'Padre' en la Biblia
Y el Verbo se hizo carne, y habitó entre nosotros, y vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre, lleno de gracia y de verdad.
Nadie ha visto jamás a Dios; el unigénito Dios, que está en el seno del Padre, El {le} ha dado a conocer.
y dijo a los que vendían palomas: Quitad esto de aquí; no hagáis de la casa de mi Padre una casa de comercio.
El Padre ama al Hijo y ha entregado todas las cosas en su mano.
¿Acaso eres tú mayor que nuestro padre Jacob, que nos dio el pozo del cual bebió él mismo, y sus hijos, y sus ganados?
Jesús le dijo*: Mujer, créeme; la hora viene cuando ni en este monte ni en Jerusalén adoraréis al Padre.
Pero la hora viene, y ahora es, cuando los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad; porque ciertamente a los tales el Padre busca que le adoren.
El padre entonces se dio cuenta que {fue} a la hora en que Jesús le dijo: Tu hijo vive. Y creyó él y toda su casa.
Pero El les respondió: Hasta ahora mi Padre trabaja, y yo también trabajo.
Entonces, por esta causa, los judíos aún más procuraban matarle, porque no sólo violaba el día de reposo, sino que también llamaba a Dios su propio Padre, haciéndose igual a Dios.
Por eso Jesús, respondiendo, les decía: En verdad, en verdad os digo que el Hijo no puede hacer nada por su cuenta, sino lo que ve hacer al Padre; porque todo lo que hace el Padre, eso también hace el Hijo de igual manera.
Pues el Padre ama al Hijo, y le muestra todo lo que El mismo hace; y obras mayores que éstas le mostrará, para que os admiréis.
Porque así como el Padre levanta a los muertos y les da vida, asimismo el Hijo también da vida a los que El quiere.
Porque ni aun el Padre juzga a nadie, sino que todo juicio se lo ha confiado al Hijo,
para que todos honren al Hijo así como honran al Padre. El que no honra al Hijo, no honra al Padre que le envió.
Porque así como el Padre tiene vida en sí mismo, así también le dio al Hijo el tener vida en sí mismo;
Pero el testimonio que yo tengo es mayor que {el de} Juan; porque las obras que el Padre me ha dado para llevar a cabo, las mismas obras que yo hago, dan testimonio de mí, de que el Padre me ha enviado.
Y el Padre que me envió, ése ha dado testimonio de mí. Pero no habéis oído jamás su voz ni habéis visto su apariencia.
Yo he venido en nombre de mi Padre y no me recibís; si otro viene en su propio nombre, a ése recibiréis.
No penséis que yo os acusaré delante del Padre; el que os acusa es Moisés, en quien vosotros habéis puesto vuestra esperanza.
Trabajad, no por el alimento que perece, sino por el alimento que permanece para vida eterna, el cual el Hijo del Hombre os dará, porque a éste {es a quien} el Padre, Dios, ha marcado con su sello.
Entonces Jesús les dijo: En verdad, en verdad os digo: no es Moisés el que os ha dado el pan del cielo, sino que es mi Padre el que os da el verdadero pan del cielo.
Todo lo que el Padre me da, vendrá a mí; y al que viene a mí, de ningún modo lo echaré fuera.
Porque esta es la voluntad de mi Padre: que todo aquel que ve al Hijo y cree en El, tenga vida eterna, y yo mismo lo resucitaré en el día final.
Y decían: ¿No es éste Jesús, el hijo de José, cuyo padre y madre nosotros conocemos? ¿Cómo es que ahora dice: ``Yo he descendido del cielo"?
Nadie puede venir a mí si no lo trae el Padre que me envió, y yo lo resucitaré en el día final.
Escrito está en los profetas: ``Y TODOS SERAN ENSEÑADOS POR DIOS." Todo el que ha oído y aprendido del Padre, viene a mí.
No es que alguien haya visto al Padre; sino aquel que viene de Dios, éste ha visto al Padre.
Como el Padre que vive me envió, y yo vivo por el Padre, asimismo el que me come, él también vivirá por mí.
Y decía: Por eso os he dicho que nadie puede venir a mí si no se lo ha concedido el Padre.
Pero si yo juzgo, mi juicio es verdadero; porque no soy yo solo, sino yo y el Padre que me envió.
Yo soy el que doy testimonio de mí mismo, y el Padre que me envió da testimonio de mí.
Entonces le decían: ¿Dónde está tu Padre? Jesús respondió: No me conocéis a mí ni a mi Padre. Si me conocierais a mí, conoceríais también a mi Padre.
No comprendieron que les hablaba del Padre.
Por eso Jesús dijo: Cuando levantéis al Hijo del Hombre, entonces sabréis que yo soy y que no hago nada por mi cuenta, sino que hablo estas cosas como el Padre me enseñó.
Yo hablo lo que he visto con {mi} Padre; vosotros, entonces, hacéis también lo que oísteis de {vuestro} padre.
Ellos le contestaron, y le dijeron: Abraham es nuestro padre. Jesús les dijo*: Si sois hijos de Abraham, haced las obras de Abraham.
Vosotros hacéis las obras de vuestro padre. Ellos le dijeron: Nosotros no nacimos de fornicación; tenemos un Padre, {es decir,} Dios.
Jesús les dijo: Si Dios fuera vuestro Padre, me amaríais, porque yo salí de Dios y vine {de El}, pues no he venido por mi propia iniciativa, sino que El me envió.
Sois de {vuestro} padre el diablo y queréis hacer los deseos de vuestro padre. El fue un homicida desde el principio, y no se ha mantenido en la verdad porque no hay verdad en él. Cuando habla mentira, habla de su propia naturaleza, porque es mentiroso y el padre de la mentira.
Jesús respondió: Yo no tengo ningún demonio, sino que honro a mi Padre, y vosotros me deshonráis a mí.
¿Eres tú acaso mayor que nuestro padre Abraham que murió? Los profetas también murieron; ¿quién crees que eres?
Jesús respondió: Si yo mismo me glorifico, mi gloria no es nada; es mi Padre el que me glorifica, de quien vosotros decís: ``El es nuestro Dios."
Vuestro padre Abraham se regocijó esperando ver mi día; y {lo} vio y se alegró.
de igual manera que el Padre me conoce y yo conozco al Padre, y doy mi vida por las ovejas.
Por eso el Padre me ama, porque yo doy mi vida para tomarla de nuevo.
Nadie me la quita, sino que yo la doy de mi propia voluntad. Tengo autoridad para darla, y tengo autoridad para tomarla de nuevo. Este mandamiento recibí de mi Padre.
Jesús les respondió: Os lo he dicho, y no creéis; las obras que yo hago en el nombre de mi Padre, éstas dan testimonio de mí.
Mi Padre que me {las} dio es mayor que todos, y nadie {las} puede arrebatar de la mano del Padre.
Jesús les dijo: Os he mostrado muchas obras buenas {que son} del Padre. ¿Por cuál de ellas me apedreáis?
¿a quien el Padre santificó y envió al mundo, vosotros decís: ``Blasfemas", porque dije: ``Yo soy el Hijo de Dios"?
Si no hago las obras de mi Padre, no me creáis;
pero si las hago, aunque a mí no me creáis, creed las obras; para que sepáis y entendáis que el Padre está en mí y yo en el Padre.
Entonces quitaron la piedra. Jesús alzó los ojos a lo alto, y dijo: Padre, te doy gracias porque me has oído.
Si alguno me sirve, que me siga; y donde yo estoy, allí también estará mi servidor; si alguno me sirve, el Padre lo honrará.
Ahora mi alma se ha angustiado; y ¿qué diré: ``Padre, sálvame de esta hora"? Pero para esto he llegado a esta hora.
Padre, glorifica tu nombre. Entonces vino una voz del cielo: Y {le} he glorificado, y de nuevo {le} glorificaré.
Porque yo no he hablado por mi propia cuenta, sino que el Padre mismo que me ha enviado me ha dado mandamiento {sobre} lo que he de decir y lo que he de hablar.
Y sé que su mandamiento es vida eterna; por eso lo que hablo, lo hablo tal como el Padre me lo ha dicho.
Antes de la fiesta de la Pascua, sabiendo Jesús que su hora había llegado para pasar de este mundo al Padre, habiendo amado a los suyos que estaban en el mundo, los amó hasta el fin.
{Jesús,} sabiendo que el Padre había puesto todas las cosas en sus manos, y que de Dios había salido y a Dios volvía,
En la casa de mi Padre hay muchas moradas; si no {fuera así,} os lo hubiera dicho; porque voy a preparar un lugar para vosotros.
Jesús le dijo*: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre sino por mí.
Si me hubierais conocido, también hubierais conocido a mi Padre; desde ahora le conocéis y le habéis visto.
Felipe le dijo*: Señor, muéstranos al Padre, y nos basta.
Jesús le dijo*: ¿Tanto tiempo he estado con vosotros, y {todavía} no me conoces, Felipe? El que me ha visto a mí, ha visto al Padre; ¿cómo dices tú: ``Muéstranos al Padre"?
¿No crees que yo estoy en el Padre, y el Padre en mí? Las palabras que yo os digo, no las hablo por mi propia cuenta, sino que el Padre que mora en mí es el que hace las obras.
Creedme que yo estoy en el Padre, y el Padre en mí; y si no, creed por las obras mismas.
En verdad, en verdad os digo: el que cree en mí, las obras que yo hago, él las hará también; y aun mayores que éstas hará, porque yo voy al Padre.
Y todo lo que pidáis en mi nombre, lo haré, para que el Padre sea glorificado en el Hijo.
Y yo rogaré al Padre, y El os dará otro Consolador para que esté con vosotros para siempre;
En ese día conoceréis que yo estoy en mi Padre, y vosotros en mí, y yo en vosotros.
El que tiene mis mandamientos y los guarda, ése es el que me ama; y el que me ama será amado por mi Padre; y yo lo amaré y me manifestaré a él.
Jesús respondió, y le dijo: Si alguno me ama, guardará mi palabra; y mi Padre lo amará, y vendremos a él, y haremos con él morada.
El que no me ama, no guarda mis palabras; y la palabra que oís no es mía, sino del Padre que me envió.
Pero el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, El os enseñará todas las cosas, y os recordará todo lo que os he dicho.
Oísteis que yo os dije: ``Me voy, y vendré a vosotros." Si me amarais, os regocijaríais porque voy al Padre, ya que el Padre es mayor que yo.
pero para que el mundo sepa que yo amo al Padre, y como el Padre me mandó, así hago. Levantaos, vámonos de aquí.
Yo soy la vid verdadera, y mi Padre es el viñador.
En esto es glorificado mi Padre, en que deis mucho fruto, y {así} probéis que sois mis discípulos.
Como el Padre me ha amado, {así} también yo os he amado; permaneced en mi amor.
Si guardáis mis mandamientos, permaneceréis en mi amor, así como yo he guardado los mandamientos de mi Padre y permanezco en su amor.
Ya no os llamo siervos, porque el siervo no sabe lo que hace su señor; pero os he llamado amigos, porque os he dado a conocer todo lo que he oído de mi Padre.
Vosotros no me escogisteis a mí, sino que yo os escogí a vosotros, y os designé para que vayáis y deis fruto, y que vuestro fruto permanezca; para que todo lo que pidáis al Padre en mi nombre os {lo} conceda.
El que me odia a mí, odia también a mi Padre.
Si yo no hubiera hecho entre ellos las obras que ningún otro ha hecho, no tendrían pecado; pero ahora las han visto, y me han odiado a mí y también a mi Padre.
Cuando venga el Consolador, a quien yo enviaré del Padre, {es decir,} el Espíritu de verdad que procede del Padre, El dará testimonio de mí,
Y harán estas cosas porque no han conocido ni al Padre ni a mí.
de justicia, porque yo voy al Padre y no me veréis más;
Todo lo que tiene el Padre es mío; por eso dije que El toma de lo mío y os {lo} hará saber.
Entonces {algunos} de sus discípulos se decían unos a otros: ¿Qué es esto que nos dice: ``Un poco {más,} y no me veréis, y de nuevo un poco, y me veréis" y ``Porque yo voy al Padre"?
En aquel día no me preguntaréis nada. En verdad, en verdad os digo: si pedís algo al Padre, os {lo} dará en mi nombre.
Estas cosas os he hablado en lenguaje figurado; viene el tiempo cuando no os hablaré más en lenguaje figurado, sino que os hablaré del Padre claramente.
En ese día pediréis en mi nombre, y no os digo que yo rogaré al Padre por vosotros,
pues el Padre mismo os ama, porque vosotros me habéis amado y habéis creído que yo salí del Padre.
Salí del Padre y he venido al mundo; de nuevo, dejo el mundo y voy al Padre.
Mirad, la hora viene, y {ya} ha llegado, en que seréis esparcidos, cada uno por su lado, y me dejaréis solo; y {sin embargo} no estoy solo, porque el Padre está conmigo.
Estas cosas habló Jesús, y alzando los ojos al cielo, dijo: Padre, la hora ha llegado; glorifica a tu Hijo, para que el Hijo te glorifique a ti,
Y ahora, glorifícame tú, Padre, junto a ti, con la gloria que tenía contigo antes que el mundo existiera.
Resutados de la Búsqueda continuados...
Resultados de Búsqueda por Versiones
Resultados de Búsqueda por Libro
Artículos Relacionados
- Advertencia, de padres
- Comunicación
- Conocimiento de Jesucristo
- Control de padres
- Cristo es el conocimiento del Padre
- Dando a Dios el Hijo
- Deber de los padres a los niños
- Desobedientes a los padres
- Dios de los padres.
- Dios enviando otros
- Dios, unidad de
- El amor de Dios
- El cuidado de los padres
- El discipulado, naturaleza de
- El padre y el Hijo en el otro
- Honrar a los padres
- Igualdad con Dios
- Jesucristo, la relación con el Padre
- La deshonra de los padres
- La divinidad de Cristo
- La enseñanza de los padres
- La presciencia de Cristo
- La relación de Cristo con Dios
- La voz de Dios
- Los niños malvados, respecto a los padres
- Los niños, buenos ejemplos de padres
- Los niños, el dolor de los padres
- Los niños, la actitud de los padres
- Los niños, las responsabilidades de los padres
- Los niños, los padres aman
- Los padres
- Los padres abusadores
- Los padres ausentes
- Los padres en leyes
- Los padres pecado
- Los padres, las responsabilidades de
- Los pecados de los padres.
- Malos Padres
- Obedientes a los padres
- Oración de los padres para sus hijos
- Padre e hijo por igual
- Padres e hijos
- Padres espirituales
- Padres, ejemplos de
- Padres, el pecado de la
- Partiendo de los padres
- Profecías dice Jesús
- Reclamaciones
- Ser padre
- Siendo un padre
- Testigos de Jesucristo
- Unidad con el Padre
- Volver al Padre, Jesús
- Amar a vuestros padres
- Conocer el reino de Dios
- Dejar a los padres por un cónyuge
- Ejemplos del amor de un padre
- El amor de los padres
- El amor de un padre
- El amor entre un padre y un hijo
- El cuidado y el amor de un padre
- El cumpleaños de un padre
- El cumplimiento de las órdenes de Cristo
- El júbilo de los padres
- El padre
- El que envió a Cristo
- El respeto por los padres
- La actividad del padre en relación a Dios
- La interacción entre padre e hijo
- La muerte de un padre
- La paternidad
- La relación entre padre e hijo
- La revelación de las cosas de Dios
- La semejanza con Dios el Padre
- La vida eterna
- Las relaciones entre padre e hija
- Las responsabilidades de un padre
- Los errores de los padres
- Los padres
- Los padres
- Los padres y las hijas
- Los tiempos de Cristo
- No honrar a los padres
- Nuestro padre en el cielo
- Ser buen padre
- Uno mismo