'Prudente' en la Biblia
Por tanto, provéase ahora el Faraón de un varón prudente y sabio, y póngalo sobre la tierra de Egipto.
Y Faraón dijo a José: Puesto que Dios te ha hecho saber todo esto, no hay nadie tan prudente ni tan sabio como tú.
Sé prudente delante de él y obedece su voz; no seas rebelde contra él, pues no perdonará vuestra rebelión, porque en él está mi nombre.
Entonces uno de los criados respondió, diciendo: He aquí yo he visto a un hijo de Jessé de Belén, que sabe tocar, y es valiente y vigoroso, y hombre de guerra, prudente en sus palabras, y hermoso, y el SEÑOR está con él.
Id, pues, ahora, apercibid aún, considerad y ved su lugar donde tiene el pie, y quién lo haya visto allí; porque se me ha dicho que él es en gran manera prudente.
Y Jonathán, tío de David, era consejero, varón prudente y escriba; y Jehiel hijo de Hacmoni estaba con los hijos del rey.
Y además decía Hiram: Bendito sea Jehová el Dios de Israel, que hizo los cielos y la tierra, y que dió al rey David hijo sabio, entendido, cuerdo y prudente, que edifique casa á Jehová, y casa para su reino.
En los labios del prudente se halla sabiduría; y es vara a las espaldas del falto de entendimiento.
En las muchas palabras no falta rebelión; mas el que refrena sus labios es prudente.
El que carece de entendimiento, menosprecia á su prójimo: Mas el hombre prudente calla.
El enojo del necio se conoce al instante, mas el prudente oculta la deshonra.
El hombre prudente oculta {su} conocimiento, pero el corazón de los necios proclama {su} necedad.
Todo hombre prudente obra con conocimiento, pero el necio ostenta necedad.
La sabiduría del prudente está en entender su camino, mas la necedad de los necios es engaño.
El simple todo lo cree, pero el prudente mira bien sus pasos.
En el corazón del prudente reposa la sabiduría, pero en medio de los necios no se da a conocer.
El loco menosprecia el castigo de su padre; mas el que guarda la corrección, saldrá prudente.
El sabio de corazón será llamado prudente, y la dulzura de palabras aumenta la persuasión.
El corazón del sabio hace prudente su boca; y con sus labios aumenta la doctrina.
El siervo prudente se enseñoreará del hijo que deshonra, y entre los hermanos compartirá la herencia.
Detiene sus dichos el que tiene sabiduría: De prudente espíritu es el hombre entendido.
Aun el necio, cuando calla, es tenido por sabio, cuando cierra los labios, {por} prudente.
El corazón del prudente adquiere conocimiento, y el oído del sabio busca el conocimiento.
La casa y las riquezas herencia son de los padres; mas del SEÑOR la mujer prudente.
Hiere al burlador, y el simple se hará prudente; y corrigiendo al entendido, entenderá ciencia.
El prudente ve el mal y se esconde, mas los simples siguen adelante y son castigados.
No te afanes por ser rico; sé prudente y desiste.
El hombre prudente ve el mal {y} se esconde, los simples siguen adelante {y} pagan las consecuencias.
El que guarda la ley es hijo prudente; mas el que es compañero de glotones, avergüenza a su padre.
al valiente y al hombre de guerra, al juez y al profeta, al prudente y al anciano;
Porque dijo: Con la fortaleza de mi mano lo he hecho, y con mi sabiduría; porque he sido prudente; y quité los términos de los pueblos, y saqueé sus tesoros, y derribé como valientes a los que estaban sentados;
¿Quién es sabio para que entienda esto, y prudente para que lo sepa? Porque los caminos del SEÑOR son derechos, y los justos andarán por ellos; mas los rebeldes en ellos caerán.
Por tanto, el prudente en tal tiempo calla, porque el tiempo es malo.
La voz del SEÑOR clamará a la ciudad (prudente es temer tu nombre): Oíd, oh tribu, ¿quién ha señalado su tiempo?
Cualquiera, pues, que me oye estas palabras, y las hace, le compararé al varón prudente, que edificó su casa sobre la peña;
¿Quién pues es el siervo fiel y prudente, al cual puso su señor sobre su familia para que les dé alimento a tiempo?
Y dijo el Señor: ¿Quién es el mayordomo fiel y prudente, al cual el señor pondrá sobre su familia, para que a tiempo les dé su ración?
el cual estaba con el procónsul Sergio Paulo, varón prudente. Este, llamando a Bernabé y a Saulo, deseaba oír la Palabra de Dios.
Un obispo debe ser, pues, irreprochable, marido de una sola mujer, sobrio, prudente, de conducta decorosa, hospitalario, apto para enseñar,