'Ellos' en la Biblia
- 1.Gé 6:13-Éx 5:14
- 2.Éx 6:3-Levítico 22:22
- 3.Levítico 22:25-Números 26:10
- 4.Números 26:41-Josué 6:13
- 5.Josué 7:3-Jueces 18:27
- 6.Jueces 18:28-1 Reyes 2:7
- 7.1 Reyes 4:21-1 Crónicas 6:55
- 8.1 Crónicas 7:4-2 Crónicas 34:9
- 9.2 Crónicas 34:11-Job 22:17
- 10.Job 22:19-Salmos 139:16
- 11.Salmos 139:17-Isaías 59:21
- 12.Isaías 60:9-Jeremías 30:21
- 13.Jeremías 31:1-Ezequiel 12:16
- 14.Ezequiel 13:10-Ezequiel 39:13
- 15.Ezequiel 39:21-Miqueas 4:12
- 16.Miqueas 5:6-Mateo 20:4
- 17.Mateo 20:7-Marcos 14:11
- 18.Marcos 14:19-Lucas 22:35
- 19.Lucas 22:38-Hechos 5:14
- 20.Hechos 5:15-Hechos 25:6
- 21.Hechos 25:11-Hebreos 8:11
- 22.Hebreos 10:1-Apocalipsis 22:4
Y no había nadie que la librara, porque estaba lejos de Sidón, en el valle que está cerca de Bet-rehob, y ellos no tenían trato con nadie. Y reedificaron la ciudad y habitaron en ella.
Así que pasaron de largo y siguieron su camino, y el sol se puso sobre ellos cerca de Guibeá que pertenece a Benjamín.
Y lo llevó a su casa y dio forraje a los asnos; y ellos se lavaron los pies, comieron y bebieron.
Mientras ellos se alegraban, he aquí, los hombres de la ciudad, hombres perversos, rodearon la casa; {y} golpeando la puerta, hablaron al dueño de la casa, al anciano, diciendo: Saca al hombre que entró en tu casa para que tengamos relaciones con él.
Entonces el hombre, el dueño de la casa, salió a ellos y les dijo: No, hermanos míos, no os portéis tan vilmente; puesto que este hombre ha entrado en mi casa, no cometáis esta infamia.
Pero los hombres no quisieron escucharle, así que el levita tomó a su concubina y {la} trajo a ellos. Y ellos la ultrajaron y abusaron de ella toda la noche hasta la mañana; entonces la dejaron libre al amanecer.
Y los hombres de Israel salieron a combatir contra Benjamín, y los hombres de Israel se pusieron en orden de batalla contra ellos en Guibeá.
Y salió Benjamín de Guibeá contra ellos el segundo día y otra vez hizo caer dieciocho mil hombres de los hijos de Israel; todos éstos sacaban espada.
Y fue la señal convenida entre los hombres de Israel y los emboscados, que ellos harían que se levantara una gran nube de humo de la ciudad.
Por tanto, volvieron la espalda ante los hombres de Israel en dirección al desierto, pero la batalla los alcanzó, y los que salían de las ciudades los destruían en medio de ellos.
Cayeron dieciocho mil hombres de Benjamín; todos ellos eran valientes guerreros.
Y los demás se volvieron y huyeron al desierto, a la peña de Rimón, pero capturaron a cinco mil de ellos en los caminos, y a {otros} los persiguieron muy de cerca hasta Gidom y mataron a dos mil de ellos.
El total de los de Benjamín que cayeron aquel día fue de veinticinco mil hombres que sacaban espada, todos ellos valientes guerreros.
Los hijos de Israel se fueron entonces de allí, cada uno a su tribu y a su familia, y todos ellos salieron de allí para su heredad.
Y ellos se casaron con mujeres moabitas; el nombre de una {era} Orfa y el nombre de la otra Rut. Y habitaron allí unos diez años.
Y he aquí que vino Booz de Belén, y dijo a los segadores: El SEÑOR sea con vosotros. Y ellos le respondieron: Que el SEÑOR te bendiga.
Y {Booz} tomó diez hombres de los ancianos de la ciudad, y {les} dijo: Sentaos aquí. Y ellos se sentaron.
Los que contienden con el SEÑOR serán quebrantados, El tronará desde los cielos contra ellos. El SEÑOR juzgará los confines de la tierra, a su rey dará fortaleza, y ensalzará el poder de su ungido.
Si un hombre peca contra otro, Dios mediará por él; pero si un hombre peca contra el SEÑOR, ¿quién intercederá por él? Pero ellos no escucharon la voz de su padre, porque el SEÑOR quería que murieran.
Entonces un hombre de Dios vino a Elí y le dijo: Así dice el SEÑOR: `` ¿{No} me revelé ciertamente a la casa de tu padre cuando ellos estaban en Egipto, {esclavos} de la casa de Faraón?
Cobrad ánimo y sed hombres, oh filisteos, para que no lleguéis a ser esclavos de los hebreos como ellos han sido esclavos de vosotros; sed hombres, pues, y pelead.
Enviaron, pues, e hicieron venir a ellos a todos los príncipes de los filisteos, y dijeron: ¿Qué haremos con el arca del Dios de Israel? Y ellos respondieron: Que se traslade el arca del Dios de Israel a Gat. Y trasladaron el arca del Dios de Israel.
Y ellos dijeron: Si enviáis el arca del Dios de Israel, no la enviéis vacía; sino que ciertamente devolveréis a El una ofrenda por la culpa. Entonces seréis sanados y conoceréis por qué su mano no se ha apartado de vosotros.
Y {los filisteos} preguntaron: ¿Cuál será la ofrenda por la culpa que hemos de devolverle? Y ellos dijeron: Cinco tumores de oro y cinco ratones de oro {conforme} al número de los príncipes de los filisteos, porque la misma plaga {estuvo} sobre todos vosotros y sobre vuestros príncipes.
Y el carro llegó al campo de Josué el bet-semita y se detuvo allí donde {había} una gran piedra; y ellos partieron la madera del carro y ofrecieron las vacas en holocausto al SEÑOR.
Y el SEÑOR dijo a Samuel: Escucha la voz del pueblo en cuanto a todo lo que te digan, pues no te han desechado a ti, sino que me han desechado a mí para que no sea rey sobre ellos.
Ahora pues, oye su voz. Sin embargo, les advertirás solemnemente y les harás saber el proceder del rey que reinará sobre ellos.
Ellos, pues, subieron a la ciudad. Cuando entraban a la ciudad, he aquí que Samuel salía hacia ellos para subir al lugar alto.
ellos te saludarán y te darán dos {tortas} de pan, las cuales recibirás de sus manos.
Después llegarás a la colina de Dios donde está la guarnición de los filisteos; y sucederá que cuando llegues a la ciudad, allá encontrarás a un grupo de profetas que descienden del lugar alto con arpa, pandero, flauta y lira delante de ellos, y estarán profetizando.
Entonces el Espíritu del SEÑOR vendrá sobre ti con gran poder, profetizarás con ellos y serás cambiado en otro hombre.
Cuando llegaron allá a la colina, he aquí, un grupo de profetas {salió} a su encuentro; y el Espíritu de Dios vino sobre él con gran poder, y profetizó entre ellos.
Y un hombre de allí respondió, y dijo: ¿Y quién es el padre de ellos? Por lo cual esto se hizo proverbio: ¿Está Saúl también entre los profetas?
A la mañana siguiente Saúl dispuso al pueblo en tres compañías; y entraron en medio del campamento a la vigilia de la mañana, e hirieron a los amonitas hasta que calentó el día. Y sucedió que los que quedaron fueron dispersados, no quedando dos de ellos juntos.
Y ellos dijeron: Tú no nos has defraudado ni oprimido, ni has tomado nada de mano de ningún hombre.
Y él les respondió: El SEÑOR es testigo contra vosotros, y su ungido es testigo en este día que nada habéis hallado en mi mano. Y ellos dijeron: {El es} testigo.
Pero ellos olvidaron al SEÑOR su Dios, y El los vendió en manos de Sísara, jefe del ejército de Hazor, en manos de los filisteos y en manos del rey de Moab, los cuales pelearon contra ellos.
Y Saúl, su hijo Jonatán y el pueblo que se hallaba con ellos, estaban situados en Geba de Benjamín, mientras los filisteos acampaban en Micmas.
Entonces dijo Jonatán: Mira, vamos a pasar hacia esos hombres y nos mostraremos a ellos.
Si nos dicen: ``Esperad hasta que lleguemos a vosotros", entonces nos quedaremos en nuestro lugar y no subiremos a ellos.
Y Saúl dijo al pueblo que {estaba} con él: Pasad lista ahora y ved quién ha salido de entre nosotros. Cuando ellos pasaron lista, he aquí que Jonatán y su escudero no estaban.
Entonces los hebreos que de antes estaban con los filisteos {y} que habían subido con ellos de los alrededores al campamento, aun ellos también {se unieron} con los israelitas que {estaban} con Saúl y Jonatán.
Cuando todos los hombres de Israel que se habían escondido en la región montañosa de Efraín oyeron que los filisteos habían huido, ellos también los persiguieron muy de cerca en la batalla.
Entonces Saúl dijo: Descendamos contra los filisteos de noche, tomemos despojo de entre ellos hasta el amanecer, y no dejemos {ni} uno de ellos. Y ellos dijeron: Haz lo que te parezca bien. Entonces el sacerdote dijo: Acerquémonos a Dios aquí.
Y dijo Saúl a los ceneos: Idos, apartaos, descended de entre los amalecitas, para que no os destruya con ellos; porque vosotros mostrasteis misericordia a todos los hijos de Israel cuando subían de Egipto. Y los ceneos se apartaron de entre los amalecitas.
Y el SEÑOR te envió en una misión, y dijo: ``Ve, y destruye por completo a los pecadores, los amalecitas, y lucha contra ellos hasta que sean exterminados."
Y aconteció que cuando ellos entraron, vio a Eliab, y {se} dijo: Ciertamente el ungido del SEÑOR está delante de El.
Los filisteos estaban a un lado del monte, e Israel estaba al otro lado del monte, y entre ellos, el valle.
Lleva también estos diez quesos al comandante de los mil, y mira a ver cómo están tus hermanos y trae noticias de ellos.
Pues Saúl y ellos y todos los hombres de Israel están en el valle de Ela, peleando contra los filisteos.
Mientras hablaba con ellos, he aquí, el campeón, el filisteo de Gat llamado Goliat, subió de entre las filas de los filisteos y habló las mismas palabras, y David {las} oyó.
Tu siervo ha matado tanto al león como al oso; y este filisteo incircunciso será como uno de ellos, porque ha desafiado a los escuadrones del Dios viviente.
Pero todo Israel y Judá amaba a David, porque él salía y entraba delante de ellos.
Saúl envió mensajeros para llevarse a David, pero cuando vieron al grupo de los profetas profetizando, y a Samuel de pie presidiéndolos, el Espíritu de Dios vino sobre los mensajeros de Saúl, y ellos también profetizaron.
Cuando se lo dijeron a Saúl, envió otros mensajeros, y también ellos profetizaron. Y por tercera vez Saúl envió mensajeros, y ellos también profetizaron.
Y se fingió demente ante sus ojos y actuaba como loco en medio de ellos; escribía garabatos en las puertas de la entrada y dejaba que su saliva le corriera por la barba.
Todo el que estaba en apuros, todo el que estaba endeudado y todo el que estaba descontento se unió a él, y él vino a ser jefe sobre ellos. Y había con él unos cuatrocientos hombres.
El rey mandó llamar al sacerdote Ahimelec, hijo de Ahitob, y a toda la casa de su padre, los sacerdotes que {estaban} en Nob, y todos ellos vinieron al rey.
Y el rey dijo a los guardias que le asistían: Volveos y dad muerte a los sacerdotes del SEÑOR, porque la mano de ellos también está con David, y porque sabían que él estaba huyendo y no me lo revelaron. Pero los siervos del rey no quisieron levantar la mano para atacar a los sacerdotes del SEÑOR.
Ellos se levantaron y fueron a Zif delante de Saúl. Y David y sus hombres {estaban} en el desierto de Maón, en el Arabá, al sur de Jesimón.
``Pregunta a tus mozos, y ellos te {lo} dirán. Por tanto, permite que {mis} mozos hallen gracia ante tus ojos, porque hemos llegado en un día de fiesta. Te ruego que de lo que tengas a mano, des a tus siervos y a tu hijo David."
Sin embargo, los hombres {fueron} muy buenos con nosotros; no nos maltrataron ni nos faltó nada cuando andábamos con ellos, mientras estábamos en el campo.
Como muro fueron para nosotros tanto de noche como de día, todo el tiempo que estuvimos con ellos apacentando las ovejas.
Y sucedió que cuando ella cabalgaba en su asno y descendía por la parte encubierta del monte, he aquí que David y sus hombres venían bajando hacia ella, y se encontró con ellos.
Tomó, pues, David la lanza y la vasija de agua de {junto a} la cabecera de Saúl, y se fueron; pero nadie {lo} vio ni {lo} supo, tampoco nadie se despertó, pues todos estaban dormidos, ya que un sueño profundo de parte del SEÑOR había caído sobre ellos.
David pasó al otro lado y se colocó en la cima del monte a {cierta} distancia, {con} un gran espacio entre ellos.
Y subieron David y sus hombres e hicieron incursiones contra los gesuritas, los gezritas y los amalecitas; porque ellos eran los habitantes de la tierra desde tiempos antiguos, según se va a Shur, hasta la tierra de Egipto.
Y los hirió David desde el anochecer hasta el atardecer del día siguiente, ninguno de ellos escapó, excepto cuatrocientos jóvenes que montaron en camellos y huyeron.
Nada de lo {que era} de ellos les faltó, pequeño o grande, hijos o hijas, botín o cualquier cosa que habían tomado para sí; David lo recuperó todo.
¿Y quién os escuchará sobre este asunto? Porque conforme a la parte del que desciende a la batalla, así será la parte del que queda con el bagaje; ellos recibirán lo mismo.
Y arreció la batalla contra Saúl, los arqueros lo alcanzaron y fue gravemente herido por ellos.
Fortaleced, pues, vuestras manos, y sed valientes porque Saúl vuestro señor ha muerto, y la casa de Judá me ha ungido rey sobre ellos.
Así pues, Joab y su hermano Abisai mataron a Abner porque él había dado muerte a Asael, hermano de ellos, en la batalla de Gabaón.
Y David dio una orden a los jóvenes, y ellos los mataron y les cortaron las manos y los pies y {los} colgaron junto al estanque en Hebrón. Pero tomaron la cabeza de Is-boset y {la} sepultaron en el sepulcro de Abner, en Hebrón.
Vinieron, pues, todos los ancianos de Israel al rey en Hebrón, y el rey David hizo un pacto con ellos en Hebrón delante del SEÑOR; luego ungieron a David como rey sobre Israel.
Y ellos abandonaron allí sus ídolos, y David y sus hombres se los llevaron.
Cuando David consultó al SEÑOR, El dijo: No subas {directamente;} da un rodeo por detrás de ellos y sal a ellos frente a las balsameras.
David le tomó mil setecientos hombres de a caballo y veinte mil soldados de a pie; David desjarretó los caballos de los carros, pero dejó {suficientes} de ellos para cien carros.
Cuando los hijos de Amón vieron que los arameos huían, ellos {también} huyeron delante de Abisai y entraron en la ciudad. Entonces Joab se volvió de {pelear} contra los hijos de Amón y vino a Jerusalén.
Hadad-ezer mandó sacar a los arameos que {estaban} al otro lado del río y fueron a Helam; y Sobac, comandante del ejército de Hadad-ezer, {iba} al frente de ellos.
Y los ancianos de su casa se pusieron a su lado para levantarlo del suelo, mas él no quiso, y no comió pan con ellos.
Pero viendo David que sus siervos susurraban entre sí, comprendió que el niño había muerto, y dijo a sus siervos: ¿Ha muerto el niño? Y ellos respondieron: Ha muerto.
Estando aún ellos en el camino, llegó a David el rumor que decía: Absalón ha dado muerte a todos los hijos del rey, y no ha quedado ni uno de ellos.
He aquí, sus dos hijos están allí con ellos, Ahimaas, hijo de Sadoc, y Jonatán, hijo de Abiatar, y por medio de ellos me comunicarás todo lo que oigas.
Cuando David pasó un poco más allá de la cumbre, he aquí que Siba, el criado de Mefiboset, {salió} a su encuentro con un par de asnos aparejados, y sobre ellos {había} doscientos panes, cien racimos de uvas pasas, cien frutas de verano y un odre de vino.
Y Jonatán y Ahimaas aguardaban en En-rogel; una criada iría a avisarles y ellos irían a avisar al rey David, porque no debían verse entrando a la ciudad.
Entonces los siervos de Absalón fueron a la casa de la mujer y dijeron: ¿Dónde están Ahimaas y Jonatán? Y la mujer les dijo: Ellos han pasado el arroyo. Buscaron, y al no encontrar{los,} regresaron a Jerusalén.
David contó el pueblo que {estaba} con él, y puso sobre ellos comandantes de mil y comandantes de cien.
Habló ella, diciendo: Antes acostumbraban decir: ``Ellos ciertamente pedirán {consejo} en Abel", y así terminaban {la querella.}
Entonces la mujer, con su sabiduría, fue {a hablar} a todo el pueblo; y ellos le cortaron la cabeza a Seba, hijo de Bicri, y se {la} arrojaron a Joab. El, pues, tocó la trompeta y se retiraron de la ciudad, cada uno a su tienda. Joab también regresó al rey en Jerusalén.
Y llamó el rey a los gabaonitas y les habló. (Los gabaonitas no eran de los hijos de Israel, sino del remanente de los amorreos, y los hijos de Israel habían hecho un pacto con ellos, pero Saúl había procurado matarlos en su celo por los hijos de Israel y de Judá.)
Y ellos dijeron al rey: Del hombre que nos consumió y que trató de exterminarnos para que no quedáramos dentro del territorio de Israel,
Pero el rey perdonó a Mefiboset, hijo de Jonatán, hijo de Saúl, a causa del pacto del SEÑOR que había entre ellos, entre David y Jonatán, hijo de Saúl.
Y Rizpa, hija de Aja, tomó tela de cilicio y lo tendió para sí sobre la roca, desde el comienzo de la cosecha hasta que llovió del cielo sobre ellos; y no permitió que las aves del cielo se posaran sobre ellos de día ni las fieras del campo de noche.
Pues todas sus ordenanzas {estaban} delante de mí, y {en cuanto a} sus estatutos, no me aparté de ellos.
Mas los indignos, todos ellos serán arrojados como espinos, porque no pueden ser tomados con la mano;
De nuevo la ira del SEÑOR se encendió contra Israel, e incitó a David contra ellos, diciendo: Ve, haz un censo de Israel y de Judá.
Entonces el rey David dijo: Llamadme al sacerdote Sadoc, al profeta Natán y a Benaía, hijo de Joiada. Ellos entraron a la presencia del rey,
El rey también ha enviado con él al sacerdote Sadoc, al profeta Natán, a Benaía, hijo de Joiada, a los cereteos y a los peleteos, y ellos lo han montado en la mula del rey.
Mas muestra bondad a los hijos de Barzilai galaadita, y que estén entre los que comen a tu mesa; porque ellos me ayudaron cuando huía de tu hermano Absalón.
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- 2.Éx 6:3-Levítico 22:22
- 3.Levítico 22:25-Números 26:10
- 4.Números 26:41-Josué 6:13
- 5.Josué 7:3-Jueces 18:27
- 6.Jueces 18:28-1 Reyes 2:7
- 7.1 Reyes 4:21-1 Crónicas 6:55
- 8.1 Crónicas 7:4-2 Crónicas 34:9
- 9.2 Crónicas 34:11-Job 22:17
- 10.Job 22:19-Salmos 139:16
- 11.Salmos 139:17-Isaías 59:21
- 12.Isaías 60:9-Jeremías 30:21
- 13.Jeremías 31:1-Ezequiel 12:16
- 14.Ezequiel 13:10-Ezequiel 39:13
- 15.Ezequiel 39:21-Miqueas 4:12
- 16.Miqueas 5:6-Mateo 20:4
- 17.Mateo 20:7-Marcos 14:11
- 18.Marcos 14:19-Lucas 22:35
- 19.Lucas 22:38-Hechos 5:14
- 20.Hechos 5:15-Hechos 25:6
- 21.Hechos 25:11-Hebreos 8:11
- 22.Hebreos 10:1-Apocalipsis 22:4
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