'Sendas' en la Biblia
En los días de Samgar, hijo de Anat, En los días de Jael, quedaron desiertos los caminos, Y los viajeros andaban por sendas tortuosas.
Serpentean las sendas de su curso, Se evaporan en la nada y perecen.
Así son las sendas de todos los que se olvidan de Dios. Así perecerá la esperanza del impío,
Pones mis pies en el cepo, Y vigilas todas mis sendas; Pones límite a las plantas de mis pies,
El ha amurallado mi camino y no puedo pasar, Y ha puesto tinieblas en mis sendas.
{Otros} han estado con los que se rebelan contra la luz; No quieren conocer sus caminos, Ni morar en sus sendas.
Pone mis pies en el cepo; Vigila todas mis sendas.'
Las aves de los cielos y los peces del mar, Cuanto atraviesa las sendas de los mares.
Mis pasos se han mantenido firmes en Tus sendas. No han resbalado mis pies.
SEÑOR, muéstrame Tus caminos, Enséñame Tus sendas.
Todas las sendas del SEÑOR son misericordia y verdad Para aquéllos que guardan Su pacto y Sus testimonios.
En el mar {estaba} Tu camino, Y Tus sendas en las aguas inmensas, Y no se conocieron Tus huellas.
Guarda las sendas del juicio, Y preserva el camino de Sus santos.
De los que dejan las sendas de rectitud, Para andar por los caminos tenebrosos;
Cuyas sendas son torcidas, Y se extravían en sus senderos.
Todos los que van a ella, no vuelven, Ni alcanzan las sendas de la vida.
Por tanto andarás, en el camino de los buenos Y guardarás las sendas de los justos.
Reconócelo en todos tus caminos, Y El enderezará tus sendas.
Sus caminos son caminos agradables Y todas sus sendas, paz.
Por el camino de la sabiduría te he conducido, Por sendas de rectitud te he guiado.
No se desvíe tu corazón hacia sus caminos, No te extravíes en sus sendas.
En la cima de las alturas, junto al camino, Donde cruzan las sendas, se coloca;
Yo ando por el camino de la justicia, Por en medio de las sendas del derecho,
Llamando a los que pasan, A los que van derechos por sus sendas:
El impío recibe soborno bajo el manto Para pervertir las sendas del derecho.
Vendrán muchos pueblos, y dirán: ``Vengan, subamos al monte del SEÑOR, A la casa del Dios de Jacob, Para que nos enseñe {acerca} de Sus caminos, Y andemos en Sus sendas." Porque de Sion saldrá la ley (la instrucción), Y de Jerusalén la palabra del SEÑOR.
¡Oh pueblo Mío! Sus opresores son muchachos, Y mujeres lo dominan. Pueblo Mío, los que te guían {te} hacen desviar Y confunden el curso de tus sendas.
Conduciré a los ciegos por un camino que no conocen, Por sendas que no conocen los guiaré; Cambiaré delante de ellos las tinieblas en luz Y lo escabroso en llanura. Estas cosas haré, Y no las dejaré {sin hacer}.
Camino de paz no conocen, Y no hay justicia en sus senderos. Han torcido a su favor las sendas, Cualquiera que ande en ellas no conoce la paz.
Pues bien, Mi pueblo Me ha olvidado, Queman incienso a dioses vanos (a la vanidad), Y se han desviado de sus caminos, De las sendas antiguas, Para andar por senderos, No por calzada,
``Por tanto, su camino será para ellos como sendas resbaladizas; Serán empujados a las tinieblas y en ellas caerán; Porque traeré sobre ellos calamidad En el año de su castigo," declara el SEÑOR.
Como valientes corren, Como soldados escalan la muralla; Cada uno marcha por su camino, Y no se desvían de sus sendas.
Vendrán muchas naciones y dirán: ``Vengan y subamos al monte del SEÑOR, A la casa del Dios de Jacob, Para que El nos instruya en Sus caminos, Y nosotros andemos en Sus sendas." Porque de Sion saldrá la ley, Y de Jerusalén la palabra del SEÑOR.
Porque este {Juan} es aquél a quien se refirió el profeta Isaías, cuando dijo: ``VOZ DEL QUE CLAMA EN EL DESIERTO: `PREPAREN EL CAMINO DEL SEÑOR, HAGAN DERECHAS SUS SENDAS.'"
VOZ DEL QUE CLAMA EN EL DESIERTO: `PREPAREN EL CAMINO DEL SEÑOR, HAGAN DERECHAS SUS SENDAS.'"
como está escrito en el libro de las palabras del profeta Isaías: ``VOZ DEL QUE CLAMA EN EL DESIERTO: `PREPAREN EL CAMINO DEL SEÑOR, HAGAN DERECHAS SUS SENDAS.
~`TODO VALLE SERA RELLENADO, Y TODO MONTE Y COLLADO REBAJADO; LO TORCIDO SE HARA RECTO, Y LAS SENDAS ASPERAS {SE VOLVERAN} CAMINOS LLANOS;
y hagan sendas derechas para sus pies, para que la {pierna} coja no se descoyunte, sino que se sane.