'Era' en la Biblia
En el principio existía el Verbo, y el Verbo estaba con Dios, y el Verbo era Dios.
En El estaba la vida, y la vida era la luz de los hombres.
Vino {al mundo} un hombre enviado por Dios, cuyo nombre era Juan.
No era él la luz, sino {que vino} para dar testimonio de la luz.
Juan dio* testimonio de El y clamó, diciendo: Este era del que yo decía: ``El que viene después de mí, es antes de mí, porque era primero que yo."
Este es aquel de quien yo dije: ``Después de mí viene un hombre que es antes de mí porque era primero que yo."
El les dijo*: Venid y veréis. Entonces fueron y vieron dónde se hospedaba; y se quedaron con El aquel día, porque era como la hora décima.
Uno de los dos que oyeron a Juan y siguieron {a Jesús} era Andrés, hermano de Simón Pedro.
Felipe era de Betsaida, de la ciudad de Andrés y de Pedro.
Cuando el maestresala probó el agua convertida en vino, y {como} no sabía de dónde era (pero los que servían, que habían sacado el agua, lo sabían), el maestresala llamó* al novio,
y allí estaba el pozo de Jacob. Entonces Jesús, cansado del camino, se sentó junto al pozo. Era como la hora sexta.
Y al instante el hombre quedó sano, y tomó su camilla y echó a andar. Y aquel día era día de reposo.
Pero el que había sido sanado no sabía quién era, porque Jesús, sigilosamente, se había apartado de la multitud que estaba en {aquel} lugar.
El hombre se fue, y dijo a los judíos que Jesús era el que lo había sanado.
El era la lámpara que ardía y alumbraba, y vosotros quisisteis regocijaros por un tiempo en su luz.
Pero hay algunos de vosotros que no creéis. Porque Jesús sabía desde el principio quiénes eran los que no creían, y quién era el que le iba a traicionar.
¿No ha dicho la Escritura que el Cristo viene de la descendencia de David, y de Belén, la aldea de donde era David?
Nicodemo, el que había venido a Jesús antes, y que era uno de ellos, les dijo*:
Entonces los vecinos y los que antes le habían visto que era mendigo, decían: ¿No es éste el que se sentaba y mendigaba?
Y era día de reposo el día en que Jesús hizo el barro y le abrió los ojos.
Sus padres dijeron esto porque tenían miedo a los judíos; porque los judíos ya se habían puesto de acuerdo en que si alguno confesaba que Jesús era el Cristo, fuera expulsado de la sinagoga.
Entonces él les contestó: Si es pecador, no lo sé; una cosa sé: que yo era ciego y ahora veo.
Jesús les habló {por medio de} esta alegoría, pero ellos no entendieron qué era lo que les decía.
Era invierno, y Jesús andaba por el templo, en el pórtico de Salomón.
Y muchos vinieron a El y decían: Aunque Juan no hizo ninguna señal, sin embargo, todo lo que Juan dijo de éste era verdad.
Entonces Jesús, de nuevo profundamente conmovido en su interior, fue* al sepulcro. Era una cueva, y tenía una piedra puesta sobre ella.
Pero uno de ellos, Caifás, que era sumo sacerdote ese año, les dijo: Vosotros no sabéis nada,
Y le hicieron una cena allí, y Marta servía; pero Lázaro era uno de los que estaban {a la mesa} con El.
Pero dijo esto, no porque se preocupara por los pobres, sino porque era un ladrón, y como tenía la bolsa del dinero, sustraía de lo que se echaba en ella.
éstos, pues, fueron a Felipe, que era de Betsaida de Galilea, y le rogaban, diciendo: Señor, queremos ver a Jesús.
Y Judas, después de recibir el bocado, salió inmediatamente; y {ya} era de noche.
y le llevaron primero ante Anás, porque era suegro de Caifás, que era sumo sacerdote ese año.
Y Caifás era el que había aconsejado a los judíos que convenía que un hombre muriera por el pueblo.
Y Simón Pedro seguía a Jesús, y {también} otro discípulo. Este discípulo era conocido del sumo sacerdote, y entró con Jesús al patio del sumo sacerdote,
pero Pedro estaba fuera, a la puerta. Así que el otro discípulo, que era conocido del sumo sacerdote, salió y habló a la portera, e hizo entrar a Pedro.
Uno de los siervos del sumo sacerdote, que era pariente de aquel a quien Pedro le había cortado la oreja, dijo*: ¿No te vi yo en el huerto con El?
Entonces llevaron* a Jesús {de casa} de Caifás al Pretorio. Era muy de mañana. Y ellos no entraron al Pretorio para no contaminarse y poder comer la Pascua.
Entonces volvieron a gritar, diciendo: No a éste, sino a Barrabás. Y Barrabás era un ladrón.
Y era el día de la preparación para la Pascua; era como la hora sexta. Y {Pilato} dijo* a los judíos: He aquí vuestro Rey.
Entonces los soldados, cuando crucificaron a Jesús, tomaron sus vestidos e hicieron cuatro partes, una parte para cada soldado. Y {tomaron también} la túnica; y la túnica era sin costura, tejida en una sola pieza.
Los judíos entonces, como era el día de preparación {para la Pascua,} a fin de que los cuerpos no se quedaran en la cruz el día de reposo (porque ese día de reposo era muy solemne), pidieron a Pilato que les quebraran las piernas y se los llevaran.
Después de estas cosas, José de Arimatea, que era discípulo de Jesús, aunque en secreto por miedo a los judíos, pidió {permiso} a Pilato para llevarse el cuerpo de Jesús. Y Pilato concedió el permiso. Entonces él vino, y se llevó el cuerpo de Jesús.
Al decir esto, se volvió y vio* a Jesús que estaba {allí,} pero no sabía que era Jesús.
Jesús le dijo*: Mujer, ¿por qué lloras? ¿A quién buscas? Ella, pensando que era el hortelano, le dijo*: Señor, si tú le has llevado, dime dónde le has puesto, y yo me lo llevaré.
Cuando ya amanecía, Jesús estaba en la playa; pero los discípulos no sabían que era Jesús.
Entonces aquel discípulo a quien Jesús amaba, dijo* a Pedro: ¡Es el Señor! Oyendo, pues, Simón Pedro que era el Señor, se ciñó la ropa (porque se la había quitado {para poder trabajar}), y se echó al mar.
Jesús les dijo*: Venid {y} desayunad. Ninguno de los discípulos se atrevió a preguntarle: ¿Quién eres tú?, sabiendo que era el Señor.