'Redención' en la Biblia
Y yo pondré redención entre mi pueblo y el tuyo. Mañana será esta señal.
Por tanto, en toda la tierra de vuestra posesión, otorgaréis redención a la tierra.
Mas las casas de las aldeas que no tienen muro alrededor, serán estimadas como un campo de tierra; tendrán redención, y saldrán en el jubileo.
Pero en cuanto a las ciudades de los levitas, y de las casas de las ciudades, que poseyeren, los levitas tendrán redención siempre.
después que se hubiere vendido, tendrá redención; uno de sus hermanos lo rescatará;
Y de un mes harás efectuar su redención, conforme a tu estimación, por el precio de cinco siclos, al siclo del santuario, que es de veinte óbolos.
Había ya de largo tiempo esta costumbre en Israel en la redención o contrato, que para la confirmación de cualquier negocio, el uno se quitaba el zapato y lo daba a su compañero; y éste era el testimonio en Israel.
que le diga que Dios tuvo de él misericordia, que lo libró de descender al sepulcro, que halló redención;
(Porque la redención de su vida es de gran precio, y no lo pueden hacer)
Pe Redención ha enviado a su pueblo, Tsade encargó para siempre su pacto, Cof santo y reverendo es su Nombre.
Espere Israel al SEÑOR; porque con el SEÑOR hay misericordia; y abundante redención cerca de él.
no tendrá respeto a ninguna redención; ni querrá perdonar, aunque multipliques el cohecho.
La redención de la vida del hombre es sus riquezas; pero el pobre no oye censuras.
Y vino a mí Hanameel, hijo de mi tío, conforme a la palabra del SEÑOR, al patio de la guarda, y me dijo: Compra ahora mi heredad que está en Anatot, en tierra de Benjamín, porque tuyo es el derecho de la herencia, y a ti compete la redención; cómprala para ti. Entonces conocí que era palabra del SEÑOR.
Bendito el Señor Dios de Israel, que ha visitado y hecho redención a su pueblo,
Y ésta, sobreviniendo en la misma hora, juntamente confesaba al Señor, y hablaba de él a todos los que esperaban la redención en Jerusalén.
Y cuando estas cosas comenzaren a hacerse, mirad, y levantad vuestras cabezas, porque vuestra redención está cerca.
justificados gratuitamente por su gracia mediante la redención que es en Jesús el Cristo;
Y no sólo ellas, sino también nosotros mismos, que tenemos las primicias del Espíritu, nosotros también gemimos dentro de nosotros mismos esperando la adopción, es a saber , la redención de nuestro cuerpo.
De él sin embargo vosotros sois renacidos en Cristo Jesús, el cual nos es hecho de Dios sabiduría, y justicia, y santificación, y redención;
en el cual tenemos redención por su sangre, la remisión de pecados por las riquezas de su gracia,
Que es las arras de nuestra herencia, para la redención de la posesión adquirida para alabanza de su gloria.
Y no contristéis al Espíritu Santo de Dios, con el cual estáis sellados para el día de la redención.
en el cual tenemos redención por su sangre, la remisión de pecados.
el cual se dio a sí mismo en redención por todos: el testimonio del cual fue confirmado en su tiempo;
y no por sangre de machos cabríos ni de becerros, sino por su propia sangre entró una sola vez en el Santuario diseñado para eterna redención.