'Rey' en la Biblia
COMO el rey David era viejo, y entrado en días, cubríanle de vestidos, mas no se calentaba.
Dijéronle por tanto sus siervos: Busquen á mi señor el rey una moza virgen, para que esté delante del rey, y lo abrigue, y duerma á su lado, y calentará á mi señor el rey.
Y buscaron una moza hermosa por todo el término de Israel, y hallaron á Abisag Sunamita, y trajéronla al rey.
Y la moza era hermosa, la cual calentaba al rey, y le servía: mas el rey nunca la conoció.
Y matando Adonía ovejas y vacas y animales engordados junto á la peña de Zoheleth, que está cerca de la fuente de Rogel, convidó á todos sus hermanos los hijos del rey, y á todos los varones de Judá, siervos del rey:
Ve, y entra al rey David, y dile: Rey señor mío, ¿no has tú jurado á tu sierva, diciendo: Salomón tu hijo reinará después de mí, y él se sentará en mi trono? ¿por qué pues reina Adonía?
Y estando tú aún hablando con el rey, yo entraré tras ti, y acabaré tus razones.
Entonces Bath-sheba entró al rey á la cámara: y el rey era muy viejo; y Abisag Sunamita servía al rey.
Y Bath-sheba se inclinó, é hizo reverencia al rey. Y el rey dijo: ¿Qué tienes?
Y he aquí ahora Adonía reina: y tú, mi señor rey, ahora no lo supiste.
Ha matado bueyes, y animales engordados, y muchas ovejas, y ha convidado á todos los hijos del rey, y á Abiathar sacerdote, y á Joab general del ejército; mas á Salomón tu siervo no ha convidado.
Entre tanto, rey señor mío, los ojos de todo Israel están sobre ti, para que les declares quién se ha de sentar en el trono de mi señor el rey después de él.
De otra suerte acontecerá, cuando mi señor el rey durmiere con sus padres, que yo y mi hijo Salomón seremos tenidos por culpables.
Y estando aún hablando ella con el rey, he aquí Nathán profeta, que vino.
Y dieron aviso al rey, diciendo: He aquí Nathán profeta: el cual como entró al rey, postróse delante del rey inclinando su rostro á tierra.
Y dijo Nathán: Rey señor mío, ¿has tú dicho: Adonía reinará después de mí, y él se sentará en mi trono?
Porque hoy ha descendido, y ha matado bueyes, y animales engordados, y muchas ovejas, y ha convidado á todos los hijos del rey, y á los capitanes del ejército, y también á Abiathar sacerdote; y he aquí, están comiendo y bebiendo delante de él, y han dicho
¿Es este negocio ordenado por mi señor el rey, sin haber declarado á tu siervo quién se había de sentar en el trono de mi señor el rey después de él?
Entonces el rey David respondió, y dijo: Llamadme á Bath-sheba. Y ella entró á la presencia del rey, y púsose delante del rey.
Y el rey juró, diciendo: Vive Jehová, que ha redimido mi alma de toda angustia,
Entonces Bath-sheba se inclinó al rey, su rostro á tierra, y haciendo reverencia al rey, dijo: Viva mi señor el rey David para siempre.
Y el rey David dijo: Llamadme á Sadoc sacerdote, y á Nathán profeta, y á Benaía hijo de Joiada. Y ellos entraron á la presencia del rey.
Y el rey les dijo: Tomad con vosotros los siervos de vuestro señor, y haced subir á Salomón mi hijo en mi mula, y llevadlo á Gihón:
Y allí lo ungirán Sadoc sacerdote y Nathán profeta por rey sobre Israel; y tocaréis trompeta, diciendo: Viva el rey Salomón!
Entonces Benaía hijo de Joiada respondió al rey, y dijo: Amén. Así lo diga Jehová, Dios de mi señor el rey.
De la manera que Jehová ha sido con mi señor el rey, así sea con Salomón; y él haga mayor su trono que el trono de mi señor el rey David.
Y descendió Sadoc sacerdote, y Nathán profeta, y Benaía hijo de Joiada, y los Ceretheos y los Peletheos, é hicieron subir á Salomón en la mula del rey David, y lleváronlo á Gihón.
Y tomando Sadoc sacerdote el cuerno del aceite del tabernáculo, ungió á Salomón: y tocaron trompeta, y dijo todo el pueblo: Viva el rey Salomón!
Y Jonathán respondió, y dijo á Adonía: Ciertamente nuestro señor el rey David ha hecho rey á Salomón:
Y el rey ha enviado con él á Sadoc sacerdote y á Nathán profeta, y á Benaía hijo de Joiada, y también á los Ceretheos y á los Peletheos, los cuales le hicieron subir en la mula del rey;
Y Sadoc sacerdote y Nathán profeta lo han ungido en Gihón por rey: y de allá han subido con alegrías, y la ciudad está llena de estruendo. Este es el alboroto que habéis oído.
Y aun los siervos del rey han venido á bendecir á nuestro señor el rey David, diciendo: Dios haga bueno el nombre de Salomón más que tu nombre, y haga mayor su trono que el tuyo. Y el rey adoró en la cama.
Y también el rey habló así: Bendito sea Jehová Dios de Israel, que ha dado hoy quien se siente en mi trono, viéndolo mis ojos.
Y fué hecho saber á Salomón, diciendo: He aquí que Adonía tiene miedo del rey Salomón: pues ha cogido los cornijales del altar, diciendo: Júreme hoy el rey Salomón que no matará á cuchillo á su siervo.
Y envió el rey Salomón, y trajéronlo del altar; y él vino, é inclinóse al rey Salomón. Y Salomón le dijo: Vete á tu casa.
El entonces dijo: Yo te ruego que hables al rey Salomón, (porque él no te hará volver tu rostro,) para que me dé á Abisag Sunamita por mujer.
Y Bath-sheba dijo: Bien; yo hablaré por ti al rey.
Y vino Bath-sheba al rey Salomón para hablarle por Adonía. Y el rey se levantó á recibirla, é inclinóse á ella, y volvió á sentarse en su trono, é hizo poner una silla á la madre del rey, la cual se sentó á su diestra.
Y ella dijo: Una pequeña petición pretendo de ti; no me hagas volver mi rostro. Y el rey le dijo: Pide, madre mía, que yo no te haré volver el rostro.
Y el rey Salomón respondió, y dijo á su madre: ¿Por qué pides á Abisag Sunamita para Adonía? Demanda también para él el reino, porque él es mi hermano mayor; y tiene también á Abiathar sacerdote, y á Joab hijo de Sarvia.
Y el rey Salomón juró por Jehová, diciendo: Así me haga Dios y así me añada, que contra su vida ha hablado Adonía esta palabra.
Entonces el rey Salomón envió por mano de Benaía hijo de Joiada, el cual dió sobre él, y murió.
Y á Abiathar sacerdote dijo el rey: Vete á Anathoth á tus heredades, que tú eres digno de muerte; mas no te mataré hoy, por cuanto has llevado el arca del Señor Jehová delante de David mi padre, y además has sido trabajado en todas las cosas en que fué tr
Y entró Benaía al tabernáculo de Jehová, y díjole: El rey ha dicho que salgas. Y él dijo: No, sino aquí moriré. Y Benaía volvió con esta respuesta al rey, diciendo: Así habló Joab, y así me respondió.
Y el rey le dijo: Haz como él ha dicho; mátale y entiérralo, y quita de mí y de la casa de mi padre la sangre que Joab ha derramado injustamente.
Y el rey puso en su lugar á Benaía hijo de Joiada sobre el ejército: y á Sadoc puso el rey por sacerdote en lugar de Abiathar.
Después envió el rey, é hizo venir á Semei, y díjole: Edifícate una casa en Jerusalem, y mora ahí, y no salgas de allá á una parte ni á otra;
Y Semei dijo al rey: La palabra es buena; como el rey mi señor ha dicho, así lo hará tu siervo. Y habitó Semei en Jerusalem muchos días.
Pero pasados tres años, aconteció que se le huyeron á Semei dos siervos á Achîs, hijo de Maachâ, rey de Gath. Y dieron aviso á Semei, diciendo: He aquí que tus siervos están en Gath.
Entonces el rey envió, é hizo venir á Semei, y díjole: ¿No te conjuré yo por Jehová, y te protesté, diciendo: El día que salieres, y fueres acá ó acullá, sabe de cierto que has de morir? Y tú me dijiste: La palabra es buena, yo la obedezco.
Dijo además el rey á Semei: Tú sabes todo el mal, el cual tu corazón bien sabe, que cometiste contra mi padre David; Jehová pues, ha tornado el mal sobre tu cabeza.
Y el rey Salomón será bendito, y el trono de David será firme perpetuamente delante de Jehová.
Entonces el rey mandó á Benaía hijo de Joiada, el cual salió é hirióle; y murió. Y el reino fué confirmado en la mano de Salomón.
Y SALOMON hizo parentesco con Faraón rey de Egipto, porque tomó la hija de Faraón, y trájola á la ciudad de David, entre tanto que acababa de edificar su casa, y la casa de Jehová, y los muros de Jerusalem alrededor.
E iba el rey á Gabaón, porque aquél era el alto principal, y sacrificaba allí, mil holocaustos sacrificaba Salomón sobre aquel altar.
Ahora pues, Jehová Dios mío, tú has puesto á mí tu siervo por rey en lugar de David mi padre: y yo soy mozo pequeño, que no sé cómo entrar ni salir.
En aquella sazón vinieron dos mujeres rameras al rey, y presentáronse delante de él.
Entonces la otra mujer dijo: No; mi hijo es el que vive, y tu hijo es el muerto. Y la otra volvió á decir: No; tu hijo es el muerto, y mi hijo es el que vive. Así hablaban delante del rey.
El rey entonces dijo: Esta dice: Mi hijo es el que vive, y tu hijo es el muerto: y la otra dice: No, mas el tuyo es el muerto, y mi hijo es el que vive.
Y dijo el rey: Traedme un cuchillo. Y trajeron al rey un cuchillo.
En seguida el rey dijo: Partid por medio el niño vivo, y dad la mitad á la una, y la otra mitad á la otra.
Entonces la mujer cuyo era el hijo vivo, habló al rey (porque sus entrañas se le conmovieron por su hijo), y dijo: Ah, señor mío! dad á ésta el niño vivo, y no lo matéis. Mas la otra dijo: Ni á mí ni á ti; partidlo.
Entonces el rey respondió, y dijo: Dad á aquélla el hijo vivo, y no lo matéis: ella es su madre.
Y todo Israel oyó aquel juicio que había dado el rey: y temieron al rey, porque vieron que había en él sabiduría de Dios para juzgar.
FUÉ pues el rey Salomón rey sobre todo Israel.
Azaría hijo de Nathán era sobre los gobernadores; Zabud hijo de Nathán era principal oficial, amigo del rey;
Y tenía Salomón doce gobernadores sobre todo Israel, los cuales mantenían al rey y á su casa. Cada uno de ellos estaba obligado á abastecer por un mes en el año.
Geber hijo de Uri, en la tierra de Galaad, la tierra de Sehón rey de los Amorrheos, y de Og rey de Basán; éste era el único gobernador en aquella tierra.
Y estos gobernadores mantenían al rey Salomón, y á todos los que á la mesa del rey Salomón venían, cada uno un mes; y hacían que nada faltase.
HIRAM rey de Tiro envió también sus siervos á Salomón, luego que oyó que lo habían ungido por rey en lugar de su padre: porque Hiram había siempre amado á David.
Y el rey Salomón impuso tributo á todo Israel, y el tributo fué de treinta mil hombres:
Y mandó el rey que trajesen grandes piedras, piedras de precio, para los cimientos de la casa, y piedras labradas.
La casa que el rey Salomón edificó á Jehová, tuvo sesenta codos de largo y veinte de ancho, y treinta codos de alto.
Hijo de una viuda de la tribu de Nephtalí, y su padre había sido de Tiro: trabajaba él en bronce, lleno de sabiduría y de inteligencia y saber en toda obra de metal. Este pues vino al rey Salomón, é hizo toda su obra.
Y calderos, y paletas, y cuencos; y todos los vasos que Hiram hizo al rey Salomón, para la casa de Jehová de metal acicalado.
Todo lo hizo fundir el rey en la llanura del Jordán, en tierra arcillosa, entre Succoth y Sarthán.
Así se acabó toda la obra que dispuso hacer el rey Salomón para la casa de Jehová. Y metió Salomón lo que David su padre había dedicado, es á saber, plata, y oro, y vasos, y púsolo todo en guarda en las tesorerías de la casa de Jehová.
ENTONCES juntó Salomón los ancianos de Israel, y á todas las cabezas de las tribus, y á los príncipes de las familias de los hijos de Israel, al rey Salomón en Jerusalem para traer el arca del pacto de Jehová de la ciudad de David, que es Sión.
Y se juntaron al rey Salomón todos los varones de Israel en el mes de Ethanim, que es el mes séptimo, en el día solemne.
Y el rey Salomón, y toda la congregación de Israel que á él se había juntado, estaban con él delante del arca, sacrificando ovejas y bueyes, que por la multitud no se podían contar ni numerar.
Y volviendo el rey su rostro, bendijo á toda la congregación de Israel; y toda la congregación de Israel estaba en pie.
Entonces el rey, y todo Israel con él, sacrificaron víctimas delante de Jehová.
Y sacrificó Salomón por sacrificios pacíficos, los cuales ofreció á Jehová veinte y dos mil bueyes, y ciento veinte mil ovejas. Así dedicaron el rey y todos los hijos de Israel la casa de Jehová.
Aquel mismo día santificó el rey el medio del atrio que estaba delante de la casa de Jehová: porque ofreció allí los holocaustos, y los presentes, y los sebos de los pacíficos; por cuanto el altar de bronce que estaba delante de Jehová era pequeño, y no c
Y el octavo día despidió al pueblo: y ellos bendiciendo al rey, se fueron á sus estancias alegres y gozosos de corazón por todos los beneficios que Jehová había hecho á David su siervo, y á su pueblo Israel.
(Para las cuales Hiram rey de Tiro, había traído á Salomón madera de cedro y de haya, y cuanto oro él quiso), que el rey Salomón dió á Hiram veinte ciudades en tierra de Galilea.
Y había Hiram enviado al rey ciento y veinte talentos de oro.
Y esta es la razón del tributo que el rey Salomón impuso para edificar la casa de Jehová, y su casa, y á Millo, y el muro de Jerusalem, y á Hasor, y Megiddo, y Gezer.
Faraón el rey de Egipto había subido y tomado á Gezer, y quemádola, y había muerto los Cananeos que habitaban la ciudad, y dádola en don á su hija la mujer de Salomón.
Hizo también el rey Salomón navíos en Ezión-geber, que es junto á Elath en la ribera del mar Bermejo, en la tierra de Edom.
Los cuales fueron á Ophir, y tomaron de allí oro, cuatrocientos y veinte talentos, y trajéronlo al rey Salomón.
Y Salomón le declaró todas sus palabras: ninguna cosa se le escondió al rey, que no le declarase.
Y dijo al rey: Verdad es lo que oí en mi tierra de tus cosas y de tu sabiduría;
Jehová tu Dios sea bendito, que se agradó de ti para ponerte en el trono de Israel; porque Jehová ha amado siempre á Israel, y te ha puesto por rey, para que hagas derecho y justicia.
Y dió ella al rey ciento y veinte talentos de oro, y muy mucha especiería, y piedras preciosas: nunca vino tan grande copia de especias, como la reina de Seba dió al rey Salomón.
Y de la madera de brasil hizo el rey balaustres para la casa de Jehová, y para las casas reales, arpas también y salterios para los cantores: nunca vino tanta madera de brasil, ni se ha visto hasta hoy.
Y el rey Salomón dió á la reina de Seba todo lo que quiso, y todo lo que pidió, además de lo que Salomón le dió como de mano del rey Salomón. Y ella se volvió, y se fué á su tierra con sus criados.
Hizo también el rey Salomón doscientos paveses de oro extendido: seiscientos siclos de oro gastó en cada pavés.
Asimismo trescientos escudos de oro extendido, en cada uno de los cuales gastó tres libras de oro: y púsolos el rey en la casa del bosque del Líbano.
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