'Tienes' en la Biblia
y tuve miedo, y fui y escondí tu talento en la tierra; mira, {aquí} tienes lo que es tuyo."
Mas El volviéndose y mirando a sus discípulos, reprendió a Pedro y le dijo*: ¿Quítate de delante de mí, Satanás!, porque no tienes en mente las cosas de Dios, sino las de los hombres.
Jesús, mirándolo, lo amó y le dijo: Una cosa te falta: ve {y} vende cuanto tienes y da a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo; y ven, sígueme.
``Y diré a mi alma: Alma, tienes muchos bienes depositados para muchos años; descansa, come, bebe, diviértete."
Cuando Jesús oyó {esto,} le dijo: Te falta todavía una cosa; vende todo lo que tienes y reparte entre los pobres, y tendrás tesoro en los cielos; y ven, sígueme.
Ella le dijo*: Señor, no tienes con qué sacarla, y el pozo es hondo; ¿de dónde, pues, tienes esa agua viva?
porque cinco maridos has tenido, y el que ahora tienes no es tu marido; en eso has dicho la verdad.
Simón Pedro le respondió: Señor, ¿a quién iremos? Tú tienes palabras de vida eterna.
La multitud contestó: ¡Tienes un demonio! ¿Quién procura matarte?
Contestaron los judíos, y le dijeron: ¿No decimos con razón que tú eres samaritano y que tienes un demonio?
Los judíos le dijeron: Ahora sí sabemos que tienes un demonio. Abraham murió, y {también} los profetas, y tú dices: ``Si alguno guarda mi palabra no probará jamás la muerte."
Por esto los judíos le dijeron: Aún no tienes cincuenta años, ¿y has visto a Abraham?
Pedro le contestó*: ¡Jamás me lavarás los pies! Jesús le respondió: Si no te lavo, no tienes parte conmigo.
No tienes parte ni suerte en este asunto, porque tu corazón no es recto delante de Dios.
Y el comandante, tomándolo de la mano, y llevándolo aparte, le preguntó: ¿Qué es lo que me tienes que informar?
Por lo cual no tienes excusa, oh hombre, quienquiera {que seas tú} que juzgas, pues al juzgar a otro, a ti mismo te condenas, porque tú que juzgas practicas las mismas cosas.
¿O tienes en poco las riquezas de su bondad, tolerancia y paciencia, ignorando que la bondad de Dios te guía al arrepentimiento?
instructor de los necios, maestro de los faltos de madurez; que tienes en la ley la expresión misma del conocimiento y de la verdad;
Y si el que es físicamente incircunciso guarda la ley, ¿no te juzgará a ti, que aunque tienes la letra {de la ley} y eres circuncidado, eres transgresor de la ley?
La fe que tú tienes, ten{la} conforme a tu propia convicción delante de Dios. Dichoso el que no se condena a sí mismo en lo que aprueba.
Porque ¿quién te distingue? ¿Qué tienes que no recibiste? Y si lo recibiste, ¿por qué te jactas como si no lo hubieras recibido?
Porque si alguno te ve a ti, que tienes conocimiento, sentado {a la mesa} en un templo de ídolos, ¿no será estimulada su conciencia, si él es débil, a comer lo sacrificado a los ídolos?
Porque escrito está: REGOCIJATE, OH ESTERIL, LA QUE NO CONCIBES; PRORRUMPE Y CLAMA, TU QUE NO TIENES DOLORES DE PARTO, PORQUE MAS SON LOS HIJOS DE LA DESOLADA, QUE DE LA QUE TIENE MARIDO.
porque oigo de tu amor y de la fe que tienes hacia el Señor Jesús y hacia todos los santos;
Si me tienes pues por compañero, acéptalo como {me aceptarías} a mí.
Pero alguno dirá: Tú tienes fe y yo tengo obras. Muéstrame tu fe sin las obras, y yo te mostraré mi fe por mis obras.
`Tienes perseverancia, y has sufrido por mi nombre y no has desmayado.
`Sin embargo tienes esto: que aborreces las obras de los nicolaítas, las cuales yo también aborrezco.
`Pero tengo unas pocas cosas contra ti, porque tienes ahí a los que mantienen la doctrina de Balaam, que enseñaba a Balac a poner tropiezo ante los hijos de Israel, a comer cosas sacrificadas a los ídolos y a cometer {actos de} inmoralidad.
`Así tú también tienes algunos que de la misma manera mantienen la doctrina de los nicolaítas.
Y escribe al ángel de la iglesia en Sardis: ``El que tiene los siete Espíritus de Dios y las siete estrellas, dice esto: `Yo conozco tus obras, que tienes nombre de que vives, pero estás muerto.
`Pero tienes unos pocos en Sardis que no han manchado sus vestiduras, y andarán conmigo {vestidos} de blanco, porque son dignos.
`Yo conozco tus obras. Mira, he puesto delante de ti una puerta abierta que nadie puede cerrar, porque tienes un poco de poder, has guardado mi palabra y no has negado mi nombre.
`Vengo pronto; retén firme lo que tienes, para que nadie tome tu corona.