'Son' en la Biblia
Y a hijos que son duros de rostro y fuertes de corazón, yo te envío, y les dirás: Así dijo el Señor DIOS.
Y ellos no oirán, ni cesarán, porque son casa rebelde; mas conocerán que hubo profeta entre ellos.
Y tú, hijo de hombre, no temas de ellos, ni tengas miedo de sus palabras, porque son rebeldes; aunque te hallas entre espinas, y tú moras con abrojos, no tengas miedo de sus palabras, ni temas delante de ellos, porque son casa rebelde.
Les hablarás mis palabras, mas no oirán ni cesarán; porque son rebeldes.
Mas los de la Casa de Israel no te querrán oír, porque no me quieren oír a mí; porque toda la Casa de Israel son fuertes de frente, y duros de corazón.
Y haré que se pegue tu lengua a tu paladar, y estarás mudo, y para que no los reprendas, porque son casa rebelde.
Mas cuando yo te hubiere hablado, abriré tu boca, y les dirás: Así dijo el Señor DIOS: El que oye, oiga; y el que cesa, cese; porque casa rebelde son.
Y se levantaron los querubines; éstos son los animales que vi en el río de Quebar.
Y me dijo: Hijo de hombre, estos son los hombres que maquinan perversidad, y dan en esta ciudad mal consejo;
Por tanto, así ha dicho el Señor DIOS: Vuestros muertos que habéis puesto en medio de ella, ellos son la carne, y ella es la caldera; mas yo os sacaré a vosotros de en medio de ella.
Hijo de hombre, tus hermanos, tus hermanos, los hombres de tu parentesco y toda la Casa de Israel, toda ella son aquellos a quienes dijeron los moradores de Jerusalén: Alejaos del SEÑOR; a nosotros es dada la tierra en posesión.
Hijo de hombre, tú habitas en medio de casa rebelde, los cuales tienen ojos para ver, y no ven, tienen oídos para oír, y no oyen; porque son Casa rebelde.
Por tanto tú, hijo de hombre, hazte aparejos de marcha, y parte de día delante de sus ojos; y te pasarás de tu lugar a otro lugar a vista de ellos; no verán porque son casa rebelde.
Como zorras en los desiertos son tus profetas, oh Israel.
Tú también, que juzgaste a tus hermanas, lleva tu vergüenza en tus pecados que hiciste, más abominables que los de ellas; más justas son que tú; avergüénzate, pues, tú también, y lleva tu confusión, pues que has justificado a tus hermanas.
He aquí que todas las almas son mías; como el alma del padre, así el alma del hijo es mía; el alma que pecare, esa morirá.
Y si dijereis: No es derecho el camino del Señor, oíd ahora, Casa de Israel: ¿No es derecho mi camino? ¿No son vuestros caminos torcidos?
Si aún dijere la Casa de Israel: No es derecho el camino del Señor; ¿no son derechos mis caminos, Casa de Israel? Cierto, vuestros caminos no son derechos.
Por tanto, hombres justos las juzgarán por la ley de las adúlteras, y por la ley de las que derraman sangre; porque son adúlteras, y hay sangre en sus manos.
Y haré cesar el estrépito de tus canciones, y no se oirá más el son de tus vihuelas.
Y sabrán que yo el SEÑOR su Dios soy con ellas, y ellas son mi pueblo, la Casa de Israel, dijo el Señor DIOS.
Y sabrás que yo, el SEÑOR, he oído todas tus injurias que proferiste contra los montes de Israel, diciendo: Destruidos son, nos son dados a devorar.
Y entrados a los gentiles adonde fueron, profanaron mi santo Nombre, diciéndose de ellos: Estos son pueblo del SEÑOR, y de la tierra de él han salido.
Me dijo luego: Hijo de hombre, todos estos huesos son la Casa de Israel. He aquí, ellos dicen: Nuestros huesos se secaron, y pereció nuestra esperanza, y en nosotros mismos somos del todo talados.
Y la cámara que mira hacia el norte será de los sacerdotes que tienen la guarda del altar; éstos son los hijos de Sadoc, los cuales son llamados de los hijos de Leví para ministrarle al Señor.
Y me dijo: Las cámaras del norte y las del mediodía, que están delante de la lonja, son cámaras santas, en las cuales los sacerdotes que se acercan al SEÑOR comerán las santas ofrendas; allí pondrán las ofrendas santas, y el presente, y lo ofrecido del pecado y de la culpa; porque el lugar es santo.
Cuando los sacerdotes entraren, no saldrán del lugar Santo al atrio de afuera, sino que allí dejarán sus vestimentas con que ministrarán, porque son santas; y se vestirán otros vestidos, y así se allegarán a lo que es del pueblo.
Y éstas son las medidas del altar en codos (el codo de a codo y palmo). El aro del medio, de un codo, y de un codo el ancho; y su remate por su borde alrededor, de un palmo. Este será el fondo alto del altar.
Y me dijo: Hijo de hombre, así dijo el Señor DIOS: Estas son las leyes del altar el día en que será hecho, para ofrecer sobre él holocausto, y para esparcir sobre él sangre.
Darás a los sacerdotes Levitas que son del linaje de Sadoc, que se allegan a mí, dijo el Señor DIOS, para ministrarme, un becerro hijo de vaca como pecado.
Lo consagrado de esta tierra será para los sacerdotes ministros del Santuario, que son escogidos para ministrar al SEÑOR; y les será lugar para casas, y Lugar Santo para el Santuario.
Y la ordenanza del aceite será que ofreceréis un bato de aceite, que es la décima parte de un coro: diez batos harán un homer; porque diez batos son un homer.
Y me dijo: Estos son los aposentos de los cocineros, donde los servidores de la casa cocerán el sacrificio del pueblo.
Y éstos son los nombres de las tribus: Desde la parte del norte por la vía de Hetlón viniendo a Hamat, Hazar-enán, al término de Damasco, al norte, al término de Hamat, tendrá Dan una parte, siendo sus extremidades al oriente y al occidente.
Y lo que quedare de longitud delante de la suerte santa, que son diez mil cañas al oriente y diez mil al occidente, que será lo que quedará de la suerte santa, será para sembrar pan para los que sirven a la ciudad.
Esta es la tierra que partiréis por suertes en heredad a las tribus de Israel, y éstas son sus partes, dijo el Señor DIOS.
Y éstas son las salidas de la ciudad a la parte del norte, cuatro mil quinientas cañas por medida.