'Rostro' en la Biblia
Muchos dicen: ¿Quién nos mostrará el bien? Alza sobre nosotros, oh SEÑOR, la luz de tu rostro.
El malo, por la altivez de su rostro, no busca a Dios. No está Dios en todos sus pensamientos.
Dice en su corazón: Dios está olvidado, ha encubierto su rostro; nunca lo vio.
Porque el justo SEÑOR amó la justicia, al recto mirará su rostro.
¿Hasta cuándo, SEÑOR? ¿Me olvidarás para siempre? ¿Hasta cuándo esconderás tu rostro de mí?
Me harás saber la senda de la vida; plenitud de alegrías hay con tu rostro; deleites en tu diestra para siempre.
De delante de tu rostro salga mi juicio; vean tus ojos la rectitud.
Yo en justicia veré tu rostro; seré saciado cuando despertaré a tu semejanza.
Porque lo has bendecido para siempre; lo llenaste de alegría con tu rostro.
Porque no menospreció ni abominó la aflicción del pobre en espíritu, ni de él escondió su rostro; y cuando clamó a él, le oyó.
Esta es la generación de los que le buscan, de los que buscan tu rostro, oh Jacob. (Selah.)
Mi corazón me ha dicho de ti: Buscad mi rostro. Tu rostro buscaré, oh SEÑOR.
No escondas tu rostro de mí, no apartes con ira a tu siervo; mi ayuda has sido; no me dejes y no me desampares, Dios de mi salud.
porque tú, SEÑOR, por tu benevolencia has asentado mi monte con fortaleza. Escondiste tu rostro, fui conturbado.
Haz resplandecer tu rostro sobre tu siervo; sálvame por tu misericordia.
Los esconderás en el escondedero de tu rostro de las arrogancias del hombre; los esconderás en el tabernáculo a cubierto de contención de lenguas.
¿Por qué te abates, oh alma mía, y por qué bramas contra mí? Espera a Dios; quien es la salud de mi rostro, y el Dios mío.
¿Por qué te abates, oh alma mía, y por qué bramas contra mí? Espera a Dios; porque aún tengo de alabar a quien es la salud de mi rostro, y el Dios mío.
Porque no heredaron la tierra por su espada, ni su brazo los libró; sino tu diestra, y tu brazo, y la luz de tu rostro, porque te complaciste en ellos.
Cada día mi vergüenza está delante de mí, y me cubre la confusión de mi rostro,
¿Por qué escondes tu rostro? ¿Olvidaste nuestra aflicción, y la opresión nuestra?
Esconde tu rostro de mis pecados, y rae todas mis maldades.
Dios tenga misericordia de nosotros, y nos bendiga; haga resplandecer su rostro sobre nosotros (Selah);
Porque por ti he sufrido afrenta; confusión ha cubierto mi rostro.
Y no escondas tu rostro de tu siervo; porque estoy angustiado; apresúrate, óyeme.
Oh Dios, haznos tornar; y haz resplandecer tu rostro, y seremos salvos.
Oh Dios de los ejércitos, haznos tornar; y haz resplandecer tu rostro, y seremos salvos.
Quemada a fuego está, y talada; perezcan por la reprensión de tu rostro.
Oh SEÑOR, Dios de los ejércitos, haznos tornar; haz resplandecer tu rostro, y seremos salvos.
Mira, oh Dios, escudo nuestro, y pon los ojos en el rostro de tu Ungido.
¿Por qué, oh SEÑOR, desechas mi alma? ¿Por qué escondes tu rostro de mí?
Justicia y juicio son la morada de tu trono; misericordia y verdad van delante de tu rostro.
Dichoso el pueblo que sabe jubilar; andarán, oh SEÑOR, a la luz de tu rostro.
Pusiste nuestras iniquidades delante de ti, nuestros yerros a la lumbre de tu rostro.
No escondas de mí tu rostro; en el día de mi angustia inclina a mí tu oído; el día que te invocare, apresúrate a responderme.
Y el vino que alegra el corazón del hombre; haciendo relumbrar el rostro con el aceite, y el pan que sustenta el corazón del hombre.
Escondes tu rostro, se turban; les quitas el espíritu, dejan de ser, y se tornan en su polvo.
Buscad al SEÑOR, y su fortaleza; buscad su rostro siempre.
Haz que tu rostro resplandezca sobre tu siervo; y enséñame tus estatutos.
Por amor de David tu siervo no vuelvas de tu ungido el rostro.
Rostro y envés tú me formaste, y sobre mí pusiste tu mano.
Respóndeme pronto, oh SEÑOR que desmaya mi espíritu; no escondas de mí tu rostro, y venga yo a ser semejante a los que descienden a la sepultura.