'Había' en la Biblia
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- 2.Gé 43:7-Números 32:9
- 3.Números 32:13-Jueces 11:39
- 4.Jueces 12:5-2 Samuel 2:23
- 5.2 Samuel 3:6-1 Reyes 10:24
- 6.1 Reyes 11:2-2 Reyes 15:12
- 7.2 Reyes 15:34-2 Crónicas 8:1
- 8.2 Crónicas 8:2-Nehemías 2:1
- 9.Nehemías 2:12-Isaías 50:2
- 10.Isaías 59:16-Ezequiel 40:49
- 11.Ezequiel 41:7-Marcos 5:33
- 12.Marcos 6:14-Juan 5:13
- 13.Juan 5:15-Hechos 19:14
- 14.Hechos 20:8-Apocalipsis 19:20
Y él hizo lo recto en ojos de Jehová; hizo conforme a todas las cosas que había hecho su padre Uzías.
Y Urías el sacerdote edificó el altar; conforme a todo lo que el rey Acaz había enviado de Damasco, así lo hizo el sacerdote Urías, entre tanto que el rey Acaz venía de Damasco.
Mas el rey de Asiria halló que Oseas conspiraba; porque había enviado embajadores a So, rey de Egipto, y no había pagado tributo al rey de Asiria, como lo hacía cada año; por lo que el rey de Asiria le detuvo, y le aprisionó en la casa de la cárcel.
y anduvieron en los estatutos de las gentes que Jehová había lanzado de delante de los hijos de Israel, y en los que establecieron los reyes de Israel.
y quemaron allí incienso en todos los lugares altos, a la manera de las naciones que Jehová había desterrado de delante de ellos, e hicieron cosas muy malas para provocar a ira a Jehová.
Y servían a los ídolos, de los cuales Jehová les había dicho: Vosotros no habéis de hacer esto;
Y desecharon sus estatutos, y su pacto que Él había hecho con sus padres, y sus testimonios que Él había prescrito a ellos; y siguieron la vanidad, y se hicieron vanos, y fueron en pos de las gentes que estaban alrededor de ellos, de las cuales les había Jehová mandado que no hiciesen a la manera de ellas.
hasta que Jehová quitó a Israel de delante de su rostro, como Él lo había dicho por medio de todos los profetas sus siervos; e Israel fue llevado cautivo de su tierra a Asiria, hasta hoy.
Con los cuales había Jehová hecho pacto, y les mandó, diciendo: No temeréis a otros dioses, ni los adoraréis, ni les serviréis, ni les ofreceréis sacrificios.
Hizo lo recto en ojos de Jehová, conforme a todas las cosas que había hecho David su padre.
Él quitó los lugares altos, y quebró las imágenes, y destruyó las imágenes de Asera, e hizo pedazos la serpiente de bronce que había hecho Moisés, porque hasta entonces le quemaban incienso los hijos de Israel; y le llamó por nombre Nehustán.
Por cuanto no habían atendido la voz de Jehová su Dios, antes habían quebrantado su pacto; y todas las cosas que Moisés siervo de Jehová había mandado, ni las habían escuchado, ni puesto por obra.
En aquel tiempo Ezequías quitó el oro de las puertas del templo de Jehová, y de los quiciales que el mismo rey Ezequías había cubierto de oro, y lo dio al rey de Asiria.
Y el pueblo calló, y no le respondió palabra: porque había mandamiento del rey, el cual había dicho: No le respondáis.
Y regresando el Rabsaces, halló al rey de Asiria combatiendo a Libna; porque había oído que se había ido de Laquis.
Y Ezequías había dicho a Isaías: ¿Qué señal tendré de que Jehová me sanará, y que subiré a la casa de Jehová al tercer día?
Entonces el profeta Isaías clamó a Jehová; e hizo volver la sombra por los grados que había descendido en el reloj de Acaz, diez grados atrás.
En aquel tiempo Berodac-baladán hijo de Baladán, rey de Babilonia, envió cartas y un presente a Ezequías, porque había oído que Ezequías había caído enfermo.
Y Ezequías los oyó, y les mostró toda la casa de sus tesoros, plata, oro, y especiería, y preciosos ungüentos; y la casa de sus armas, y todo lo que había en sus tesoros: ninguna cosa quedó que Ezequías no les mostrase, así en su casa como en todo su señorío.
E hizo lo malo ante los ojos de Jehová, según las abominaciones de las naciones que Jehová había echado delante de los hijos de Israel.
Porque él volvió a edificar los lugares altos que Ezequías su padre había derribado, y levantó altares a Baal, e hizo una imagen de Asera, como había hecho Acab rey de Israel; y adoró a todo el ejército del cielo, y sirvió a aquellas cosas.
Asimismo edificó altares en la casa de Jehová, de la cual Jehová había dicho: Yo pondré mi nombre en Jerusalén.
Y puso una imagen tallada de Asera que él había hecho, en la casa de la cual había Jehová dicho a David y a Salomón su hijo: Yo pondré mi nombre para siempre en esta casa, y en Jerusalén, a la cual escogí de todas las tribus de Israel:
E hizo lo malo ante los ojos de Jehová, como había hecho Manasés su padre.
Y anduvo en todos los caminos en que su padre anduvo, y sirvió a los ídolos a los cuales había servido su padre, y a ellos adoró;
Y subió el rey a la casa de Jehová con todos los varones de Judá, y con todos los moradores de Jerusalén, con los sacerdotes y profetas y con todo el pueblo, desde el más chico hasta el más grande; y leyó, oyéndolo ellos, todas las palabras del libro del pacto que había sido hallado en la casa de Jehová.
Derribó además el rey los altares que estaban sobre la azotea de la sala de Acaz, que los reyes de Judá habían hecho, y los altares que había hecho Manasés en los dos atrios de la casa de Jehová; y de allí corrió y arrojó el polvo en el torrente de Cedrón.
Asimismo profanó el rey los lugares altos que estaban delante de Jerusalén, a la mano derecha del monte de la destrucción, los cuales Salomón rey de Israel había edificado a Astarot, abominación de los sidonios, y a Quemos abominación de Moab, y a Milcom abominación de los hijos de Amón.
Igualmente el altar que estaba en Betel, y el lugar alto que había hecho Jeroboam hijo de Nabat, el que hizo pecar a Israel, aquel altar y el alto destruyó; y quemó el lugar alto, y lo hizo polvo, y puso fuego a la imagen de Asera.
Y se volvió Josías, y viendo los sepulcros que estaban allí en el monte, envió y sacó los huesos de los sepulcros, y los quemó sobre el altar para contaminarlo, conforme a la palabra de Jehová que había profetizado el varón de Dios, el cual había anunciado estas cosas.
Y él dijo: Dejadlo; ninguno mueva sus huesos; y así fueron preservados sus huesos, y los huesos del profeta que había venido de Samaria.
Y todas las casas de los lugares altos que estaban en las ciudades de Samaria, las cuales habían hecho los reyes de Israel para provocar a ira al Señor, las quitó también Josías, e hizo de ellas como había hecho en Betel.
En verdad que no se había celebrado tal pascua desde los días de los jueces que gobernaron a Israel, ni en todos los días de los reyes de Israel, y de los reyes de Judá.
Asimismo barrió Josías los encantadores, los adivinos, las imágenes de los ídolos, y todas las abominaciones que se veían en la tierra de Judá y en Jerusalén, para cumplir las palabras de la ley que estaban escritas en el libro que el sacerdote Hilcías había hallado en la casa de Jehová.
Con todo, Jehová no desistió del furor de su grande ira con la cual se había encendido su enojo contra Judá, a causa de todas las provocaciones con que Manasés le había irritado.
Y dijo Jehová: También quitaré de mi presencia a Judá, como quité a Israel, y desecharé a esta ciudad que había escogido, a Jerusalén, y a la casa de la cual había yo dicho: Mi nombre estará allí.
Pero Jehová envió contra él tropas de caldeos, tropas de sirios, tropas de moabitas y tropas de amonitas; los cuales envió contra Judá para que la destruyesen, conforme a la palabra de Jehová que había hablado por sus siervos los profetas.
E hizo lo malo ante los ojos de Jehová, conforme a todas las cosas que había hecho su padre.
Y sacó de allí todos los tesoros de la casa de Jehová, y los tesoros de la casa real, y quebró en piezas todos los vasos de oro que había hecho Salomón rey de Israel en la casa de Jehová, como Jehová había dicho.
E hizo lo malo ante los ojos de Jehová, conforme a todo lo que había hecho Joacim.
Las dos columnas, un mar, y las bases que Salomón había hecho para la casa de Jehová; y del bronce de todos estos vasos, no había peso.
La altura de una columna era de dieciocho codos y tenía encima un capitel de bronce, y la altura del capitel era de tres codos; y sobre el capitel había una red y granadas alrededor, todo de bronce; y semejante obra había en la otra columna con la red.
Y oyendo todos los príncipes del ejército, ellos y su gente, que el rey de Babilonia había puesto por gobernador a Gedalías, vinieron a él en Mizpa, esto es, Ismael hijo de Netanías, y Johanán hijo de Carea, y Seraías hijo de Tanhumet netofatita, y Jaazanías hijo de un maacatita, ellos con los suyos.
Y estos que han sido escritos por sus nombres, vinieron en días de Ezequías rey de Judá, y desbarataron sus tiendas y las habitaciones que allí hallaron, y los destruyeron, hasta hoy, y habitaron allí en lugar de ellos; porque allí había pastos para sus ganados.
Habitó también desde el oriente hasta la entrada del desierto desde el río Éufrates; porque su ganado se había multiplicado en la tierra de Galaad.
Pero se rebelaron contra el Dios de sus padres, y se prostituyeron siguiendo a los dioses de los pueblos de la tierra, a los cuales Dios había destruido delante de ellos.
Mas Aarón y sus hijos quemaban ofrendas sobre el altar del holocausto, y sobre el altar del incienso, en toda la obra del lugar santísimo, y para hacer las expiaciones sobre Israel, conforme a todo lo que Moisés siervo de Dios había mandado.
Y había con ellos en sus linajes, por las familias de sus padres, treinta y seis mil hombres de guerra; por que tuvieron muchas esposas e hijos.
Y cuando él se llegó a su esposa, ella concibió y dio a luz un hijo, al cual puso por nombre Bería, por cuanto la aflicción había estado en su casa.
Y de éstos había cantores, principales de familias de los levitas, los cuales estaban en sus cámaras exentos de otros servicios; porque de día y de noche estaban en aquella obra.
Y David había dicho: El que primero hiriere al jebuseo, será cabeza y jefe. Entonces Joab hijo de Sarvia subió el primero, y fue hecho jefe.
Éste estuvo con David en Pasdamim, estando allí juntos en batalla los filisteos: y había allí una parcela de tierra llena de cebada, y huyendo el pueblo delante de los filisteos,
Guárdeme mi Dios de hacer esto: ¿había yo de beber la sangre de estos varones que con riesgo de sus vidas la han traído? Y no la quiso beber. Esto hicieron aquellos tres valientes.
Éstos pasaron el Jordán en el mes primero, cuando había salido sobre todas sus riberas; e hicieron huir a todos los de los valles al oriente y al poniente.
Y también los que les eran vecinos, hasta Isacar y Zabulón y Neftalí, trajeron pan en asnos, camellos, mulos y bueyes; y provisión de harina, masas de higos, y pasas, vino y aceite, bueyes y ovejas en abundancia, porque en Israel había alegría.
Y David tuvo pesar, porque Jehová había quebrantado a Uza; por lo que llamó aquel lugar Pérez-uza, hasta hoy.
Y entendió David que Jehová lo había confirmado por rey sobre Israel, y que había exaltado su reino sobre su pueblo Israel.
Y oyendo los filisteos que David había sido ungido por rey sobre todo Israel, subieron todos los filisteos en busca de David. Y como David lo oyó, salió contra ellos.
Y congregó David a todo Israel en Jerusalén, para que pasasen el arca de Jehová a su lugar, el cual le había él preparado.
Y los hijos de los levitas trajeron el arca de Dios puesta sobre sus hombros en las barras, como lo había mandado Moisés conforme a la palabra de Jehová.
Así trajeron el arca de Dios, y la pusieron en medio de la tienda que David había levantado para ella; y ofrecieron holocaustos y sacrificios de paz delante de Dios.
Y oyendo Toi rey de Hamat, que David había deshecho todo el ejército de Hadad-ezer, rey de Soba,
los cuales el rey David dedicó a Jehová, con la plata y oro que había tomado de todas las naciones, de Edom, de Moab, de los hijos de Amón, de los filisteos y de Amalec.
Y viendo Joab que la batalla estaba contra él por el frente y por la retaguardia, escogió de los más aventajados que había en Israel, y ordenó su escuadrón contra los sirios.
Entonces David tomó la corona del rey de ellos de sobre su cabeza, y la halló de peso de un talento de oro, y había en ella piedras preciosas; y fue puesta sobre la cabeza de David. Y además de esto sacó de la ciudad muy grande botín.
Y Joab dio la cuenta del número del pueblo a David. Y había en todo Israel un millón cien mil que sacaban espada, y de Judá cuatrocientos setenta mil hombres que sacaban espada.
Entonces David subió, conforme a la palabra de Gad que le había dicho en nombre de Jehová.
En aquel tiempo cuando David vio que Jehová le había respondido en la era de Ornán jebuseo, sacrificó allí.
Y el tabernáculo de Jehová que Moisés había hecho en el desierto, y el altar del holocausto, estaban entonces en el alto de Gabaón:
y para ofrecer todos los holocaustos a Jehová los sábados, lunas nuevas y fiestas solemnes, por número, conforme se les había ordenado, continuamente delante de Jehová.
Y de los hijos de Eleazar fueron hallados más varones principales que de los hijos de Itamar; y los repartieron así: De los hijos de Eleazar había dieciséis cabezas de familias paternas; y de los hijos de Itamar por las familias de sus padres, ocho.
Éste fue el orden para ellos en su ministerio, para que entrasen en la casa de Jehová, conforme a su ordenanza, bajo el mando de Aarón su padre, de la manera que le había mandado Jehová el Dios de Israel.
el sexto Amiel, el séptimo Isacar, el octavo Peultai; porque Dios había bendecido a Obed-edom.
En Parbar al occidente, había cuatro en el camino, y dos en Parbar.
Este Selomit y sus hermanos tenían cargo de todos los tesoros de todas las cosas santificadas, que había consagrado el rey David, y los príncipes de las familias, y los capitanes de millares y de centenas, y los jefes del ejército;
Asimismo todas las cosas que había consagrado Samuel vidente, y Saúl hijo de Cis, y Abner hijo de Ner, y Joab hijo de Sarvia: y todo lo que cualquiera consagraba, estaba bajo la mano de Selomit y de sus hermanos.
Sobre la primera división del primer mes estaba Jasobam hijo de Zabdiel; y había en su división veinticuatro mil.
Sobre la división del segundo mes estaba Dodai ahohíta; y Miclot era jefe en su división, en la que también había veinticuatro mil.
El jefe de la tercera división para el tercer mes era Benaía, hijo de Joiada el sumo sacerdote; y en su división había veinticuatro mil.
El cuarto jefe para el cuarto mes era Asael hermano de Joab, y después de él Zebadías su hijo; y en su división había veinticuatro mil.
El quinto jefe para el quinto mes era Samhut izrita; y en su división había veinticuatro mil.
Y no tomó David el número de los que eran de veinte años abajo, por cuanto Jehová había dicho que Él había de multiplicar a Israel como las estrellas del cielo.
Joab hijo de Sarvia había comenzado a contar, mas no acabó, pues por esto vino la ira sobre Israel; y así el número no fue puesto en el registro de las crónicas del rey David.
Y levantándose el rey David, puesto en pie dijo: Oídme, hermanos míos, y pueblo mío. Yo tenía en propósito edificar una casa, para que en ella reposara el arca del pacto de Jehová, y para el estrado de los pies de nuestro Dios; y había ya aprestado todo para edificar.
Y fue Salomón, y toda la congregación con él, al lugar alto que había en Gabaón; porque allí estaba el tabernáculo de la congregación de Dios, que Moisés siervo de Jehová había hecho en el desierto.
Mas David había traído el arca de Dios de Quiriat-jearim al lugar que él le había preparado; porque él le había levantado una tienda en Jerusalén.
Asimismo el altar de bronce que había hecho Bezaleel hijo de Uri hijo de Hur, estaba allí delante del tabernáculo de Jehová, al cual fue a consultar Salomón con aquella congregación.
Y comenzó Salomón a edificar la casa en Jerusalén, en el monte Moriah, donde el Señor se había aparecido a David su padre, en el lugar que David había preparado en la era de Ornán jebuseo.
Y debajo de él había figuras de bueyes que lo circundaban, diez en cada codo todo alrededor; dos hileras de bueyes fundidos juntamente con el mar.
Y acabada que fue toda la obra que hizo Salomón para la casa de Jehová, metió Salomón en ella las cosas que David su padre había dedicado; y puso la plata, y el oro, y todos los utensilios en los tesoros de la casa de Dios.
Y el rey Salomón, y toda la congregación de Israel que se había a él reunido delante del arca, sacrificaron ovejas y bueyes, que por la multitud no se pudieron contar ni numerar.
En el arca no había sino las dos tablas que Moisés había puesto en Horeb, con las cuales Jehová había hecho pacto con los hijos de Israel, después que salieron de Egipto.
Y no podían los sacerdotes continuar ministrando, por causa de la nube; porque la gloria de Jehová había llenado la casa de Dios.
Y Jehová ha cumplido su palabra que había dicho, pues me levanté yo en lugar de David mi padre, y me he sentado en el trono de Israel, como Jehová había dicho, y he edificado casa al nombre de Jehová Dios de Israel.
Porque Salomón había hecho una plataforma de bronce, de cinco codos de largo, y de cinco codos de ancho, y de altura de tres codos, y la había puesto en medio del atrio. Y se puso sobre ella, e hincando sus rodillas delante de toda la congregación de Israel, y extendiendo sus manos al cielo, dijo:
Y no podían entrar los sacerdotes en la casa de Jehová, porque la gloria de Jehová había llenado la casa de Jehová.
Y los sacerdotes cumplían con su ministerio; y los levitas con los instrumentos de música de Jehová, los cuales había hecho el rey David para alabar a Jehová porque su misericordia es para siempre; cuando David alababa por medio de ellos. Asimismo los sacerdotes tocaban trompetas delante de ellos, y todo Israel estaba en pie.
También santificó Salomón el medio del atrio que estaba delante de la casa de Jehová, por cuanto había ofrecido allí los holocaustos, y la grosura de las ofrendas de paz; porque en el altar de bronce que Salomón había hecho, no podían caber los holocaustos, las ofrendas y las grosuras.
Y a los veintitrés del mes séptimo envió al pueblo a sus tiendas, alegres y gozosos de corazón por los beneficios que Jehová había hecho a David y a Salomón, y a su pueblo Israel.
Y aconteció que al cabo de veinte años que Salomón había edificado la casa de Jehová y su casa,
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