'Le' en la Biblia
- 1.Gé 2:18-Gé 27:13
- 2.Gé 27:14-Gé 43:26
- 3.Gé 43:32-Éx 40:16
- 4.Levítico 1:1-Números 23:13
- 5.Números 23:16-Josué 2:14
- 6.Josué 2:17-Jueces 16:12
- 7.Jueces 16:13-1 Samuel 17:20
- 8.1 Samuel 17:25-2 Samuel 9:1
- 9.2 Samuel 9:2-1 Reyes 9:12
- 10.1 Reyes 9:16-2 Reyes 4:7
- 11.2 Reyes 4:8-1 Crónicas 22:6
- 12.1 Crónicas 22:9-Nehemías 6:12
- 13.Nehemías 6:13-Job 39:17
- 14.Job 39:20-Eclesiastés 10:3
- 15.Eclesiastés 10:14-Jeremías 50:26
- 16.Jeremías 50:44-Oseas 9:17
- 17.Oseas 10:11-Mateo 12:38
- 18.Mateo 12:39-Mateo 26:49
- 19.Mateo 26:50-Marcos 7:28
- 20.Marcos 7:29-Marcos 15:46
- 21.Marcos 15:47-Lucas 10:38
- 22.Lucas 10:40-Lucas 22:61
- 23.Lucas 22:63-Juan 6:25
- 24.Juan 6:28-Juan 17:2
- 25.Juan 18:2-Hechos 10:39
- 26.Hechos 10:40-Hebreos 5:5
- 27.Hebreos 5:9-Apocalipsis 22:3
Entonces le dijeron: ¿Qué debemos hacer para poner en práctica las obras de Dios?
Le dijeron entonces: ¿Qué, pues, haces tú como señal para que veamos y te creamos? ¿Qué obra haces?
Pero hay algunos de vosotros que no creéis. Porque Jesús sabía desde el principio quiénes eran los que no creían, y quién era el que le iba a traicionar.
Simón Pedro le respondió: Señor, ¿a quién iremos? Tú tienes palabras de vida eterna.
Y El se refería a Judas, {hijo} de Simón Iscariote, porque éste, uno de los doce, le iba a entregar.
Por eso sus hermanos le dijeron: Sal de aquí, y vete a Judea para que también tus discípulos vean las obras que tú haces.
El que habla de sí mismo busca su propia gloria; pero el que busca la gloria del que le envió, éste es verdadero y no hay injusticia en El.
Y ved, habla en público y no le dicen nada. ¿No será que en verdad los gobernantes reconocen que este es el Cristo?
Yo le conozco, porque procedo de El, y El me envió.
Procuraban, pues, prenderle; pero nadie le echó mano porque todavía no había llegado su hora.
Los fariseos oyeron a la multitud murmurando estas cosas acerca de El, y los principales sacerdotes y los fariseos enviaron alguaciles para que le prendieran.
Decían entonces los judíos entre sí: ¿Adónde piensa irse éste que no le hallemos? ¿Será acaso que quiere irse a la dispersión entre los griegos y enseñar a los griegos?
Y algunos de ellos querían prenderle, pero nadie le echó mano.
Entonces los alguaciles vinieron a los principales sacerdotes y fariseos, y éstos les dijeron: ¿Por qué no le trajisteis?
¿Acaso juzga nuestra ley a un hombre a menos que le oiga primero y sepa lo que hace?
Respondieron y le dijeron: ¿Es que tú también eres de Galilea? Investiga, y verás que ningún profeta surge de Galilea.
le dijeron*: Maestro, esta mujer ha sido sorprendida en el acto mismo del adulterio.
Enderezándose Jesús, le dijo: Mujer, ¿dónde están ellos? ¿Ninguno te ha condenado?
Y ella respondió: Ninguno, Señor. Entonces Jesús le dijo: Yo tampoco te condeno. Vete; desde ahora no peques más.
Entonces los fariseos le dijeron: Tú das testimonio de ti mismo; tu testimonio no es verdadero.
Entonces le decían: ¿Dónde está tu Padre? Jesús respondió: No me conocéis a mí ni a mi Padre. Si me conocierais a mí, conoceríais también a mi Padre.
Estas palabras las pronunció en el {lugar del} tesoro, cuando enseñaba en el templo; y nadie le prendió, porque todavía no había llegado su hora.
Entonces le decían: ¿Tú quién eres? Jesús les dijo: ¿Qué os he estado diciendo {desde} el principio?
Y El que me envió está conmigo; no me ha dejado solo, porque yo siempre hago lo que le agrada.
Ellos le contestaron: Somos descendientes de Abraham y nunca hemos sido esclavos de nadie. ¿Cómo dices tú: ``Seréis libres"?
Ellos le contestaron, y le dijeron: Abraham es nuestro padre. Jesús les dijo*: Si sois hijos de Abraham, haced las obras de Abraham.
Vosotros hacéis las obras de vuestro padre. Ellos le dijeron: Nosotros no nacimos de fornicación; tenemos un Padre, {es decir,} Dios.
Contestaron los judíos, y le dijeron: ¿No decimos con razón que tú eres samaritano y que tienes un demonio?
Los judíos le dijeron: Ahora sí sabemos que tienes un demonio. Abraham murió, y {también} los profetas, y tú dices: ``Si alguno guarda mi palabra no probará jamás la muerte."
Y vosotros no le habéis conocido, pero yo le conozco; y si digo que no le conozco seré un mentiroso como vosotros; pero {sí} le conozco y guardo su palabra.
Por esto los judíos le dijeron: Aún no tienes cincuenta años, ¿y has visto a Abraham?
Y sus discípulos le preguntaron, diciendo: Rabí, ¿quién pecó, éste o sus padres, para que naciera ciego?
Habiendo dicho esto, escupió en tierra, e hizo barro con la saliva y le untó el barro en los ojos,
y le dijo: Ve {y} lávate en el estanque de Siloé (que quiere decir, Enviado). El fue, pues, y se lavó y regresó viendo.
Entonces los vecinos y los que antes le habían visto que era mendigo, decían: ¿No es éste el que se sentaba y mendigaba?
Y le dijeron: ¿Dónde está El? El dijo*: No sé.
Y era día de reposo el día en que Jesús hizo el barro y le abrió los ojos.
Entonces los judíos no le creyeron que había sido ciego, y que había recibido la vista, hasta que llamaron a los padres del que había recibido la vista,
pero cómo es que ahora ve, no lo sabemos; o quién le abrió los ojos, nosotros no lo sabemos. Preguntadle a él; edad tiene, él hablará por sí mismo.
Por segunda vez llamaron al hombre que había sido ciego y le dijeron: Da gloria a Dios; nosotros sabemos que este hombre es un pecador.
Le dijeron entonces: ¿Qué te hizo? ¿Cómo te abrió los ojos?
Entonces lo insultaron, y le dijeron: Tú eres discípulo de ese {hombre;} pero nosotros somos discípulos de Moisés.
Respondieron ellos y le dijeron: Tú naciste enteramente en pecados, ¿y tú nos enseñas a nosotros? Y lo echaron fuera.
Jesús oyó decir que lo habían echado fuera, y hallándolo, {le} dijo: ¿Crees tú en el Hijo del Hombre?
Jesús le dijo: Pues tú le has visto, y el que está hablando contigo, ése es.
{Algunos} de los fariseos que estaban con El oyeron esto y le dijeron: ¿Acaso nosotros también somos ciegos?
A éste le abre el portero, y las ovejas oyen su voz; llama a sus ovejas por nombre y las conduce afuera.
{El huye} porque {sólo} trabaja por el pago y no le importan las ovejas.
Y muchos de ellos decían: Tiene un demonio y está loco. ¿Por qué le hacéis caso?
Entonces los judíos le rodearon, y le decían: ¿Hasta cuándo nos vas a tener en suspenso? Si tú eres el Cristo, dínoslo claramente.
Los judíos le contestaron: No te apedreamos por ninguna obra buena, sino por blasfemia; y porque tú, siendo hombre, te haces Dios.
María, cuyo hermano Lázaro estaba enfermo, fue la que ungió al Señor con perfume y le secó los pies con sus cabellos.
Los discípulos le dijeron*: Rabí, hace poco que los judíos procuraban apedrearte, ¿y vas otra vez allá?
Los discípulos entonces le dijeron: Señor, si se ha dormido, se recuperará.
Marta le contestó*: Yo sé que resucitará en la resurrección, en el día final.
Jesús le dijo: Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque muera, vivirá,
Ella le dijo*: Sí, Señor; yo he creído que tú eres el Cristo, el Hijo de Dios, el que viene al mundo.
Pues Jesús aún no había entrado en la aldea, sino que todavía estaba en el lugar donde Marta le había encontrado.
Jesús dijo*: Quitad la piedra. Marta, hermana del que había muerto, le dijo*: Señor, ya hiede, porque hace cuatro días {que murió.}
Jesús le dijo*: ¿No te dije que si crees, verás la gloria de Dios?
Si le dejamos {seguir} así, todos van a creer en El, y los romanos vendrán y nos quitarán nuestro lugar y nuestra nación.
Y los principales sacerdotes y los fariseos habían dado órdenes de que si alguien sabía dónde estaba {Jesús,} diera aviso para que le prendieran.
Y le hicieron una cena allí, y Marta servía; pero Lázaro era uno de los que estaban {a la mesa} con El.
Y Judas Iscariote, uno de sus discípulos, el que le iba a entregar, dijo*:
Sus discípulos no entendieron esto al principio, pero {después,} cuando Jesús fue glorificado, entonces se acordaron de que esto se había escrito de El, y de que le habían hecho estas cosas.
éstos, pues, fueron a Felipe, que era de Betsaida de Galilea, y le rogaban, diciendo: Señor, queremos ver a Jesús.
Padre, glorifica tu nombre. Entonces vino una voz del cielo: Y {le} he glorificado, y de nuevo {le} glorificaré.
Por eso la multitud que estaba {allí} y {la} oyó, decía que había sido un trueno; otros decían: Un ángel le ha hablado.
Entonces la multitud le respondió: Hemos oído en la ley que el Cristo permanecerá para siempre; ¿y cómo dices tú: ``El Hijo del Hombre tiene que ser levantado"? ¿Quién es este Hijo del Hombre?
Entonces llegó* a Simón Pedro. Este le dijo*: Señor, ¿tú lavarme a mí los pies?
Jesús respondió, y le dijo: Ahora tú no comprendes lo que yo hago, pero lo entenderás después.
Pedro le contestó*: ¡Jamás me lavarás los pies! Jesús le respondió: Si no te lavo, no tienes parte conmigo.
Simón Pedro le dijo*: Señor, {entonces} no sólo los pies, sino también las manos y la cabeza.
Jesús le dijo*: El que se ha bañado no necesita lavarse, excepto los pies, pues está todo limpio; y vosotros estáis limpios, pero no todos.
Porque sabía quién le iba a entregar; por eso dijo: No todos estáis limpios.
Por eso Simón Pedro le hizo* señas, y le dijo*: Di{nos} de quién habla.
El, recostándose de nuevo sobre el pecho de Jesús, le dijo*: Señor, ¿quién es?
Y después del bocado, Satanás entró en él. Entonces Jesús le dijo*: Lo que vas a hacer, hazlo pronto.
Pero ninguno de los que estaban sentados {a la mesa} entendió por qué le dijo esto.
Porque algunos pensaban que como Judas tenía la bolsa del dinero, Jesús le decía: Compra lo que necesitamos para la fiesta, o que diera algo a los pobres.
Si Dios es glorificado en El, Dios también le glorificará en sí mismo, y le glorificará enseguida.
Simón Pedro le dijo*: Señor, ¿adónde vas? Jesús respondió: Adonde yo voy, tú no me puedes seguir ahora, pero me seguirás después.
Pedro le dijo*: Señor, ¿por qué no te puedo seguir ahora mismo? ¡Yo daré mi vida por ti!
Jesús {le} respondió*: ¿Tu vida darás por mí? En verdad, en verdad te digo: no cantará el gallo sin que antes me hayas negado tres veces.
Tomás le dijo*: Señor, {si} no sabemos adónde vas, ¿cómo vamos a conocer el camino?
Jesús le dijo*: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre sino por mí.
Si me hubierais conocido, también hubierais conocido a mi Padre; desde ahora le conocéis y le habéis visto.
Felipe le dijo*: Señor, muéstranos al Padre, y nos basta.
Jesús le dijo*: ¿Tanto tiempo he estado con vosotros, y {todavía} no me conoces, Felipe? El que me ha visto a mí, ha visto al Padre; ¿cómo dices tú: ``Muéstranos al Padre"?
{es decir,} el Espíritu de verdad, a quien el mundo no puede recibir, porque ni le ve ni le conoce, {pero} vosotros sí le conocéis porque mora con vosotros y estará en vosotros.
Judas (no el Iscariote) le dijo*: Señor, ¿y qué ha pasado que te vas a manifestar a nosotros y no al mundo?
Jesús respondió, y le dijo: Si alguno me ama, guardará mi palabra; y mi Padre lo amará, y vendremos a él, y haremos con él morada.
Sus discípulos le dijeron*: He aquí que ahora hablas claramente y no usas lenguaje figurado.
por cuanto le diste autoridad sobre todo ser humano para que dé vida eterna a todos los que tú le has dado.
Resutados de la Búsqueda continuados...
- 1.Gé 2:18-Gé 27:13
- 2.Gé 27:14-Gé 43:26
- 3.Gé 43:32-Éx 40:16
- 4.Levítico 1:1-Números 23:13
- 5.Números 23:16-Josué 2:14
- 6.Josué 2:17-Jueces 16:12
- 7.Jueces 16:13-1 Samuel 17:20
- 8.1 Samuel 17:25-2 Samuel 9:1
- 9.2 Samuel 9:2-1 Reyes 9:12
- 10.1 Reyes 9:16-2 Reyes 4:7
- 11.2 Reyes 4:8-1 Crónicas 22:6
- 12.1 Crónicas 22:9-Nehemías 6:12
- 13.Nehemías 6:13-Job 39:17
- 14.Job 39:20-Eclesiastés 10:3
- 15.Eclesiastés 10:14-Jeremías 50:26
- 16.Jeremías 50:44-Oseas 9:17
- 17.Oseas 10:11-Mateo 12:38
- 18.Mateo 12:39-Mateo 26:49
- 19.Mateo 26:50-Marcos 7:28
- 20.Marcos 7:29-Marcos 15:46
- 21.Marcos 15:47-Lucas 10:38
- 22.Lucas 10:40-Lucas 22:61
- 23.Lucas 22:63-Juan 6:25
- 24.Juan 6:28-Juan 17:2
- 25.Juan 18:2-Hechos 10:39
- 26.Hechos 10:40-Hebreos 5:5
- 27.Hebreos 5:9-Apocalipsis 22:3