'Lo' en la Biblia
Si su ofrenda fuere holocausto de vacas, macho sin tacha lo ofrecerá: de su voluntad lo ofrecerá a la puerta del tabernáculo de la congregación delante de Jehová.
Y pondrá su mano sobre la cabeza del holocausto; y él lo aceptará para expiarle.
Y desollará el holocausto, y lo dividirá en sus piezas.
Y lavará con agua sus intestinos y sus piernas; y el sacerdote lo quemará todo sobre el altar; holocausto es, ofrenda encendida de olor grato a Jehová.
Y si su ofrenda para holocausto fuere de ovejas, de los corderos, o de las cabras, macho sin defecto lo ofrecerá.
Y lo dividirá en sus piezas, con su cabeza y su redaño; y el sacerdote las acomodará sobre la leña que está sobre el fuego, que habrá encima del altar;
y lavará sus entrañas y sus piernas con agua; y el sacerdote lo ofrecerá todo, y lo quemará sobre el altar; holocausto es, ofrenda encendida de olor grato a Jehová.
Y le ha de quitar el buche y las plumas, lo cual echará junto al altar, hacia el oriente, en el lugar de las cenizas.
Y la traerá a los sacerdotes, hijos de Aarón; y de ello tomará el sacerdote su puño lleno de su flor de harina y de su aceite, con todo su incienso, y lo quemará como memorial sobre el altar; es ofrenda encendida de olor grato a Jehová.
Y si su ofrenda fuere sacrificio de paz, si hubiere de ofrecerlo de ganado vacuno, sea macho o hembra, sin defecto lo ofrecerá delante de Jehová:
Y traerá el becerro a la puerta del tabernáculo de la congregación delante de Jehová, y pondrá su mano sobre la cabeza del becerro, y lo degollará delante de Jehová.
de la manera que fue quitado del buey del sacrificio de la paz; y el sacerdote lo quemará sobre el altar del holocausto.
En fin, todo el becerro sacará fuera del campamento, a un lugar limpio, donde se echan las cenizas, y lo quemará al fuego sobre la leña: en donde se echan las cenizas será quemado.
luego que fuere entendido el pecado sobre que delinquieron, la congregación ofrecerá un becerro por expiación, y lo traerán delante del tabernáculo de la congregación.
Y hará de aquel becerro como hizo con el becerro de la expiación; lo mismo hará de él: así hará el sacerdote expiación por ellos, y obtendrán perdón.
Y sacará el becerro fuera del campamento, y lo quemará como quemó el primer becerro; es expiación por la congregación.
Y pondrá su mano sobre la cabeza del macho cabrío, y lo degollará en el lugar donde se degüella el holocausto delante de Jehová; es expiación.
Y si alguna persona pecare, que hubiere oído la voz del que juró, y él fuere testigo que vio, o supo, si no lo denunciare, él llevará su pecado.
Asimismo la persona que hubiere tocado en cualquiera cosa inmunda, sea cuerpo muerto de bestia inmunda, o cuerpo muerto de animal inmundo, o cuerpo muerto de reptil inmundo, bien que no lo supiere, será inmunda y habrá delinquido:
O si tocare a hombre inmundo en cualquiera inmundicia suya de que es inmundo, y no lo echare de ver; si después llega a saberlo, será culpable.
También la persona que jurare, pronunciando con sus labios hacer mal o bien, en cualquiera cosa que el hombre profiere con juramento, y él no lo conociere; si después lo entiende, será culpable de una de estas cosas.
Y rociará de la sangre de la expiación sobre la pared del altar; y lo que sobrare de la sangre lo exprimirá al pie del altar; es expiación.
Y pagará aquello de las cosas santas en que hubiere pecado, y añadirá a ello la quinta parte, y lo dará al sacerdote: y el sacerdote hará expiación por él con el carnero del sacrificio por el pecado, y será perdonado.
Traerá, pues, al sacerdote por expiación, según tú lo estimes, un carnero sin tacha de los rebaños: y el sacerdote hará expiación por él de su yerro que cometió por ignorancia, y será perdonado.
Cuando una persona pecare e hiciere prevaricación contra Jehová, y negare a su prójimo lo encomendado o dejado en su mano, o robare, o engañare a su prójimo;
o que habiendo hallado lo que estaba perdido mintiere acerca de ello, y jurare en falso, en alguna de todas aquellas cosas en que suele pecar el hombre:
Entonces será, porque habrá pecado y es culpable, que restituirá aquello que robó, o lo que obtuvo por engaño, o el depósito que se le encomendó, o lo perdido que halló,
o todo aquello sobre lo que hubiere jurado falsamente; lo restituirá, pues, por entero, y añadirá a ello la quinta parte, que ha de pagar a aquel a quien pertenece en el día de su expiación.
Y tomará de ella un puñado de la flor de harina del presente, y de su aceite, y todo el incienso que está sobre la ofrenda, y lo quemará sobre el altar por memorial, en olor grato a Jehová.
Y el sobrante de ella lo comerán Aarón y sus hijos: sin levadura se comerá en el lugar santo; en el atrio del tabernáculo de la congregación lo comerán.
Todo lo que en su carne tocare, será santificado; y si salpicare de su sangre sobre alguna vestidura, lavarás aquello sobre que cayere, en el lugar santo.
Y el sacerdote lo quemará sobre el altar como ofrenda encendida a Jehová; es expiación de la culpa.
Asimismo toda ofrenda que se cociere en horno, y todo lo que fuere aderezado en sartén, o en cazuela, será del sacerdote que lo ofreciere.
Mas si el sacrificio de su ofrenda fuere voto, o voluntario, el día que ofreciere su sacrificio será comido; y lo que de él quedare, se ha de comer el día siguiente:
Y lo que quedare para el tercer día de la carne del sacrificio, será quemado en el fuego.
Y si se comiere de la carne del sacrificio de paz al tercer día, el que lo ofreciere no será acepto, ni le será contado; abominación será, y la persona que de él comiere llevará su pecado.
La grosura de animal muerto, y la grosura del que fue despedazado por fieras podrá servir para cualquier otro uso, pero no lo comeréis.
Porque cualquiera que comiere grosura de animal, del cual se ofrece a Jehová ofrenda encendida, la persona que lo comiere, será cortada de entre su pueblo.
Porque he tomado de los hijos de Israel, de los sacrificios de paz, el pecho que se agita, y la espaldilla elevada en ofrenda, y lo he dado a Aarón el sacerdote y a sus hijos, por estatuto perpetuo de los hijos de Israel.
Lo cual mandó Jehová que les diesen, desde el día que Él los ungió de entre los hijos de Israel, por estatuto perpetuo por sus generaciones.
Y dijo Moisés a la congregación: Esto es lo que Jehová ha mandado hacer.
Y puso sobre él la túnica, y lo ciñó con el cinto; le vistió después el manto, y puso sobre él el efod, y lo ciñó con el cinto del efod, y lo ajustó con él.
Y derramó del aceite de la unción sobre la cabeza de Aarón, y lo ungió para santificarlo.
Después Moisés hizo llegar los hijos de Aarón, y les vistió las túnicas, y los ciñó con cintos, y les ajustó las tiaras, como Jehová lo había mandado a Moisés.
Y lo degolló; y Moisés tomó la sangre, y puso con su dedo sobre los cuernos del altar alrededor, y purificó el altar; y echó la demás sangre al pie del altar, y lo santificó para reconciliar sobre él.
Después tomó toda la grosura que estaba sobre los intestinos, y el redaño del hígado, y los dos riñones, y la grosura de ellos, y Moisés lo hizo arder sobre el altar.
Mas el becerro, y su cuero, y su carne, y su estiércol, lo quemó al fuego fuera del campamento; como Jehová lo había mandado a Moisés.
Y lo degolló; y roció Moisés la sangre sobre el altar en derredor.
Lavó luego con agua los intestinos y piernas, y quemó Moisés todo el carnero sobre el altar: holocausto en olor grato, ofrenda encendida a Jehová; como Jehová lo había mandado a Moisés.
Y lo degolló; y tomó Moisés de su sangre, y puso sobre la ternilla de la oreja derecha de Aarón, y sobre el dedo pulgar de su mano derecha, y sobre el dedo pulgar de su pie derecho.
Y lo puso todo en las manos de Aarón, y en las manos de sus hijos, y lo hizo mecer; ofrenda agitada delante de Jehová.
Y tomó Moisés el pecho, y lo meció, ofrenda agitada delante de Jehová; del carnero de las consagraciones aquella fue la porción de Moisés; como Jehová lo había mandado a Moisés.
Y lo que sobrare de la carne y del pan, habéis de quemarlo al fuego.
Y llevaron lo que mandó Moisés delante del tabernáculo de la congregación, y se llegó toda la congregación, y se pusieron delante de Jehová.
Entonces Moisés dijo: Esto es lo que mandó Jehová; hacedlo, y la gloria de Jehová se os aparecerá.
E hizo arder sobre el altar la grosura y los riñones y el redaño del hígado de la expiación, como Jehová lo había mandado a Moisés.
Y le presentaron después el holocausto en trozos, y la cabeza; y lo hizo quemar sobre el altar.
Ofreció también la ofrenda del pueblo, y tomó el macho cabrío que era para la expiación del pueblo, y lo degolló, y lo ofreció por el pecado como el primero.
y las grosuras del buey y del carnero, la cola, lo que cubre las entrañas, los riñones y el redaño del hígado;
Pero los pechos, con la espaldilla derecha, los meció Aarón como ofrenda agitada delante de Jehová, tal como Moisés lo había mandado.
Entonces dijo Moisés a Aarón: Esto es lo que habló Jehová, diciendo: En los que a mí se acercan me santificaré, y en presencia de todo el pueblo seré glorificado. Y Aarón calló.
Y para poder discernir entre lo santo y lo profano, y entre lo inmundo y lo limpio;
Con las ofrendas de las grosuras que se han de encender, traerán la espaldilla que se ha de elevar, y el pecho que será mecido, para que lo mezas por ofrenda agitada delante de Jehová; y será tuyo, y de tus hijos contigo, por estatuto perpetuo, como Jehová lo ha mandado.
También el conejo, porque rumia, pero no tiene pezuña, lo tendréis por inmundo.
También el puerco, aunque tiene pezuñas, y es de pezuñas hendidas, pero no rumia, lo tendréis por inmundo.
Todo lo que no tuviere aletas y escamas en las aguas, lo tendréis en abominación.
Y toda vasija de barro dentro de la cual cayere alguno de ellos, todo lo que estuviere en ella será inmundo, y quebraréis la vasija:
Con todo, la fuente y la cisterna donde se recogen aguas, serán limpias: mas lo que hubiere tocado en sus cuerpos muertos será inmundo.
Todo lo que anda sobre el pecho, y todo lo que anda sobre cuatro o más patas, de todo animal que se arrastra sobre la tierra, no lo comeréis, porque es abominación.
Y si no alcanzare su mano lo suficiente para un cordero, tomará entonces dos tórtolas o dos palominos, uno para holocausto, y otro para expiación: y el sacerdote hará expiación por ella, y será limpia.
Y el sacerdote mirará la llaga en la piel de la carne: si el pelo en la llaga se ha vuelto blanco, y la llaga pareciere más profunda que la piel de su carne, es llaga de lepra; y el sacerdote lo reconocerá, y lo declarará inmundo.
Y al séptimo día el sacerdote lo mirará; y si la llaga a su parecer se hubiere estancado, no habiéndose extendido en la piel, entonces el sacerdote lo volverá a encerrar por otros siete días.
Y al séptimo día el sacerdote lo examinará de nuevo; y he aquí, si la llaga parece haberse oscurecido, y no se ha extendido en la piel, entonces el sacerdote lo declarará limpio; era postilla; y lavará sus vestiduras y será limpio.
Y si reconociéndolo el sacerdote, ve que la postilla ha crecido en la piel, el sacerdote lo declarará inmundo: es lepra.
y el sacerdote lo mirará; y si pareciere tumor blanco en la piel, el cual haya mudado el color del pelo, y se descubre asimismo la carne viva,
Y el sacerdote mirará la carne viva, y lo declarará inmundo. Es inmunda la carne viva; es lepra.
y el sacerdote lo mirará, y si la llaga se hubiere vuelto blanca, el sacerdote declarará limpio al que tenía la llaga, y será limpio.
Y el sacerdote mirará; y si pareciere estar más baja que su piel, y su pelo se hubiere vuelto blanco, el sacerdote lo declarará inmundo: es llaga de lepra que se originó en la apostema.
Y si el sacerdote la considerare, y no pareciere en ella pelo blanco, ni estuviere más baja que la piel, sino oscura, entonces el sacerdote lo encerrará por siete días:
Y si se fuere extendiendo por la piel, entonces el sacerdote lo declarará inmundo: es llaga.
Pero si la mancha blanca se estuviere en su lugar, que no haya cundido, es la costra de la apostema; y el sacerdote lo declarará limpio.
Asimismo cuando la carne tuviere en su piel quemadura de fuego, y hubiere en lo sanado del fuego mancha blanquecina, rojiza o blanca,
el sacerdote la mirará; y si el pelo se hubiere vuelto blanco en la mancha, y pareciere estar más hundida que la piel, es lepra que salió en la quemadura; y el sacerdote lo declarará inmundo, por ser llaga de lepra.
y al séptimo día el sacerdote la reconocerá: si se hubiere ido extendiendo por la piel, el sacerdote lo declarará inmundo: es llaga de lepra.
Pero si la mancha se estuviere en su lugar, y no se hubiere extendido en la piel, sino que está oscura, hinchazón es de la quemadura: el sacerdote lo declarará limpio; que señal de la quemadura es.
el sacerdote mirará la llaga; y si pareciere estar más profunda que la piel, y hubiere en ella pelo amarillento y delgado, entonces el sacerdote lo declarará inmundo: es tiña, es lepra de la cabeza o de la barba.
entonces lo trasquilarán, mas no trasquilarán el lugar de la tiña: y encerrará el sacerdote al que tiene la tiña por otros siete días.
Y al séptimo día el sacerdote mirará la tiña; y si la tiña no se hubiere extendido en la piel, ni pareciere estar más profunda que la piel, el sacerdote lo declarará limpio; y lavará sus vestiduras y será limpio.
Mas si le pareciere que la tiña está detenida, y que ha salido en ella el pelo negro, la tiña está sanada; él está limpio, y el sacerdote lo declarará limpio.
leproso es, es inmundo; el sacerdote luego lo declarará inmundo; en su cabeza tiene su llaga.
entonces el sacerdote mandará que laven donde está la plaga, y lo encerrará otra vez por siete días.
Y el sacerdote mirará la plaga después que haya sido lavada; y he aquí, aunque la plaga no haya cambiado su aspecto, y la plaga no se haya extendido, inmunda es; la quemarás en el fuego; es corrosión penetrante, esté lo raído por dentro o por fuera de aquella cosa.
y el sacerdote saldrá fuera del campamento, y lo examinará el sacerdote; y si ve que la plaga de la lepra ha sido sanada en el leproso,
y tomará el sacerdote un cordero, y lo ofrecerá por la culpa, con el log de aceite, y lo mecerá como ofrenda agitada delante de Jehová:
Ésta es la ley del que hubiere tenido plaga de lepra, cuya mano no alcanzare lo prescrito para su purificación.
Y de lo que quedare del aceite que tiene en su mano, pondrá el sacerdote sobre la ternilla de la oreja derecha del que ha de ser purificado, y sobre el pulgar de su mano derecha, y sobre el pulgar de su pie derecho, sobre la sangre de la expiación por la culpa:
Y lo que quedare del aceite que tiene en su mano, pondrá sobre la cabeza del que ha de ser purificado; y hará el sacerdote expiación por él delante de Jehová.
Y dos tórtolas, o dos palominos, lo que alcanzare su mano: y el uno será para expiación por el pecado, y el otro para holocausto;
Y el sacerdote tomará el cordero de la expiación por la culpa, y el log de aceite, y lo mecerá el sacerdote como ofrenda agitada delante de Jehová.
Y lo que sobrare del aceite que el sacerdote tiene en su mano, lo pondrá sobre la cabeza del que ha de ser purificado, para reconciliarlo delante de Jehová.