno á la verdad así, y otro así.
Y si no tienen don de continencia, cásense; que mejor es casarse que quemarse.
Gracias á Dios por su don inefable.
Porque por gracia sois salvos por la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios:
Del cual yo soy hecho ministro por el don de la gracia de Dios que me ha sido dado según la operación de su potencia.
Empero á cada uno de nosotros es dada la gracia conforme á la medida del don de Cristo.
No descuides el don que está en ti, que te es dado por profecía con la imposición de las manos del presbiterio.
Por lo cual te aconsejo que despiertes el don de Dios, que está en ti por la imposición de mis manos.
Porque es imposible que los que una vez fueron iluminados y gustaron el don celestial, y fueron hechos partícipes del Espíritu Santo.
Toda buena dádiva y todo don perfecto es de lo alto, que desciende del Padre de las luces, en el cual no hay mudanza, ni sombra de variación.
Cada uno según el don que ha recibido, adminístrelo á los otros, como buenos dispensadores de las diferentes gracias de Dios.
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