'Echó' en la Biblia
Y el SEÑOR Dios lo echó del huerto del Edén, para que labrara la tierra de la cual fue tomado.
Entonces el amo de José lo tomó y lo echó en la cárcel, {en} el lugar donde se encerraba a los presos del rey. Allí permaneció en la cárcel.
Entonces se echó sobre el cuello de su hermano Benjamín, y lloró. Y Benjamín {también} lloró sobre su cuello.
José preparó su carro y subió a Gosén para ir al encuentro de su padre Israel. Apenas lo vio, se echó sobre su cuello y lloró largamente sobre su cuello.
José se echó sobre el rostro de su padre, lloró sobre él y lo besó.
``Echala en tierra," le dijo el SEÑOR. Y él la echó en tierra y se convirtió en una serpiente. Moisés huyó de ella;
Pero Séfora tomó un pedernal, cortó el prepucio de su hijo y lo echó a los pies de Moisés, y le dijo: ``Ciertamente tú eres para mí un esposo de sangre."
Vinieron, pues, Moisés y Aarón a Faraón e hicieron tal como el SEÑOR {les} había mandado. Aarón echó su vara delante de Faraón y de sus siervos, y {ésta} se convirtió en serpiente.
Cada uno echó su vara, las cuales se convirtieron en serpientes. Pero la vara de Aarón devoró las varas de ellos.
Entonces Moisés clamó al SEÑOR, y el SEÑOR le mostró un árbol. El {lo} echó en las aguas, y las aguas se volvieron dulces. Y {Dios} les dio allí un estatuto y una ordenanza, y allí los puso a prueba.
Y cada uno tomó su incensario y puso fuego en él, y echó incienso en él; y se pusieron a la puerta de la tienda de reunión con Moisés y Aarón.
Aarón tomó el incensario como Moisés le había dicho, y corrió hacia el medio de la asamblea, pues vio que la plaga ya había comenzado entre el pueblo. Y echó el incienso e hizo expiación por el pueblo.
Y viendo el asna al ángel del SEÑOR, se echó debajo de Balaam; y Balaam se enojó y golpeó al asna con su palo.
El eterno Dios es {tu} refugio, Y debajo están los brazos eternos. El echó al enemigo delante de ti, Y dijo: ` ¡Destruye!'
Y Josué les echó suertes en Silo delante del SEÑOR, y allí Josué repartió la tierra a los Israelitas conforme a sus divisiones.
"Y el SEÑOR echó de delante de nosotros a todos los pueblos, incluso a los Amorreos, que moraban en la tierra. Nosotros, {pues,} también serviremos al SEÑOR, porque El es nuestro Dios."
Cada uno se mantuvo en su lugar alrededor del campamento; y todo el ejército {de los Madianitas} echó a correr gritando mientras huían.
``De cierto {te los} daremos," dijeron ellos. Y tendieron un manto, y cada uno de ellos echó allí un zarcillo de su botín.
Pero Sansón permaneció acostado hasta la medianoche, y a la medianoche se levantó, y tomando las puertas de la ciudad con los dos postes, las arrancó junto con las trancas. Entonces se las echó sobre los hombros y las llevó hasta la cumbre del monte que está frente a Hebrón.
Y Saúl trató de clavar a David en la pared con la lanza, pero {éste} se echó de la presencia de Saúl, y la lanza se clavó en la pared. David huyó y escapó aquella noche.
Y se echó a sus pies y le dijo: ``Señor mío, sólo sobre mí sea la culpa. Le ruego que permita que su sierva le hable, y que escuche las palabras de su sierva.
Entonces Saúl dijo a su escudero: ``Saca tu espada y traspásame con ella, no sea que vengan estos incircuncisos y me traspasen y hagan burla de mí." Pero su escudero no quiso, porque tenía mucho miedo. Así que Saúl tomó su espada y se echó sobre ella.
Al ver su escudero que Saúl había muerto, él también se echó sobre su espada y murió con él.
Cuando ella se {las} llevó para que comiera, él le echó mano, y le dijo: ``Ven, acuéstate conmigo, hermana mía."
(Ella llevaba un vestido de manga larga, porque así las hijas vírgenes del rey se vestían con túnicas.) Su criado la echó fuera, y cerró la puerta tras ella.
Entonces el rey se levantó, rasgó sus vestidos y se echó en tierra; y todos sus siervos estaban a su lado con los vestidos rasgados.
Y Amasa estaba revolcándose en {su} sangre en medio del camino. Al ver el hombre que todo el pueblo se detenía, trasladó a Amasa del camino al campo, y echó sobre él una vestidura porque vio que todo el que pasaba junto a él se detenía.
Elías partió de allí y encontró a Eliseo, hijo de Safat, que estaba arando con doce yuntas {de bueyes} delante de él, y él {estaba} con la última. Elías pasó adonde él estaba y le echó su manto encima.
Y echó fuera de la tierra al resto de los sodomitas que habían quedado desde los días de su padre Asa.
Eliseo fue al manantial de las aguas, echó sal en él, y dijo: ``Así dice el SEÑOR: `He purificado estas aguas; de allí no saldrá más muerte ni esterilidad.'"
Pero Eliseo les dijo: ``Tráiganme harina." Y la echó en la olla, y dijo: ``Sírvanlo a la gente para que coman." Y {ya} no había nada malo en la olla.
Entonces el hombre de Dios dijo: `` ¿Dónde cayó?" Y cuando le mostró el lugar, cortó un palo y {lo} echó allí, e hizo flotar el hierro.
En aquel tiempo Rezín, rey de Aram, recuperó a Elat para Aram, y echó a los Judíos de Elat completamente; y los Arameos vinieron a Elat y allí han morado hasta hoy.
Y el SEÑOR desechó a toda la descendencia de Israel, y los afligió y los entregó en mano de saqueadores, hasta que los echó de su presencia.
Por causa de la ira del SEÑOR sucedió {esto} en Jerusalén y en Judea, hasta que los echó de Su presencia. Y Sedequías se rebeló contra el rey de Babilonia.
Entonces Saúl dijo a su escudero: ``Saca tu espada y traspásame con ella, no sea que vengan estos incircuncisos y hagan burla de mí." Pero su escudero no quiso, porque tenía mucho miedo. Por lo cual Saúl tomó su espada y se echó sobre ella.
Al ver su escudero que Saúl había muerto, él también se echó sobre su espada y murió.
Los jefes del pueblo habitaron en Jerusalén, pero el resto del pueblo echó suertes a fin de traer uno de cada diez para que habitara en Jerusalén, la ciudad santa, mientras los otros nueve {se quedarían} en las {otras} ciudades.
En el mes primero, que es el mes de Nisán, el año doce del rey Asuero, se echó el Pur, es decir la suerte, delante de Amán para cada día y cada mes hasta el mes doce, que es el mes de Adar.
{Salmo} de David cuando se fingió loco delante de Abimelec, quien lo echó, y él se fue.Bendeciré al SEÑOR en todo tiempo; Continuamente estará Su alabanza en mi boca.
Limpiaste {el terreno} delante de ella; Echó profundas raíces y llenó la tierra.
Y la vasija de barro que estaba haciendo se echó a perder en la mano del alfarero; así que volvió a hacer de ella otra vasija, según le pareció mejor al alfarero hacerla.
Y trajeron a Urías de Egipto y lo llevaron al rey Joacim, quien lo mató a espada y echó su cadáver a la fosa común.
Por causa de la ira del SEÑOR sucedió {esto} en Jerusalén y en Judá, hasta que El los echó de Su presencia. Y Sedequías se rebeló contra el rey de Babilonia.
Brotó y se hizo una vid Muy extendida, de poca altura, Con sus sarmientos vueltos hacia el águila, Pero sus raíces quedaron debajo de ella. Así se hizo una vid, Echó pámpanos y se hizo frondosa.