'Le' en la Biblia
- 1.Gé 2:15-Gé 28:1
- 2.Gé 28:6-Éx 3:2
- 3.Éx 3:12-Levítico 13:29
- 4.Levítico 13:37-Deuteronomio 18:4
- 5.Deuteronomio 18:5-Jueces 6:14
- 6.Jueces 6:15-Rut 4:17
- 7.1 Samuel 1:8-1 Samuel 22:12
- 8.1 Samuel 22:13-2 Samuel 14:7
- 9.2 Samuel 14:26-1 Reyes 13:15
- 10.1 Reyes 13:18-2 Reyes 6:7
- 11.2 Reyes 6:10-1 Crónicas 17:25
- 12.1 Crónicas 18:10-2 Crónicas 33:18
- 13.2 Crónicas 34:16-Job 39:20
- 14.Job 39:25-Eclesiastés 6:2
- 15.Eclesiastés 8:4-Jeremías 40:7
- 16.Jeremías 40:14-Amós 8:2
- 17.Jonás 1:6-Mateo 14:4
- 18.Mateo 14:5-Mateo 27:3
- 19.Mateo 27:11-Marcos 8:29
- 20.Marcos 8:32-Lucas 1:50
- 21.Lucas 1:57-Lucas 11:22
- 22.Lucas 11:27-Lucas 23:1
- 23.Lucas 23:3-Juan 6:8
- 24.Juan 6:21-Juan 14:5
- 25.Juan 14:6-Hechos 9:8
- 26.Hechos 9:11-Hechos 25:3
- 27.Hechos 25:7-Apocalipsis 7:15
- 28.Apocalipsis 8:3-Apocalipsis 22:3
Y Safán lo llevó al rey, y le contó el negocio, diciendo: Tus siervos han cumplido todo lo que les fue dado a cargo.
Entonces Hilcías y los del rey fueron a Hulda profetisa, mujer de Salum, hijo de Ticva, hijo de Harhas, guarda de las vestimentas, la cual moraba en Jerusalén en la Casa de la doctrina; y le dijeron las palabras dichas.
Mas al rey de Judá, que os ha enviado a consultar al SEÑOR, así le diréis: El SEÑOR Dios de Israel ha dicho así: Por cuanto oíste las palabras del libro ,
Y él le envió embajadores, diciendo: ¿Qué tenemos yo y tú, rey de Judá? Yo no vengo contra ti hoy, sino contra la casa que me hace guerra; y Dios dijo que me apresurase. Déjate de meterte con Dios, que es conmigo, no te destruya.
Y constituyó el rey de Egipto a su hermano Eliacim por rey sobre Judá y Jerusalén, y le mudó el nombre en Joacim; y a Joacaz su hermano tomó Necao, y lo llevó a Egipto.
E hizo lo malo en ojos de el SEÑOR su Dios, y no se humilló delante de Jeremías profeta, que le hablaba de parte del SEÑOR.
Así dice Ciro rey de los persas: El SEÑOR Dios de los cielos, me ha dado todos los reinos de la tierra; y él me ha encargado que le edifique Casa en Jerusalén, que es en Judá. ¿Quién de vosotros hay de todo su pueblo? El SEÑOR su Dios sea con él, y suba.
Así dijo Ciro rey de Persia: El SEÑOR Dios de los cielos me ha dado todos los reinos de la tierra, y me ha mandado que le edifique Casa en Jerusalén, que está en Judá.
Y a cualquiera que hubiere quedado de todos los lugares donde fuere extranjero, los varones de su lugar le ayuden con plata, y oro, y hacienda, y con bestias; con dones voluntarios para la Casa de Dios, la cuál está en Jerusalén.
Le enviaron carta, y de esta manera estaba escrito en ella. Al rey Darío toda paz.
y le dijo: Toma estos vasos, ve y ponlos en el templo que está en Jerusalén; y la Casa de Dios sea edificada en su lugar.
Este Esdras subió de Babilonia, el cual era escriba diligente en la ley de Moisés, que dio el SEÑOR Dios de Israel; y le concedió el rey, según la mano del SEÑOR su Dios sobre él, todo lo que pidió.
Y por mí el rey Artajerjes es dado mandamiento a todos los tesoreros que están al otro lado del río, que todo lo que os demandare Esdras sacerdote, escriba de la ley del Dios del cielo, se le conceda luego,
Y tú, Esdras, conforme a la sabiduría de tu Dios que tienes, pon por jueces y gobernadores, que gobiernen a todo el pueblo que está al otro lado del río, a todos los que tienen noticia de las leyes de tu Dios; y al que no la tuviere le enseñaréis.
Porque tuve vergüenza de pedir al rey tropa y gente de a caballo que nos defendiesen del enemigo en el camino; porque habíamos hablado al rey, diciendo: La mano de nuestro Dios es sobre todos los que le buscan para bien; mas su fortaleza y su furor sobre todos los que le dejan.
Entonces el rey me dijo (y la reina estaba sentada junto a él): ¿Hasta cuándo será tu viaje, y cuándo volverás? Y el asunto agradó al rey, y me envió, y yo le señalé el tiempo.
Y entendí que Dios no lo había enviado, sino que hablaba aquella profecía contra mí, porque Tobías y Sanbalat le habían alquilado por salario.
También contaban delante de mí sus buenas obras, y a él le referían mis palabras. Y enviaba Tobías cartas para atemorizarme.
y le había hecho una gran cámara, en la cual antes guardaban el presente, el incienso, los vasos, el diezmo del grano, del vino y del aceite, que estaba mandado dar a los levitas, a los cantores, y a los porteros; y la ofrenda de los sacerdotes.
Ester no declaró su pueblo ni su nacimiento; porque Mardoqueo le había mandado que no lo declarase.
entonces la joven venía así al rey; todo lo que ella decía se le daba, para venir con ello de la casa de las mujeres hasta la casa del rey.
Y cuando le llegó el tiempo de Ester, hija de Abihail tío de Mardoqueo, que él se había tomado por hija, para venir al rey, ninguna cosa procuró sino lo que dijo Hegai eunuco del rey, guarda de las mujeres; y ganaba Ester la gracia de todos los que la veían.
Y Ester, según le tenía mandado Mardoqueo, no había declarado su nación ni su pueblo; porque Ester hacía lo que decía Mardoqueo, como cuando estaba en crianza con él.
Mas tuvo en poco meter mano en solo Mardoqueo; que ya le había declarado el pueblo de Mardoqueo; y procuró Amán destruir a todos los judíos que había en el reino de Asuero; al pueblo de Mardoqueo.
y le dijo: La plata propuesta sea para ti, y asimismo el pueblo, para que hagas de él lo que bien te pareciere.
Y Mardoqueo le declaró todo lo que le había acontecido, y le dio noticia de la plata que Amán había dicho que pesaría para los tesoros del rey por razón de los judíos, para destruirlos.
Le dio también la copia de la escritura del decreto que había sido dado en Susa para que fuesen destruidos, a fin de que la mostrara a Ester y se lo declarase, y le encargara que fuese al rey a suplicarle, y a pedir delante de él por su pueblo.
Entonces Ester dijo a Hatac, y le mandó decir a Mardoqueo:
Entonces se fue Mardoqueo, e hizo conforme a todo lo que le mandó Ester.
Y le dijo el rey: ¿Qué tienes, reina Ester? ¿Y cuál es tu petición? Hasta la mitad del reino, se te dará.
Y Ester dijo: Si al rey place, venga hoy el rey con Amán al banquete que le he hecho.
Y les refirió Amán la gloria de sus riquezas, y la multitud de sus hijos, y todas las cosas con que el rey le había engrandecido y con que le había ensalzado sobre los príncipes y siervos del rey.
Y le dijo Zeres su mujer, y todos sus amigos: Hagan una horca alta de cincuenta codos, y mañana di al rey que cuelguen a Mardoqueo en ella; y entra con el rey al banquete alegre. Y agradó la cosa en los ojos de Amán, e hizo preparar la horca.
Aquella noche se le fue el sueño al rey, y dijo que le trajesen el libro de las memorias de las cosas de los tiempos; y las leyeron delante del rey.
Entonces dijo el rey: ¿Quién está en el patio? Y Amán había venido al patio de afuera de la casa del rey, para decir al rey que hiciese colgar a Mardoqueo en la horca que él le tenía preparada.
Y los servidores del rey le respondieron: He aquí Amán está en el patio. Y el rey dijo: Entre.
Entró, pues, Amán, y el rey le dijo: ¿Qué se hará al hombre cuya honra desea el rey? Y dijo Amán en su corazón: ¿A quién deseará el rey hacer honra más que a mí?
Contó luego Amán a Zeres su mujer, y a todos sus amigos, todo lo que le había acontecido; y le dijeron sus sabios, y Zeres su mujer: Si de la simiente de los judíos es el Mardoqueo, delante de quien has comenzado a caer, no lo vencerás; antes caerás por cierto delante de él.
El mismo día dio el rey Asuero a la reina Ester la casa de Amán enemigo de los judíos; y Mardoqueo vino delante del rey, porque Ester le declaró lo que era respecto de ella .
Y toda la obra de su fortaleza, y de su valor, y la declaración de la grandeza de Mardoqueo, con que el rey le engrandeció, ¿no está escrito en el libro de los anales de los reyes de Media y de Persia?
¿No le has tú cercado a él, y a su casa, y a todo lo que tiene en derredor? Al trabajo de sus manos has dado bendición; por tanto su hacienda ha crecido sobre la tierra.
y vino un mensajero a Job, que le dijo: Estaban arando los bueyes, y las asnas paciendo cerca de ellos,
Entonces le dijo su mujer: ¿Aún retienes tu simplicidad? Blasfema a Dios, y muérete.
Y él le dijo: Como suele hablar cualquiera de las locas, has hablado. Está bien: recibimos el bien de Dios, ¿y el mal no lo recibiremos? En todo esto no pecó Job con sus labios.
Y tres amigos de Job, Elifaz temanita, y Bildad suhita, y Zofar naamatita, luego que oyeron todo este mal que le había sobrevenido, vinieron cada uno de su lugar; porque habían concertado de venir juntos a condolerse de él, y a consolarle.
Así se sentaron con él en tierra por siete días y siete noches, y ninguno le hablaba palabra, porque veían que el dolor era muy grande.
no tornará más a su casa, ni su lugar le conocerá más.
Si le arrancaren de su lugar, éste le negará entonces, diciendo: Nunca te vi.
Si quisiere contender con él, no le podrá responder a una cosa de mil.
He aquí, arrebatará; ¿quién le hará restituir? ¿Quién le dirá: Qué haces?
¿Cuánto menos le responderé yo, y eligiré mis palabras con él?
Que si yo le invocase, y él me respondiese, aún no creeré que haya escuchado mi voz.
Porque no es hombre como yo, para que yo le responda, y vengamos juntamente a juicio.
Y hablaré, y no le temeré; porque en este estado no estoy en mí.
El que invoca a Dios, y él le responde, es burlado de su amigo; y el justo y perfecto es escarnecido.
He aquí, él derribará, y no será edificado; encerrará al hombre, y no habrá quien le abra.
El os redargüirá duramente, si en lo secreto le hicieses tal honra.
Si sus días están determinados, y el número de sus meses está cerca de ti; tú le pusiste términos, de los cuales no pasará.
Estruendos espantosos hay en sus oídos; en la paz le vendrá quién lo asuele.
Desasosegado viene a comer siempre, porque sabe que le está aparejado día de tinieblas.
Tribulación y angustia le asombrarán, y se esforzarán contra él como un rey apercibido para la batalla.
él le acometerá en la cerviz, en lo grueso de las hombreras de sus escudos;
No tendrá hijo ni nieto en su pueblo, ni quien le suceda en sus moradas.
Llamé a mi siervo, y no respondió; de mi propia boca le suplicaba.
Mi espíritu vino a ser extraño a mi mujer, aunque por los hijos de mis entrañas le rogaba.
con su mismo estiércol perecerá para siempre; los que le hubieren visto, dirán: ¿Qué es de él?
El ojo que le habrá visto, nunca más le vera; ni su lugar le echará más de ver.
si le parecía bien, y no lo dejaba, sino que lo detenía entre su paladar;
Huirá de las armas de hierro, y el arco de acero le atravesará.
Esta es la parte que Dios apareja al hombre impío, y la heredad que Dios le señala por su palabra.
¿Quién es el Todopoderoso, para que le sirvamos? ¿Y de qué nos aprovechará que oremos a él?
Dios guardará para los hijos de ellos su violencia; y le dará su pago, para que conozca.
¿Quién le denunciará en su cara su camino? Y de lo que él hizo, ¿quién le dará el pago?
Los terrones del arroyo le serán ya dulces; y tras de él será llevado todo hombre, y antes de él han ido innumerables.
¿Por ventura tiene su contentamiento el Omnipotente en que tú seas justificado, o le viene algún provecho de que tú hagas perfectos tus caminos?
Puesto que no son ocultos los tiempos al Todopoderoso, ¿por qué los que le conocen no ven sus días?
Si algunos le dieron a crédito, y se afirmó en ellos ; sus ojos tuvo puestos sobre los caminos de ellos.
Batirán sus manos sobre él, y desde su lugar le silbarán.
El oro no se le igualará, ni el diamante; ni se cambiará por vaso de oro fino.
¿qué haría yo cuando Dios se levantase? Y cuando él visitara, ¿qué le respondería yo?
Si me alegré en el quebrantamiento del que me aborrecía, y me regocijé cuando le halló el mal;
Yo le contaría el número de mis pasos, y como príncipe me llegaría a él.
Ahora bien, Job no dirigió a mí sus palabras, ni yo le responderé con vuestras razones.
que le hace que su vida aborrezca el pan, y su alma la comida suave.
que le diga que Dios tuvo de él misericordia, que lo libró de descender al sepulcro, que halló redención;
Orará a Dios, y le amará, y verá su faz con júbilo; y él dará al hombre el pago de su justicia.
Porque él pagará al hombre según su obra, y él le hará hallar conforme a su camino.
Si pecares, ¿qué habrás hecho contra él? Y si tus rebeliones se multiplicaren, ¿qué le harás tú?
Si fueres justo, ¿qué le darás a él? ¿O qué recibirá de tu mano?
Si oyeren, y le sirvieren, acabarán sus días en bien, y sus años en deleites.
¿Quién le ha prescrito su camino? ¿Y quién le dirá: Iniquidad has hecho?
He aquí, Dios es grande, y nosotros no le conocemos; ni se puede rastrear el número de sus años.
Muéstranos, qué le hemos de decir; para que no hablemos disparates.
¿Por ventura cuando yo hablare le será contado? ¿Cuando alguno se anegare le será dicho?
Y determiné sobre él mi decreto, y le puse puertas y cerrojo,
¿Por ventura confiarás tú en él, por ser grande su fortaleza, y le fiarás tu labor?
porque Dios lo hizo olvidar de sabiduría, y no le dio inteligencia.
¿Por ventura le espantarás tú como a alguna langosta? El resoplido de su nariz es formidable;
Resutados de la Búsqueda continuados...
- 1.Gé 2:15-Gé 28:1
- 2.Gé 28:6-Éx 3:2
- 3.Éx 3:12-Levítico 13:29
- 4.Levítico 13:37-Deuteronomio 18:4
- 5.Deuteronomio 18:5-Jueces 6:14
- 6.Jueces 6:15-Rut 4:17
- 7.1 Samuel 1:8-1 Samuel 22:12
- 8.1 Samuel 22:13-2 Samuel 14:7
- 9.2 Samuel 14:26-1 Reyes 13:15
- 10.1 Reyes 13:18-2 Reyes 6:7
- 11.2 Reyes 6:10-1 Crónicas 17:25
- 12.1 Crónicas 18:10-2 Crónicas 33:18
- 13.2 Crónicas 34:16-Job 39:20
- 14.Job 39:25-Eclesiastés 6:2
- 15.Eclesiastés 8:4-Jeremías 40:7
- 16.Jeremías 40:14-Amós 8:2
- 17.Jonás 1:6-Mateo 14:4
- 18.Mateo 14:5-Mateo 27:3
- 19.Mateo 27:11-Marcos 8:29
- 20.Marcos 8:32-Lucas 1:50
- 21.Lucas 1:57-Lucas 11:22
- 22.Lucas 11:27-Lucas 23:1
- 23.Lucas 23:3-Juan 6:8
- 24.Juan 6:21-Juan 14:5
- 25.Juan 14:6-Hechos 9:8
- 26.Hechos 9:11-Hechos 25:3
- 27.Hechos 25:7-Apocalipsis 7:15
- 28.Apocalipsis 8:3-Apocalipsis 22:3